"Se pueden arreglar campeonatos enteros, como el de Boca de Ischia." Javier Ruiz árbitro "Ehhehh, eh yo pienso de que ehhehh eeeehh (?)." DAP "No estén cagados." Daniel Passarella

domingo, 29 de octubre de 2017

Con los pibes; sin peso y con errores donde no se debe

Un partido duro que se definió por el trabajo en las áreas

Gallardo esta vez no tuvo muchas opciones, decidió no arriesgar más de cara a un partido determinante como el que se jugará el próximo martes. Las lesiones y los errores en el mercado de pases dejaron algunas zonas con problemas que no tienen solución. Las lesiones de Saracchi, Moreira y Lollo (también faltaba el lateral derecho de la reserva) en defensa más las suspensiones de Martinez Quarta y Mayada y venta de Mina para tener cupo extranjero, dejaron solo 5 jugadores profesionales en la defensa. La ida repentina de Alario (sumada a la de Driussi), la libertad de acción de Alonso (para tener cupo de extranjero), las lesiones de Mora y Larrondo (hasta el pibe Picazzo estaba lesionado), la falta de experiencia de Borré y la irregularidad de Auzqui, hacen que Scocco no pueda ser arriesgado nunca. Es así que River Plate ayer presentó un equipo con defensores que no jugaron nunca juntos (incluso Aguirre debió sacrificarse en un puesto al que no está acostumbrado), un mediocampo con un jugador que volvió oficialmente después de 9 meses y una delantera sin peso. Un equipo con demasiados juveniles que aguantó bastante bien el primer tiempo pero sufrió mucho los golpes que recibió.
Excelente gol y definición

Estos partidos se definen por los momentos en que se convierten los goles o por lo determinante de los errores. River Plate sufrió ambos males. Gol al último minuto del primer tiempo, desconcentración en los 2 últlimos goles, incapacidad para definir en el arco contrario y hubo momentos en los que dosificaron el esfuerzo porque no están preparados para el esfuerzo que les demanda Gallardo y eso el rival no lo perdonó.

El partido pudo ser para cualquiera de los 2 en el primer tiempo. River Plate contuvo al rival (que tampoco tuvo muchas luces) pero llegaban al área lastimando más. Hay veces que en las actitudes de los pibes se puede intuir la orden del banco. En mi opinión Gallardo les pidió mucha presión, que cuidaran la pelota y que no los dejaran venir cómodos. La sucesión de amarillas complicó esa tarea (es otra orden de Gallardo, no acepta que el equipo pierda un jugador) y los defensores tuvieron mucho miedo al poner la pierna y en el segundo tiempo más de uno quedó muy cansado (se notaba en los errores en los pases y que varias veces ya no corrían a sus marcas (especialmente el mediocampo).
 El debut del hijo de Gallardo...

Más allá de los pibes que debutaron (fallido por el rendimiento general al que no pudieron escapar), lo más preocupante es el bajo nivel de algunos suplentes (esos que suelen estar en el banco de suplentes). A Ponzio no le queda tanta cuerda e Iván Rossi quedaría como su reemplazo natural (?) y lamentablemente no se está ganando el puesto (y tampoco está jugando Morán Correa. Ayer no tuvo un mal primer tiempo pero sus baches son muy peligrosos). La falta de delanteros está obligando a Gallardo a poner seguido a Auzqui y Borré pero ninguno de los 2 son soluciones en este momento (Auzqui es buena intención pero puro barullo y el colombiano es muy liviano), Barboza está decepcionando (cumplió bien la función de líder defensivo al lado de tantos pibes pero en el segundo tiempo se diluyó) y Denis Rodriguez sintió la falta de fútbol.

Otra vez Batalla quedó expuesto (fue su culpa el gol al último minuto del primer tiempo) y su grave error se vuelve a pagar muy caro (es uno de los grandes problemas que está teniendo Batalla, sus errores tienen un precio muy caro, son en partidos o momentos determinantes). En la defensa debutaron los laterales Aguirre y Nahuel Gallardo (Aguirre fue improvisado a la derecha porque el lateral de la reserva también estaba lesionado). Gallardo tenía todas las cámaras encima y respondió bien (especialmente por actitud) en el primer tiempo (terminó siendo lo mejor de la defensa). De centrales estuvieron Barboza y Sibile (no suelen juegar juntos estos defensores) y se les notó el desacople y el nerviosismo del debutante. Rossi se mareó ante tanto toque cordobes y no fue bien custodiado por Rodriguez ni Palacios (siempre tomaban a los cordobeses desde atrás y por eso llegaron tan cómodos en los goles). En ofensiva estos jugadores intentaron juntarse con De La Cruz pero no lo lograron y el uruguayo poco pudo hacer porque ni siquiera tuvo oportunidad de juntarse con Auzqui y Borré.
Muchos debuts para un partido

Es cierto que no se podía poner a los titulares porque el plentel está descompensado. El equipo que se presentó ayer no es ni siquiera el suplente. Esta falta de jerarquía se notó demasiado porque una cosa es poner a un debutante y otra es que la estructura base esté colmada por debutantes o jugadores de poca jerarquía. Más allá de lo excepcional de la circunstancia y de lo exagerado del resultado (no se merecían esta goleada de 4 a 0), sería bueno que el manager y cuerpo técnico revean las compras del mercado de pases. Las lesiones de los laterales (de primera y reserva) entra en la categoría mala suerte (aunque se dejaron ir a algunos jugadores de ese puesto), lo de la suspensiones nadie quiere escuchar ni decir de quien es la responsabilidad pero lo Lollo, Larrondo y Alario y el desbalanceo del plantel no puede ser pasado por alto (recién en este mercado de pases Gallardo logró tener diferentes variantes en el mediocampo). Los primeros 2 nombres son inversiones caras (especialmente porque se pagó más de lo que la cláusula indicaba) que pudieron haber implicado la llegada de otros jugadores y lo de Alario no puede pasar tan sorpresivamente en un momento tan determinante.

Así estamos y se está pagando muy caro porque ya estamos a 9 puntos del líder cuando recién van 7 fechas (y siempre hay que pensar en la clasificación para la copa).

Por Charro. 

miércoles, 25 de octubre de 2017

En el Monumental otra vez respondió el equipo

Un gol que nos llena de felicidad, una definición de goleador...

Semifinales de la Copa Libertadores, todos sabemos que llegar hasta aquí implica jugar un partido de ida y vuelta complicado y que tendrá una fuerte carga estratégica. El equipo de Gallardo entró sabiendo lo que significa cometer un error en esta clase de definiciones y así fue como se jugó un partido sin fisuras. Una de las ventajas que tiene esta etapa de River Plate es que Gallardo nos llevó a tantas definiciones importantes que tanto los jugadores como los hinchas sabemos lo que debemos hacer y la confianza es casi ciega (es ¨casi¨ porque la gran mayoría cree que se ganarán todas las definiciones y hasta ahora casi que no se ha fallado).
Nuevo capítulo en la recepción del equipo...

Así como el equipo jugó un gran partido, los hinchas también jugamos nuestro partido. Desde temprano la gente llegó confiada al Monumental (algo que para muchos significa disminuir tensiones) y se llegó el estadio sabiendo que habría que armar otra fiesta. La recepción del equipo nuevamente fue extraordinaria (como ya estamos ¨acostumbrados¨ para estas fechas especiales y sabemos como influye en el rival) y se logró que la presión empezara en las tribunas y continuara en la cancha (o viceversa). La ¨tranquilidad¨ fue tan clara que hasta la policía es amable (?); con controles policiales rápidos, con algunas sonrisas y frases simpáticas (nunca visto en partidos decisivos).
Maidana tuvo que aclararle algunos puntos al mala leche de Sand...

El plantel entró a la cancha con las ideas muy claras, sabiendo que el partido dura 180 minutos y que en el Monumental se necesitaba terminar con el arco en 0. Atacó con esta premisa sellada en la mente de cada jugador y todos conscientes de lo que implica un error.  La tarea colectiva fue soberbia y varios jugadores tuvieron un gran nivel. La tranquilidad para mover la pelota para crear espacios y la presión para recuperar la pelota en campo rival fueron los mayores méritos de la noche.
El dueño del mediocampo, la serenidad y empuje para estos partidos complicados

Extrañamente Lux no participó del partido, tuvo uno de sus partidos más tranquilos, su participación se limitó practicamente a jugar con los pies, a ser un jugador más a la hora de hacer circular la pelota. En defensa Maidana y Pinola jugaron su mejor partido como pareja central, hicieron lo que todos esperábamos de ellos, serenidad y concentración para no permitir que Sand (un desagradecido y porquería de persona salida de nuestras inferiores como pocas recordemos) o cualquier otro jugador llegara al área. Hasta en el juego aereo mostraron seguridad y fueron una constante preocupación en el área rival (sorpresivamente Pinola pateó desde afuera del área y su tiro pegó en el palo), fueron la constante salida del equipo y siempre llevaron la pelota con tranquilidad y seguridad. La gran sorpresa llegó por los laterales, Montiel y Saracchi fueron punzantes en ataque, participaron muchísimo en el juego ofensivo pero además lograron neutralizar la ofensiva rival (tanto Montiel con Acosta como Saracchi con Silva), nunca se dejaron ganar en velocidad y hasta se recuperaron cuando Lanús les complicaba con el juego ofensivo de sus laterales (Acosta se mueve con mucha inteligencia en ofensiva y muchas veces arma un hueco para el ingreso de su lateral). El trabajo defensivo no se limitó a los defensores, también tuvieron mucho que ver en esta neutralización del rival, los rendimientos de Ponzio y Enzo Perez. Ponzio empezó dubitativo pero terminó siendo el dueño del mediocampo, no dejó que pasara nadie y distribuyó el balón mientras Perez se movía por todo el frente para llevar la pelota de izquierda a derecha y viceversa (ahí estuvo la gran virtud del equipo, la tranquilidad para mover la pelota). El equipo jugó con muchísima madurez y seguridad. Ponzio sabe que ahora puede apoyarse en Perez para lo anímico, puede cederle la creación ofensiva y al mismo tiempo sabe que tendrá ayuda defensiva y también podrá apoyarse para ello en Perez y Rojas. La seguridad y experiencia de estos jugadores (más la de Pinola y Maidana en defensa y Scocco en ataque) hizo que todos armaran un gran trabajo colectivo.
El grito de gol desde el alma

El trabajo ofensivo necesitó de mucha serenidad, movimientos de sus mediocampistas para crear espacios y entrar por algunos huecos (esto no se logró) y en esto se falló durante gran parte del partido porque Nacho Fernandez, Rojas y el Pity Martinez no lograron imponer su juego. Fernandez porque no se encontró con la pelota y estuvo errático, Rojas estuvo estático y participó muy poco y Pity fue el que más intentó pero chocó mucho (aunque luego se rebelaba y muchas veces recuperó el balón perdido o provocó errores rivales, aún no jugando bien fue muy importante en la ofensiva. El ingreso de De La Cruz le dio al partido algo de desorden y complicó un poco a Lanús, todos salieron de su zona de confort y aunque muchas veces chocó (al mejor estilo Pity), también logró abrir la defensa rival (incluso en el gol millonario). Scocco (jugó algo solitario) fue el que tuvo las oportunidades poco claras pero aprovechó el rebote que dio el arquero ante el disparo a quemarropa de Martinez (Scocco fue rápido y definió a la perfección).
 La lesión de Saracchi...

Todos sabemos que ganar 1 a 0 es una diferencia leve en este nivel pero al mismo tiempo es enorme si se vuelve a jugar en este nivel en cancha de Lanús (el famoso gol de visitante implicaría obligar a Lanús a hacer 3 goles). Así como festejamos el gol a los 81 minutos, lamentamos muchísimo la lesión de Saracchi casi al finalizar este partido (iremos a Lanús sin Moreira y sin el uruguayo). Habrá que ir al sur con la misma mentalidad, saber que nada será sencillo pero la confianza en este equipo es absoluta.

Por Charro.

jueves, 19 de octubre de 2017

Deslucido pero oportuno

Un gol para terminar el partido

Costó mucho aunque el marcador final marque lo contrario. Un primer tiempo donde no se pudo sacar ninguna ventaja en el juego y sorpresivamente en los 2 minutos finales se lograron 2 goles y un segundo tiempo en el que se intento dominar el juego para mantener controlado el resultado pero apenas se pudo imponer la jerarquía individual que los diferencia. La gran diferencia se impuso en el momento que se logró golpear; la visita había conseguido realizar un primer tiempo parejo y controlado pero se fue al vestuario con 2 goles abajo, 2 goles en los 2 minutos finales destruye a cualquiera y más a un equipo de tercera categoría que ve que hizo todo bien pero sin saber como se encontró con una derrota que los obligó a salir dejando muchos espacios en defensa. En ese primer tiempo River Plate estuvo incómodo, no encontró espacios, no encontró situaciones de gol, no logró asociarse y el juego no tuvo movilidad. Todo esto hasta los 44 minutos, una jugada de jerarquía de Scocco alcanzó para dejar solo a Saracchi y con una definición perfecta logró la ventaja; cuando Atlanta sacó del medio desconcentrado y lamentando ese gol, Nacho Fernandez provocó el error del rival y sorpresivamente se encontró solo frente al arquero y definió magistralmente para dejar el partido con 2 goles de diferencia.

El segundo tiempo no se jugó mucho mejor pero hubo muchos más espacios y con ello hubo algunas situaciones de gol y además se pudo mostrar la diferencia individual, esa diferencia se vio claramente en varias jugadas individuales (Enzo Perez casi se despacha con otro gol eludiendo gente y corriendo de área a área) hasta que llegó el tercer gol. Una desconcentración faltando menos de 10 minutos le permitió llegar al gol a Atlanta pero al minuto siguiente Auzqui sentenció el partido para terminar en el 4 a 1 final y la clasificación a semifinal.
Saracchi y Scocco, el festejo del primer gol...

Gallardo probó al supuesto equipo titular ante Lanús (salvo Moreira que tuvo descanso porque venía con demasiados partidos seguidos). Lux volvió al arco y tuvo una noche bastante tranquila (más allá de alguna jugada de riesgo, un gol en el que nada tuvo para hacer y una salida alocada que pudo haber terminado en un grave error pero terminó siendo salvada casi de casualidad), en la defensa Maidana y Pinola impusieron su categoría y jugaron con cierta comodidad; Montiel volvió a jugar un buen partido, subió bastante, estuvo firme en la marca y sigue sorprendiendo que siendo un central se mueva con tanta soltura en el lateral (su rapidez y personalidad lo ayudan a ser de gran ayuda) y por izquierda Saracchi volvió a tener un muy buen partido en ofensiva y ciertas dudas defensivas. Le gusta imponer su velocidad e ir hasta el fondo, tiró varios centros y participó bien en el juego ofensivo del equipo. Ponzio volvió a jugar como solo él puede jugar los partidos definitorios, tranquilo y concentrado viendo la necesidad del equipo; a su lado Enzo Perez fue otro de los que mostró la diferencia de categoría entre ambos equipos, inteligente y seguro a la hora de marcar y ser la salida del equipo. 

En ofensiva se destacó Nacho Fernandez (el único movedizo) y Pity Martinez, si bien no tuvo su mejor partido, marcó un buen gol que terminó por liquidar el partido (definición de primera, sin darle tiempo al defensor y al arquero para impedir el gol). De la Cruz volvió a ser movedizo, mostró habilidad, complicó al rival pero su juego se diluye, tiene momentos en los que desaparece del juego y otros electrizantes (un cambio de ritmo interesante que puede ser fundamental si logra imponerlo cuando le convenga al equipo). Por último Scocco no tuvo situaciones de gol pero fue fundamental en el primer gol, su habilidad desequilibró el partido.
Los líderes...

Cuando ya todo estaba sentenciado ingresaron Auzqui y Rojas (apenas entraron hicieron una jugada de pizarrón para dejar el 4 a 1 final) y luego Borré. Un resultado muy cómodo en un partido que no fue cómodo y hará que Gallardo siga pensando y buscando soluciones. Llegar a semifinales de ambas copas no es poco pero aún falta mucho por crecer...

Por Charro.

lunes, 16 de octubre de 2017

Una peligrosa repetición

Una buena jugada colectiva para llegar al gol

River Plate volvió a empatar, volvió a empatar en el Monumental y volvió a hacerlo después de haber conseguido marcar la complicada diferencia inicial. Cuando un problema se repite tantas veces y de formas tan diferentes, el técnico debe revisar mucho como solucionarlo (confío que Gallardo estará pensando mucho acerca de todo esto). 

Van 3 años y en estos años se han cometido varios errores. Se desarmó un equipo campeón y el rearmado lleva mucho tiempo, se han hecho pruebas y hay varios jugadores tuvieron su tiempo para acostumbrarse y adaptarse al peso de la camiseta y de la exigencia pero cuando todo empezaba a encaminarse (por lo que puede verse, un proceso de rearmado implica más de 2 años de compra y venta de jugadores, salvo cuando la billetera es tan grande que permite comprar mucho y las pruebas son más rápidas). La manta es corta, siempre se elige algo para priorizar porque la diferencia entre titulares y suplentes es muy grande o porque aún no están preparados para asumir la responsabilidad o porque aún hay que armar el equipo o porque el equipo aún no madura lo suficiente.
De La Cruz es irregular pero determinante

Este equipo encontró su juego pero aún no maduró. Gallardo quiere que aprendan a manejar el partido, aprender a ser duros y seguros en defensa después haber conseguido lo más complicado, abrir el marcador. Abrir el marcador sin goleadores es un arduo trabajo que implica un gran trabajo en conjunto y los suplentes aún no están al nivel para armar ese juego ni para dar seguridad defensiva (algo que también le cuesta consiguir a los titulares). El gran problema es que Gallardo suplanta estas falencias con un gran discurso motivacional en los partidos definitorios pero que no les llega de la misma forma (o no ejerce la misma presión) en los partidos del campeonato (donde se pueden hacer pruebas para llegar al nivel que pretende el DT). Ayer se consiguió el juego ofensivo, se abrieron bien los laterales, se hizo ancho el campo pero costó llegar al área, faltó el delantero, el que no le tiene miedo al arco.

De esta forma fuimos perdiendo puntos en los distintos campeonatos, siempre se la ¨jugó¨ por los partidos definitorios y arriesgó en el campeonato poniendo a jugadores que no le dieron lo que él necesitaba para ganar esos partidos. Así llegamos a este nuevo campeonato (donde el sorpresivo pero previsible alejamiento de Alario cambió los planes muy sobre la marcha) donde nuevamente aparecen las pruebas. Gallardo decidió poner a los suplentes que deben demostrarle si están a la altura de partidos definitorios y jugar con titulares ante Atlanta. Muchos piensan que la prueba debía ser mechando suplentes en ambos cotejos pero la realidad es que nadie se bancaría una posible derrota ante un equipo de tercera división y Gallardo aún no confía en sus suplentes.
Ni haciendo el gol se salva...

Ayer Batalla tuvo una de sus buenas tardes. Nos salvó varias veces y 2 veces no salvó de lo que hubiera sido una derrota (lo cual marca lo mal que estuvimos defensivamente). La defensa volvió a mostrar que aún hay mucho trabajo por hacer. Moreira volvió a ser un gran acompañante ofensivo y hasta diría que es fundamental su trabajo pero defensivamente dejó mucho que desear, del otro lado lo de Casco cada vez preocupa más. Su trabajo defensivo es paupérrimo y complica a los centrales que se abren mucho para cubrir su sector y obligan a Rossi a bajar demasiado. Los equipos atacan siempre por su sector y hasta a Rojas se lo ve complicado (constantemente intenta dar una mano). Barboza se muestra muy lento (a veces torpe), lo cual es una complicación a la hora de cubrir las espaldas de Casco o para cortar el juego de los jugadores veloces o habilidosos rivales (se mueve mejor ante delanteros estacionados que le intentan ganar con el cuerpo). Su trabajo fue más aceptable en el primer tiempo pero se desmadró cuando se abrió el partido y todo fue un desorden. Montiel sufrió ese desbarajuste por izquierda e intentó cubrir agujeros lo mejor que pudo.

El termómetro del partido fue Rossi. En el primer tiempo llegó bien y hasta los 15 o 20 minutos del segundo tiempo pudo ayudar bien a la defensa. Cuando el rival se acomodó en el medio y empezó a llevar riesgo, Rossi perdió la brújula, se desordenó, se puso nervioso y el rival lo aprovechó. Rojas no pudo ayudar y Palacios también sufre en defensa. Palacios es otra gran ayuda ofensiva pero le falta mucho trabajo defensivo. Se juntó muy bien con De la Cruz (tiene muchísima movilidad y habilidad, lo cual abre a las defensas rivales). Borré y Auzqui pusieron mucha voluntad y se nota la falta de potencia ofensiva y la torpeza al llegar al área. El partido se abrió con un buen gol de Casco y a los pocos minutos otra buena jugada colectiva hizo creer que sería un trámite el resto del partido. El problema es que Atlético de Tucuman se la jugó y llevó mucho peligro y aprovechó el desorden, el desconcierto y la falta de madurez de varios jugadores. No alcanzó poner a un tridente ofensivo (Pity, Fernandez y Scocco) para recuperar la victoria que tanto había costado.

Como dijo Gallardo, hay varios jugadores que tendrán que demostrar que están a la altura. No hay tiempo para pruebas y River Plate necesitará de todos para poder seguir ganando en los 3 frentes.

Por Charro.

domingo, 8 de octubre de 2017

Una ráfaga tempranera acomodó el partido

Calidad pura

Gallardo sigue haciendo historia en las definiciones mano a mano y vaya uno a saber como lo logra. A veces parece una cuestión de suerte, otras de fe, otras de resolución, otras de mentalidad pero la cuestión es que avanza y a veces lo hace de una forma mucho más simple de lo que debiera por su juego. A veces el juego del equipo queda en deuda y en duda pero el resultado le da aire para seguir probando. Ante Defensa y Justicia tiene la salvedad que 5 jugadores titulares no pudieron estar presentes (y otro se lesionó en el primer tiempo) y sin embargo fue superior al rival.

Formosa volvió a vivir una fiesta. Los goles al inicio del partido acomodaron el trámite del mismo, un penal y poco después una definición magistral de Scocco permitieron que River Plate se pusiera 2 a 0 antes de los 15 minutos y así se dedicó a manejar el partido (o mejor dicho a impedir que el rival tuviera facilidades al atacar). El trámite parecía controlado pero sin brillar (es más, diría que se hizo deslucido gracias a la presión millonaria, a la falta de ideas y precisión de ambos equipos y al pésimo estado del campo de juego), no pasaba mucho y por eso no extrañó que se presentaran algunas situaciones recién sobre el final del partido (cuando el rival debió presionar un poco más y dejó algunos espacios). Sobre el final Palacios se emocionó por su primer gol y selló el 3 a 0 final.
El festejo del goleador

Lux tuvo poco trabajo pero se mostró seguro (sigue pareciéndome un arquero correcto pero que no te salva partidos, no suele mandarse grandes cagadas pero tampoco te salva en las complicadas). La defensa volvió a mostrar a un entusiasta Montiel (jugando nuevamente fuera de su puesto pero siendo muy efectivo su juego de lateral, se destaca mucho por su velocidad y su deseo constante de acompañar las jugadas ofensivas; es inteligente, ordenado, habilidoso, tiene mucha personalidad pero a veces arriesga demasiado), y por izquierda volvió a jugar Saracchi (defensivamente algunas veces le ganaron muy peligrosamente la espalda porque confía mucho en su velocidad, ofensivamente también se muestra rápido y seguro). La dupla central sigue siendo una preocupación, tal vez esperamos demasiado (?) de Maidana y Pinola pero la realidad es que la suma de 2 grandes defensores no está dando como resultado una defensa impasable, en lugar de sumar pareciera que se restan. Cubren algunas situaciones pero no generan la seguridad que se espera de una dupla que si estuvieran en su mejor nivel y se entendieran a la perfección deberían ser la dupla central de la selección. El gran trabajo defensivo estuvo a cargo de Ponzio (el que siempre está en las difíciles, cuando el equipo perdió 5 titulares y había que ganar el partido volvió a ponerse el equipo al hombro), probablemente lo ayuda la presencia de Rojas a su lado (jugó mal porque estuvo estático pero probablemente lo acomoda a Ponzio, le da una referencia, lo libera de algunos sectores o le cubre bien los huecos que pudiera dejar; Rojas es otro jugador inteligente que no le importa brillar sino cumplir con una tarea que beneficie al equipo).

En ofensiva (ante tantas faltas importantes, los que generan fútbol) se destacó De La Cruz (el poco tiempo que estuvo porque sufrió una plancha que lo dejó fuera antes de terminar el primer tiempo) por su rapidez vertical y movilidad por el frente de ataque. Lamentablemente no tuvo mucha ayuda de Rojas ni de Auzqui (pareciera que el Pity le regaló el casco que tuvo en sus primeros años, a veces le da al rival pases de un metro o se obstina en pasar por donde es imposible teniendo a un compañero al lado en lugar de aprovechar su velocidad haciendo una pared). Borré sigue siendo flojo y el salvador sigue siendo Scocco. Él avisó que no es centrodelantero pero que se acomodaría si el técnico lo necesita. La calidad, experiencia y confianza que tiene en este momento lo está convirtiendo en un goleador letal que nos simplifica el trámite de los partidos (11 goles en 11 partidos en un increíble promedio). En el segundo tiempo Palacios (que reemplazó al uruguayo) no logró darle juego al equipo y Rossi (cada vez se parece más a Ponzio) que entró por Rojas le dio más ímpetu pero sin claridad.
La emoción de los pibes muestra lo difícil que es llegar

River Plate ya está en cuartos de final esperando al ganador de Belgrano vs. Atlanta (y en semifinal no aparecería ningún ¨cuco¨) y solo queda esperar que el calendario tan apretado (especialmente teniendo en cuenta hay elecciones y posibles partidos de repechaje de la selección) no complique la continuidad de los torneos en los que estamos compitiendo y esperamos llegar a la final de ambos sin perder el tren del campeonato (como nos pasó en el anterior). No es tarea sencilla (dependeremos mucho de las rachas, del nivel individual, de ir mejorando el juego y de que no haya lesionados) pero el plantel tiene toda la intención de lograrlo...

Por Charro.

lunes, 2 de octubre de 2017

Un punto sin brillo

Con un penal Scocco mantiene su racha goleadora

Es arduo y agotador el trabajo de armar un nuevo equipo, tanto para el cuerpo técnico como para los hinchas. Lleva mucho tiempo evaluar, encontrar y lograr que lleguen jugadores capaces de vestir el manto sagrado, cuesta otro tanto que entiendan y lleven adelante eficientemente el trabajo que pretende el cuerpo técnico, luego hay que decidir cuales sirven y cuales no de esas compras que se realizaron y finalmente, cuando nos quedamos con los que realmente valen la pena, hay que nutrirlos de experiencia para que no fallen en los momentos cruciales. Todo ese trabajo se empezó a hacer con Almeyda (con la vuelta a primera), continuó Ramón (con el título nacional) y terminó con Gallardo (y sus copas internacionales). Rápidamente se liquidó a ese plantel y Gallardo tuvo el complicado trabajo de rearmado que mezcló con algunos títulos que le dieron aire para continuar con este trabajo pero que se complica cuando aparecen ventas sorpresivas que destruyen la planificación.

Después de un largo trabajo se había conseguido encontrar jugadores acordes al momento que está viviendo River Plate (competir en instantcias finales de Copa Libertadores, Copa Argentina y campeonato nacional), excepto el puesto de arquero (que no se reforzó a principio de año y ahora era complicado encontrar un arquero importante), los demás puestos estaban bastante cubiertos (especialmente luego de la compra de Saracchi) y hasta se había dado un importante salto de calidad con el ingreso de Scocco y Perez, pero todo eso se derrumbó con la salida de Alario y la lesión de Larrondo (más allá de las salidas acordadas de Driussi y Alonso y la lesión de Mora). No es solo la salida del jugador más determinante que teníamos, sino la necesidad de encontrar un nuevo esquema y diferentes soluciones para un problema gravísimo. Con Alario y Driussi se fueron los goles y ahora hay que encontrar nuevos caminos para llegar al gol (y si se hacen menos goles en el arco contrario hay que conseguir que no nos hagan goles con facilidad).
Ponzio y su constante trajín

Gallardo busca variantes ofensivas y defensivas al nuevo problema pero mientras busca la forma de llegar al gol se va dando cuenta que no es fácil mantener el propio arco en 0. Llegar al gol no implica tranquilidad ni la posibilidad de manejar el trámite del partido gracias a la solidez defensiva porque cualquier pelota parada es un riesgo y porque el manejo del balón no lleva peligro al área rival. Los partidos ante AAAJ y Tigre nos muestran esta nueva realidad, Gallardo está trabajando y es cierto que tiene muchísimo por mejorar pero la pregunta es si lograremos ganar alguno de los títulos teniendo en cuenta todo lo que le falta al equipo para ser ¨temible¨. Habrá que confiar en Gallardo cuando dice que él vio a un equipo con tenencia y sin profundidad, con lo cual piensa que no está tan lejos de lo que pretende...
La lluvia hizo complicado el trámite del partido

Ayer, ante Tigre, se volvieron a ver muchos errores defensivos y poca creatividad y peligrosidad ofensiva (supongo que Gallardo se habrá ido muy preocupado). Lux atajó un penal y no tuvo nada que hacer en el gol pero tampoco tuvo más trabajo; en defensa, los laterales tuvieron un trabajo de mucho ida y vuelta, Moreira estuvo muy participativo en ofensiva (extrañamente hizo mucho la diagonal, algo que suele hacer Casco y que tanto le gusta a Gallardo) pero fue Casco el que más falló (increíblmente fue llamado para la selección). A Casco no le sentó bien (?) saber que tiene un reemplazo de calidad. El gran problema es que Maidana y Pinola no forman la dupla que deberían formar según sus antecedentes; no están seguros, no se acoplan, están lentos, inseguros y cometen muchos más errores de los esperables, son 2 jugadores de calidad superior que en lugar de formar una dupla memorable, apenas la están peleando, en lugar de potenciarse se esán disminuyendo. A todas estas dificultades se suma un Ponzio que vuelve a mostrar despliegue pero poca participación efectiva en ofensiva y poco orden en defensa. Tener a Enzo Perez al lado hace que casi se desentienda de la ofensiva y carecer de Rojas lo desordena. 
Pocos momentos de juego y muchos de pelea

En ataque River Plate tuvo algunos buenos momentos, cuando Nacho Fernandez se mueve, avanza con sorpresa y se junta con Enzo Perez (va tomando las riendas del equipo y empieza a ser un capitán más dentro del campo de juego, un punto importante teniendo en cuenta que Ponzio ya piensa en retirarse), la ofensiva encuentra caminos, el problema llega cuando se ponen imprecisos o pierden movilidad (en una cancha chica como la de Tigre es fundamental); ambos tienen despliegue, desequilibrio, sorpresa y habilidad pero a veces se pierden en las defensas cerradas, especialmente cuando el Pity está embarullado, Auzqui no desequilibra o cuando no lo encuentran a Scocco (que a esta altura ya no sabe si estar en el área, si desequilibrar por afuera o juntarse con los mediocampistas).

Debió salir Fernandez y en su lugar entró De La Cruz (un jugador electrizante que aún no puede plasmar lo que insinúa), luego ingresaron Rojas (buscó su lugar defensivo e hizo poco en ataque) y Saracchi (ante la pésima noche de Casco, logró desequilibrar pero tampoco fue efectivo a la hora de ceder la pelota). Así se diluyó otra oportunidad de encontrar el juego que identifique a este plantel y de sumar para no alejarnos de la punta.

Por Charro.