"Se pueden arreglar campeonatos enteros, como el de Boca de Ischia." Javier Ruiz árbitro "Ehhehh, eh yo pienso de que ehhehh eeeehh (?)." DAP "No estén cagados." Daniel Passarella
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miércoles, 13 de junio de 2012

25 años de la despedida del Beto

La despedida de un ìdolo. Ojalà haya muchas màs despedidas asì. Nos la merecemos todos.

La situación que vive el club y la preocupación constante que tenemos los hinchas nos ha llevado a dejar de lado algo que nos gusta hacer mucho en este blog, recordar y disfrutar los buenos momentos vividos en el pasado. Lujos impensados que nos damos en este blog, es que haya gente con deseos de expresarse y ayudarnos a que no se escapen estas cosas tan importantes. De paso aprovecho para blanquear algo que venimos hablando con Enrique hace unos cuantos meses, ver la forma de postear nuevamente los posteos recordatorios para que no queden perdidos. Todavìa no le encontramos la soluciòn que nos deje màs a gusto pero la ayuda que nos da SrRP nos sirve para seguir pateando la pelota para un poco màs adelante. Personalmente me gusta mucho la idea de que un mismo hecho sea mostrado por la visiòn de distinta gente. Se cumplen 25 años del retiro del Beto Alonso y ya tuvimos la visiòn de Zuttion y la mìa, ahora es el momento de disfrutar del recuerdo de SrRP.

Agradecemos muchísimo que SrRP nos haya elegido para compartir sus experiencias y conocimiento y su preocupaciòn por no dejar pasar por alto una fecha tan importante. El agradecimiento y espero que todos disfruten de este sincero homenaje.

SH.
Alonso siendo pibe y festejando el tìtulo fundamental de 1975

Nació en Vicente López, el 4 de enero de 1953. Llegó a Ríver Plate a los 14 años de la mano del delegado y detector de talentos Carlos Palomino. Su comienzo fue como wing izquierdo, hasta que encontró su posición de enganche o número diez como se decía en esa época. Promovido por Didí, debutó en Primera División con la casaca de la banda roja en una derrota frente Atlanta -de local- por (1-2), el 8 de agosto de 1971. Desde allí, integró los mejores equipos de River Plate, convirtiéndose en el ídolo de la hinchada millonaria. Jugó 372 partidos, y convirtió 149 goles, de los cuales 114 sirvieron para ganar partidos. Como jugador conquistó 7 títulos locales (Metropolitanos: 1975, 1979, 1980 1985/86) (Nacional: 1975, 1979 y 1981), y dos campeonatos internaciones en 1986 (Libertadores de América; e Intercontinental). Tiene su carrera dos datos insoslayables: fue participe del equipo que rompió la racha de los 18 años sin salir campeón y, de aquella generación el único en alzar la Copa Libertadores tantas veces negada. Además formó parte de la selección Argentina que obtuvo el Mundial ‘78.

Su idolatría, valores y respeto, sin dudas los ganó con su juego, goles y capacidad, pero aún más, en los cotejos frente al eterno rival, donde siempre apareció su “valor agregado”. Es una de las cosas que no se le puede discutir: su garra y pasión en partidos claves y decisivos, como eran los superclásicos y finales.

Para el recuerdo quedó sin dudas el famoso gol a Santoro en la paliza a Independiente del Nacional ’72, o aquel golazo a Reggi en el arco del Río de la Plata y tantos otros que están en las retinas y el recuerdo de los riverplatenses. En el Nacional ’81 en cancha de Ferro, River Plate se coronó campeón con Di Stéfano como DT, y el público gritaba: “Alooooooonsoooo".

Jugó su último partido por Torneos de AFA, el 14 de noviembre de 1986 en cancha de Vélez, en la igualdad con el marcador en blanco frente a Platense; y exactamente 30 días después comenzó a decir adiós en el Estadio Nacional de Tokio con la Copa Intercontinental bajo el brazo. Allí estuvo la coronación de su carrera. Había ganado todos los títulos posibles para un jugador. El 13 de Junio de 1987, hace ya, 25 años, Alonso decidió retirarse con la gloria a sus pies. Un estadio colmado y setenta mil hinchas agradecidos por todo lo que él dio, hicieron que se despidiera tal cual lo merecía: a lo grande. Fue la mejor fiesta que se vivió en el Monumental, para celebrar u homenajear a alguien.

Su talento y amor a la camiseta forjaron al hincha de River Plate para ir todos los domingos a la cancha. Para verlo, sentir sus mismas emociones, gritar con él sus goles, festejar las victorias y torneos, y alentar con él por un River Plate que desde sus pies agigantaba su grandeza. Nos dio tanto que parece imposible saldar las cuentas simplemente diciéndole: gracias.

Son escasos los nombres que provocan semejante sensación. Su corazón blanco y rojo hizo llorar y reír al mundo millonario. En buena ley supo ganarse y atesorar desde la verde gramilla la idolatría de casi todos. Ese amor del hincha está alojado en el Monumental y en cada uno de nuestros corazones. Lo consiguió con esfuerzo y talento, y hoy se lo recuerda como paradigma de tardes de gloria y triunfos. No es alguien más, es Norberto “el Beto” Alonso. Fue, es y será… el 10 de River Plate.

Por Sr RP

martes, 21 de junio de 2011

CULPABLES

 En la crisis de River Plate se pueden poner decenas de fotos y nombres. Hay demasiados culpables.

Es la búsqueda que como fiscales debemos hacer los riverplatenses. ¿Quiénes son los autores materiales e intelectuales, del peor momento deportivo e institucional de River Plate?. ¿Qué pensaran en algún lugar del cielo, los fundadores de nuestra divisa?. ¿Y aquellos que los sucedieron y forjaron el destino de grandeza?. Imagino a Leopoldo Bard dándole una merecida cachetada a Aguilar. Y al gordo Liberti enseñándole la puerta de salida a Passarella.

El mundo del fútbol está minado de frases hechas. Por ejemplo, y para este tiempo de River Plate las siguientes: “Este es el resultado de tres temporadas”, o “el descenso no es la muerte de nadie”. Utilizando estas sentencias como disparadores es hora de balances. Si bien es cierto que este aciago momento es la cosecha de tres temporadas, existen múltiples responsables y corresponde hoy más que nunca darles la notoriedad que merecen. Porque esta historia está llena de traidores. Se considera traición renegar con dichos o acciones (voluntarias o no), un compromiso de lealtad hacia una idea, asociación, o grupo de pertenencia. La mafia aniquila a sus traidores sin contemplaciones. Es considerada la peor ofensa que se puede cometer contra la organización. Para fortuna de los traidores riverplatenses, el amor de los hinchas es incondicional, puro, genuino, auténtico. Eso pone a salvo sus vidas, por no tratarse de un grupo mafioso de hinchas salvo, claro está, los asalariados del tablón, que responden a partir de la recompensa pautada. Pero ellos no son hinchas. Son mercaderes.

El primero de los responsables es José María Aguilar, Presidente de tres campeonatos de estos seis. Tras la insípida conquista del Clausura ’08, decidió conjuntamente con Simeone la salida de unos de los mentores de aquel título: Ariel Ortega. Su salida fue por lo menos indecorosa para el último gran ídolo riverplatense. El declive definitivo del peor Presidente de la historia de nuestra Institución había comenzado, luego de contrataciones de poca monta durante toda su gestión, transferencias millonarias de genuinos productos del semillero y derrotas coperas llenas de oprobio. El Cholo fiel a su estilo, se escapó (igual que en Estudiantes). Allí se encendió la primera señal de alarma: River Plate inéditamente salió último en una competición local. Gorosito fue su reemplazante, que tras su discreto primer certamen, debió marcharse tras la gira por Canadá, a sabiendas de que no habría refuerzos. Su final era anunciado, entonces ya con las elecciones encima, Aguilar contrató a Astrada, rey de los perdedores (luego fundamentaré), condicionando al ganador del escrutinio. El Jefe (otro que se escapa), cobró hasta el último centavo tras su despido telefónico en Tucumán. Un agradecido. Bien puede decir que River Plate le dio todo.

El día 6 de Diciembre de 2009, por 6 votos ganó el 6. No me agrada para nada la junta de esos números. Todos saben porqué. No parecen ser un buen presagio. Este hombre, que dos años antes se fue por la puerta de atrás como DT, habiendo sido por dos temporadas el Primer Ministro de Aguilar, llegaba a la Presidencia sin hablar, inyectándose ketchup y escurriendo una camiseta. No debatía porque nadie sabía de fútbol como él. Prometía una auditoría que no fue más que un fraude y sonajero electoral. Prometía comunicarse desde su página web de campaña, que prontamente desapareció. Prometía refuerzos de categoría y con pasado riverplatense. Se jactaba de ser el único capaz de lograrlo. Y así llegaron Canales, Rojas, Díaz y Abecasis. Un caradura. Trajo a Cappa y se lo cargó en un rato. Advirtiendo que la Promoción era un hecho tangible para River Plate, contrató a Carrizo y Pavone. Seamos realistas. River Plate no paga, por eso ambos exigieron dinero adelantado, y además porque Vélez, que sí tiene dinero y paga, no necesitaba ni un arquero ni un 9. Sino se los hubiera llevado. Ya lo tiene a Silva, que Passarella decidió no contratar por la gestión de Canales. Bien por el que tanto sabe de fútbol. Para las Divisiones Inferiores hablaba de un proyecto y allí ubicó a J.J.López que no tiene antecedentes que ameriten su asunción a dicho cargo. Lo reclutó luego para la Primera División, en señal clara de que no existía proyecto alguno para la cantera. Y para el semestre definitivo llegó Bordagaray, que no sabemos que es porque no jugó. “Es una apuesta a futuro” se dijo, pero el futuro llegó para River Plate… hace rato.

En suma, queda claro que el padre de esta criatura es Aguilar, pero Passarella adquiere mayor responsabilidad aún por ser su fiel continuador. Porque prometió y no cumplió. Porque jugó con nuestros sentimientos. Porque tuvo tres campeonatos para revertir la situación. Porque en lugar de “hablar” con Grondona a solas, mostrando esa ridícula hombría que se precia de tener (me pregunto cuando se peleó con alguien, porque en esa historia de Mar Chiquita, estaba Pizzarotti), lo hizo como un llorón. Y River Plate que somos nosotros no llora. Sufre. Por tanto no nos representa.

“Como duele River Plate” decía el Escribano Julián William Kent. Y me preocupa la casi nula reacción tras la derrota con Lanús, no hubo pueblada en el hall. Recuerdo algunas por menos de esto que estamos viviendo. Estamos mal. Alguna vez expresé que River Plate era el Titanic. Lamentablemente o me equivoqué. Estamos camino al abismo. River Plate necesita conducción. Pero el que manda más en River Plate está en etapa de decadente latin lover con damas equivocadas. No cambia más, ni tan siquiera sabiéndose casi un sexagenario. El hombre está hecho un pavo   ne   cesita replantearse las cosas y en lugar de usufructuar su cargo para sus correrías, debería abocarse a las funciones para lo que fue elegido. Ah! Y también se cargó a Ortega, que de civil en la cancha es más que cualquiera de los que juegan.

Los jugadores tienen desde ya su cuota parte al cabo de estos tres años. Sin categoría salvo excepciones. Y son lo peor que tiene el fútbol. En el plantel algunos ya marcan que el DT es piedra por sus descensos de otrora. Buena manera de cargar las culpas en otros. Y en River Plate los nombres mufas son varios a través de la historia.

Pero en realidad yo creo más en la escisión que existe entre ganadores y perdedores. Si bien ganaron mucho y lo festejamos, Passarella, J.J.López y Fillol, estuvieron en la cancha en la final del Nacional ’76. El único que faltaba era Alonso, que además ganó la Copa y dio la vuelta olímpica en la bombonera. Esto lo diferencia de aquellos. El Beto es ganador. Ellos no. Y por lo general tiene frases desacertadas producto de no haber encontrado su lugar en el mundo, que es lo mismo que decir en River Plate. Que me perdone Baglietto, pero en el fútbol la historia la escriben los que ganan. Y no hay otra historia, salvo la que escriben los perdedores pero que nadie lee. Y se gana jugando al fútbol como manda la tradición riverplatense.

Hoy el Presidente del Club Atlético River Plate nada menos, debería dejar de lado su ya insoportable soberbia. Salir del encierro, consultar con hombres que aporten su experiencia, y acabar de una buena vez con sus jodas. Eyectar a J.J.López de su cargo, bajar a dirigir al equipo, convocar a los “bustos” vivientes como Alonso y Amadeo a concentrar con estos jugadores para que les enseñen qué es vestir la casaca de la banda roja. Que les hablen del prestigio ganado y de la mácula que le están haciendo a su historia. Que vengan tipos ganadores. Basta de perdedores como Astrada, Berti y Hernán Díaz que han pasado 10 años de sus vidas perdiendo clásicos.

Y Dios mediante, el lunes 27, ya más tranquilos, replantearse las cosas. Passarella en su intimidad debería advertir su falta de luces para semejante cargo que ostenta. No es una frase golpista ni mucho menos, pero quizás llegó la hora de retirarse a cuarteles de invierno. Y llamar a elecciones por el bien de River Plate. De mi parte, no seré testigo de estos dos próximos lances futbolísticos. Mi corazón no lo resistiría. No sé de qué modo lograré evadirme de los mismos. Tal vez el cine sea una buena opción. Con un resultado adverso me prometo ser como esos hombres que nada saben de fútbol y que nos preguntamos para qué carajo viven. No hablo más de Fútbol. Y si bien es cierto que el descenso no es la muerte de nadie, en mi caso sí. Habrá muerto el sanguíneo y visceral hincha de River Plate.

Por SrRP

miércoles, 23 de marzo de 2011

Orinar fuera del tarro

El Manneken Pis sabe apuntarle

Si bien los ingleses han inventado el deporte, la mejor escuela de fútbol, a nivel mundial, ha sido creada en River Plate. Y aquí voy a demostrarlo.

Naturalmente la influencia de los sajones fue manifiesta en las zonas portuarias para el desarrollo del football, como se decía en esa época. Allí están los embriones del deporte más lindo del mundo en nuestras tierras. Su posterior desarrollo vio a Alumni como el precursor y Racing con su bien ganado apodo de La Academia, quienes asomaron como los mejores exponentes de la novel disciplina. Según destacan las crónicas de aquel tiempo, su manera de actuar en el field, respondía a un criterio de juego asociado, con una combinación de rústicos defensores en la mayoría de los casos, combativas líneas medias que, una vez recuperado el balón estaban al servicio del pase correcto, mientras los hombres de ataque eran denominados ágiles, tanto los wingers como los insiders, y el centroforward acaso limitado técnicamente, pero de potente shot. Durante el período del Amateurismo, un joven y entusiasta dirigente de River Plate, advertía que el secreto del éxito radicaba en la calidad de los players, en su destreza y en el criterio con que los matchs se disputaban. Puesto en palabras de hoy sería la táctica, que tenía como emblema la posesión de la pelota para superar las líneas adversarias. El dirigente era Antonio Vespucio Liberti. El mejor exponente individual de aquel entonces, Carlos Peucelle. Y Liberti, sin ser Presidente actúo acaso como si lo fuera. Convenció a toda la Comisión Directiva y revolucionó los albores del Profesionalismo en 1931, contratando a Barullo en 10.000 pesos dando origen al mote de millonarios. La mejor inversión de la historia. Por los campeonatos obtenidos en aquel tiempo sumada a la descollante actuación de Peucelle en el semillero, que ofician de cabal demostración.

Barullo era un notable gambeteador, uno de los primeros exponentes del fútbol filigranado. No obstante en 1932 cuando se refrenda el mote con la incorporación de Bernabé, el primer gran ídolo del Fútbol Argentino, hubo otra adquisición algo menos rutilante pero acaso de idéntica valía: Manuel “Nolo” Ferreira, compañero de Peucelle en el Mundial 1930 y de una notable capacidad técnica.

Peucelle fue moldeando su sabiduría futbolística siendo compañero de Nolo. Simultáneamente se iban alojando en la cantera riverplatense los nombres que brindarían la máxima expresión técnica y el brillo en el juego que se haya conocido. Esos nombres eran Adolfo Pedernera, José Manuel Moreno, más tarde Juan Carlos Muñoz, Angel Labruna y por último Félix Loustau. Se venía La Máquina.

Moreno y Pedernera aparecieron en Primera en 1935 como insider y puntero izquierdo respectivamente. La huelga del plantel profesional en 1939 permitió el debut de Muñoz y Labruna el 15 de Octubre. Sin embargo La Máquina nació en primavera, el 21 de Septiembre de 1941, cuando en Avellaneda River Plate goleó a Independiente 4-0. Pedernera pasó al centro del ataque, quedando conformado por Muñoz, Moreno, Pedernera, Labruna y Deambrosi. Al año siguiente apareció Loustau y entonces este quinteto de oro quedó inmortalizado para siempre. Unánimemente se reconoce a este equipo como la mejor expresión de fútbol que se haya visto en cancha alguna, apenas discutible por Brasil ’70 siendo una selección, y contando a su favor con los documentos fílmicos que ofician como aval, en detrimento de los escasos testimonios de aquella época que poco nos acercan a la verdad.

Mientras La Máquina regaba de fútbol las canchas argentinas, Peucelle desde el semillero preparaba a un testigo de ese fútbol y futura estrella mundial: Alfredo Di Stéfano, probablemente el mejor discípulo de Barullo en esto de entender y sentir el juego. El paso de la Saeta Rubia fue efímero con la banda roja, llevándose su futbol primero a Millonarios de Colombia, luego al Barcelona (donde no jugó) y finalmente a Real Madrid con una trayectoria que todos conocemos.

Di Stéfano trasladó a Europa en su juego a Nolo Ferreira, las ideas de Peucelle y el fútbol de La Máquina. Mientras esto ocurría, con suma atención alguien en Holanda tomaba debida nota: Era Johan Cruyff, quien trató de emular “ese juego” desde el Ajax primero y en la recordada Naranja Mecánica de la Copa Mundial ’74. Y el flaco no sólo lo hizo como jugador, también como DT, en el recordado Barca Campeón de la Champions League 93. Cuando Cruyff se fue, dejó la semilla de un estilo, una manera de entender el juego que se respeta a rajatabla en Cataluña, con frutos como Iniesta y Xavi particularmente. Ellos son, en el fútbol moderno lo que alguna vez fueron Moreno y Pedernera. El árbol genealógico del fútbol del Barcelona tiene punto de origen en River Plate.

¿Cómo jugaba La Máquina?. Basaba su juego primero en la tenencia de la pelota (la mejor manera de defenderse) y su posterior circulación (el mejor efecto de distracción al rival). La gambeta era apenas un recurso y cumplidos estos preceptos la forma de llegar al gol: “El gol nace por las puntas”, dice Peucelle en su libro Fútbol todo tiempo y la historia de La Máquina, y agrega: “por los laterales, el gol llega por tres caminos: el centro al primer palo; el pase atrás y por último el centro pasado”. Allí el valor de Muñoz y Loustau, antiguos wines sin tanta responsabilidad defensiva hoy conocidos como carrileros, mientras Moreno y Pedernera entretenían como Xavi e Iniesta y Labruna como Messi o Villa estaba para la puntada final. ¿No vemos acaso esto en el fútbol que practica Barcelona?. Nótese que en el blaugrana cualquiera llega al marcar, y en La Máquina el altísimo promedio de gol de sus integrantes es otra demostración.

Curiosamente por estos días el Ayudante de Campo del Presidente, designado Director Técnico de River Plate, Juan José López, manifestó: “quiero que River se parezca al Inter de Mourinho”. Una barbaridad. Una herejía. Este buen soldado, ha sido resucitado para la parcialidad riverplatense, y no tiene mejor idea que ofender a la historia. Mourinho representa el Anti Cristo en términos futbolísticos. Para muestra basta un botón. La manera en que consiguió hacer ganar al Inter en la última edición de la Champions es por lo menos indecorosa. El título será del azzurro, pero todos recordarán al Barcelona. Jugó a no jugar, y para colmo con futbolistas de real valía. Una declaración de este tenor, ameritaría el despido sin mediar palabras. J.J.López debería saber que la historia riverplatense es considerablemente más rica que la del Inter. No entra en juego aquí, el poderío económico de las últimas décadas. Aparece esta declaración de principios, en un momento en el que está claro que River Plate necesita sumar puntos. Pero desde ya, cuentan las formas. En el plantel de River Plate no aparecen figuras de envergadura ni categoría, capaces de desarrollar un fútbol por lo menos atildado. Es pelotazo a ver que pasa con Pavone. Y el Llanero Solitario está discontinuado. No tiene ni a Toro para que se le arrime. Nuestro equipo juega a no jugar. Hoy se puede aceptar. No hay con qué y existen urgencias. Jugar como lo hace Barcelona es un desafío enorme y no es para cualquiera. El problema, de cara al futuro, es que se pretenda transmitir un estilo impropio. Para colmo a través de quien dirige también las Divisiones Inferiores. J.J.López traiciona la historia e inclusive al fútbol que el mismo jugó. La escuela donde fue forjado y un estilo que le fue inculcado. Esto es orinar fuera del tarro.

Por Sr River Plate


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sábado, 19 de febrero de 2011

Se fueron y volvieron

A mi barrio

Paradojas en las carreras de los jugadores. Empezar o no en un club y más tarde regresar. Hace muchos años era casi inusual. Más aquí en el tiempo y por los pases a préstamo o por la falta de adaptación a otro fútbol, se ha transformado en una modalidad corriente. Para graficar esta historia de 68 nombres, un riverplatense de ley como Aníbal Troilo, parece haber escrito Nocturno de mi barrio, diciendo: Mi barrio era así, Así...así...así. Es decir, qué se yo si era así. Pero yo me lo acuerdo así: con Yacumín, el carbuña de la esquina, que tenía las hornallas llenas de hollín, y que jugó siempre de jas izquierdo al lado mío, siempre, siempre… tal vez pa'estar más cerca de mi corazón.

La extensa lista se compone de la siguiente manera:

Nazareno Luna. Puntero izquierdo que alternó entre 1932 y 1933. Estuvo a préstamo en Racing en el ‘34, regresando para actuar un solo cotejo en 1935 y luego pasar a Vélez Sársfield. Para ese entonces ya estaban en su puesto alternativamente Deambrossi y nada menos que Pedernera. Jugó 20 partidos señalando 7 goles.

José Manuel Moreno. Debutó en 1935 y jugó hasta el ’44. Se fue al Real Club España de México y regresó en 1946 permaneciendo hasta la huelga de 1948. Su carrera prosiguió en Universidad Católica de Chile, con un paréntesis en donde metió la pata, luego Defensor Sporting de Uruguay, Ferrocarril Oeste, Vasco Da Gama y le puso punto final a su carrera a los 44 años en Independiente Medellín de Colombia. Lució la casaca de la banda roja en 321 oportunidades señalando 179 goles. Para aquellos que lo vieron, el mejor de todos.

Luis María Rongo. Arrancó en Acassuso y se sumó a las inferiores. En su puesto actuaba nada menos que Bernabé Ferreyra. Debutó en 1935 y dos años más tarde fue cedido a Argentinos Juniors. Retornó en 1938 permaneciendo dos años más, y ser transferido al Fluminense de Brasil. Posteriormente jugó dos temporadas en Platense y en el ascenso, actuando en Témperley, Excursionistas y San Telmo hasta su retiro en 1947. Tenía limitadas condiciones técnicas pero un shot furibundo. En River Plate dejó una impresionante marca de 48 partidos jugados y 56 goles.

Bruno Rodolfi. Centro medio que llegó de Mendoza a la inferiores. Gran personalidad, garra y voz de mando. Correcto distribuidor del juego. Debutó en 1934 discutiendo el puesto con Minella, para luego afirmarse y ser pieza fundamental de La Máquina. Con el éxodo de 1944 partió a México y regresó a poner broche de oro a su carrera con la banda roja en 1948. Jugó 170 partidos y marcó 5 goles.

Alfredo Di Stéfano. Hizo su presentación en 1945, fue cedido a préstamo a Huracán al año siguiente y pegó la vuelta en el ’47 para ser campeón y goleador del torneo permaneciendo hasta 1949. El éxodo esta vez a Colombia, lo vio actuar en Millonarios de Colombia (elenco denominado El Ballet Azul), para alistarse luego en el Real Madrid donde ganó todos los torneos que se podía disputar. Con casi 40 años dio las hurras en el Espanyol de Barcelona. Muchos en Europa lo consideran el mejor de la historia. En River Plate actuó en 66 ocasiones con 49 conquistas.

Néstor Raúl Rossi. Con la partida de Rodolfi, River Plate buscó sucederlo con la contratación de Manuel Giúdice. Sin embargo en la cantera estaba Pipo, que debutó en 1945 y se quedó con el puesto, permaneciendo hasta el ’49. También el éxodo colombiano lo llevó a Millonarios y regresó en 1955 para ser parte del primer tricampeón riverplatense. Se quedó un año más y los dos últimos de su carrera los jugó en Huracán. El Patrón de América disputó 155 cotejos y marcó en 7 ocasiones.

Juan Carlos Sarnari
. Llegó de Firmat a las inferiores debutando en 1959 hasta 1962 en que fue cedido a préstamo a Huracán. Regresó en el ’64 y permaneció tres temporadas más. Luego fue transferido a Universidad Católica, siguió en Universidad de Chile, pasando a Independiente Medellín e Independiente Santa Fe de Colombia. Jugador de gran despliegue, actuó tanto de insider como en la línea de ataque. Jugó 147 partidos y señaló 31 goles.

Eduardo Grispo. Llegó de Deportivo Español. Debutó en 1963. Al año siguiente fue cedido a All Boys. Regresó 1965 actuando hasta el ‘67. Luego su carrera prosiguió nuevamente en la entidad de Floresta hasta 1970. No pudo afirmarse en primera, disputando 37 partidos y marcando un gol.

Oscar Más. Debutó en 1964 y se quedó hasta el Metropolitano de 1973. Allí pasó al Real Madrid por una temporada y regresar a ser Bicampeón del Metro y Nacional ’75. Jugó toda la temporada de 1976, para quedar con el pase en su poder. Prosiguió su carrera en Quilmes, América de Cali, Mariano Moreno y Sarmiento de Junín, Huracán Las Heras (Mendoza), Defensores de Belgrano, Talleres de Escalada, El Porvenir, Huracán de Trelew, Boca Juniors de Bariloche, Progreso de Juan José Paso, Everton-Argentinos Junios de Cañada de Gómez, Sportivo Baradero y Boca Juniors de Coronel Suárez ya entrados los 40. Puntero electrizante, de gran potencia con desborde, diagonal y olfato de gol. En River Plate jugó 382 partidos y marcó 198 goles. (N.d.R: Si Cristiano Ronaldo vale 100 millones de Euros, de seguro Pinino valdría el doble para empezar a hablar).

Daniel German Onega. Debutó en 1966 y permaneció por cinco temporadas. En 1972 pasó a Racing regresando al año siguiente que sería el último con la banda roja. Luego actuó en Córdoba de España hasta fines de 1977. Se retiró y volvió a calzarse los cortos a mediados del ’78 en Millonarios de Colombia. Allí sí fue campeón y se retiró definitivamente. El Fantasma inicialmente era un punta de lanza, buen cabeceador y astuto para definir. Con la partida de Ermindo comenzó a actuar como armador, teniendo actuaciones destacadas. Es el máximo artillero en la Copa Libertadores. Dejó su marca con 207 encuentros y 87 goles.

Víctor Rodolfo Marchetti. Debutó en el Nacional de 1969 y permaneció hasta 1974 sin lograr continuidad. Fue transferido a Unión de Santa Fe en donde actuó dos temporadas, hasta que River Plate lo adquiere para reemplazar a Alonso en el Metro ’77 donde fue campeón y figura. El retorno del Beto lo conminó a alternar, partiendo en 1979 a San Lorenzo, luego Rosario Central, Racing y regresar nuevamente a Unión en 1984. Gran capacidad de definición y depurada técnica para el cabezazo. Dejó su marca con 174 partidos y 55 conquistas

Norberto Alonso. Hijo de jogo bonito de Didí debutó en 1971. Bicampeón ‘75 permaneciendo hasta 1976 en que fue transferido al Olympique de Marsella. Retornó en 1977 para ser Tricampeón Metro ’79, Nacional ’79 y Metro ’80, también el Nacional de 1981 en que se produjo su traspaso a Vélez Sársfield. Una porción importante de gloria aún lo estaba aguardando y regresó en 1984 para ser campeón de todo. Jugó 372 partidos y marcó 149 goles. En todos sus regresos fue campeón.


Daniel Alberto Passarella. Procedente de Sarmiento de Junín debutó en 1974 y cosechó 7 títulos hasta 1982. Su destino fue Italia, Fiorentina primero e Internazionale después. Regresó en la temporada 88/89 al elenco multiestelar conformado por Menotti, que no cumplió las expectativas. El defensor más goleador tanto en la Argentina como en el Calcio.

Alberto Pedro Vivalda. Debutó en el Metropilitano de 1975 reemplazando a Fillol y fue el portero en la consagración frente a Argentinos Juniors. Sin oportunidades para jugar y siendo relegado también por Landaburu, pasó a Chacarita Juniors y después a Racing. En 1982 emigró a Millonarios de Colombia por tres temporadas donde lo miró desde el banco nada menos que René Higuita. En 1985 regresó al país para actuar en Unión de Santa Fe y Platense. En la temporada 87/88 volvió a su cuna actuando en dos oportunidades. Esta vez los arqueros millonarios eran Pumpido y Goycochea. Después continúo en Ferrocarril Oeste y Racing nuevamente en la temporada 89/90. Siete partidos en total y el recuerdo de alguien que se fue temprano.

Ramón Angel Díaz. Debutó en el Metropolitano de 1978 durante una gira del primer equipo por Europa. Rápidamente se ganó un lugar que no terminaba por darle Labruna, quien lo hacía ingresar en los segundos tiempos. Tras el Mundial ‘82 fue transferido al Nápoli, luego Avellino, Fiorentina e Internazionale, alcanzando el Scudetto. Posteriormente hizo escala en Mónaco para regresar diez años después a River Plate en el Apertura ‘92. Fue figura, goleador y campeón. Iniciado en Clausura 1993 partió para seguir haciendo goles en el Yokohama Marinos de Japón. Buena marca de 177 partidos y 85 goles.

Antonio Rosa Alzamendi. Llegó de Independiente en 1982 (M) en tiempos difíciles deportivamente hablando, partiendo a Nacional de Montevideo al año siguiente. Luego actuó en Pumas y Tecos de México, Peñarol de Montevideo, para regresar en 1986, ganar la Copa y marcar el gol para la conquista de la Copa Intercontinental. Fue transferido al Logroñes de España, y anduvo metiendo sus últimas corridas en Deportivo Mandiyú, Racing de Durazno y Rampla Juniors. En total 76 partidos con 30 goles, pero marcó uno de los más importantes de la historia.

Sergio Javier Goycochea. Llegó de Defensores Unidos de Zárate (Primera C de entonces) y consagrado en Selecciones Juveniles. Primero con la misión de reemplazar a Fillol y luego postergado por Pumpido. Frustrado su pase a San Lorenzo en 1988, se convirtió en un trotamundos. Millonarios de Colombia, Racing, Brest de Francia, Cerro Porteño y Olimpia de Paraguay. Volvió a River Plate en 1993 continuando en Deportivo Mandiyú de Corrientes, Internazional de Brasil, Vélez Sársfield y Newell’s Old Boys.

Enzo Francescoli. En medio de interminables negociaciones llegó en el Metro ’83 procedente de Wanderers de Montevideo. También arribado en mal momento deportivo, tardó en adaptarse y mostrar su categoría. Cuando se asentó, no paró de convertir goles, transformarse en figura e ídolo de los riverplatenses. Fue transferido al Racing Matra en 1986, luego pasó al Olympique de Marsella en Francia, Cagliari y Torino respectivamente vieron su fútbol en tierras itálicas. Regresó en 1994 por toda la gloria que le faltaba. Jugó 198 partidos señalando en 115 oportunidades.

Alejandro Alfredo Montenegro. Debutó durante la huelga de 1983 (M). Al año siguiente fue cedido a préstamo a Chacarita Juniors. Regresó para el Nacional ’85 siendo titular indiscutido en el equipo que luego ganaría todo, permaneciendo hasta el certamen 87/88 bajo la conducción de Griguol que casi no lo tenía en cuenta. Su carrera prosiguió en Talleres de Córdoba, San Lorenzo, Belgrano de Córdoba y nuevamente Talleres. Jugó 85 partidos y marcó 4 goles, uno de ellos, golazo inolvidable el 27 de Octubre de 1985 para ganar el clásico.

Mariano David Dalla Libera.  También debutó durante la huelga de 1983 (M). Pasó a préstamo a Unión de Santa Fe y Témperley, regresando en la temporada 87/88. Después Estudiantes (LP), Atlas de México, Deportivo FAS de El Salvador, Independiente Santa Fe de Colombia, Puebla de México, Platense, Huracán, Racing, nuevamente Platense y Newell’s Old Boys. Insinuó más de lo que mostró en un total de 16 partidos sin goles.

Rubén Darío Gómez. Arrancó en Lanús y luego en Atlanta en Primera B, tuvo un mal paso y continuó en Unión de Santa Fe. Llegó en 1986 permaneciendo hasta el ‘88 en que es cedido a Argentinos Juniors. Volvió un año después y jugó algunos partidos en 1989. Luego continuó en La Paternal, Lanús y retornó al ascenso actuando en Atlético Rafaela, Arsenal y Douglas Haig de Pergamino.

Gustavo Miguel Zapata. Debutó en la temporada 86/87 siendo al año siguiente cedido a préstamo a Témperley. Regresó al cabo de una temporada permaneciendo hasta 1993 (A). Después fue transferido al Yokohama Marinos de Japón y cerró su carrera en San Lorenzo y Chacarita Juniors. Jugó 131 partidos y señaló 2 goles.

Enrique Ernesto Corti. Inició su carrera en Instituto de Córdoba, tuvo un paso fugaz por Villa Dálmine en 1985 y llegó a River Plate para el certamen 87/88. Permaneció hasta 1990 en que fue transferido al Toluca de México. Regresó para el Torneo Centenario de 1993 hasta 1996. Volvió a Instituto en el tramo final de su carrera y jugar dos temporadas más. Llegó y se fue en silencio. Un pilar de aquellos años.

Angel David Comizzo. Llegó de Talleres de Córdoba y fue titular en el equipo de Menotti 88/89. Campeón 89/90. Pasó a préstamo a Tigres de México y volvió en la Liguilla de 1991. Se fue campeón y volvió para ser campeón en el Apertura del mismo año. Luego emigró en 1993 al América de Cali, en medio de una situación polémica con el Director Técnico Passarella. Su carrera prosiguió en Banfield, León y Morelia mexicanos, para regresar y ser campeón en los torneos Clausura 2002 y 2003. Sus últimas atajadas lo vieron en el arco de Atlético Rafaela.

Hernán Edgardo Díaz. Llegó en 1989 proveniente de Rosario Central y un fugaz paso por Los Andes en Primera B. Permaneció hasta el Clausura ’99. Pasó seis meses a Colón de Santa Fe y regresó para ser campeón del Clausura 2000. Jugó su último partido el 10 de Junio de 2001 en la derrota frente a Lanús 2-1 siendo expulsado.

Leonardo Rubén Astrada. Debutó en la Liguilla ’89 con Mostaza Merlo como técnico. Jugó en Gremio de Porto Alegre durante 2000 y regresó al año siguiente para seguir ganando títulos, es el jugador de mayor cosecha, hasta su retiro en 2003.

Walter Gustavo Silvani. Debutó en 1989 y permaneció hasta el ‘94 en que pasó a préstamo por seis meses a Argentinos Juniors. Su regreso fue breve (1995) y continuó su carrera en Universidad de Chile, Extremadura y Salamanca de España, Pachuca de México, Al-Sawed de Emiratos Arabes, Newell’s Old Boys, Estudiantes (LP) y Liverpool de Uruguay.

Juan José Borrelli. De las inferiores hasta 1992, transferido al Panathinaikos de Grecia, luego actuó en el Oviedo de España, para regresar en 1997, ser campeón local y de la Supercopa. A posteriori jugó en San Lorenzo, Tigre, Club Deportivo Maldonado de Uruguay y Akratitos F.C. de Grecia.

Ruben Fernando Da Silva. Llegó procedente de Danubio de Uruguay en 1989, permaneciendo dos temporadas hasta su traspaso a Cremonese de Italia. Luego actuó en el Logroñes de España, para regresar en 1992. Al año siguiente tuvo su mal paso y continuó en Rosario Central, Tecos de México, Nacional y Danubio de Montevideo.

Ramón Ismael Medina Bello. Llegó de Racing para la temporada 89/90 y campeonó. Se fue al Yokohama Marinos de Japón y regresó en el Clausura ’96. Allí ganó todo: Tricampeonato, Copa y Supercopa. Luego continuó en Talleres de Córdoba, se retiró y volvió a Sportivo Dock Sud en Primera C, finalizando en Juventud Unida de Gualeguaychú en 2005. Un mimado de la hinchada.

Sergio Angel Berti. Llegó en 1990. No tuvo la mejor procedencia, pero se ganó su lugar. Tres ciclos en River Plate que siempre lo vieron campeón. El primero hasta 1992, que se fue al Parma de Italia. Volvió un año después y se quedó hasta el ’95, para un breve paso por Zaragoza de España y regresar en 1996. Se quedó hasta 1999. Sus siguientes destinos serían América de México, Al Ain de Emiratos Arabes, Huracán y Barcelona de Ecuador.

Ariel Arnaldo Ortega
. Debutó en 1991 y en el ’97 se fue al Valencia de España. Luego anduvo por Italia, actuando en Sampdoria y Parma, para volver en 2000. Dos temporadas y un nuevo traspaso, esta vez a Fenerbahce de Turquía. Regresó al país en Newell’s Old Boys, calzándose nuevamente la banda roja a partir de 2006 por dos años, hasta su pase a préstamo a Independiente Rivadavia de Mendoza. En 2009 produjo un nuevo regreso. Siempre que el Burrito volvió fue campeón, a excepción de este último ciclo. Pero con Ortega nunca se sabe. Tal vez el destino lo espera, aunque suena difícil, para escribir otro glorioso capítulo. Por el momento lo veremos en All Boys.

Matías Jesús Almeyda. Debutó en 1992 con una breve carrera en primera, que incluye tres títulos locales y la Copa ’96. Su buen rendimiento en ese entonces, le valió el traspaso a Sevilla de España en alta cotización. Luego tuvo una extensa carrera en Italia (Lazio, Parma, Internazionale y Brescia), regresó al país y en dos oportunidades estuvo a punto de calzarse nuevamente la banda roja, sin embargo lo hizo en Quilmes para luego retirarse. Pero volvió a calzarse los cortos en el Lyn de Oslo, Noruega, para decir adiós una vez más. Sin embargo jugó algunos partidos en Fénix en Primera D y colgar otra vez los botines. Pasó a formar parte de la “clase pasiva de futbolistas, regresando en un hecho singular en 2009. Se transformó en un emblema. Su vuelta y el rendimiento alcanzado no dejan de sorprender. Todavía sigue y según parece va por más.

Marcelo Daniel Gallardo. Surgió en 1993 y registra tres ciclos. En el ’99 fue transferido al Mónaco de Francia, regresando en 2003 por espacio de tres temporadas. Volvió al fútbol francés, esta vez al París Saint Germain, luego el D.C.United de Estados Unidos, pegando la vuelta en 2009 por una año más en que pasó a Nacional de Montevideo.

Gustavo Adrián Lombardi. Debutó en 1993 y actuó cuatro temporadas en que es cedido a préstamo al Salamanca de España y Middlesbrough de Inglaterra. Regresó en el ’99 hasta 2001. El año siguiente fue su última temporada como jugador profesional en Alavés de España.

Celso Rafael Ayala
. Arrancó en Olimpia de Paraguay, luego Rosario Central llegando a River Plate en 1995 por tres temporadas. Allí fue transferido al Betis de España, luego pasó al Atlético de Madrid, San Pablo de Brasil, retornando en 2001. El cierre de su carrera en una cancha de fútbol fue en Colo Colo de Chile.

José Marcelo Salas. Llegó de Universidad de Chile en 1996 y a las dos temporadas era transferido a Lazio de Italia. Luego pasó a la Juventus regresando a River Plate en 2003 por otras dos temporadas. Finalizó su carrera donde empezó en 2008.

Eduardo Berizzo. Dos ciclos exitosos. Arrancó en Newell’s Old Boys, pasando al Atlas de México. Llegó a River Plate en 1996 con un breve paso por el Olympique de Marsella en 1999, cuando vuelve a calzarse la casaca de la banda roja, permaneciendo hasta 2001, en que es transferido a España, más precisamente al Celta de Vigo, finalizando su carrera en el Cádiz.

Roberto Trotta. Varias camisetas: Estudiantes (LP), Vélez Sársfield, Roma, Racing, arribando en 1997 River Plate. Luego Unión de Santa Fe, el regreso a River Plate, Atlante y Puebla de México, Sporting de Gijón, Barcelona de Ecuador y nuevamente Unión.

Martín Alejandro Cardetti. Llegó de Central, permaneció una temporada y fue cedido al Salamanca de España. Regresó al año siguiente y a partir de 2002 actuó en Paris Saint Germain de Francia, Valladolid de Espana, Racing, Pumas de México, Deportivo Cali de Colombia, Colón de Santa Fe, Quilmes y Boston River de Uruguay.

Gabriel Ernesto Pereyra. Debutó en 1998. Tuvo dos pasos a préstamo en Defensores de Belgrano y sendos retornos, el último en 2004. A continuación pasó al Cruz Azul, Atlante, Morelia y Puebla todos de México.

Nelson Rafael Cuevas. Llegó del Tembetary de Paraguay en 1998. En 2003 fue cedido a Inter Shanghai de China, regresando al año siguiente. Luego siguió en Pachuca y América de México, Libertad de Paraguay, Santos de Brasil, Universidad de Chile, Olimpia de Paraguay, Albacete de España y Puebla de México. Un verdadero trotamundos.

Javier Marcelo Gandolfi. Debutó en 1998 y estuvo a préstamo en Talleres de Córdoba y Arsenal. Regresó en 2004 por una temporada y prosiguió su carrera en Arsenal, pasando luego a Jaguares de Chiapas y Club Tijuana ambos de México.

Ariel Hernán Garcé. De inferiores, llegó a Primera en 1999, permaneciendo hasta 2003 en que es cedido a préstamo a Monarcas de México regresando en 2004. Luego pasó a Colón de Santa Fe, Olimpo de Bahía de Blanca, Rosario Central y nuevamente el sabalero.

Eduardo Germán Coudet. Arrancó en Platense, siguió en Rosario Central y San Lorenzo para llegar a River Plate en 1999 hasta 2003. Un paso fugaz por el Celta de Vigo español y el regreso. A mediados de 2004 partió a Rosario Central, luego San Lorenzo, San Luis y Necaxa de México, Colón de Santa Fe y Philadelphia Union de Estados Unidos.

Cristian Raúl Ledesma. Llegó de Argentinos Juniors en 1999 y se quedó hasta 2002 en que es transferido al Hamburgo de Alemania. Luego sigue en Monterrey de México y Colón de Santa Fe, regresando a River Plate en 2004. Al año siguiente su carrera continuó en Racing, Argentinos Juniors, San Lorenzo en dos oportunidades, con un breve paso por el Olympiakos de Grecia y nuevamente Colón.

Víctor Eduardo Zapata
. Procedente de Argentinos Junios recaló en Núñez en 1999 y jugó hasta 2003 en que pasó al Real Valladolid de España. Regresó en 2004 por tres temporadas prosiguiendo en Vélez Sársfield.

Damián Ariel Alvarez. Procedente de las inferiores permaneció hasta 2001. Seis meses a préstamo en Reggina de Italia y el regreso. Su carrera prolongó en México, actuando en Morelia, Pachuca y Tigres.

Diego Armando Barrado. De las inferiores debutó en 2000. Pasó a préstamo a Racing en 04/05 regresando para 05/06. Las dos temporadas siguientes las jugó en nuevos préstamos en Colón de Santa Fe y Olimpo (Bahía Blanca) respectivamente. En 2008 volvió a River Plate, pasando luego a Godoy Cruz de Mendoza y Atlético Tucumán.

Claudio Daniel Husaín. Llegó de Vélez Sársfield en 2000, luego Nápoli de Italia y el regreso hasta 2004. Posteriormente Tigres de México, Newell’s Old Boys, San Lorenzo, Defensor Sporting de Uruguay y Audax Italiano de Chile

Ariel Horacio Franco. Del semillero hasta 2002 en que fue cedido a préstamo al Toluca mexicano. Regresó por seis meses y fue cedido a préstamo sucesivamente a Banfield y Olimpo de Bahía Blanca. Pegó la vuelta una vez más en 2004 y siguió luego en Gimnasia y Esgrima (LP), San Martín de San Juan y Defensa y Justicia.

Gastón Nicolás Fernández. La gata debutó en 2002, siendo cedido a préstamo a Racing y regresando en 2004. Luego pasó al Monterrey de México, San Lorenzo, Tigres de México y Estudiantes (LP).

Daniel Gastón Montenegro. Su carrera ya tiene varias camisetas. Arrancó en Huracán, pasó al Olympique de Marsella, Independiente, Zaragoza y Osasuna de España, nuevamente Huracán e Independiente para llegar a Núñez en 2003 por una temporada. Prosiguió en el Saturn de Rusia regresando en 2005 por un año más. Pasó a Independiente y actualmente se desempeña en América de México.

Eduardo Nicolás Tuzzio. Arrancó en San Lorenzo, tuvo un fugaz paso por Quilmes en Primera B, y luego los de Boedo lo transfirieron al Olympique de Marsella. Llegó a River Plate en 2003. Un breve ciclo en Mallorca de España y el retorno hasta 2008 en que pasó a Independiente.

Horacio Andrés Ameli. Se inició en Central Córdoba de Rosario, luego Colón de Santa Fe, Rayo Vallecano de España, San Lorenzo y San Pablo de Brasil. Fue contratado por River Plate en 2003 pasando al año siguiente a América de México por una temporada. Volvió en 2005 y jugó pocos partidos hasta el retiro.

Cristian Javier Nasuti. Llegó de Platense en 2003 permaneciendo dos temporadas en que fue cedido a Morelia de México. Regresó y dos temporadas después, quien podríamos denominar el hombre de los préstamos, fue cedido a Banfield, Aris Salónica y AEK Atenas ambos de Grecia.

Cristian Alberto Tula. Llegó de Ferrocarril Oeste en 2003 y dos años después pasó a préstamo a Arsenal. Regresó en 2006, para ser transferido a San Lorenzo, donde se encuentra en la actualidad, en dos ciclos con un intervalo que lo vio actuando nuevamente en Sarandí.

Oscar Adrián Ahumada
. De inferiores con paso a préstamo en 2004 por una temporada a Wolfsburgo de Alemania y regreso hasta 2010. Actualmente se desempeña en Veracruz de México.

Rubens Omar Sambueza. Proveniente de la cantera debutó en 2003 permaneciendo cuatro temporadas, siendo cedido a préstamo a Pumas de México y Flamengo de Brasil. Regresó en 2009, para pasar a Tecos de México.

Jesús David José Méndez. De las inferiores hasta 2005 en que pasó a préstamo a Olimpo de Bahía Blanca y regresando al cabo de una temporada. Luego pasó al Saint Gallen de Suiza, Rosario Central y el gran error de su carrera. Tal vez por eso ahora es nuevamente canalla.

Alejandro Sebastián Saccone. Caso curioso el de este arquero surgido del semillero. Tres ciclos en River Plate. Sin debutar en primera fue cedido a préstamo a varios clubes: Atlético Tucumán, Chacarita Juniors y Carrarese de Italia. Recién debutó en 2004 y jugó apenas dos partidos oficiales y uno por la Copa ’98.

José Gustavo Sand. Goleador histórico de inferiores. Sin debutar en la primera de River Plate pasó a préstamo a Colón de Santa Fe en 1999, luego Independiente Rivadavia de Mendoza, Vittoria de Brasil y Defensores de Belgrano. Finalmente debutó en con la banda roja en 2004. Al año siguiente pasó a Banfield, continuando su carrera nuevamente en los sabaleros, Lanús, Al Ain de Emiratos Arabes y La Coruña de España.

Félix Luciano Leguizamón. Llegó a las inferiores de Gimnasia y Esgrima de Concepción del Uruguay en 2002. Estuvo a préstamo en Unión de Santa Fe y Polideportivo Ejido de España. Regresó permaneciendo hasta 2005 en que pasó a Talleres de Córdoba, Gimnasia y Esgrima (LP), Al-Ittifaq Dammam de Arabia Saudita y Arsenal.

Diego Alberto Galván
. Arrancó en Lanús, luego Morelia de México, nuevamente el granate, Beira Mar de Portugal, Olimpo de Bahía Blanca, llegando a River Plate en 2005. Al año siguiente Estudiantes (LP), regresando a la banda roja al cabo de una temporada. En 2007 otra vez el pincha, luego Arsenal y Olimpo de Bahía Blanca.

Nicolás Mario Domingo. Arrancó en 2005 hasta 2008 en que fue cedido a Génova de Italia. Volvió en 2009, pasando luego a Arsenal y Peñarol de Montevideo.

Matías Oyola. De las inferiores, estuvo a préstamo en Defensores de Belgrano, Gimnasia y Esgrima de Jujuy y Belgrano de Córdoba, regresando en 2006. Luego Independiente, Colón de Santa Fe y Barcelona de Ecuador.

Gonzalo Emanuel Ludueña
. Debutó en 2006 y dos años después fue cedido a préstamo a Emelec de Ecuador y Universidad San Martín de Porres de Perú. Volvió por seis meses en 2010, para partir una vez más, en este caso a O’Higgins de Chile.

Juan Pablo Carrizo. Pese a su corta trayectoria ya registra tres ciclos custodiando los tres palos del arco riverplatense. Por su juventud, todo invita a pensar que acaso haya una nueva despedida y un futuro regreso.

Nadie mejor que Pichuco para poner broche de oro a esta historia: Alguien dijo una vez que yo me fui de mi barrio. Cuándo?... Cuándo?... si siempre estoy llegando. Y si una vez me olvidé, las estrellas de la esquina de la casa de mi vieja, titilando como si fueran manos amigas, me dijeron: Gordo, quedate aquí… quedate aquí.

 

Por: Sr. River Plate.

sábado, 5 de febrero de 2011

Lazos familiares

La mística millonaria muchas veces vino por partida doble o fue heredada.

La historia de River Plate está plagada principalmente de gloria y también de curiosidades. Hemos tenido varias muestras. Sin embargo recorriéndola, siempre encontraremos un tema más, un enfoque distinto. Y los Lazos Familiares no podían estar ajenos. Desde los tiempos del Amateurismo se registran hechos particulares como la presencia en Primera División de hermanos luciendo la casaca de la banda roja. En algunas ocasiones actuando juntos, y en otras, distando escasamente el paso del tiempo.

El primero de estos casos, refiere a los hermanos Iribarren. El back izquierdo Juan Carlos debutó en 1924, permaneciendo hasta el primer título profesional con Bernabé Ferreyra, mientras que Jorge, arquero de profesión, tuvo una trayectoria más corta entre 1926 y 1931. Juntos defendieron los colores de River Plate en 103 oportunidades durante los tiempos sin paga y 21 partidos en el Profesionalismo.
 De casa a la cancha, que privilegio compartir con un hermano un partido en primera.

Varios años después, aparecieron los hermanos Coll. Oscar jugó 25 partidos y marcó 7 goles, mientras que Roberto lo hizo en 21 oportunidades señalando 6 tantos. Eran entreala derecho e izquierdo respectivamente. Muy a pesar de formar parte del plantel superior en un largo período, sólo lucieron juntos la casaca de la banda roja el 23 de Octubre de 1949 para la igualdad con el marcador en blanco frente a Chacarita Juniors en el Monumental. Eclipsados por las figuras de entonces debieron partir. Oscar Coll brilló en San Lorenzo, Platense, Espanyol de Barcelona y Universidad de Chile, mientras que Roberto Coll también lo hizo en clubes del ascenso, Deportivo Cali y Palestino de Chile.

El Patrón de América, Néstor Rossi es uno de los próceres de la historia riverplatense. Su hermano Omar lo reemplazó en varias oportunidades, razón por la cual fueron exiguas las ocasiones en que actuaron juntos, apenas en 9 encuentros durante 1956.

Luego fueron los tiempos de los hermanos Vairo. Federico llegó en 1955 para ser parte del primer tricampeón riverplatense, actuando hasta 1959; en tanto “el loco” Juan, participó del título del ’57. Compartieron la Primera División sólo en 5 oportunidades.

Sin lugar a dudas los hermanos Onega, Ermindo y Daniel, tienen un lugar de privilegio en la memoria de los riverplatenses. Jugaron juntos en 44 cotejos por torneos locales y 6 por Copa Libertadores. Osvaldo Rinaldi llegó en la temporada 85/86 permaneciendo dos temporadas. Cuando se fue llegó su hermano Jorge, por tanto jamás jugaron juntos. Lo mismo ocurrió con Jorge y Ruben Da Silva; en tanto los hermanos Enrique formaron parte de la misma alineación en 25 partidos y fueron campeones en la temporada 89/90.

A pesar de ser casi contemporáneos Gonzalo y Daniel Ludueña jamás jugaron juntos. Lo mismo ocurrió con Pablo y Andrés Aimar que tampoco tuvieron ese gusto. Sin embargo, los casos más recientes han sido el de Federico y Gonzalo Higuaín que lo hicieron en dos ocasiones por el Clausura 2005, mientras que Claudio y Darío Husaín, previamente actuaron juntos en Vélez Sársfield.

Desandando el camino de la historia, encontraremos más curiosidades a propósito de parentescos. Mario Griguol jugó 6 partidos en 1962, mientras que su primo Carlos Timoteo fue Director Técnico en la temporada 87/88. Jorge Solari actuó durante la década del ’60, en tanto su sobrino Santiago Solari quedó en la historia como parte del tricampeón 96/97 y Supercopa ’97.

Y para el final: La dinastía. Jacinto Giúdice, destacado back del Amateurismo alcanzó a ver a su nieto Claudio en la primera de River Plate entre fines de los ’70 y principios de los ‘80. El half derecho Esteban Malazzo debutó en 1928 y actuó hasta 1939, siendo el último jugador proveniente del amateurismo que actuó durante el profesionalismo. Dejó como legado además de una impecable trayectoria a su hijo Juan Carlos, half izquierdo hacia finales de la década del ’50.

Joaquín Martínez alternó en los tiempos de La Máquina, mientras que su hijo Joaquín Pedro los hizo durante los albores de la década del ’70. Angel Labruna también marcó descendencia en su hijo Omar. Y hasta tuvo el privilegio de ser su Director Técnico. Norberto Alonso dejó como legado la incomparable magia de su fútbol y su hijo Norberto Gabriel de efímero paso en Primera División. Hugo Pena fue parte del Bicampeón ’75. Su hijo Sebastián celebró también en el Apertura ’96. Por último el Pelado Díaz, sabiéndose cesanteado en 2002, hizo debutar a su hijo Emiliano en un conjunto ya campeón. Líneas arriba se consigna la presencia de los hermanos Higuaín. Sin embargo antes que ellos actuó su padre Jorge Nicolás Higuaín, constituyendo hasta aquí, un caso único tratándose de un padre y dos hijos.
 Mística millonaria. Los hijos de Angelito jugaron en Eiver y siempre se lamentó por haber postergado a Omar

Para gente que siente cosas y las interpreta como uno, existen ciertos espacios de Internet. Este es uno de ellos, que el paso del tiempo los transformará acaso en sitios recónditos. Entonces allí, donde las arañas tejen su nido, quedarán testimonios como éste, destinados a quienes les resulte grato encontrarlos y valorarlos.

Por Sr. River Plate.

martes, 4 de enero de 2011

Una sonrisa riverplatense para comenzar el año


Diría Enso Herrera Massa, la mítica voz del Estadio Monumental: ¡Aaaaaaaaatención! ¡Aaaaaaaaatención!

Alineación del primer equipo de River Plate sin apellido: José Miguel; Ariel Franco, Pedro Omar, Juan Carlos Valentino y Carlos Enrique; Héctor Enrique, Nicolás Domingo y Rubén Bruno; Marcos Ruben, Juan Pablo Angel y Juan Ignacio Antonio. Son suplentes: Angel Alfonso, Rafael Franco, Carlos Lara, Mario Filippo, Alberto Evaristo, Fabián Guido, Mariano Juan y Adalberto Román. DT: Juan Carlos Lorenzo. Su rival presentará la siguiente santa formación: Soriano, Santamaría o Santillán, Basílico o Iglesias, Benseñor y San Román; Santana, Salvador, San Martín y De los Santos; Cruz y Angel.

Luego del preliminar, y para cualquier adversario que se le anime, la histórica voz por más de 30 años anunciaría a este duro equipo riverplatense: En el arco y con el número 1 Puentedura; línea de fondo con el número 4 Malazzo, 2 Troncoso, 6 el Ropero Artico y con el número 3 Martillo Lavallén; en la mitad de la cancha, con el 8 Escudero, 5 Recio, 7 Luis Bravo y 10 Larroca; en el ataque con el número 9 Centurión y con el 11, Gordon.

A continuación se medirán en un duelo de campanillas, los equipos de ciudades y localidades integrados por: Pacheco; Martínez, Ramos, Jáuregui y Berizzo; San Martín, Merlo, Moreno y Pedernera; Funes y Navarro. La visita con Correa; Pintos, Aedo, Omar Merlo y Eladio Rojas; Beltrán, Echeverría y Claudio Rojas, Villagarcía, Crespo y Zárate.

Andrés Calamaro trajo desde España a Los Rodríguez, banda integrada por: Antonio Oscar Rodríguez; Oscar Rodríguez, Héctor Isaac Rodríguez, Horacio Enrique Rodríguez y Eduardo Rodríguez; Francisco Rodríguez, Carlos Manuel Rodríguez y Miguel Angel Rodríguez; E.Rodríguez (Copa Suecia), Domingo Rodríguez y Hernán Rodríguez (notable goleador del amateurismo, autor del gol del triunfo frente a Alumni en 1909).

Los Díaz no quisieron ser menos y aquí estrenan su flamante LP: Segundo Díaz; Armando Díaz, F.Díaz (del amateurismo), Carlos Alberto Díaz y Juan Manuel Díaz; Michael Díaz, Hernán Díaz, Oscar Díaz y Mauro Díaz; Luis Díaz y Ramón Díaz.

León Gieco compuso Los Orozco, por todos conocida. Nosotros conformamos dos equipos cuya única vocal es la ¨A¨. El local alistará con: Cammaratta; Gazzara, Cap, Varacka y Sabán; Gustavo Zapata, Astrada, Palma y Víctor Zapata; Marcelo Salas y Más. Por su parte la visita tendrá a: Gay; Bargas, Celso Ayala, Roberto Ayala y Paz; Lamas, Spada y Lallana; Lara, Anzarda y Sabatella. Serán sustitutos: Aballay, Garay, Mammanna, Parra, Ramón Salas, Abán, Cabral y Galván.

Para no ser menos, sólo con ¨E¨: José Alberto Pérez; Osvaldo Pérez, Alfredo Pérez, Yepes y Stemberg; Jesús Méndez, Dreyer y Cedres; Domingo Pérez, Menéndez y Tévez. En el banco: Camilo Méndez, Juan Carlos Méndez, Osvaldo Méndez, Ricardo Ramón Pérez, Juan Antonio Pérez, Ramiro Pérez, Green y Vélez.

Otrora existían los lapiceros, que levantaban quiniela. Pero estos son los tiempos de Copy – Paste, donde algunos lo hacen, resumen, lo que es peor, y se adjudican la autoría sin investigar y ampliar el conocimiento. No aprenden y no aprenderán jamás. Cuando se copia, se cita la fuente y la autoría. Al que le quepa el sayo. Luego de este sabroso entremés, detengamos la marcha aquí, esto se parece a las primeras y apagadas transmisiones de Fútbol de Primera con Horacio Debonis y Mauro yellow Viale. Demos paso mejor, a este singular relato:

Claut Barralía, mientras llegó Pederzoli. Tellimpié la vereda dijo el mono. Noloreconoció a Ferreira que estaba aRivas del Montivero charlando con Nuín. Della Savia Leardi un libro de Soriano y unos chistes de Doval. También se Reinaldi a carcajadas con Osvaldo Pacheco. Desde Aedo llega Mantegari. Viene Delménico en su automóvil Camargo, que no fabricó Agnelli, con un guardabarros Aballay (se accidentó en una Chacana) y cubiertas Michellin. Jamás Fernández Viola la luz roja del semáforo, siempre los pasa en Green. Su próximo destino será Jáuregui en compañía de Virviescas fumando un Coll. El Bichi Borghi Anilo en otro Luraschi, lleva raquetas Wilson para jugar con Luli Manzini, pero no Vega una. Rinaldi y Batistuta que se cree Bruno Díaz, beben Bianchi Bianco en Vassini en la vereda del Bareiro, Etchegaray es Cataldor de vinos, pero no le Gusberti la marca, siempre elige de bodegas Santana y solicita una cerveza Schneider para compartir con Voulliat, Padula y Gennoni. Ellos no sabían que Sirni era petiso, como Menéndez. Bulleri, Evaristo, Buljubasich, Balbis, Maidana, Albornoz, Stemberg, Cáceres, Pereyra y De Zorzi fueron de compras con destino sabido: Gatti & Chávez. Eran como Diéguez y se armó linda Barraza. A los saltos andan Erba y Erbín pero no son hermanos como Iribarren. Coloccini con ellos Vieytez, pero su Barbeito le hace Dañil. Vujacich no Zappia que Trillini no es más ciclista. Cibeyra acompañado de Noguera y Richetti, sale del subte en la estación Carranza. Albérico a Granara Costa no lo reconoce, te veo un Cacho Borelli más Altamirano le dice. Daulte invita a Belvidares, Román, Pafundi y Costanzo de vacaciones a Mareque. Beltrán que no es Beltramo quería llegar Accardi, pero se tropezó y Caivano, se golpeó la Frontini con Garcé que le dijo Zarich de aquí. No se aLermeé señaló Abelairas. Oliva de acá y no te hagas el Gobbo, intervino Galmarini mientras hincaba el diente a un Trossero del Sandwich y Ferreiro le suplica: por favor no hagas Míguez. Al ver esto Gandolfi sufrió un soPonzio. Tulamentas lo sucedido preguntó Crosa, Scivoletto respondió Toranzo que lleva la estampita de San Román. Echeverría de aquí a estos Moyanos dijo Villagra, Obermanchado su honor, Cáceres. Ahora por el juicio que merece Videla estará Costantino en prisión. ¡Bravo!. Lo anunció el periodista Bonelli y ya Figueroa en los diarios. Cedrés, Archubi, De Bourgoing y Bonczuk, Mattizaron la espera. Villariño, Ganduglia, Orbán y Ciaccia llegaron Giustozzi. Se habían cambiado la Groppa en el local de Villagarcía.

Falcao no es brasilero, pero sí Paulinho y Moacir. Dicen que Prospitti Gaitan o mejor dicho es Gay. Lequi Oyolavoz de quien habló: Era Urchevic, que quizás lo dijo para Gerlo. Pensaron en Galván, por ahí viene Sabán. ¡Samaniego semejante cargo!. Su Ojeda, es decir su Pellerano está limpio. El es un hombre Soria. Bou no tenés derecho a decir eso, señaló Loeschbor. Abreu la boca una vez más y te dejo la Nasuti como la de Fizel Pintos. ¡Dejá! No Valencia la pena apuntó Trebucq, el es Maiola. Mejor eLudueña la situación, ahí viene un taxi Bárzola. Talamonti alerta a Arrillaga: No dejes de probar esta Peralta, viene sin Cardozo, ni loco respondió, no me Guzmán. Yo las compro en el Affranchino de la otra cuadra.

Jacinto Giudice tuvo a su Nieto Claudio Giúdice de cabello Dorado, en la primera de River Plate. Era Recio pero medio Troncoso, medio Malazzo, y corría más rápido que Jometón hasta que se chocó con Larrocca y se quedó Mussi. Lo pude ver desde las Torres de la Villalba y no le Herrera en el pronóstico. Amadeo Carrizo no volaba como el Gorrión López o el Pájaro Caniggia, pero sí Perico Pérez, incluso más allá del Montes. Quevedo aRivarola de la Parra detrás de la Ramaciotti, inquirió Zuttión. Siles digo no me creen respondió Sívori. Están llegando López, Blasco, Pérez, Hernández, Gutiérrez, Alvarez, Sosa, Domínguez, Giménez, Fernández, Vázquez, Sánchez, Gómez y hasta los García González de la propaganda. Griguol subió un Escalona y gritó: ¡Gallego!, al instante se quedó Rongo. Los vascos Goycochea, Urriolabeitía, Irigoytía y Olarticoechea ni se inmutaron. Y se dio vuelta Pepillo que viene de Burgos.

Así la historia dio un Gironacci de 180 grados, porque Buonanotte, un pibe Amorone y Bonano va a ser papá. Le llegará un gran Tesouro. Pensó que su esposa está Sola y Coscia, pero ella Nicosia Génnero. Lo leí en un Artel. Se ve que estuvieron a los Bezos. Entonces le regaló un Ramos Delgado de Flores que compró en lo de Randazzo y unos cuantos Rosales. Es Mascherano de lo que esperaba. Están pensando nombres, y entre los posibles figuran: Rodolfi, Lonardi, Raffaelli, Ramilo, Vittor, Diogo, Guastavino o Fabbiani, pero el Ogro está muy Gordon, debería estar a Paniagua. Todo le importa un Toresani anda muy Pavone y además vive Alzamendi, con señoritas a las que Pagani Netto, pero en Nigro. Cosas de la vida, porque Oreiro no es Natalia ni canta como un Silguero mucho menos como un Trillo.

Entretanto, Ortega que no es ningún Gil, vino de Ledesma, en menos que canta un Gallo, le miró los Bustos a Andreani, una Joya peruana como Loayza que tenía un delicioso Perfumo. Ella se puso Rojas y hubo Bulla con un Rival. Se armó un Scandoli. Su Escudero Enrique partió al Castillo a defenderlo a Capa y eSpada. Llevó una Karabín, una Ballóneta y una Cierra para cortarle el Cuello, pero le dio en el Cocco, le lastimó las Cejas, un De Dovitis y la Omar Palma de la Coccimano. Sessalvó de milagro pero hizo mucho Barullo Peucelle. Una Pena.

Entonces saltó la Tapia colgado de Lallana, fue hasta el Romero y se puso una Bermúdez Berrueta con Centurión, desechando el Pantalonazo Perinetti o el Jim Lopes. A él no le importó porque De Cicco no le creció la Bargas. Funes Talarico un árbol porque Sabella donde queda la Mecca, cerca de la Salaberry. Pintos por ahí de vez en cuando. Hacía un frío Artico en lAstrada. Mattis estaba resfriado. Estornudó. Roulliet le dijo Chalú. Delem otra vuelta de tuerca al asunto, porque con Correa Perrone Chumba y Ovejero también. Pero estos Candia no tienen Sarnari. Kempes viene de Burzaco muy Cerioni, no se Riep. El Sabatella fue al Mercado a comprar Melón y Gallettitas. Voy a ser Franco, es medio Locasso y Lussenhoff Gordillo. El dice que es Bonacossa pero toma muchos Choperena, por lo menos un Ditro por día, Puisegur no le hará bien. No Zeoli porque anda así.

Mientras tanto Francescoli, una Leyenda, Trotta por la Passarella mostrando sus títulos. Está Barberis. Tomó un Basso y Bevilacqua. Después una Miranda. Se fue y caminó por el Bordón del Lago, quería llegar al Ríos con la intención de Hallar la Luna. No te Borrelli, atrás de la Puentedura Aimar le dijo Gallardo que tiene el pelo Crespo, Castagno y su Gambardella fue el Matador Salas. Enzo escuchó y el muñeco agregó: D’Alessandro que traje diez kilos de Panizo, Carbone, y hacemos Morcillo o un Chivo Pavoni a la parrilla, también tengo Salcedo. El Príncipe respondió: Siciliano en un Minitti estoy con ustedes, pero cayó un Chaparron con un Bayo y se fueron a las Cuevas. Kelly ya no está Cantando bajo la lluvia, pero le dijo ven Gazzara, también a Belluschi, yo también soy actor aunque sin la pinta de Valentino. Mañana será otro Díaz y habrá Oldrá oportunidad.

En esta historia se destaca El Charro y sus goles de Saviola. Se juntaron en la Confitería del Monumental Didí (brasilero), Pascucci (italiano) y Hirschl (húngaro) e intentaron platicar. Nadie entendía nada. Al cabo de Osvaldo Diez minutos, se fueron a sus casas. En otra mesa el cónclave tuvo a Menotti, Zorzenón, Magdessy, Babington, Cappa y D’Amico. Se quedaron hasta tarde, ya de madrugada se fueron caminando por Sainz Valiente. Yáconocemos a Melgar y Sarabia. Eran Maffei que Medina Bello pero el Mencho tuvo un Ángel especial para la hinchada, sin embargo los tres se fueron de Levante. Santamaría que se parece a Gabriela Gigli, no aceptó la invitación, le duele el Marullo entonces saquemos un Conejo Tarantini de la galera, hagamos un Cambiasso para que La Gorda y Matosas se vayan a J.J. ¡Se hizo la Lux!. Y se agrega con respeto y humor. Llevan la Vaselina Rojas y no habrá video de Mamelli ni Lamela. Sólo puedo decir que no lo Castro porque es Píccoli y carga con su Cruz.

El Beto Alonso viene Del Campo, se asustó con el Lobo, lucha contra Molinas de viento y quiere entrar a la Sala. Está Lizio no tiene ni una Lucas y no se Ghiso problema, pero Decio no se habla, anda Silvani luciendo un Cascio, y como no tiene su Onega está hecho una Fiera Bernabé. Va por otros Canales y se le subió la Mostaza Merlo. Siempre quiere Más. Es como un Puma Morete dentro de un Tacho Venini. No es un Pulpo Luque sino un Tiburón Serrizuela en busca de un Puchero Varacka. No se conforma con un Patiño o una Pizzi.

Llega Walter Gómez con el Sargento Cabral, Facundo Quiroga y el Coronel a poner orden. Se mostró Cortéz. Parado en el Bertice del Ballesteros pregunta por Lara, una mujer Finarolli, parecida a Verónica VArano y con unas Gamboa…. Está Fuertes con su vestido Scottado. Aclaro que no es Rocha. Está en el Berrio, Ayala en el Barisio, le responde Vernazza y señala que es una Maravilla Elástica Bossio. Está Alegre, Acosta De Vicente. Y sin hacer apologías hay que decir que estaba Armándola para Fumero y quedar Ahumada. Sonaba Isella en la Radio Pando. Había terminado la Cammaratta Deportiva Gillette. Ella que estaba Solari pidió Ausili y se puso Cabrera. Tévez espléndida le dijo el botija, tirándose un Lanzini, porque hace mucho que no Labonia.

Coudet está enardecido con el Hipódromo, allí se siente como un Reinoso y quiere acertar un Pellegrini. Grita todo el tiempo Leguizamón solo. No Veira más allá de sus ojos. Vivas a todos los Petrillos, a todos los Carballos porque son su Sperandío. Cree que un Anglese será su Salvador, pero anda Salinas para el juego. No Vales la pena lo que hace y ahora anda con D’Ambrosio. Apostó y Pusineri una Martínez Montagnoli de plata. Se tragó un Saporiti. En este tema Funes Mori no Corti con Sciarra ni pincha y Sorín que es medio Ruscitti con el filo, medio Caamaño, Stagi de bronca. Ya se le va a Pasceri dice Bica y Baeztar bien, sino se queda Ceccarelli y termina en una Villazán. Craiyacich, Dendi, Davico, Laterza y Pumpido toman un Caffaratti en taza de Poncelana por avenida Garay y Zeballos. Pidieron un Pancho Azzolini con Zamora. El Pancho Sa no quisieron ni probarlo. Al final comieron como Diz. Higuaín, Lombardo, Albarracín, Gorosito, Dreyer y Cardetti prefirieron Jeréz, Acevedo, Morales Neumann, Gavazzi y Beutler Ornard una medida de Saralegui. Mackeprang con buen tino le dijo al Nene Comisso que se puso Colorado Vieta: Simeone avisá con tiempo. Di Meola así te cambio, te pongo Dacko y después Cilaurren la boca. Giglio Dominichi la situación. Navarro invitó a salir a María Laura Santillán a la salida de Canal 13. No tuvo suerte y se conformó con Mabel Landoni.

Troglio, Giaimo, Paira, Góndar, Amuchástegui y Artime se fueron a ver a Vélez, en la esquina se sumaron Landaburu, Yepes, Lettieri y Carrasco. Vaschetto a la cancha, que Fatechi afirmó la araña y el oriental que se puso Brisco respondió con una Pignani que Rosello la testa del cordobés que le Pizzutti los pies. Se calmaron, pero resulta que al llegar había un concierto de Iturri primero y Vitali después. Más tarde era el turno de Donato, pero sin Di Stéfano, lo mismo pasa con Otero que viene sin Memphis. No se sabe si va a actuar Alfonso se entrega. Y el plato fuerte es la presentación de Caruso. El mes que viene Antonio Tormo, Luis Miguel, Guillermo Guido y la dupla Juan y Juan. Roa, Medri, Abán y Racitti esperarán la presentación de Pablito Ruíz.

Gareca exaltado dice: Abrahamian la puerta. Al Durso, Morresi que tiene gran educación Zywica,  estaba fumando Placenteramante su Pipa Gancedo. Rambert y Spontón se hacen los distraídos bailando una Milonguita Heredia que suena desde el bandoneón de Ruben Juárez. Teglia, Filippo, Faín y Wolff fueron a pescar Besuzzo o Corvalán, llevaron Latanzio. Invitaron a Ortíz, y le dijeron Esteche ¿Tello vas a perder? El puntero que anda Barrado no aceptó, prefirió ir a pie a Buján. La tarea fue Magri, sólo sacaron Rabas. Habiendo Conceicao, Anzarda, Coudannes, Esnaider, Basualdo, Sciorilli, Grispo y Batista quieren jugar un picado. Mastrángelo será el árbitro. Lo llamaron a Kuyumchoglu que lleva Lazbal.

La Turcatto que es Lamas Altamir se hace la Gilardón, desde su departamento con vista Alfaro. Tiene otro frente a Playa Savarese. Luce su nueva Mallea y no quiere saber más nada con sus paisanos Larraignée y Husaín, los envió Alarcón de los recuerdos. Afirma que tienen Polilla y Polillita Da Silva respectivamente. Al tiempo que se dice para sí misma Mammanna mía como los he Amato, como se puede aMarassi. Decidió cambiar de rumbo, se fue del Barrios y enfiló para Berizzo sin suerte. Entonces su destino fue Zárate. Allí conoció al Russo Wergifker. Se mudaron primero a Villarreal, después a Monserrat y ahora conviven con lo más Granatto de Urquiza en medio de Iglesias. Benseñor dijeron al contraer enlace y se sienten De los Santos.

San Martín se Raponi y ahora es Pelado Almeyda. No quiere trabajar más como Sodero. Por eso se subió al Montenegro a buscar algo de Paz. Se llevó un helado de Lima y otro de Sambueza.

Por Wanda, linda Minella pero medio Burella, está al Maxi López. ¿Comizzo para levantarla?, preguntó Cavenaghi que es aMorosano y se dejó crecer la Barbosa. Ameli respondió el blondo y se puso Malevo Ferreyra porque dio en la Tecla Farías, aunque De León no tiene nada, solo Ruggeri. Y enojado agregó: yo me Vairo. El torito se quedó Musacchio. Cosa de gatos que no es Marín, porque a Demichelis le ocurrió algo parecido con Theiler, pero el zaguero lo mandó Almerares. Vivalda Zapata grita el mexicano García Aspe. Es un Zatellite de Cubilla. Usted a quien Bottaniz quiso saber Vaghi. ¿A Bard o a Liberti? deme una Respuela. A Macri no, yo voy por los de Rivero respondió Cadilla, mientras pide que le Marchetti la hora, porque anda apurado por ir al centro con Spitali y Ruffo, aunque no sabe que está muy Tuzzio en la peatonal Lavallén.

Hoy es Domingo, llega el Alcalde Rossi luciendo un impecable Saccone Grisetti y con un Deambrossi terrible. No quiere un Hueso Houseman ni tampoco ingerir biBalbo. Comelles ese Pato Fillol o ese Poggi, que de postre hay Chocolatín Castillo y Ferrero Rocher, disfrute la fragancia de la Iervasi, hay Maisterra en el Prado, aMinore y no se Passet de la raya apunta el Dandy Cesarini que es tano pero no Cirigliano, sino de Lombardia.

La Máquina se juntó en el cielo a celebrar las fiestas. Muñoz metió el último desborde a los 90 años y se juntó con sus compañeros, que pusieron la Messina y pasaron el Plumero Rubén Gómez. Moreno llegó en Cochella Ferrari, hubo Blanco que aportó Pedernera, Clérico con Zuccarini Méndez que trajo Labruna y Loustau les dijo a todos: Avanzi yo tomo Cocca. Estaban como Reyes.

Tiempo cumplido. Biscay mira su cronómetro. Se acabó el partido. Ha Pitarch el referee.

Por: Sr. River Plate

sábado, 25 de diciembre de 2010

Arqueros millonarios

 Amadeo Carrizo, el símbolo del arquero millonario.

El repaso evocativo y el espacio para los recuerdos, tienen un lugar preferencial dentro de nuestros corazones. La intención será que el viejo hincha recuerde y acaso se emocione, que el joven aprenda, y todos tengamos motivos para comentar y discutir. Y si de arqueros se trata, estaremos situándonos probablemente frente a la otra cara de la moneda. Por lo general quien más sufre. Pero la grandeza de varios de los apellidos que tuvieron la responsabilidad de custodiar los tres palos del arco de River Plate, quedaron grabados para siempre en la memoria de los riverplatenses. Algunos más afortunados que otros, con prolongadas campañas y el índice evidente de su capacidad, otros a través de un breve ciclo, pero todos dueños de una porción de la historia y en muchos casos con lugarcito en el corazón de los hinchas que los vieron volar de palo a palo, dejando el eco de sus hazañas, que permiten que hoy salgan a la luz y se queden para siempre.

Son en total hasta aquí 68. Iniciamos la recorrida con Jorge Iribarren, proveniente del amateurismo y el primer arquero profesional de River Plate. Dueño de una presencia señorial y una notable seguridad de manos. Gran goalkeeper e internacional.

Promediando la temporada del '31, alternando con Iribarren y posteriormente de modo efectivo a partir de 1932, aparece desde la cantera Juan Poggi, quien inscribió su nombre en la lista del primer campeón dentro del profesionalismo, que también tuvo otro apellido para el arco: Sebastián Santos Sirni, con dos apodos "el petiso" o "la mascota". Arquero de poca talla, singular arrojo y notable oportunismo para la salida. Jugó hasta 1943. Muchos grandes defensores riverplatenses señalan que nadie como Sirni para salir del arco. Su baja estatura, no fue óbice para que en los saltos siempre llegara primero. Valiente al máximo, y conocedor del secreto de la colocación exacta. Daba la sensación que la pelota siempre lo buscaba. Sin embargo a lo largo de su carrera se lo consideró suplente. Se ganó la simpatía de la afición, porque nunca la ausencia del titular resultó fatal.

Precedido de merecida fama, ganada en defensa del arco de Talleres de Remedios de Escalada y la Selección Nacional, llegó en 1933 Angel Bossio "la maravilla elástica". Actuó hasta el '36. Arquero elegante y flexible, notable estilista de alto y de bajo. Tuvo grandes performances en las que acreditó la justicia del mote que la afición la había conferido. Llegó al team riverplatense en la cúspide de su fama. Tuvo su actuación consagratoria en la última fecha del '33, cuando Boca perdió el título en Alvear y Tagle. Fue victoria 3 a 1 con dos de Bernabé y uno de Nolo Ferreira. Aquella tarde quedó en el ambiente la sensación de que Bossio era invencible, al punto que el único gol lo marcó Cuello, defensor de River Plate en contra. Durante muchos años su nombre fue sinónimo del arquero perfecto.

En esos años alternaron con Bossio y Sirni la custodia del marco riverplatense Pedro Manzini (guardián de la cuarta de fierro campeona del '32) Albino Loayza, hasta que en 1937 apareció "el indio" Arsenio López o "Patoruzú" como lo llamaba la hinchada. Hay algo muy curioso que vale como aporte: mientras al club llegaron arqueros, los campeonatos del '32, '36 y '37 tuvieron en el arco a Sirni en los momentos decisivos.

En 1938 River Plate consigue la transferencia de quien fuera tildado el mejor arquero del Río de la Plata: el uruguayo Juan Bautista Besuzzo. Sin embargo su irregularidad terminó como denominador común a su trayectoria en River Plate hasta el año siguiente. Tenía una extraordinaria gama de recursos: gran elasticidad, sentido de la ubicación y una increíble habilidad para arquearse hacia atrás, y retener pelotas que aparentemente ya lo habían vencido. Su actuación cumbre fue en el '38 ante Independiente en la cancha de los rojos. Ganó el team riverplatense 3 a 1, y ese día sencillamente atajó todo.

En 1940 Besuzzo pasó a Banfield y así ascendió a primera un notable valor de las divisiones inferiores: se trata de Antonio Rodríguez. Sin embargo su mayor brillo en el fútbol lo alcanzó en Lanús y principalmente en Racing. Se trató de uno de los mejores goalkeepers de la época.

Dos arqueros desplazaron sucesivamente a Rodríguez durante 1940 y 1941. Hablamos del español Gregorio Blasco y el uruguayo Julio Barrios, cuyo aporte resultó fundamental en los títulos conseguidos en el '41 y '42. Blasco dejó entrever grandes condiciones pero su juego "a la europea" rechazando con los puños y algo flojo para la retención de balones, no terminó de convencer. En cuanto a Barrios fue uno de los buenos. Bien plantado, de estampa imponente, gran seguridad y colocación. Con una efectiva espectacularidad, decisión y oportunismo, estuvieron allí sus grandes virtudes.
Amadeo Carrizo, un arquero diferente que impuso un estilo propio.Imaginó las cosas que hoy hacen todos los buenos arqueros

Los reemplazantes de Barrios fueron el eterno Sirni, Alberto Voulliat y Eduardo Lettieri. Estos dos últimos no alcanzaron la regularidad y el rendimiento esperado. Pero a partir de 1944 la lucha por el arco de River Plate, tuvo a varios protagonistas. Los tres primeros partidos de la temporada los jugó el santiagueño Segundo Díaz, quien alcanzó notoriedad en Chacarita, al tiempo que se produjo el debut, procedente de Banfield, del peruano José Soriano, quien además fue gran figura del campeón de 1945 y estirando su campaña por una temporada más en River Plate. En el '44 también hace su presentación "el suicida" Héctor Grisetti quien no faltó nunca para la obtención del séptimo título del profesionalismo, durante la temporada del '47. Sin embargo en 1945 casi en silencio, había marcado su debut Amadeo Raúl Carrizo. Desde 1948 y por espacio de 20 años el arco de River Plate le perteneció. Se lo reconoce unánimemente como el inventor del arco. El hombre que más veces actuó en la primera del club. Cualquier adjetivo parecerá poco y todos juntos acaso no alcancen para definirlo. Fue distinguido como el mejor arquero de Sudamérica en toda la historia. En relación a Soriano, es justo decir que demostró gran sobriedad y solidez. Contaba con un llamativo oportunismo y valentía para salir a cortar juego. El arquero limeño fue otro de los buenos. En cuanto a Grisetti su actitud en el field era casi temeraria, justificando con creces su apodo. En relación a Amadeo, todo cuanto se diga parecerá poco y reiterativo. Simplemente el mejor.

Como quedó dicho el reinado de Carrizo resultó extenso. Por tal razón, corresponde enumerar la larga lista de suplentes u ocasionales reemplazantes que tuvo durante su trayectoria en River Plate. Fueron ellos Mario Mussi, Héctor Pacheco, Angel Rocha, el cordobés Augusto Fumero, Antonio Cammarata, y Manuel Ovejero. Durante la Copa Suecia de 1958, ocuparon la valla: Cortéz, Rolando Irusta, proveniente de las inferiores que sólo jugó un partido y el ex Lanús y Newell's Old Boys, Luis Zoilo Masuelli que puso punto final a su carrera en la valla riverplatense. La nómina continúa con Rogelio Domínguez, Hugo Gatti, Humberto Ballesteros y Alfredo Gironacci. Sólo Domínguez y Gatti, le birlaron por un breve lapso la titularidad. Pero vayamos por partes: Mussi jugó luego en Gimnasia, Rocha vino de Unión, luego pasó a Atlanta y varios clubes de ascenso, donde pateaba penales. En el '51, contra Racing le hicieron 10 goles en la misma tarde (5 en reserva y 5 en primera), porque faltó Amadeo a último momento. En cuanto a Fumero hay una anécdota poco feliz del año '52 frente a Ferro: hizo vista ante un remate, salió del arco a buscar la pelota fuera del field, con tan mala suerte, que el balón pegó en el travesaño, le impactó en la cabeza y se transformó en gol para los verdolagas. Increíble.

Cammaratta, venía de actuar en Independiente, Gimnasia y Atlanta, pero sólo jugó un partido contra San Lorenzo. Manuel Estanislao Ovejero fue un correcto guardavalla. Jugó luego en Argentinos Juniors, el ascenso, Lanús y el fútbol colombiano. Justamente en la cancha granate tuvo su tarde de gloria en el '56. Debutó y fue gran figura de un partido decisivo que ganó el team riverplatense 3 a 1. En relación a Rogelio Domínguez, es justo decir que en otra etapa, hubiera sido titular indiscutido como Amadeo o el Pato. Venía de jugar en Racing y el Real Madrid con figuras como Di Stéfano, Puskas y Gento. Después pasó a Vélez y Nacional de Uruguay. Un extraordinario guardavallas. Notable sentido de la ubicación y sensacionales reflejos. Sus voladas eran espectaculares. La nómina sigue con Gatti que tuvo la osadía de discutirle y en algunos pasajes de la historia arrebatarle el puesto a Amadeo. Ballesteros jugó poco, tuvo más trayectoria en Lanús y el fútbol peruano, mientras que el rosarino Gironacci, que venía de Newell's no rindió como se esperaba. Después actuó en Argentinos Juniors y equipos del ascenso.
Fillol, una gran personalidad y estado físico. Siempre daba un nuevo esfuerzo para impedir un gol

Luego del otoño del patriarca, y valga la paradoja, el arco de River Plate pasó por varias manos: Hugo Carballo, procedente de Gimnasia, y dos valores juveniles de aparición casi simultánea: Carlos Barisio y José Perico Pérez, especialista en materia de atajar penales. Los contenía de a dos como a Brindisi en el '73. Para el Nacional de aquel año, se produce la contratación de Ubaldo Matildo Fillol, procedente de Racing. Con toda seguridad el segundo puesto en el podio de los mejores guardavallas riverplatenses. De notables reflejos. Soberbio, espectacular. Artífice de varios campeonatos, especialmente los Nacionales '75 y '81. Para "el pato", también todos los adjetivos resultarán escasos. Dicen que el arco de River Plate es más grande que los demás; el de Fillol era el más chico de todos. Detrás de él se encolumnaron varios apellidos con la esperanza de jugar. En verdad lo hicieron poco. Fueron ellos Alberto Vivalda, el uruguayo Omar Correa, Luis Landaburu, quien más paciencia tuvo, Juan Carlos Delménico, Miguel Angel Torres, Jorge Ferrero, el legendario Agustín Mario Cejas, Eduardo Montes y Gabriel Puentedura. Una huelga en 1983 y la posterior transferencia de Fillol permitió que surgieran Adrián Rodríguez, Carlos Cochella y Sergio Goycochea, con dos ciclos poco exitosos en River Plate. Para 1984 llegaron Carlos Gay con gran pasado en Independiente y Nery Pumpido, listo para ser campeón de todo en el '86. Luego serían los tiempos de Angel David Comizzo, tal vez el arquero del eterno retorno, Oscar Passet, José Miguel, Rodrigo Burella, Javier Zeoli, Javier Sodero, Germán Burgos, Joaquín Irigoytía, Roberto Bonano, Gastón Sessa, Darío Sala, Franco Costanzo, José María Buljubasich, Alejandro Saccone, Germán Lux, Juan Pablo Carrizo, Juan Ojeda, Daniel Vega, Mariano Barbosa y Nicolás Navarro. Seguramente por condiciones técnicas, personalidad y prematuro aplomo, Carrizo va camino al podio de los mejores. Su trayectoria y el paso del tiempo darán su veredicto.
JP Carrizo; personalidad y reflejos. Puede ser su época si sigue el camino.

También hay nombres como Bernardo Leyenda, Juan Carlos Olave y Martín Ogando, (de notable trayectoria en nuestro fútbol y suplente de Amadeo), que no actuaron en cotejos oficiales.

Esta es la nómina de arqueros de River Plate a lo largo de la historia. Buena parte de la gloria cosechada está en sus manos. Ojalá que este repaso evocativo y el espacio para los recuerdos, haya logrado como decíamos al comienzo, que el viejo hincha recuerde y acaso se emocione, rememorando atajadas que están alojadas aún hoy en sus retinas, mientras el aprendizaje alcance a los más jóvenes, logrando el objetivo de ilustrar correctamente, a aquellos que por razones cronológicas, saben de estos nombres sólo desde el anecdotario de los más sabios.

Por Sr RiverPlate