"Se pueden arreglar campeonatos enteros, como el de Boca de Ischia." Javier Ruiz árbitro "Ehhehh, eh yo pienso de que ehhehh eeeehh (?)." DAP "No estén cagados." Daniel Passarella

lunes, 19 de marzo de 2018

Inyección anímica para encontrar el camino

El tanto y la ovación... muy merecido

Haber ganado la supercopa (?) le dio a este equipo un golpe anímico para ir en busca del nuevo River Plate. Después de haber sufrido un par de meses viendo un equipo fantasma, repentinamente revivió y nos encontramos con un equipo con alma y determinación. Aún estamos lejos de encontrarnos con un equipo consolidado pero al menos los jugadores recuperaron la memoria; Gallardo aún busca los intérpretes pero por primera vez sabe que tiene variantes interesantes en el banco y eso le permitió ayer llegar a la victoria.


Ayer River Plate entró a la cancha concentrado (algo muy difícil de lograr después de los festejos previos al partido), entró con otro espíritu, los jugadores corrían y enloquecidos iban en busca de la pelota sin darle aire al rival, así se encontró con el gol antes de los 5 minutos (un error de un defensor que le dio la pelota al Pity dentro del área) y dominó el primer tiempo a placer pero no logró hacer el segundo gol y lo pagó en el inicio del segundo tiempo cuando Belgrano le empató sorpresivamente. Lo primero que se pudo ver como recuperación (más allá del buen juego del primer tiempo) es que el equipo no cayó mentalmente (lamentablemente el equipo se distrajo y desordenó por lo cual tuvo 5 o 10 minutos en los que Belgrano empezó a llegar muy peligrosamente) y siguió buscando la victoria, lo presionó y encontró los goles que se le habían negado cuando mejor jugó. 


Ayer Armani volvió a salvar al equipo en un par de oportunidades y sin embargo no lo vi tan bien como en otras ocasiones. Creo que tomó decisiones equivocadas pero aún así sigue demostrando que sabe y que es muy determinado, cuando toma una decisión la lleva a cabo y a fondo. Deja la imagen que aún si cometiera algún error grave (lo cual aún no hizo en su corta historia en el club) no dejaría de transmitir seguridad. Ayer el nivel individual de la defensa estuvo muy desparejo. Mayada estuvo muy eléctrico, corrió muchísimo y dio unos piques excepcionales, muy rápido, muy conectado con el juego, con muchas ganas de participar y demostrar que está para titular. Defensivamente muestra defectos pero la entrega le permitió ganar más de lo que perdió y jugó con la ventaja de tener a un Maidana bastante recuperado. El central recuperó la seguridad y personalidad que siempre lo caracterizó y que en el último año no podía demostrar por algún problema físico que no lo dejaba en paz, había perdido velocidad y eso lo molestaba tanto que lo hacía dudar, ayer (al igual que en los últimos partidos) logró adueñarse del sector y hacerle sentir el rigor a los atacantes rivales. Por la izquierda Saracchi sigue sin recuperar su nivel pero gracias a su velocidad y decisión logra suplir algunos errores. No está terminando bien las jugadas (los centros ya no van a la cabeza de algún compañero) pero participa bien del juego, defiende con falencias pero su velocidad logra que vuelva a molestar al rival. A su lado Pinola tiene algunos buenos y malos momentos (a veces con personalidad y experiencia logra recuperarse pero otras es claramente superado y comete faltas peligrosas). La defensa mientras está bien parada y es ayudada por el mediocampo funciona, se complica cuando el medio va alocado hacia adelante y la defensa queda mal parada o cuando el rival recupera la pelota y sale en velocidad con varios hombres, en esos casos nuestros defensores y mediocampistas son más lentos que el rival y todos van hacia el que tiene la pelota sin mirar a los otros rivales. Por estas cosas a este equipo aún le falta mucho pero recién ahora se puede decir que está empezando su nuevo ciclo.


En el medio fue muy bueno lo de Ponzio, como siempre se la jugó varias veces y más allá de algunos errores con la pelota o en la ubicación, es una rueda de auxilio fundamental para la defensa (el contraataque del último gol nace con un caño suyo en defensa cuando el rival nos apretaba peligrosamente) y a veces es una salida con la pelota. A su lado Perez sigue haciendo un trabajo de mucho desgaste defensivo y por eso no está participando mucho en ataque, juega con la pelota muy lejos del arco rival y pocas veces va hacia delante, inicia las jugadas, traslada la pelota pero pocas veces es vertical hacia el arco. El gran cambio en el juego se debe a la recuperación del nivel de Martinez y Fernandez. Nacho se adueñó de la pelota y ayer tuvo un gran despliegue, se notó mucho cuando se cansó y empezó a cometer errores con la pelota y dejó de tener despliegue (unos 10 minutos antes de salir). Ayer tuvo varias situaciones claras de gol que malogró y eso fue gracias al despliegue, siempre fue alternativa de pase y distribuyó bien el balón hacia los laterales. El Pity ayer estuvo muy participativo (se obsesionó un poco con los tiros al arco) y lo debió agrandar muchísimo la ovación que recibió después de hacer el primer gol. Arriba Mora y Pratto hacen un gran trabajo de desgaste, el uruguayo corre incansablemente a los defensores provocando el error y Pratto pelea físicamente con toda la defensa, los agotan, los molestan y abren espacios para la llegada de los laterales o para el Pity y Fernandez. Pratto está falta de confianza y a veces parece muy lento, ayer mucho tiempo jugó por el lateral y dejó a Mora en el área (no se a que se debe) pero se nota que está ansioso por lograr un gol importante que quite los rumores del Monumental (ayer tuvo alguna oportunidad y no logró llegar al gol). En el segundo tiempo ingresaron Quintero (por Perez, lo cual dio más peso ofensivo pero nos complicó defensivamente), Scocco (por Mora) y sobre el final De la Cruz (por el agotado Fernandez). El ingreso del colombiano no fue tan bueno pero al menos tiene buena visión de juego y sabe donde debe ir la pelota (ayer tuvo buenos cambios de frente y algunos pases en profundidad) pero fue el ingreso de Scocco lo determinante, con 2 contras fue todo lo letal que no había sido el equipo en los otros 75 minutos. Por rapidez, habilidad y puntería cambió el resultado.

Sin dudas falta pulir algunas cosas en ataque y en defensa, hay que estar atentos a como jugar cuando se tiene la pelota y cuando se la pierde, hay que trabajar en la cabeza de los jugadores para cuando no se da el resultado y cuando se recibe un golpe inesperado, hay que decidir cual será el equipo titular y mantener el nivel de los suplentes, habrá que trabajar en la definición y en las marcas en retroceso... hay mucho para hacer pero la alegría es que apareció el equipo; ya tiene alma, confianza y determinación, ya saben lo que quieren y que pueden hacerlo, son concientes de sus defectos pero ahora también saben que tienen virtudes sobre las que deberán trabajar, saben que hay equipo y que pueden llegar lejos. Hay mucho trabajo por delante pero ahora todos sabemos hacia donde quiere ir el equipo, ya hay un camino y una dirección, será cuestión de poder ir más seguros por ese camino. Es fundamental saber que hay varias alternativas diferentes para jugar. Hoy Gallardo puede elegir entre Maidana, Pinola y Martinez Quarta (más allá del nivel que muestren, sabe que cada uno puede darle variantes), Mayada, Montiel y Moreira también son variantes interesantes por derecha (Mayada puede serlo por izquierda); en el medio tiene en 3 puestos a Martinez, Fernandez, Perez, Quintero, De la Cruz y Rojas, todos jugadores interesantes con características muy diferentes, lo cual le abre un abanico interesante. Arriba tiene a Mora, Pratto, Scocco y Borré, también con características muy diferentes. El único puesto que aún no encontró variantes es con Ponzio (especialmente por el muy bajo nivel de sus reemplazantes). Si logra que todos los jugadores se recuperen en confianza y mantengan un nivel regular y aceptable, veremos si logramos tener otra etapa exitosa.

Por Charro.

jueves, 15 de marzo de 2018

Que lindo ser campeones... ¿el quiebre para volver?

Ponzio recibe la supercopa 2017 de la mano de...

Una final inolvidable, un camino hacia la esperanza, algunos niveles individuales que recuperaron la memoria, un partido con la guardia alta, una victoria frente a los bosteros que debe servir para empezar de nuevo y dejar atrás todas las broncas y los dolores que este grupo llevaba en el alma. 
Gracias...

Este partido no se jugó genial, nadie dirá lo pasamos por arriba, nadie dirá que nos reencontramos con el nivel de juego perdido y ni siquiera se podrá decir que dejamos atrás esta etapa desastrosa que se estaba viviendo. No hubo señales de algo exageradamente diferente pero se estaba jugando tan mal y con tantos defectos que el partido de ayer nos devolvió la esperanza y la felicidad, ya deja de ser solo ¨aguante¨ para transformarse en un crédito abierto. 
Otra eliminación de bosteros... otra copa a las vitrinas

El equipo ayer tuvo orden y fundamentalmente volvió a tener alma. Varios jugadores de la vieja guardia demostraron que están hechos para estos partidos. El nivel de Ponzio, Maidana y Mora nos llenó de felicidad y a ellos se sumaron Pity y Nacho Fernandez, más los gloriosos Armani y Scocco. Es injusto dejar afuera al resto porque todos jugaron con los dientes apretados (especialmente Montiel y Saracchi) y solo así lograon neutralizar lo que todos sabíamos.
La super figura... extraordinario

El nerviosismo que vivimos como hinchas (imposible verlo en otro lugar que no sea la cancha o el club, aunque estuviera repleto y que haya sido un sauna) se vio coronado por la entrega del equipo (agradecimiento eterno por ello). Hubo algunos puntos más que destacables. El nivel demostrado por Armani es de selección, no solo por las atajadas sino por lo que transmite y su reacción y determinación en momentos claves del partido. Cubre todo el arco, es difícil pasarlo por arriba y por abajo es hábil y rápido. Ayer tuvo 5 atajadas determinantes y fue fundamental para aguantar el resultado cuando los bosteros tuvieron la pelota y presionaron para empatar el partido. Primero los contuvo y luego varias veces los frustró, se convirtió en el muro que no supieron trepar. Armani es el nuevo símbolo, el arquero que River Plate estaba necesitando para poder soñar (como lamento que no haya estado el año pasado). 
El gol...

La defensa fue el otro punto alto y fundamental. Los laterales no gravitaron en ataque pero debieron contener los avances por ese sector. No es fácil contener a los rápidos laterales bosteros, ni a los volantes ofensivos que apoyan a esos laterales, ni a los atacantes veloces y habilidosos. Era fundamental frenarlos y Gallardo dispuso mantener la defensa cerrada y que Pity y Nacho se desgastaran cubriendo la salida de esos jugadores para que después la defensa los esperara bien cerrados. Montiel y Saracchi cumplieron (más allá que varias veces sufrieron y fueron pasados) y detrás siempre estuvieron Maidana y Pinola (al estar tan compactos no debieron correr para cubrir largas distancias) o enfrentar a jugadores que llegaban con la pelota bien dominada). El otro punto alto fue nuevamente la personalidad de Ponzio. El central los domina mentalmente, es un fantasma permanente para los bosteros que tienen la pelota y es el roce constante y molesto para los jugadores bosteros que están acostumbrados a que no los miren siquiera. A esta presión se sumó Enzo Perez (que aún está en deuda aunque ayer supo no desentonar tanto con el resto) y así cerraron los caminos cómodos que tanto le suelen regalar a los bosteros. Con esta firme columna defensiva (sustentada básicamente en el orden, la presencia, la presión, la concentración y el deseo de renacer) River Plate buscó contener al rival y esperar sus oportunidades (o sea, al principio encontrar algún juego asociado y después del primer gol buscó la contra rápida y letal).
Conmovedor. Volvió campeón. Merecidísimo y ojalá que le sirva para seguir ganando títulos.

Arriba se despertaron y asociaron por fin Martinez (fundamental a la hora de aguantar la pelota y armar la contra) y Fernandez (esta vez no eludió la responsabilidad). Fernandez se adueñó del balón y Martinez impuso su ritmo, desequilibró e hizo jugar. El trabajo de los delanteros fue muy sacrificado (siguen necesitando que se los abastezca para llegar al gol), mucha marca y mucho roce para generar alguna jugada, para aguantar la pelota, para robarla o para chocar con los defensores rivales. Mora corrió y apretó, Pratto chocó y peleó... así se llevó algo de peligro y fundamentalmente se ensució el juego bostero. El penal llegó por juego asociado y cambió el trámite del partido.
Goleador... gracias

En el segundo tiempo salió Montiel contracturado y Mayada supo seguir aguantando el lateral (le costó muchísimo su lucha ante Pavón pero siempre molestó), Enzo Perez dejó su lugar a Zucculini (mantuvo la estructura y milagrosamente no fue amonestado. Al menos esta vez no sobresalió por hacer mal las cosas, lo cual podría ser un buen inicio para el jugador). Finalmente Scocco entró promediando el segundo tiempo y en la primera pelota que tocó (gran jugada de Scocco, Fernandez y Martinez), la mandó dentro del arco.
Seguirá rosqueando, pidiendo favores y aceptando plata... ojalá Gallardo siga poniéndole los límites
Esperemos que esto sea el inicio de una nueva etapa, será muy dura (Tapia será vicepresidente de FIFA y ya sabemos que tienen todos los puestos principales de todos los lugares que tienen alguna relación de poder con el fútbol) pero no hay que bajar la guardia ni dejarse llevar por delante. Ayer se pudo...

Por Charro.

domingo, 11 de marzo de 2018

No hay equipo... Sin confianza, sin conexión

Arquero con personalidad y con las ideas claras...

Es insólito. Nadie ha podido explicar como es que estos jugadores dejaron de jugar al fútbol. No lo hacen como equipo y varios dan vergüenza ajena al verse el nivel individual. No es solo que están perdidos dentro de la cancha, que no tienen a quien dársela o que corren sin sentido a la hora de marcar o de ir a la pelota; perdieron la viveza, los conocimientos básicos, la confianza en sí mismos, la confianza en el compañero; ya no saben cuando poner la pierna, perdieron la decisión, no saben a quién dársela, miran, piensan y cuando quieren ejecutar ya es tarde. Hay jugadores que no pueden dar un pase a 1 metro, hay otros que no pueden marcar porque se dejan ganar la posición, hay quienes dudan un par de segundos y en el fútbol de hoy eso significa que te ganen en la carrrera, que te ganen en la pelea por la pelota, que anticipen el pie o la cabeza para que la pelota pase a ser del rival, que llegue la marca y el pase ya no sirva, que el pase sea incorrecto y genere una contra. Ayer se vieron pases a 1 metro que casi le parte el pecho a un compañero, defensores que erraban a la pelota y dejaban a un rival en posición de gol, pases hacia atrás dándosela a un rival... un sinfín de errores que enojarían en los partidos barriales de los domingos.

Este River Plate está fuera de foco, todos perdieron la brújula, desde los dirigentes hasta los jugadores. Nadie sabe que hacer con este presente adverso y no tienen idea como reaccionar. Vaya uno a saber la historia que habrá detrás del dóping del año pasado, de la eliminación frente a Lanús, del dóping de Musto, de las designaciones arbitrales, de las decisiones arbitrarias que llegan desde presidencia, AFA, árbitros pero lo que queda claro es que no hemos sabido reaccionar ante esta situación y eso se traduce en el patético accionar del equipo. Esto ya va más allá de jugar mal, de no sumar puntos o sumarlos con ojete; esto es seguir en la pelea estando groguis pensando como hacer para no caernos y aguantar en lugar de ver como ganar o dar pelea.
Gol en contra pasando entre las piernas del arquero... así ganamos a los 93 minutos...

Ayer el equipo jugó (es una forma de decir) ante Patronato (nunca les habíamos ganado siendo ellos locales) y el resultado puede ser anecdótico, servir para las estadísticas o servir como el inicio de algo (?) pero el juego sigue siendo patético, inconexo, vergonzoso, inexpresivo, pasivo y hasta diría que de compromiso.

El resultado no fue de suerte (gol en contra a los 48 minutos), fue gracias a que nuestro arquero salvó todo lo que iba al arco (un viejo secreto del fútbol que los dirigentes olvidaron cuando dejaron ir a Barovero) pero eso no debe sacarnos del eje. Se salió de la racha negativa (partidos consecutivos perdidos de visitante, demasiados partidos sin ganar...) pero casi de casualidad, sin encontrar el juego ni el espíritu. No aparece el equipo pero menos aparecen el espíritu y la rebeldía para salir del mal momento.
 Increíble el nivel de Zucculini

Ayer por lejos Armani fue la figura. La única explicación del resultado está en las manos del arquero y el blooper de Patronato (una atajada a quemarropa dentro del área chica que logró sacar por encima del travesaño ingresarán al anecdotario del arquero si logra coronarse campeón). La defensa volvió a estar muy floja pero Maidana mostró una gran mejoría y Pinola mostró algunas de sus buenas cualidades sin embargo en conjunto la defensa estuvo muy dubitativa (gran defecto para una defensa). Mayada subió mucho y dejó espacios pero lo de Casco volvió a ser preocupante (o mejor dicho, es preocupante que Saracchi este tan bajo que permite que Gallardo dude entre él y Casco). Lo de Zucculini es inexplicable. Pega sin piedad (en todos los partidos recibió amarilla) y da tiros libres peligrosos, corre mal y por eso llega a destiempo y se ubica mal, se la pasa a los contrarios provocando contras peligrosas, hace todo al revés (ojalá en algún momento se tranquilice y empiece a hacer lo que se necesita). Tan preocupante como esto (o más) es lo de Perez. Enzo está desconcertado (y cada tanto muestra su frustración con alguna falta imperdonable), su nivel es demasiado bajo y no sabe que debe hacer en este equipo. Ayer jugó Quintero de titular y después de un interesante primer tiempo se fue desdibujando hasta salir muy cansado. Volvió a mostrar valentía (siempre la pide e intenta) pero se perdió en los intentos. Claro, al lado tenía a Auzqui (no se lo vió en todo el partido) y solo era ayudado por Mora (cada día más voluntarioso pero a veces cuesta...) y Borré (debe jugar más concentrado, intenta pero nunca termina la jugada). En el segundo tiempo ingresaron el Pity (aparentemente recuperado de la lesión), Nacho Fernandez (parece que empezó a moverse mejor) y Scocco (demasiado poco tiempo para insertarse en el juego) pero el equipo nunca se encontró.

Se viene la final ante los bosteros y como siempre se dice, estos son partidos a parte. En fin, habrá que creer sin fundamentos y rezar para que suceda el milagro. Algún día este equipo y estos jugadores deberían resurgir.

Por Charro.

lunes, 5 de marzo de 2018

Desinflados, golpeados, resignados y entregados

Penal perfectamente pateado... casi que fue lo mejor de la noche (?)

Patético empate ante Chaca. Ver a River Plate es un golpe al corazón. Cada domingo la preocupación y el dolor aumentan porque las soluciones no solo no aparecen sino que la caída es más profunda y el rumbo cada día es más confuso. Ya no es solo cuestión de perder (o empatar ante rivales muy inferiores en el Monumental), de jugar mal, de tener arbitrajes tendenciosos, humillantes y provocadores, de ver jugadores inexplicablemente con la casaca millonaria, del bajo nivel de varios jugadores, de la desorientación del técnico, del ausentismo dirigencial para defender al club, de la ofensiva demostración de AFA y presidencia, de la suerte que no acompaña... a todo esto ahora debemos sumarle un equipo sin alma que se va cayendo a pedazos cada vez que ve que algo no le sale o que se hace cuesta arriba. Cuando parece que puede recuperar la memoria, cuando parece que quiere intentar, cuando parece que el equipo puede recuperar y jugar con la pelota (una leve impresión, casi un espejismo)... siempre pasa algo que va golpeando al equipo y lo termina desinflando.

Ayer un penalazo a los 3 minutos (el árbitro a 2 metros, viendo la jugada sin interferencia y claramente el arquero derriba a un jugador que lo había eludido y solo debía patear al arco pero cae atropellado; imposible no cobrar ese penal salvo que alguien haya dado la orden de no cobrar penales). El equipo sigue intentando y busca por los laterales, Nacho Fernandez se presenta como receptor, De la Cruz se mueve, los delanteros se mueven pero todo va muriendo en la imprecisión, en malas decisiones, en un árbitro que permite que hagan tiempo, en la impaciencia del público y los jugadores, en los pocos tiros al arco que terminan sin entrar al arco, en posiciones adelantadas... un combo de una cancha inclinada (el muy modesto Chacarita ni siquiera pateó al arco y apenas pasó la mitad de la cancha) pero con pocas alegrías hasta que faltando 3 minutos al árbitro no le queda más remedio que cobrar un penalazo (después de los insultos al presidente en el primer penal no cobrado y lo burdo del segundo penal cuando un defensor toma del hombro a De la Cruz y como no puede voltearlo, lo toma del otro hombro y lo voltea dándolo vuelta). Son tan burdos y alevosos los penales que no tengo dudas que los árbitros tienen órdenes. Así como Lousteau no cobró los 3 penales en la bostanera (más otros 3 dudosos) y un defensor bostero hasta se dio el lujo de agarrar al delantero de River Plate aún cuando estaba en el piso porque se sabía impune, ahora las faltas también son burdas porque se sienten que puede pasar sin recibir pena.
Lo tomaron del hombro derecho y escapó, lo tomaron del izquierdo y lo dieron vuelta. La próxima les permiten dar un cuchillazo

Faltando 3 minutos River Plate se pone en ventaja y podría planificar el segundo tiempo con más tranquilidad pero todo se derrumba en un contraataque, en la primera llegada, en el minuto final del primer tiempo, ante un equipo que nunca quiso atacar. En el segundo tiempo se esperaban los cambios, el león herido que se comería a su presa, la reacción de un equipo superior que quiere salir a demostrar su superioridad, el alma de un equipo que no quiere decepcionar a su público, el corazón herido de un campeón, la rebeldía del equipo que es damnificado por el poder de turno, los jugadores que no aceptan ser maltratados por el periodismo y las redes sociales, el hastío de los jugadores por jugar mal... nada de eso apareció, todo fue al revés y lentamente el equipo se fue desinflando en inoperancia e impotencia, regaló la pelota, dejó agrandarse al rival, empezó a llegar un rival mediocre y nos salvamos de goles debajo del arco, los cambios aumentaron el desconcierto general, el equipo ya no pensó y empezó a chocar, dejó de correr para lamentarse y ver como nos lastimaban, Chacarita empezó a jugar al pelotazo y sus delanteros ganaban la pelota, el único jugador pensante (el colombiano Quintero) seguía en el banco y nadie podía creer lo que pasaba porque nos hundíamos en la desesperación y la resignación. Nos estábamos entregando lentamente hasta que Gallardo le puso la firma a esa resignación y entrega. Inexplicablemente sacó a Pratto y Scocco para poner a Auzqui y Borré...

Ya nada fue igual... fue mucho peor (si, mucho peor). El equipo que se iba desinflando se pinchó y ya no tuvo alma ni reacción. Ni siquiera el ingreso del colombiano cambió algo. La negatividad es un manto que se impregna en la mente y el alma de cada jugador resignado, debilitado, cobarde y/o inepto que acepta un destino perdedor sin dar todo lo que tiene. Este equipo no se rebela ni explota ante la adversidad o ante el golpe de knock out que recibió en Lanús por la copa (desde ese partido quedamos con mandíbula de cristal). Recuerdo en 2008 cuando San Lorenzo nos dejó afuera y al domingo siguiente nos ganaba Gimnasia y los jugadores en el entretiempo se juraron salir campeones (el día del maíz), recuerdo la eliminación por penales en el Monumental en la semifinal de 1995 y al año siguiente ser campeones de América o el antepenúltimo lugar en 2013 y salir campeones en 2014 después de ganar en la bostanera. Equipos con alma y rebeldía que deseaban ser campeones. Equipos que con convicción no se resignaron ni siquiera en los malos momentos (en el 96 casi quedamos eliminados por un desastroso partido en octavos en Perú, en 2008 en Colón jugamos con un hombre menos y ganamos con gol agónico, en 2014 todos recordamos el penal atajado por Chichizola en el último minuto ante Racing o el penal de Barovero a Gigliotti). Un equipo con alma se sobrepone a los malos momentos y este equipo sigue sin explicar que pasó en Lanús y mucho menos logra reaccionar.

No reacciona nadie. Ni los dirigentes (absolutamente ausentes y mansos ante el avasallamiento de AFA y presidencia), ni el cuerpo técnico (que no encuentra el equipo y mucho menos levanta a su plantel), ni los jugadores (que no responden individual ni colectivamente), ni los hinchas (que nos fastidiamos, no alentamos como acostumbramos porque somos parte del fastidio, la decepción y el desconcierto).
Pratto pelea y quiere demostrar pero aún no puede ser efectivo. El equipo no acompaña

Que se puede decir. Gallardo dice que no encuentra el equipo (está clarísimo) pero esto es difícil cuando el nivel individual de algunos jugadores es paupérrimo. Que alguien explique que le está pasando a Martinez Quarta (que volvió sin jugar un partido bien y está empeorando; ni siquiera la confianza de la cinta de capitán lo ayuda). Chacarita no tuvo ideas de juego, se limitó al pelotazo porque le sirvió (sin delanteros capaces de molestar con su físico o velocidad) y la dupla central (Pinola por izquierda) fue pasiva, casi cómplice durante los últimos 30 minutos. Fueron parte del desmoramiento moral y futbolístico. Casco por derecha y Saracchi jugaron más ofensivamente pero defensivamente fueron parte del colador. En defensa nadie pone la pierna y los rivales pasan tranquilos como si fuera un entrenamiento en el jardín de la casa de un jugador (los goles de Velez, Flamengo y Chacarita ingresaron al área con pelota pasando entre piernas inmóviles de los defensores). Zucculini aún no se sabe si no se enteró que lo trajeron para ser el 5 de River Plate (sucesor de Ponzio) porque no se ubica en el campo de juego, pega indiscriminadamente y jamás se la pasa a uno con la banda roja (tampoco ayudan las camisetas ridículas que estamos usando y espero que Zucculini no sea un caso más de los que le pesa el manto sagrado). Arriba De la Cruz sigue siendo el mismo jugador movedizo, flojo y con un casco en la cabeza, Mayada participó poco (casi perdido por la izquierda como reemplazo de Martinez) y Fernandez empezó muy motivado, con buen despliegue y adueñándose del balón pero terminó en la misma patética desidia del resto (quiero creer que sus malas decisiones del final no fueron por cansancio). Arriba Scocco fue luchador (fastidioso por el penal que no le cobraron) y Pratto fue el que más intentó (no logra afianzarse en el gol). No te salva Armani (el gol fue un tiro a quemarropa que le pega en la rodilla y se desvía contra el palo), no te salva el banco (ningún jugador, salvo Quintero, te ilusiona con dar alguna alternativa a lo que se ve), no te salva Gallardo, no te salva ni la suerte (a la buen suerte hay que llamarla y no es casual que la pelota pegó 2 veces en el palo y se fue)...

Para qué seguir poniéndole palabras a este doloroso momento, a esta falta de respuestas, a este decepcionante accionar de todos (incluído el poco acompañado MMLPQTP).

Por Charro.

jueves, 1 de marzo de 2018

Fuimos a Río a buscar confianza y nos encontramos con un punto

Mayada y Martinez Quarta festejando y recordando cuanto costó llegar a este punto

Cuando todo está mal, cualquier primer paso es bueno. Aparentemente Gallardo fue a Río con la consigna de buscar confianza, de afianzar algo desde donde poder sostener el rearmado del equipo y así se armó un equipo defensivo con un esquema amarrete pero consiguió casi sobre el final del partido traer un punto, levantar 2 veces la desventaja (se reencontró con la respuesta anímica más allá que los goles hayan sido bastante casuales), el arquero sigue mostrando mucha seguridad... claro está que volvimos con unas cuantas preocupaciones porque siguen sin respuestas muchas de las preguntas que teníamos y el temor es que se haga costumbre permanente el jugar mal y sin ideas. Hoy preocupa el pésimo nivel de varios jugadores (lo cual hace imposible moldear cualquier táctica). De nada servirá una táctica más agresiva si seguimos regalando goles o si seguimos regalando la pelota cuando tenemos un compañero a 2 metros.
Gracias Mora...

Ayer la defensa fue un concierto de errores más allá de la presión, Armani volvió a mostrar sus virtudes (sin culpa en el penal y una definición a quemarropa dentro del área) pero esta vez tuvo problemas en la salida. El resto de los jugadores de la defensa tuvieron un concierto de errores/distracciones que arruinaron lo bueno que también pudieron hacer. Los laterales casi no subieron (Saracchi empezó a hacerlo en el segundo tiempo y Montiel acompañó cuando estábamos perdiendo) y no estuvieron firmes en la marca, varias veces los pasaron o desacomodaron pero alternaron con algún acierto. Algo similar les pasó a Maidana y Martinez Quarta (es aterradora la diferencia de nivel que tienen respecto a sus mejores momentos), cometieron muchas faltas, les ganaron la posición muchas veces (segundo gol por ejemplo), estuvieron timoratos en las marcas (ejemplo primer gol) y hasta las distracciones fueron preocupantes (la forma en que fueron a marcar sobre el final del primer tiempo en un centro al área que el árbitro debió cobrar penal es increíble). Claro que al mal nivel de los defensores hay que sumarle el pésimo nivel de los mediocampistas (con un triple 5). Zucculini se llevó las palmas de los desastres. Está perdido en la cancha (no tiene idea donde ubicarse ni la camiseta que lleva puesta), hace faltas todo el tiempo (incluido el penal tonto por ir con la mano levantada), pasa la pelota mal hasta en los pases de 1 metro y apenas se puede reconocer que corre y presiona. Ponzio mostró lo de siempre pero volvió a ser el causante de un gol (esta vez cometiendo el penal) y es arrastrado por el equipo a cometer faltas peligrosas (esas que terminan en centros al área). En este concierto de desorientación hay que sumar a Enzo Perez que apenas pisa el campo rival gracias a la táctica defensiva pero tampoco logra hacer mucho defensivamente (urgente se necesita alguien que lo acompañe y que empiecen a jugar al fútbol).
Mora cabeceó pero no se enteró que covirtió el primer gol millonario

Muy pobre resultó lo hecho por De la Cruz (cuando arrancará a jugar?) más allá del centro para el gol de Mora. Ya no se sabe si le falta sopa (vive lesionado y caído por los choques con sus rivales), si le faltan sesos (sus malas decisiones preocupan), si le falta sangre (corre mucho pero en los choques siempre pierde) o simplemente insinúa sin resultados porque no es buen jugador (desconfío de los jugadores jóvenes que vuelven de Europa sin haber rendido medianamente bien allá). Arriba estuvieron Pratto (peleando todo el tiempo con los centrales brasileños para llevarse alguno de los pelotazos que le tiraban) y Mora (lejos el mejor de River Plate) que mostró un espíritu contagioso, corrió siempre y molestó al rival. Presionó y los desconcentró, intentó ganar en carrera y acompañar al que llevaba la pelota para ser opción de pase, corrió para recibir el pelotazo ganando la espalda de su marcador y fue inteligente para desbordar y tirar el centro atrás (en el área solía estar Pratto con 5 defensores) hacia los que llegaban (así llegaron las jugadas más peligrosas).


Un festejo y gol muy merecido...

En el segundo tiempo entró Mayada (por Zucculini, otra vez el primero en salir), quien tuvo un partido interesante (más allá del golazo de larga distancia faltando 3 minutos) ubicándose en el mediocampo y tirado hacia la izquierda (otro bombero que Gallardo pone donde sea necesario). Se juntó mucho con Mora y Saracchi y ahí lograron quebrar la defensa brasileña. Volvió a ingresar Quintero (nadie entiende porqué no jugó desde el inicio. Tiene un gran manejo de pelota parada y logra que le provoquen faltas seguido) dando respiro a la faz defensiva y sobre el final (cuando se necesitaba hacer algún gol) ingresó Scocco (no tuvo mucho para hacer).

Se logró un punto y tal vez sirva como punto de partida anímico. Tal vez sirva para pensar en hacerse más duros defensivamente y empezar a crecer desde lo futbolístico (algo fundamental porque en este momento estamos en 0). Tal vez desde las seguridades se pueda construir un equipo que todavía no sabe hacia donde va ni cual es su potencial, que no cree en sus capacidades y no encuentra sus virtudes. Veremos que pasa el domingo...

Por Charro.