Por Charro.
miércoles, 19 de diciembre de 2012
Los caminos de la vida
Por Charro.
martes, 18 de septiembre de 2012
El fusible más débil
Por Charro.
martes, 30 de noviembre de 2010
Poner el hombro
Faltando 3 meses para el final de su mandato, fue el último técnico que desigó Aguilar y se le firmó de manera atípica un contrato por 15 meses. Es común que ante el cambio de autoridades de un club los técnicos ofrezcan su renuncia para dejarle a la nueva conducción vía libre para elegir el DT que crean más adecuado para la nueva gestión futbolística. El Negro no lo hizo aunque DAP se encargó de aclarar que apoyaba su continuidad. Seis meses después, en Tucumán y luego de un empate en 0, DAP decidió ponerle fin a su segundo ciclo.
La salida de Astrada no fue un capricho. El equipo no tenía rumbo, los resultados deportivos fueron pobrísimos y sacando el paso del Inglés Babington, obtuvo el peor promedio de puntos ganados de los últimos 20 años; aún por debajo de Pipo Gorosito el técnico al que vino a reemplazar.
¿Por qué toda esta perorata que huele a un pasado muy lejano? porque el Negro Astrada aún cobra su contrato y me molesta mucho esta actitud de un tipo que le debe todo a River Plate. Innegablemente dio muchísimo por la camiseta pero durante estos 8 meses le esta quitando algo que en River no abunda, dinero. También sospecho que no es casual que no haya encontrado trabajo en otro lugar, ya que inmediatamente dejaría de cobrar el dinero de River Plate y me molestaría muchísimo que lo encuentre apenas finalice el vínculo.
Me molesta porque el Negro era (sí en pasado) uno de los tipos que más quise desde que sigo a River. Y todo esto lo contrasto con la actitud de Cappa de desistir a seguir cobrando su contrato a pesar que fue echado de mala manera y no tiene ni tendrá un mínimo sitio en nuestra historia.
Negro, eso se llama dignidad.
Por. Enrique
lunes, 12 de abril de 2010
In Ramón we trust
El titulo del posteo no deja dudas, considero que el técnico indicado es Ramón Díaz. Estamos en una situación donde no existe margen, ni paciencia y menos tiempo para pruebas o apuestas con nombres importantes pero extraños a la vez como La Volpe, Pekerman o Cappa. Ramón Díaz está a la altura de los técnicos antes mencionados y encima corre con una ventaja, ya dio sobradas muestras que no le pesa el cargo.
No soy un “Ramonista” acérrimo ni mucho menos, me molesta mucho su soberbia y sus caprichos (el manejo que tiene con sus 2 hijos es impresentable). También considero que a pesar de sus logros internacionales en su momento perdimos la oportunidad histórica de un River Plate hegemónico en Sudamérica. Pero hoy no estamos para discutir esto tampoco, en la actualidad un River Plate hegemónico en Sudamérica suena a ciencia ficción, hoy estamos para objetivos mucho más modestos como lo es el de permanecer en Primera División y a Ramón le sobra el paño para esto.
Es importante considerar su gestión en San Lorenzo. Allí se pueden encontrar muchos paralelismos a los que vive River Plate hoy en día. En San Lorenzo tomo un plantel desmoronado futbolística y mentalmente que se había devorado con cuanto técnico le pusieran por delante. Ramón no tardó mucho en devolverlo a los primeros planos y conseguir un campeonato. Nosotros necesitamos solamente que nos devuelva a los primeros planos, con eso alcanza y sobra.
Pero fundamentalmente considero a Ramón Díaz la persona idónea para encarar este crucial momento porque confío plenamente en su “ojo” para el armado del próximo plantel, en esto lo veo mucho más capacitado que al propio Daniel Passarella por ejemplo. Es el técnico ideal para encarar la limpieza de jugadores y decidir sobre las nuevas incorporaciones. Es el momento justo, se acerca un receso más prolongado que lo normal y no hay límite de incorporaciones. No es un técnico funcional a la dirigencia, es funcional a lo que considera mejor para su equipo y es por eso que genera resquemores entre los directivos. Ramón exigirá tanto a los directivos para lograr un plantel competitivo como ellos le exigirán a él resultados. Por eso que le resultaba tan molesto a la gestión pasada donde la prioridad era el vaciamiento y el negociado.
No hay vuelta atrás, ni excusa que sea válida, es el momento de Ramón.
Por: Enrique
jueves, 8 de abril de 2010
La decepción
Ir a la cancha significa ver el nerviosismo y las distintas reacciones que tenemos los miles de hinchas que vamos al Monumental. Salir hacia la cancha ya no es un ritual lleno de felicidad sino un acto reflejo con un deseo místico de ver algo de lo que está en nuestras retinas y memoria. Da a poco todos van tomando conciencia de la gravedad del presente, ya no se escuchan palabras justificatorias hacia Aguilar, cada vez son menos los que piensan que no hay forma de descender y que no significará un esfuerzo salir del pozo. Día a día nos preguntamos donde está el fondo, pensábamos que con el cambio de presidente podrían cambiar las cosas pero el peso que llevamos encima es demasiado grande como para empezar a salir a flote, la pregunta hoy es cuanto tiempo nos llevará.
La pasión por River Plate sigue intacta, puede verse todos los domingos y al día siguiente cuando se ven nuestras caras sufrientes pero este momento es tan delicado que nos sentimos asfixiados, la presión en el pecho duele mucho al término de cada partido. Duele ver la agonía en la que se encuentra River Plate y que nadie haya hecho nada y que ahora tampoco haya cambios. Tal vez, algunos aún puedan soñar con que algún árbitro algún día nos dará una mano, otros soñarán con hacer algún gol, otros con ver una reacción pero la realidad nos acerca al fondo de la tabla de los promedios y eso nos debe volver realistas.
La gente está nerviosa. Ante Lanús se vieron pequeñas grescas por el nerviosismo y la agresividad latente en la gente. Frente a Newell’s se escuchaban insoportables discusiones sobre alentar o putear, culpar a los jugadores y/o a técnico y/o a presidente, si debían jugar pibes o los burros, si debemos atacar o defender, si los refuerzos sirvieron o no… pero las discusiones no eran por decidir que era mejor sino por ver que nos hacía menos daño y para sacar un poco la agresividad latente. Tan latente estaba en la gente que cuando la barra empezó a cantar una nueva canción sobre el aliento si estuviéramos en la B, la reacción generalizada fue de saltarles a la yugular sin importar que fueran matones a sueldo. Las puteadas se generalizaron y la “gran idea” de algún estúpido hincha de la hinchada y no de River Plate se llamó a silencio.
Así no hay forma de zafar, urgente se necesita virar el timón y no es tiempo de terquedades. Es cierto que Astrada está intentando todo pero también es cierto que a veces ciertas capacidades de algunos son superiores a las de otros. No se hasta que punto Bianchi, Gallego, Ramón o Veira en su momento fueron superiores al resto pero claramente tenían un don de transmisión de conceptos que hacían rendir más a sus jugadores. Estos jugadores que hoy forman parte del plantel de River no pueden ser titulares en un club como River Plate pero también es cierto que estos jugadores no son menos que muchos otros planteles de este torneo. Ver que Newell’s o Lanús nos ganan con nada o que Central y Arsenal se llevan puntos sin jugar a nada, o que Huracán y Gimnasia no tienen plantel para nada y sin embargo siguen sumando puntos, debería llamar la atención de todos.
Hoy está claro que este River decepciona y duele, está claro que hay que pegar un golpe de timón muy brusco. El tema es hasta cuando esperar, desde donde empezar con el cambio y entender que ya no habrá una segunda oportunidad. Estamos gastando las últimas balas y tomemos conciencia que nadie quiere ayudarnos, depende de nosotros y probablemente tengamos que luchar frente a la voluntad de varios dirigentes, hinchas y equipos que gocen con mandarnos a otra categoría.
Por: Charro
miércoles, 7 de abril de 2010
Cambios necesitamos
Pero la actualidad es insostenible, cuatro derrotas consecutivas de un equipo a la deriva y con el aditamento de no haber podido conseguir ni un gol en estos partidos. En esta nefasta serie de partidos sin verle la cara a dios se incluye una derrota en el superclásico con un rendimiento atroz y la reciente derrota con Newell´s de local, un equipo que venía de cinco fechas sin poder ganar.
En estos cuatro partidos Astrada cambió siempre la formación inicial, cambio innumerables veces de esquema, borró jugadores e indultó jugadores borrados. Por todo esto, y a pesar del resultado del próximo domingo, considero que Astrada debe dar un paso al costado, es el único cambio que le queda por ensayar.
Por: Enrique
sábado, 3 de abril de 2010
Desconsideración
Todo esto declaró Astrada para intentar justificar la no convocatoria de Ortega para el partido del domingo contra Lanús. En medio de la crisis, Astrada se gana otro problema por el maltrato al que sometió al último ídolo de River Plate, que encima de todo sufre una delicada situación particular. Astrada no midió la repercusión que generaría la simple inclusión del ídolo en una práctica, ese es su error, porque suponer que lo hizo para desviar el foco de atención en medio de la semana más difícil desde su retorno, sería gravísimo y a la postre otra muestra de torpeza.
Este problema surge a partir de otra situación problemática, la indefinición. Si Astrada no va a contar más con Ortega, por la cuestión que sea, que tenga la valentía de aclarárselo frente a frente. Si es Passarella el que envió la orden, que se haga cargo él y no le renueve el contrato a mitad de año. Y lo mismo sí es una decisión consensuada entre DT y Presidente. Deben hacerse cargo de su decisión, que hasta podría ser correcta, pero lo que seguramente es incorrecto es este final gris y desconsiderado al que están sometiendo al Burrito Ortega.
Por: Enrique
miércoles, 17 de marzo de 2010
No es un Burrito cualquiera
La realidad hoy es que ninguna figura reemplaza a Ortega pero también es real que últimamente su influencia en el juego dista mucho de ser la de hace unos años. Ortega está convencido en seguir jugando y pareciera que tanto Astrada como Passarella están convencidos que ya no está en condiciones de jugar en River Plate, seguramente el problema personal del Burrito es uno de los mayores detonantes de esta decisión. Hasta acá sería una lamentable situación en la que deberían poder acercarse las partes, pero en River nada es sencillo y se le van sumando ingredientes indeseables que arman un cóctel muy amargo.
Luego de su última recaída se molestó muchísimo ante la solicitud de ayuda por parte de gente de River a su familia para internarlo. Cada ser humano tiene su forma de ver las cosas y para el Burrito esto fue muy injusto, fue meter a su familia en los medios y meter a seres queridos en un problema que es de él. Este malestar se agravó con el correr de las semanas en las cuales se lo marginó siempre de la lista de concentrados.
El Burrito piensa que le están haciendo una cama, que no se condice la realidad con los dichos, ya no confía en un ex compañero y un ex técnico que siempre demostraron quererlo, se siente dolido y traicionado pensando que lo quieren retirar antes de tiempo.
En este sentido algo de razón no le falta a Ortega, en junio vence su contrato y si no es dentro de la cancha, ¿donde podría demostrar que aún tiene el nivel suficiente para ser jugador de la primera de River Plate?
Hacia el fin de semana pasado, se comentaba que el Burrito estaría convocado para el partido en la Bombonera pero con sus últimas actitudes parece haber firmado su despedida de River Plate. Todos soñamos con una última jugada mágica y de ser posible en la cancha de Boca. Todos lo queremos ver bien pero si no pone toda su energía en los entrenamientos, si no tiene un doble cuidado sobre su cuerpo veterano, se hace muy difícil.
Más allá del fútbol lo único que deseamos es verlo bien a él, es una persona joven con toda la vida por delante; los hinchas de River Plate le estaremos agradecidos por siempre.
Por: Charro / Enrique
viernes, 16 de octubre de 2009
Un lanzamiento bomba
Su personalidad lo tenía congelado en las preferencias cuando arrancó la carrera por la presidencia y supo apoyarse en varios pilares para elevarse lentamente en las preferencias. Primero tuvo un muy fuerte apoyo económico externo, luego inició el contacto con las filiales y grupos que pudieran serle útiles. Cuando parecía que se le desarmaba la estructura por su personalidad poco comprometida, actuó con rapidez y se vieron los primeros gastos reales de campaña, surgió el empapelado de la ciudad para hacer conocer su rostro y finalmente materializó la mejor jugada política de esta elección presidencial. Así como Santilli en 1983 prometió la vuelta de Alonso y Labruna, Dávicce prometió liberar al club de las barras en 1989 y Aguilar prometió seriedad y transparencia; D’Onofrio nos promete recuperar el brillo futbolístico con Francéscoli de manager.
Ayer Rodolfo D’Onofrio hizo efectiva su candidatura a presidente, llenó Obras, juntó micros desde distintos puntos, fuerte operativo policial y sanitario. La presentación del estadio me recordó a esos mítines políticos yanquis de los demócratas y republicanos que vemos por TV y en el cine. Cámaras por todos lados, mucho C5N (del amigo Hadad), grandes pantallas, banderas adornando las paredes, grúas con cámaras que se dirigían por encima de las cabezas de los presentes, mucho personal de seguridad privada, el toque final de la explosión silenciosa de papeles blancos y rojos sobre D’Onofrio y el Enzo, todo muy yanqui…
Tan yanqui que mientras el personal de seguridad miraba el suelo para que no se les pase ni una hormiguita, por detrás se le coló un elefante. Un par de imbéciles hicieron explotar 2 bombas de estruendo apenas el Enzo subió al escenario con la intención de empañar el acto. Un poco de pánico, algunos hasta abandonaron el lugar, corridas por Av. Libertador, la gente de seguridad y seguidores del candidato (identificados con camperas) muy nerviosos, hasta que lograron atrapar a uno de estos idiotas y lo mostraron como a un trofeo durante un buen rato sobre un costado del estadio. Por un lado averiguar quien estuvo detrás de esas bombas es primordial y por el otro esperemos no sea el puntapié inicial para una campaña sucia que hasta ahora se había logrado eludir.
Volviendo al Enzo, fue la emoción de ver salir al ser amado después de 10 años. Todos esperábamos ese momento y esperábamos un recibimiento lleno de cariño pero espontáneamente el ambiente se pobló de emoción y verlo salir despertó los sentimientos de sus apariciones por el túnel del Monumental, era el repentino contraste entre sus salidas con las salidas en las décadas del ‘80 y ‘90 con las que tenemos ahora cada domingo.
Enzo quiso ser simple y sincero y lo logró hasta cuando dio una respuesta sobre Ramón Díaz, donde expresó claramente que es un técnico que no está entre sus preferidos. Dijo que nunca tuvo problemas con él, que jamás le formó un equipo, que era injusto decirlo pero que no está de acuerdo con su forma de manejar los grupos. Repitió que no hay salvadores y ni él, ni Ramón, ni nadie lo fue (se apoyaron en la por entonces poderosa estructura de River). Habló muy bien de Astrada y se mostró complacido por su actitud de agarrar a River en este momento
Otra frase llamativa que repitió en 2 momentos muy diferentes fue la de “credibilidad en el vestuario”. La frase se refería a lo que necesitan los jugadores pero no hablaba del cuerpo técnico, hablaba de los dirigentes y la primera vez lo señaló como una de las ausencias de estos 8 años. Los 2 conceptos en los que más hicieron hincapié fue en los grupos de trabajo y en la seriedad de un trabajo de mediano plazo sin promesas incumplibles ni salvadores inexistentes. Sin dudas, Enzo le da credibilidad, una inmensa cantidad de votos y un seguro toque de seriedad a un plan integral de preparación de juveniles tanto en lo físico como en lo técnico, gracias al conocimiento y sentimiento que tiene de sus años como jugador en América y Europa.
Habrá que ver si estas cosas le alcanzan a un candidato que a muchos nos recuerda al fallido Fernando de la Rúa, que mucho no dice y lo que dice parece pautado, que no enfrentó a la actual conducción habiendo sido la oposición dentro de la comisión. Hoy sigue mostrando la connivencia con el oficialismo cuando su frase principal es “hay que mirar hacia delante y dejar el pasado de lado”.
Por: Charro
lunes, 12 de octubre de 2009
Astrada conducción
Si a partir de ahora no aparecen más noticias similares a la de Barcelona (parece en joda, no lo es) habrá un indicio que Astrada está haciendo bien parte de su trabajo, el resto se verá en la cancha.
Por: Negro Enrique
miércoles, 7 de octubre de 2009
Presente Negro
Volvió Leonardo Astrada y por primera vez(*) llega un técnico donde el principal desafío no es el de sacar campeón a River sino tal como él mismo lo manifiesta, el objetivo será el de sacarnos del pozo. Para ello deberá conseguir inmediatamente muchos puntos, principalmente para alejar al equipo de la novedosa preocupación de mirar la tabla de promedios y también por una cuestión personal, ya que las nuevas autoridades seguramente evaluarán su desempeño apenas asuman en diciembre.
Deberá lidiar con un oficialismo apático y en retirada, con su gente terciando en la contienda electoral, intentando acomodarse en la gran cantidad de listas disponibles y preocupados por tapar las huellas que pudiesen comprometerlos judicialmente en el futuro. Por eso les cayó como un balde de agua fría la renuncia de Pipo Gorosito, los obligó a salir del letargo y desviarse un poco de sus intereses por algo “tan intrascendente” como el presente de River. Gorosito pegó el portazo consciente que la dirigencia solo pretendía de él que se quede hasta fin de año. Seguramente Pipo haya usado su renuncia como una venganza por el nulo apoyo que obtuvo de ellos.
Se dice que hubo consenso entre los candidatos para la llegada del Negro, no creo en nada esto, habrá habido cierto consenso entre los candidatos relacionados con el oficialismo, pero seguramente si Astrada no obtiene resultados en estos meses ninguno se hará cargo de esta designación y el Negro será nada más que parte de la herencia recibida.
Con esta nominación veremos como queda el panorama de los candidatos y sus promesas de técnicos. Habrá que seguir las reacciones de los que declararon, Santilli y Caselli, que ya tenían un compromiso de Ramón Díaz, una carta muy fuerte de cara a las elecciones. No van a perder tan fácilmente esta carta, promediando estas 12 fechas si los resultados no acompañan plantearán la irrupción apenas asuman del ciclo Astrada para reemplazarlo por Ramón.
Si Astrada y todo River tienen la suerte de enderezar el rumbo, esto beneficiará claramente a aquellos que mencionaban a Bielsa como su técnico ideal. Ya tendrán allanado el camino de nombrar a un técnico de menor valía luego de haber ilusionado a mucha gente con un técnico de imposible llegada. Se evitarán así los primeros reproches de la gente que mirará cada acción del nuevo gobierno con una lupa y en parte neutralizarán a los promotores de Ramón
El Negro Astrada asume en un momento delicadísimo, con un presente deportivo paupérrimo, en medio de una contienda electoral y con nula paciencia del hincha. Astrada no tendrá margen de error, mucho menos podrá repetir errores de su anterior paso. Tiene que haber aprendido que no puede aceptar las imposiciones dirigenciales (para colmo imposiciones de parte de una banda de alelados que solo velan por sus intereses particulares), tal vez su intempestiva salida de Rosario Central sea una muestra que esto ya lo aprendió.
Aunque todos sabemos que los problemas de River son muy profundos y van mucho más allá del cambio de un técnico, esperamos que el Negro se ilumine y acierte en el diagnóstico de este plantel enfermo, que enderece el rumbo y con ello colaborará en parte para que River retorne al camino de la grandeza.
Por: Negro Enrique