La figura del partido. Otra vez se convirtió en un muro impasable.
Qué sábado!!! Qué ansiedad!!! Qué festejo!!! Qué gloria!!! Qué alegría!!! Qué parto!!! Gracias a D’s, mucha felicidad…
Ufff, qué día complicado. Costó todo, desde conseguir la entrada hasta llegar a la cancha, el tránsito es imposible por la ciudad de BsAs y el cruce hacia la provincia era una cola desde Constitución hasta Avellaneda a paso de hombre. Fue mágico llegar a Avellaneda, e ingresar a la tribuna era una misión digna de brigada A. No tengo idea cuanta gente logró entrar, ni siquiera sabría decir cuantos estaban en la platea, solo se que se los veía parados a pesar de los $200 que tuvieron que pagar. Como ya dije en otras canchas, la platea no existe cuando juega River Plate, a lo sumo es una popular más cómoda y sin avalanchas.
Ufff, qué día complicado. Costó todo, desde conseguir la entrada hasta llegar a la cancha, el tránsito es imposible por la ciudad de BsAs y el cruce hacia la provincia era una cola desde Constitución hasta Avellaneda a paso de hombre. Fue mágico llegar a Avellaneda, e ingresar a la tribuna era una misión digna de brigada A. No tengo idea cuanta gente logró entrar, ni siquiera sabría decir cuantos estaban en la platea, solo se que se los veía parados a pesar de los $200 que tuvieron que pagar. Como ya dije en otras canchas, la platea no existe cuando juega River Plate, a lo sumo es una popular más cómoda y sin avalanchas.
Leones festejando los muy trabajados 3 puntos de hoy. En este abrazo estan millones de hinchas de River Plate
Si la platea era una locura, la popular era una masa compacta. Hace mucho que no transpiraba tanto, no se cuantos grado había hoy en el gran BsAs pero en esa tribuna debíamos superar los 30*. Jugar contra Racing siempre trae una motivación especial, uno entra pensando que de alguna forma misteriosa se dará un resultado positivo, y hoy se dio una de esas fórmulas extrañas en que no había merecimientos por el fútbol demostrado pero igual se consiguieron los puntos.
Faltaban algunos minutos para empezar. Afuera las colas eran interminables y la barra quería ingresar
90 minutos de aliento y otros 30 minutos de desahogo. Nadie se iba de las tribunas, nadie quería dejar de cantar, nadie podía dejar de exteriorizar la alegría por estos puntos de oro después de una semana llena de críticas. Para muchos es una nueva carga de ilusión y otra semana para soñar con un título, para otros es la demostración del carácter de un equipo que quiere seguir sumando y no descuidarse en ningún momento. Como sea, se palpita que se vienen finales muy importantes. El canto contra los bosteros ya se hizo oír.
Qué se puede decir de este enorme partido que puede ser bisagra en algunos aspectos. River salió con una supuesta alineación ofensiva. Se notó la ausencia de Acevedo porque nos faltó creación y sorpresa, aunque también hay que reconocer que Ballón no hizo mal su trabajo. Se juntó, se mostró (fundamental no esconderse cuando hay tan pocos en ofensiva) y participó de varias jugadas. Hizo más de lo poco se esperaba de él (otro acierto de JJ). Colocó a FM por el Enano que estuvo sin dormir por el nacimiento de su hija (lindo regalito nos dio la niña que nació ayer) y también acertó. FM perdió un mano a mano frente al arquero (definió bien) y un contraataque que quedó solo frente al último defensor (se durmió). Se puede ver el vaso medio vacío, pero también es cierto que es punzante y que logra meterse entre los defensores y armar sus propias oportunidades. Mérito de él y de quienes lo ven y hacen los pases quirúrgicos que el delantero quede en posición de gol. Cuando perdió el mano a mano se diluyó y no volvió a ser el mismo. En el segundo tiempo se cayó al quedar solo y no logró lo que buscaba JJ. No tuvo una oportunidad y perdió todas las pelotas con los defensores, el equipo estaba muy atrás y quedó solo para arreglárselas pero no pudo hacer el trabajo de Pavone. La pelota era un frontón y se multiplicó el trabajo defensivo. Pavone salió algo nervioso y con una aparente lesión (es la impresión que quedó cuando se lo veía alentando a sus compañeros).
Qué se puede decir de este enorme partido que puede ser bisagra en algunos aspectos. River salió con una supuesta alineación ofensiva. Se notó la ausencia de Acevedo porque nos faltó creación y sorpresa, aunque también hay que reconocer que Ballón no hizo mal su trabajo. Se juntó, se mostró (fundamental no esconderse cuando hay tan pocos en ofensiva) y participó de varias jugadas. Hizo más de lo poco se esperaba de él (otro acierto de JJ). Colocó a FM por el Enano que estuvo sin dormir por el nacimiento de su hija (lindo regalito nos dio la niña que nació ayer) y también acertó. FM perdió un mano a mano frente al arquero (definió bien) y un contraataque que quedó solo frente al último defensor (se durmió). Se puede ver el vaso medio vacío, pero también es cierto que es punzante y que logra meterse entre los defensores y armar sus propias oportunidades. Mérito de él y de quienes lo ven y hacen los pases quirúrgicos que el delantero quede en posición de gol. Cuando perdió el mano a mano se diluyó y no volvió a ser el mismo. En el segundo tiempo se cayó al quedar solo y no logró lo que buscaba JJ. No tuvo una oportunidad y perdió todas las pelotas con los defensores, el equipo estaba muy atrás y quedó solo para arreglárselas pero no pudo hacer el trabajo de Pavone. La pelota era un frontón y se multiplicó el trabajo defensivo. Pavone salió algo nervioso y con una aparente lesión (es la impresión que quedó cuando se lo veía alentando a sus compañeros).
Penal bien pateado tras jugada maestra de Lamela. Delirio millonario.
Todo el excelente trabajo del primer tiempo (nada vistoso pero efectivo), se complicó con la expulsión del uruguayo. JM Diaz es fundamental para el trabajo de JJ y su expulsión modificó todo el planteo. Hoy el equipo se convirtió un conjunto de jugadores al servicio de las necesidades del equipo. Entró Pereyra por Pavone y todos se debieron arremangar, una línea defensiva de 5 jugadores seguida por otra de 3 y FM intentando retener la pelota. Salió Ballón y entró Cirigliano, salió Ferrari lesionado y entró Arano. Pereyra pasó de la izquierda a la derecha y todo volvió a rearmarse. Para quienes piensan que siempre se juega igual, hoy se salió con una idea diferente a las habituales, se cambió con la expulsión, se volvió a cambiar con las lesiones y lo único que se mantuvo fue el orden y la lucha permanente por cada pelota. El aliento permanente desde la tribuna visitante y el silencio casi absoluto durante casi todo del partido de la hinchada local no fue casual, fue una simple devolución de lo que pasaba en la cancha. Ver los últimos minutos en que varios pibes no podían más con su alma y Almeyda empezó a correr a los centrales rivales que tocaban la pelota entre ellos y el arquero ante el peligro de que se las sacara el Pelado. Nadie cayó, todos dieron hasta el último aliento y la pitada final.
Pezzota fue un desastre. Inclinó la cancha en los últimos minutos
Creo que la gran alegría es para los centrales que tuvieron el partido más complicado. La mejor delantera es la de Velez y la segunda es la de Racing (Hauche, Gutierrez y Lugüercio), son muy movedizos y la buscan siempre, son punzantes y lo demostraron todo el partido. Los centrales fueron leones y estuvieron concentrados todo el partido ante estos jugadores que se cruzan constantemente y buscan espacios donde no los hay, sin embargo, lo grandioso de hoy estuvo nuevamente en el arco. Almeyda puede tener un partido más flojo como el de hoy pero conmueve y transmite a sus compañeros, JP no se puede dar el lujo de tener un mala tarde, transmite desde la seguridad y la invulnerabilidad. Hoy fueron pocas las jugadas pero fueron muchas más que en los otros partidos. Media docena de jugadas peligrosas lo convirtieron en la figura del partido e hicieron que todo el país vuelva a verlo como el arquero indiscutible de la selección.
La foto del partido. JP muestra las llaves que le tiraron desde la popu. El arco estuvo bien cerrado.
Una tarde para el recuerdo, una tarde especial… un equipo con muchos lesionados que se tendrá que rearmar en la ilusión y en el envión anímico. Ahora vamos por la siguiente final que también es fundamental.
Por Charro.