"Se pueden arreglar campeonatos enteros, como el de Boca de Ischia." Javier Ruiz árbitro "Ehhehh, eh yo pienso de que ehhehh eeeehh (?)." DAP "No estén cagados." Daniel Passarella

domingo, 17 de diciembre de 2017

Coronados de gloria...

El plantel con otra copa para las vitrinas...

Un poco tarde el posteo pero ir a otra ciudad para ver a River Plate siempre es una buena excusa para tomarse unos días de descanso y tener que votar es un buen motivo para volver...

Como siempre la cancha estuvo llena a pesar de que muchos decían y/o sentían que era un título menor o que éste se debía ganar sin jugarlo, como si todavía no se hubieran enterado que los títulos ya no se consiguen solo por la tradición o el nombre de un club. La mentalidad y el juego han cambiado y cualquier partido se debe jugar en el mayor nivel de concentración y entrega durante todo el partido para no complicarse. Tal vez a algunos le haya parecido un título menor por la categoría de los rivales a lo que se debió enfrentar para llegar a la final (sumado a los resultados ¨mentirosos¨ que se dieron, al haber ganado todos los partidos por 3 goles de diferencia aunque no reflejaban el trámite del partido y lo que costaba llegar al primer gol) pero una final nunca es un trámite (aunque la dirigencia de AFA piense también que es un título menor ya que no hubo nadie para entregar la copa y mostrarse en la final).
Un golazo para definir otra copa...

Hay diferencias y un plus entre un equipo decaído y golpeado como River Plate y otro agrandado, sólido pero de menor categoría individual como fue el caso de Atlético de Tucuman. Se notaba ya en la previa. El sábado a la mañana ya había llegado el grueso de los tucumanos (en muchos casos hinchas de River Plate y Atlético) y se los veía caminando por el centro de la ciudad mientras festejaban su primera final y todos vestían orgullosos sus camisetas, en cambio el hincha de River Plate se lo veía en menor cantidad (entradas agotadas, 25 mil para River Plate y 15 mil para los tucumanos), la mayoría hacía turismo, muchos llegaron en combis o micros sobre la hora del partido (para no pagar alojammiento) y muchísimos más hicieron excusiones fuera de la ciudad o llegaban al mediodía desde las ciudades aledañas. En el centro éramos minoría pero en Cacheuta o los micros de excursiones estaban llenos de hinchas millonarios.

En la previa del partido los tucumanos llenaron antes sus lugares y cantaron emocionados pero una vez empezado el partido se notó quien está acostumbrado a jugar finales. El hincha de River Plate se hizo sentir cuando era necesario y a partir del segundo gol, los hinchas tucumanos se sintieron tocados a pesar que el trámite del partido era incierto. El primer gol millonario ante un trámite parejo golpeó al rival pero el empate al minuto los envalentonó y nos complicó, sin embargo el gol al iniciarse el segundo tiempo los dejó con pocas respuestas porque River Plate empezó a manejar mejor la pelota.
Con la camiseta alusiva a la consagración y Maidana levantando otra copa

El trámite del partido no deparó nada extraño, fue lo que se preveía. Una final jugada con intensidad, nerviosisimo, con varios errores pero donde prevaleció la experiencia millonaria y la suerte necesaria en estas ocasiones. En general no se jugó bien pero dieron todo lo que tenían. River Plate intentó mostrar los atributos que suelen tener los planteles de Gallardo pero apenas pudo ocultar sus debilidades (tanto anímicas como los bajones individuales). La defensa cometió demasiados errores y espera el análisis de Gallardo para ver los cambios para el año próximo. La idea del entrenador de tener 2 caudillos en la zaga central y desde ahí armar una defensa inexpugnable (que difícilmente llegaran hasta un arquero débil) no funcionó durante todo el semestre y este partido no fue la excepción. 

Gallardo optó por su tercer arquero Bologna (como lo hizo en los últimos partidos ante las decepcionantes actuaciones de Batalla y Lux) y fue una grata sorpresa. Se mostró como un arquero correcto, no cometió errores estúpidos ni se la jugó demasiado pero transmitió seguridad (fundamental en una final). La gran decepción volvió a ser Maidana (muy lento y cometiendo algunos errores gravísimos que nunca cometía y que pudieron costar muy caros) y Pinola tampoco sobresalió (muestra algunos dotes de caudillo para empujar al equipo pero también está lento). Los laterales presionaron pasando al ataque pero defensivamente no dieron tampoco seguridad (veremos que pasa con el regreso de jugadores más rápidos como Martinez Quarta, Moreira y Mayada). La realidad es que es muy difícil jugar en el más alto nivel si se ataca siempre pensando en la debilidad defensiva y si se sabe que cualquier pelota puede terminar en gol, la inseguridad atrae al error ofensivo y defensivo.
Scocco festejando su gol, el que abrió el resultado

En el medio volvió a verse también más de lo mismo. Ponzio jugando una final con una mentalidad excepcional, mejorando mucho en el segundo tiempo (cuando debieron salir Perez y Scocco dejándonos con poco poder creativo y fuerza ofensiva, lo cual implicaba un doble esfuerzo defensivo) y mostrando el camino. Rojas otra vez se quedó en deuda jugando un pobre partido mientras que el Pity y Nacho Fernandez (parece que es una competencia ideal para él porque fue la competencia en la que más goles hizo y el sábado se despachó con un golazo) hicieron un partido más acorde a lo que se necesitaba de ellos. Ahí estuvo la gran diferencia junto a Enzo Perez (que al tener la pelota en los pies demuestra que tiene una categoría diferente al resto; inteligencia, capacidad, entrega y velocidad diferente) que salvó los horrores defensivos. A ellos se sumó el poderío ofensivo de Scocco (una hermosa avivada su gol). Otro punto interesante fue el ingreso de De la Cruz (a veces complica la defensa rival y otras se embarulla demasiado complicándonos a nosotros, deberá estabilizarse, aprender como aprovechar su habilidad y tranquilizarse para darle más beneficios al equipo) y como siempre no aportaron mucho Auzqui y Borré (aunque tampoco desentonaron tanto como otras veces).

El festejo de vernos otra vez campeones muestra la necesidad que tenía el plantel y los hinchas de festejar y dejar atrás la dura tristeza del semestre. Ahora será el momento de la dirigencia para traer los jugadores que se necesitan, de Gallardo para potenciar a este equipo y de los jugadores para ¨aprovechar¨ las enseñanzas de las derrotas del semestre, para crecer como plantel, para cicatrizar el dolor con una coronación importante y trabajada y convertirse en un plantel que sea recordado. Esperemos que el 2018 nos depare más gloria y alegría.

Por Charro.

lunes, 4 de diciembre de 2017

Sin respuestas

Golazo de tiro libre que no alcanzó...

El equipo está en un pozo y no sabe como salir. No hay respuestas físicas, anímicas, mentales, futbolísticas, individuales, colectivas... aún están con la cabeza en otra parte. El equipo de Gallardo siempre tuvo un plus que lo hacía imbatible en los momentos decisivos, una presión extra, llegar a la pelota una milésima antes, la suerte del campeón, el acierto del técnico, la aparición individual en el momento más oportuno... todo eso desapareció porque nadie tiene esa respuesta; la presión es similar al del resto de los equipos porque se fue la convicción, la concentración y las piernas no responden, no se llega antes porque el físico, la calidad individual y lo mental no hacen ninguna diferencia, la suerte nos juega en contra (la suerte muchas veces tiene que ver con la fe). Nadie sabe qué pasa y desconfían de sus capacidades. Sabía como ganar (se movía la pelota y se esperaba la mejor oportunidad para convertir porque había seguridad defensiva o convencimiento) pero un golpe sorpresivo (la derrota en Lanús) lo dejó atontado y no logra reaccionar, le quedó la mandíbula débil y ahora sale a cada nuevo round sin saber defenderse, sin saber como atacar y esperando que el rival no lo voltee.

Ya no importa el rival, hasta el rival más débil y con pocas respuestas técnicas individuales es capaz de dejarnos en el piso. Se están perdiendo puntos absurdos y lo peor es que no hay mucho para discutir. Hay demasiados errores y se pagan caros. Ayer nos salvamos de recibir una goleada gracias a 2 salvadas de Bologna en 2 mano a mano y por la inoperancia de los delanteros rivales. Es irónico que el déficit de este equipo (la única respuesta a estas penurias) está en la falta de arquero y delanteros pero ayer los que realmente respondieron fueron Bologna y Scocco.
Esperemos que se acostumbre a la banda, que mejore lo físico y que tenga una buena pretemporada porque lo necesita

Habrá que ver como responde en un partido decisivo pero la realidad es que Bologna está mostrando capacidad para quedarse (algo que no pensé que tenía). La experiencia la está haciendo valer y más allá de las deficiencias que tiene (otro arquero que se clava entre los 3 palos en cada centro), hay que reconocer que mentalmente está mucho mejor que Batalla y Lux. Se está ganando el futuro puesto de arquero suplente. La defensa hace agua pero no por descordinación o descompensación, lo hacen por desconcentrados, lentos y falta de nivel. No hay explicación para el bajo nivel de Pinola (¿tanto pesa la banda roja?) ni para el de Maidana (¿probléma físico? ¿le está huyendo a alguna operación?), salvo que ambos necesiten jugar con un jugador rápido que cubra sus espaldas y que tenga a su cargo mayores espacios defensivos. Es una pena que no haya funcionado la idea de Gallardo de tener una dupla de fuerte carácter capaz de detener a cualquier delantera rival. Claro que el nivel de los centrales también tiene que ver con la poca capacidad defensiva de los laterales. Ayer Gallardo debió dar la orden de que Casco y Saracchi no subieran tanto (tal vez previendo que es una cancha chica) y que se mantuviera el orden defensivo (tal vez pensando en encontrar una respuesta rápida de cara a la final de la semana que viene) pero eso los convirtió en un equipo insulso y en jugadores que mostraron sus incapacidades y pocas veces mostraron sus virtudes. Casco estaba jugando mejor pero arruinó todo en el primer gol. Gallardo optó por la seguridad defensiva y lamentablemente esta no existió. Jugó con doble 5 (teniendo en cuenta que Enzo Perez está lesionado, que Rojas no está en un buen momento técnico ni físico y que el Pity había tenido una mala semana por un golpe) pensando en dar alguna ¨seguridad¨ al equipo (viendo que estamos con la mandíbula floja) pero la jugada salió mal. Ni Ponzio (que siempre da muestras de temperamento pero esta vez no tuvo un buen partido) ni Rossi mostraron buen nivel. No aportaron ofensivamente ni impidieron que el rival lastimara, fueron lentos en el retroceso y perdieron muchas veces la marca.
Entró el Pity y le cambió el ritmo al partido pero tampoco alcanzó

Nos queda la ofensiva... inexistente. Con 2 jugadores muy irregulares (Fernandez y De la Cruz), endebles físicamente (increíble que el uruguayo siempre salga con molestias, especialmente habiendo jugado tan poco) y con poca conexiones para armar juego, es muy difícil que algo pueda salir bien. Si a este poco juego le sumamos el poco peso ofensivo (pobre Scocco, intenta jugar por afuera o buscar la pelota pero sabe que la función en este equipo sin delanteros es estar en el área), nada puede salir bien salvo algún milagro. Las chances de gol que se crearon en el partido fueron pocas y no es de extrañar que el empate transitorio se haya logrado mediante un excelente tiro libre pateado por Scocco. River Plate ya no lastima armando jugadas ofensivas ni con centros por pelota parada (otro ítem que tendrá que revisar Gallardo porque el equipo multicampeón cuando no tuvo respuestas desde el juego las tuvo desde los centros). Para colmo ni siquiera hay respuestas en el banco (entraron Auzqui, Andrade y el Pity). El Pity demostró porque es titular en este equipo (casi el jugador más importante) y los otros demostraron porque el DT les tiene tan poca confianza. No se si tienen ceguera, falta de rebeldía, incapacidad para entender lo que necesita el equipo, falta de categoría... la cuestión es que muchos dan la sensación de no estar a la altura de las circunstancias.

Gallardo dijo que si es necesario no se tomará vacaciones pensando en armar el nuevo equipo y que habrá que trabajar mucho desde lo mental para levantar a este equipo para el próximo sábado. Está claro que hoy no somos favoritos en una final (algo increíble para la era Gallardo) y que este plantel está a años luz del que recibió esta gestión (léase D´onofrio y Gallardo). Hoy hay una necesidad y en algunos meses conoceremos la respuesta, ¿está dispuesta esta dirigencia hacer el enorme gasto que este plantel exige? ¿se dejará de traer jugadores nivel medio para abajo para traer figuras? ¿responderán esas figuras? Si se quiere seguir en esta senda ganadora, no hay más remedio que gastar y no equivocarse (lamentablemente los antecedentes no ayudan).

Por Charro.