Durante los últimos días aparecieron por las calles carteles similares a la imagen que ilustra nuestra entrada, otra con Daniel junto a niños palestinos e israelíes (justo en este momento) y varias notas en los periódicos sobre el lanzamiento a la presidencia del club de la exgloria riverplatense Daniel Passarella.
Recuerdo la admiración que sentía por este notable jugador debido a sus características técnicas únicas y una mentalidad ganadora como pocos han tenido, mentalidad que casi no se encuentra en jugadores actuales. Mi admiración aumentó más durante su primer etapa como técnico de River a principios de la década del ’90, cuando excediendo a su responsabilidad como DT le presta dinero a la institución durante el inicio de la gestión Dávice para destrabar la parálisis en la que se encontraba el club por una huelga del personal luego del desbarranque de la gestión de Hugo Santilli y con Tití Di Carlo como presidente. Considero que su primera etapa como técnico fue buena, promocionó muchos jugadores de las inferiores, se ganaron torneos locales pero tuvo un gran déficit internacional. Luego en el año ’94 se marchó para dirigir a la selección mayor.
Durante la pretemporada del ’06, se produce una abrupta e inesperada salida del técnico Mostaza Merlo con jugadores y dirigentes involucrados en la misma. El mismo día, aumentando la desprolijidad y las sospechas, asume Passarella al frente de nuestro equipo. Se comentaba que traía de la mano gente dispuesta a invertir en River ante la dificultad en esos momentos (igual que ahora) de conseguir refuerzos ante el débil plantel que contaba River. Passarella ya se había ganado esa fama de “mercader” de jugadores durante su gestión al frente de la selección nacional, podemos leer esto en una nota de Página 12:
En sus declaraciones al programa "A dos voces", que conducen los periodistas Marcelo Bonelli y Gustavo Silvestre por el canal de cable Todo Noticias, el ex secretario privado del técnico (Claudio Crosta) --su trabajo era realizar tareas administrativas, pago de impuestos y servicios públicos, etc.-- señaló que le llamó la atención en su momento el paso de algunos jugadores representados por Mascardi por la Selección Nacional durante la gestión de Passarella, como Marcelo Espina, Gustavo Lombardi y Nelson Vivas. También, a la inversa, dijo que provocó sospechas la resistencia del técnico a designar a jugadores que no pertenecían a Mascardi, como los dos más famosos representados de Settimio Aloisio: Gabriel Batistuta y Claudio Caniggia.
El ex secretario describió la metodología utilizada en el ambiente futbolístico por técnicos, representantes y dirigentes en las operaciones de compraventa de jugadores: "Lo más común es hacer el cambio de representación y ya tener (arreglada) una transacción con un club. Entonces, a través de (la convocatoria a) la selección, se puede mejorar (la cotización) y hacer un buen negocio en el sentido de multiplicar lo que (el jugador) puede valer antes y después de estar en la Selección" , explicó Crosta. Y añadió: "A través de esto se puede hacer un negocio importante". Dio el caso de un jugador --que no mencionó-- "al que se le vencía el contrato con el club, pasaba a ser jugador libre y, si se daba la condición de estar en la Selección, ahí se podía hacer un gran negocio, porque se hacían acreedores del pase" Ver Nota completa:
acá
Para continuar, voy a citar a Martín (melezama) , uno de los más interesantes posteadores del foro de River, que muy gentilmente nos permitió tomar la información de
esta entrada en el foro y
de su blog.
Durante este segundo ciclo al frente de nuestro equipo y con pésimos resultados deportivos aparece uno de los tantos empresarios que vienen a “invertir” dinero en River. Pero esta vez el negocio era obsceno. Ricardo Hardoy pretendía comprar 16 porcentajes de pases de jugadores de River por 3 millones de Dólares.
El 30% de los pases de Oscar Ahumada, Gonzalo Higuaín, Augusto Fernández, René Lima, Gonzalo Abán, Fernando Pellegrino, Nicolás Domingo, Patricio Toranzo, Matías Oyola, José San Román, Ricardo Villalba y Lucas Sánchez.
El 20% de los pases de Nicolás Ruiz y Emmanuel Gamarra.
El 15% de los pases de Juan Pablo Carrizo y Diego Buonanotte.
Luego ofrece aportar 3 millones de Euros más a cambio, el 50% de Belluschi y el 20% de Farías.
Resulta que este tipo Hardoy estaba siendo juzgado por quiebra fraudulenta en la causa Nº 752/1923 en el Tribunal Criminal Nº 5 de San Isidro, Provincia de Buenos Aires. Un tipo quebrado ofrece invertir 3 millones de Dólares más 3 millones de Euros. No hay que ser muy inteligente para darse cuenta que Hardoy era un testaferro. ¿De quién? Basta ver quién lo trajo al club: Daniel Alberto Passarella.
Cuando la oposición denuncia esta maniobra, que hasta resulta graciosa por su infantilidad, a Hardoy le cambian el apellido en los papeles, lo empezaron a llamar "Ardoy" para que no saltase la relación entre el apellido y la causa judicial.
Por ejemplo; ¿qué posibilidades de pelear el puesto reales tenía Lux (el arquero titular de River en ese entonces) si Passarella era dueño del 15% del suplente? A las dos fechas a Lux lo borraron al primer error. ¿Esto se hizo porque Passarella confiaba más en Carrizo? No, se hizo simplemente porque Passarella esperaba (en ese momento todavía la operación tenía chances de ser aprobada, y Aguilar decía "esto se hace sí o sí") ser el dueño del 15% de Carrizo. Caída la opercación con Hardoy a Passarella se le renovó el contrato por 3 años y se le duplicó el sueldo pese a al mal rendimiento del equipo. Compensaciones que les dicen.
Passarella le erró al camino y por ello despilfarró la idolatría ganada dentro de la cancha, no puede ser DT, representante de jugadores, presidente y empresario a la vez. Debería sincerarse de una vez por todas especialmente con la gente de River, dedicarse a la representación de jugadores, olvidarse de la dirección técnica pero de lo que estoy seguro es que Presidente de River jamás.
Por: Enrique
(*) La imagen es la que utiliza Martín (melezama) en sus posteos en el Foro Riverplatense