Mora se creó espacios a puro coraje
Terrible derrota en Velez (la sexta consecutiva de visitante, sucediendo algo que no se veía en los últimos 78 años). No es el resultado (1 a 0) lo nefasto sino la situación. Un partido en el que nada sale bien, no acompaña la suerte (tiros en el travesaño), ni los árbitros (no expulsó a Cubero y en la siguiente expulsa a Perez), ni los dirigentes (D´onofrio saliendo a defender a Macri y dejando solos al cuerpo técnico, jugadores e hinchas), ni el técnico (sigue sin encontrar el camino que nos saque de este pozo), ni los jugadores (cada vez más desanimados y con menos capacidad de reacción) y cada vez nos hundimos peligrosamente más hondo).
Es asombroso como una dirigencia y un cuerpo técnico que han acertado y demostrado capacidad e idoneidad en ciertos temas, hayan errado y demostrado incapacidad en el armado de un nuevo plantel luego de haber desarmado / destruído un plantel campeón. Este es un plantel con cierta calidad individual en sus jugadores y cuerpo técnico (hasta podríamos incluir a los hinchas y dirigentes en esta categoría) pero que aún no dio un paso para convertirse en un equipo; le falta todo. No demuestran nada como equipo, no hay sociedades, no hay rebeldía para reaccionar, no hay espíritu competitivo ni dentro ni afuera del plantel, están muy tranquilos, muy conformes y cuando la realidad los golpea ya es demasiado tarde para reaccionar porque por más que quieren no saben como. Está todo tan mal que no se sabe si hay que hacer un lavado de cabeza, darles algunas fechas de banco, hacerlos trabajar en cuádruple turno, dejar que juegue la reserva (?), bajarles los premios...
El plantel campeón de América era duro y seguro, no se les hacía goles y trabajaban para convertir, llegaban al gol y sabían cerrar la puerta. Este plantel es débil e inseguro desde lo anímico, nos hacen goles por errores tontos y no tenemos idea como llegar al otro arco. Este River Plate lastima porque ha demostrado una gran generosidad en levantar a cualquier rival destruído para hundirnos más a nosotros, lastima por su falta de reacción. River Plate hoy no tiene un jugador que rompa los esquemas defensivos rivales porque nadie (salvo Martinez) se anima a eludir jugadores y nadie entiende aún al colombiano Quintero (el único en dar pases cortados ante los movimientos de los delanteros), no hay un jugador que juegue por las bandas tanto en defensa como ataque (Fernandez está bajísimo, Rojas estaba igual y encima se lesionó, Moreira a veces lo hacía pero nadie sabe que pasó, Perez no tiene resto físico para correr y está muy abajo sin lastimar (algo similar que Quintero), el equipo es muy largo porque nadie sabe salir y cuando llegan al fondo por las bandas terminan volviendo casi hasta nuestro arquero; queremos jugar con los laterales pero nos encerramos contra el lateral sin que haya un jugador que se acerque (por eso volvemos siempre hacia atrás), nadie cambia los ritmos, los mediocampistas están desanimados y deambulan como zombies en lugar de buscar los espacios, la desconfianza los convirtió en jugadores patéticos, sin ideas y sin ganas; inofensivo y desordenado, no defiende ni ataca, ya no sabe si presionar, esperar o jugar porque no sabe como se hacen estas cosas. Un plantel donde ni siquiera puede llegar un jugador de inferiores (quiero que alguien explique que les hicieron a las inferiores; como puede ser que no salga un jugador. Hace años que no se forma un jugador con proyección. D´onofrio debería dar explicaciones al respecto).
Pratto aún mostró muy poco
Un gran equipo se transforma luego de que el plantel se une por el aprendizaje de los golpes que van recibiendo o porque la personalidad de los jugadores los une en un objetivo. Este plantel ya demostró que le falta personalidad y tuvo suficientes golpes como para reaccionar. Esto lo convierte en preocupante. Un equipo que ya debería conocer el camino, aún no ha dado el primer paso y ni siquiera sabe hacia donde darlo. La derrota ante Lanús, el doping, la ida de varios jugadores en momentos inoportunos, la llegada de jugadores que debieran haber dado soluciones y solo empeoraron el presente y aumentaron los interrogantes... todo esto nos deja en la mayor penumbra e incertidumbre... dónde estamos (desde lo deportivo, institucional, político y económico)? hacia dónde vamos? y cómo se sale?
Gallardo volvió a intentar poner un equipo mixto (ante tantos bajos rendimientos uno empieza a preguntarse si era un equipo de suplentes y titulares o solo fue la búsqueda de un equipo) ante la proximidad del partido ante Flamengo. Armani vuelve a demostrar que era el arquero que se necesitaba (junto a Alario fueron las 2 únicas incorporaciones acertadas hasta ahora de esta gestión), seguro, rápido, sabe lo que debe hacer y tiene personalidad (todo lo que le falta al resto del plantel). En la defensa no tienen idea donde pararse, como cubrir las espaldas, donde poner el pie, llegan a destiempo... es sorprendente en jugadores de esta calidad... inexplicable. Mayada y Casco subieron mal, marcaron mal y fueron mal acompañados por Martinez Quarta y Pinola. La defensa no es salida con la pelota y no tiene marca, o sea...
Scocco intentando definir...
En el mediocampo la situación fue peor (si, peor). Zucculini mal parado llegaba tarde a todas (se salvó de la expulsión) y junto a Perez, Palacios y De la Cruz nunca supieron que hacer. Los otros 3 demostraron lo que es jugar desmotivados (encima Enzo fue expulsado a mitad del segundo tiempo), no solo llegaban tarde por estar mal ubicados sino por no moverse, por dejar que pasaran los rivales mientras ellos los veían pasar. En estos tiempos no se puede dejar que el rival corra y uno empezar a correr cuando ve que lo pasaron como poste caído. Palacios no siente la marca y De la Cruz no sabe para que está en la cancha (cuando entró Mora empezó a correr en ataque y se contagió con algo de sangre). Qué se puede esperar de los atacantes? Nunca les llega la pelota y obviamente no la tocan. Ni Pratto ni Scocco pueden estar cómodos con este juego. Ponzio entró por Zucculini (previendo una posible expulsión) y no pudo transmitir nada (incluso en el gol se durmió). Mora entró en el ataque y logró que el equipo reaccionara (tarde y solo con espíritu) y Quintero le agregó algunas ideas.
Estamos mal, estamos en crisis, estamos sin respuestas... y ya no queda mucho tiempo.
Por Charro.