Un gol que quedará en nuestro recuerdo, una buena revancha para FM6 (una jugada similar lo había dejado lesionado)
Por fin ganamos de visitante, por fin tenemos una racha haciendo 2 goles, por fin ganamos un partido bisagra, por fin podemos sentir que se puede... por fin una tarde maravillosa y repleta de felicidad sin nada que la empañe. Hubiera sido completísima la fiesta si hubiéramos podido estar presentes en el chiquero pero este triunfo tiene un gusto muy especial. Hace un tiempo que River Plate tiene el desafío enorme de volver a ser y este desafío debe tener un punto de inicio (que tal vez ya lo pasamos sin darnos cuenta), este plantel tuvo muchas oportunidades para demostrar y entrar en la historia pero nunca aprovechó esas oportunidades, habrá que ver si, después de 2 triunfos importantes y al ubicarse en la lucha por el título, logra encontrar ese plus y esa concentración que haga la diferencia y le de la chance de volver a la senda ganadora (el miércoles habrá otra demostración cuando deba enfrentar al muy buen equipo de NOB en el Monumental).
El desahogo del hincha, la felicidad del plantel... todos juntos bancando el silencio del inodoro
Ir a la Bostanera sin público visitante (sabiendo la presión que imprimen sobre los árbitros) es complicado y por eso hizo falta echar mano de todas las herramientas para contrarrestar esa desventaja. Hubo mucho trabajo e ideas para que los jugadores no decayeran en el partido y se sintieran disminuidos en un eventual desgracia de empezar perdiendo o algún desastroso fallo arbitral o alguna de las triquiñuelas (?) a las que nos tienen acostumbrados los bosteros. Es cierto que muchas de estas cosas no tuvieron mucha efectividad en otros momentos (banderazo antes del partido 2011, llenar el club y la confitería, discursos de los dirigentes o cuerpos técnicos) pero lo importante es que mucha gente puso el hombro y la buena intención (algunos le llaman buena onda o energía positiva) para que este grupo de jugadores sintieran que no estaban solos en el chiquero.
La postal que cada jugador tuvo en su cama para motivarlos
La mañana empezó con el triunfo de la reserva con gol de Driussi en medio de una fuerte lluvia y siguió al mediodía con el banderazo en Udaondo bajo el diluvio. En ese momento hasta se sospechaba de una posible suspensión del partido (los bosteros tuvieron que usar secadores y rezar para que deje de llover, parece que gastaron todos sus rezos en eso porque durante el partido no recibieron las ayudas habituales). Miles de personas bajo la lluvia saludaron a los jugadores cuando salían hacia la bostanera y recibieron a los pibes de la reserva que llegaron de Casa Amarilla. La gente se acomodó como pudo en la confitería del club y fue uno de los tantos lugares donde se festejó vestidos de rojo y blanco. Las mismas muestras de pasión se pudieron ver por Twitter en Nueva York, Málaga, Barcelona (con caravana incluida), Israel (el partido terminó a la madrugada), Colombia...
Hay fotos de varias filiales del exterior reunidas para ver el partido. Nueva York también festejó.
La expectativa era mayúscula porque River Plate no se puede permitir superar una década sin victorias en la bostanera, porque ya estábamos cansados de regalarles victorias (o empates) a los bosteros y porque todos queremos ver el despegue futbolístico. La gran sensación generalizada es que esta vez todos nos merecíamos esta victoria. El hincha sabe que quien juega en la cancha y de quienes dependemos, es del jugador (podemos sumar al cuerpo técnico); podemos alentar y decir que hacemos la diferencia pero los jugadores son quienes ganan los partidos. La sensación que tiene el hincha es que ya sufrimos demasiado en esta década, que nos merecemos algunos bálsamos y que ya va siendo hora de volver a la plenitud.
El vestuario millonario en el Monumental y en el chiquero. Se puede conseguir un plus desde afuera
El partido tuvo varias sorpresas. Los bosteros tuvieron la pelota y lastimaron mejor que River Plate pero no tuvieron un dominio arrollador (en los últimos años habitualmente era al revés). Extrañamente esa superioridad la tuvieron por izquierda (atacando por el lado de Mercado y Carbonero) y no atacaron tanto por derecha (supuestamente ellos apostarían por la superioridad de Martinez sobre FM6). Siempre tuvieron más hombres por izquierda (Miño, Insúa, Tristelme, Erbes) y nos complicaron con desbordes permanentes (nos ganaron la franja por más que Mercado tuvo también algunos desbordes interesantes). La tarea de Barovero resultó fundamental, poco pero determinante; seguro y sin espectacularidad; sobrio y con personalidad. Creo que la principal virtud fue no desesperarse ni dejarse llevar por delante aún cuando nos desbordaban por los laterales. El segundo tiempo fue más vertiginoso y tuvo varias situaciones de peligrosidad hasta que Balanta rompió todos los esquemas robando una pelota cerca del mediocampo, pasó entre 4 jugadores rivales tocando para Carbonero y luego a Teo (que gracias a la TV se supone que estaba adelantado unos centímetros, razón por la cual ahora estan llorando todos los bosteros. Estoy seguro que en la cancha pocos notaron esta posición ilícita) desbordó por derecha y dió un excelente pase a Lanzini que estaba entrando a toda velocidad (mérito de Balanta que estaba en el punto penal llevándose una marca y de Manu que volvió a dominar la pelota en velocidad y definió perfectamente por encima del arquero junto al palo contrario).
Exquisita definición de Lanzini. A veces dan ganas de matarlo pero es de los pocos ¨diferentes¨
Parecía que empezaría un largo sufrimiento (faltaban 30 minutos) pero River Plate se plantó bien (aunque los bosteros vivieron en el piso y nos cobraron muchas faltas) y contuvo con cierta tranquilidad a los bosteros hasta que Tristelme consiguió que los bosteros abrieran la boca con un exquisito tiro libre (realmente la clavó en un ángulo). La historia parecía darnos la espalda nuevamente, los bosteros se plantaron y en las tribunas empezaron a festejar el empate con una larga artillería de fuegos artificiales, parecía que habría que aguantar e irse con la cabeza baja. Sobre el final, faltando unos de 5 minutos, llegó el milagro (?); Lanzini volvió a escaparse, pasó a su marca y cuando iba a patear al arco se le tiraron a los pies. Hoy lloran los bosteros y le echan la culpa al árbitro porque el marcador quiso tirar la pelota afuera pero consiguió que ésta pegara en la pierna de Lanzini (esto solo se vio desde una cámara de TV ubicada en el lado contrario del árbitro y del juez de línea). Del centro de este córner (pateado por Lanzini) llegó el excelente cabezazo de FM6 (se anticipó muy bien a su marca y al ridículo de Orión) y el glorioso... SILENCIO TOTAL (nueva frase para el historial).
La felicidad del grupo... que sigan las sonrisas.
Hubo jugadores que hicieron mucho más de lo esperado (Lanzini no se escondió como otras veces, Ledesma aguantó a buen ritmo todo el partido y fue determinante en el medio, Rojas cubrió muy bien el sector izquierdo en el primer tiempo haciendo un gran desgaste, Maidana se afianza en defensa, Cavenaghi hasta se ocupó de defender y volvió a dar el ejemplo de liderazgo del grupo...) pero lo importante fue la tarea grupal, el compromiso por conseguir el objetivo y el sacrificio que tuvieron para no ser superados con amplitud.
Estando en el inodoro no hay forma de no taparse la nariz
Ojalá les sirva para ir por otros objetivos y logros, ojalá que la felicidad que tenemos todos los hinchas millonarios les sirva como motivación y ojalá que puedan entender lo importante que es para ellos conseguir logros en esta institución. Es un desafío gigantesco, la alegría de ayer nadie se las puede quitar (ni a ellos ni a nosotros) pero también es cierto que solo es un primer paso de un objetivo bastante cercano (apenas poco más de 1 mes).
Algunos de los carteles pegados en el vestuario
imágenes de @eduardosimonian,@fedeperetti,pasiónmonumental.com
Por Charro.