"Se pueden arreglar campeonatos enteros, como el de Boca de Ischia." Javier Ruiz árbitro "Ehhehh, eh yo pienso de que ehhehh eeeehh (?)." DAP "No estén cagados." Daniel Passarella
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miércoles, 19 de diciembre de 2012

Los caminos de la vida

Cada nuevo camino conlleva un aprendizaje

Los caminos para que los jugadores sigan ligados al club se van ampliando. Ya no se limita a que el jugador dirija primera división, incorporarlo al cuerpo técnico o a las divisiones inferiores, ahora también se puede incorporar a un manager (persona que se ocupa de toda la política de fútbol del club), puede representar al club en el exterior (buscando y observando jugadores, haciendo relaciones públicas) o en el interior (buscando futuros jugadores), representar la ¨marca River¨ en distintos eventos...

Desde los años 30 que el club mantuvo una política de mantener a los jugadores retirados ligados al club, eso permitió que hubiera una mística del club. Los jugadores más inteligentes fueron quienes crearon la identificación con un estilo de juego e hicieron posible que los pibes que llegaron a primera división supieran lo que significaba jugar con la camiseta de River Plate. Hoy, con un trabajo mucho más profesionalizado, se nota una mano muy similar con Bassedas en Velez (manager general), Verón en ELP (hace rato que viene haciendo un trabajo de darle y mantener una identidad en el club y ahora le dieron un ¨título oficial¨ a ese trabajo) y algunos ejemplos más...

En el caso de River Plate se perdió ese trabajo y se manipuleó a los jugadores para quemarlos apenas dejaron el fútbol en lugar de buscar su formación o la ubicación en el lugar donde podrían darle más beneficios al club (y a sí mismos). Trezeguet menciona que cuando llegue su retiro no se ve como DT sino más relacionado con el trabajo con la dirigencia y el fútbol europeo, Enzo dejó el fútbol y lo más cercano que vio es hacer un trabajo similar al de manager, el Tapón Gordillo, Kuyumchoglu y varios jugadores más prefirieron orientarse hacia los chicos y dirigir divisiones inferiores en lugar de hacer una carrera entre mayores. En la actualidad pareciera que el premio es dirigir en primera división sin entender que cada lugar tiene su importancia y que algunos estan mejor preparados para lugares diferentes.

Muchos olvidan que Labruna se inició como ayudante de campo y luego pudo dirigir a nuestro club (de hecho recién en la tercera etapa tuvo éxitos deportivos y en la segunda etapa tuvo grandes campañas que no pudieron ser coronadas), muy similar a lo que pasó con el Tolo Gallego (empezó como ayudante de DAP y luego dirigió al River Plate campeón invicto de 1994. DAP es de los pocos que dejó inmediatamente el fútbol y consiguió títulos, hasta Ramón tuvo que amoldarse y luego de trastabillar logró armar equipos que se llenaron de títulos (varias veces se salvó del despido y logró darle el funcionamiento correcto a un equipo lleno de estrellas). Ramón necesitó algo más de un semestre para entender, transformar y balancear sus errores con los aciertos. Las urgencias y las necesidades del club impidieron que Almeyda capitalizara de la misma forma este tiempo de ¨aprendizaje¨. Para mi gusto el Pelado fue víctima de las circunstancias pero mostró uñas de guitarrero como para ver que puede dirigir aunque le faltaron pulir varios detalles (errores de principiante). Se equivocó al tener un equipo técnico de debutantes y en haber apresurado los tiempos naturales. A mi modo de ver hubiera hecho un gran trabajo en inferiores o siendo ayudante técnico de un técnico experimentado que hubiera dirigido a nuestro equipo cuando estuvo en el Nacional.

En ese mismo camino, el Burrito declaró que el se ve ligado al club trabajando con las inferiores aunque no descartó aceptar la propuesta de Ramón para formar parte del cuerpo técnico. La impronta y el conocimiento que tienen jugadores como Ortega o Almeyda no pueden ser desperdiciadas, deberían tener su primer año de experiencia en las inferiores (lo cual se puede dar con charlas y coordinando trabajos con todas las divisiones o trabajando directamente en una división). La incorporación a su trabajo de varias ideas ¨modernas¨ que tuvo Almeyda durante su año y medio en la dirección técnica de primera sumado al respeto, unión e identificación que se ganó en el grupo me llevan a pensar que hubiera hecho un gran trabajo en inferiores, cómo no pensar que el Burrito lograría los mismos efectos trabajando en inferiores? Dirigir la primera división es el puesto de más notoriedad pero hay muchos puestos fundamentales cuando se busca ser el mejor. El trabajo en divisiones inferiores es tan fundamental como dirigir primera división, mantener buenas relaciones con los clubes de elite u organizar todo el trabajo conjunto del fútbol (desde las inferiores hasta la compra-venta de jugadores) pueden ser tan importantes como el trabajo con el plantel profesional. 

Quedó demostrado que con chapuceros y gente que no sabe (como las últimas CD o comisiones de fútbol que sabían más de negocios que redituaban en sus bolsillos en lugar de saber de fútbol) ni está preparada pra dirigir un club de fútbol, no solo no se llega a ningún lado sino que se destruye lo que se construyó en los años 30.

Por Charro.

martes, 18 de septiembre de 2012

El fusible más débil

Uno de los que salen a confrontar pero elude responsabilidades

Hace unos posteos me pregunté que cosas marcaban que un DT sea bueno o no, fue cuando vi una entrevista a Gorosito en HDF y hablaba con detalles tácticos y técnicos del juego en forma muy clara y didáctica. Desde DAP (cuando todos querían que se fuera porque el equipo no respondía) que no logramos tener un DT que nos dirija durante 50 partidos. No deben ser muchos los técnicos que hayan dirigido 50 partidos desde la asunción de Aguilaucha (hace ya 11 años) y esto marca varias cosas. Primero y principal marca el fracaso en las elecciones de técnicos o de la política futbolística, segundo marca la desorientación existente (especialmente si vemos el tipo de entrenadores que se han elegido) y tercero marca que quienes eligieron siguen en sus puestos pero se echa siempre al entrenador sin hacer una evaluación de las razones del fracaso (o la falta de triunfo).

Durante estos últimos 10 años hemos discutido a todos los técnicos y ninguno nos dejó conformes. La falta de juego se ha ido acentuando a la par de la falta de categoría de los jugadores que se incorporaron, la falta de éxitos ha ido de la mano de jugadores que no podían vestir la camiseta de River Plate y la falta de identidad ha ido de la mano de la destrucción del semillero y de la venta de cada jugador surgido de las escuálidas divisiones inferiores. El primer paso para terminar con este ciclo patético fue la reconstrucción de las inferiores, proceso que recién hace 2 años vio sus primeros frutos. El segundo paso nunca llegó a concretarse y es el de recuperar la identidad de juego.

Cuando vemos los técnicos que nos dirigieron, podemos encontrarnos con Pellegrini que está triunfando en Málaga (anteriormente lo hizo en Villarreal y en Real Madrid tuvo resultados similares a los obtenidos en River Plate. No fue un rotundo fracaso deportivo pero la afición no lo quiso y a la dirigencia le pareció muy timorato su planteo), Simeone está triunfando en Atlético Madrid (como antes lo hizo en ELP), Gorosito tuvo un gran momento en España y Astrada tiene sus vaivenes. Cada uno puede ver estas carreras de distinta forma pero la realidad es que en River Plate no encontraron el camino. 

Según quien hable, las razones del descenso se encuentran la falta de reacción de DAP para cambiar de rumbo cuando el barco se hundía o Aguilaucha nos puso en un camino muy difícil de salir. Aunque ambas afirmaciones tienen parte de verdad, la realidad es que ambas gestiones tuvieron una consejo de fútbol que tomaba decisiones (o dejaron su nombre para la historia) junto al presidente y nunca fueron mencionados como culpables de la debacle futbolística. La elección del DT y de los jugadores viene desde ese consejo, tener a un DT que firmó su contrato hace algo más de un mes y que hoy se lo quiera echar no marca el fracaso del entrenador sino de la gestión que lo puso al frente. Tener un plantel paupérrimo en el 2009 (con jugadores como Cabral, Sanchez, Coronel, Ahumada y la mayoría de los titulares de aquel entonces) fue culpa de un consejo de fútbol que marcó el camino hacia el precipicio. Haber ido al Nacional marca la incapacidad de una gestión para cambiar el rumbo, tanto como la conformación del plantel. 

Han pasado 3 años desde la asunción de DAP y este plantel sufrió los cambios necesarios como para marcar un mejoramiento notable pero las ausencias (Lamela, Cavenaghi, Dominguez, Ocampos...) por necesidad de dinero y por innumerables compras ¨apuestas¨, marcan la pésima gestión. Hoy tenemos un plantel sin marcador por la izquierda porque se dejó ir al único que cubría naturalmente ese sector (porque no se confía en Arano y se improvisa a cualquiera para jugar allí, es una de las grandes falencias que hoy tiene el equipo), se dejó solo a un armador como Lanzini pero no se lo utiliza, llegó un central a precio exorbitante para jugar 2/3 del torneo y demuestra no tener el nivel necesario, llegó solo un volante por izquierda y se dejó ir al titular, se trajo a un goleador que aún no está en condiciones de debutar y ya estamos en la octava fecha. Más de 30 profesionales y solo un defensor por izquierda (al que nadie quiere hacer jugar), un volante por izquierda y un armador. Nos quejamos del pésimo armado del banco de suplentes pero también habría que hablar del desbalanceado plantel que tenemos.

Está claro que gran culpa de esto la tiene Almeyda, él es el encargado de hacer jugar y amoldarse a lo que hay (sin contar que mucho de lo que falta es por su culpa). Está claro que él quiso poner el hombro en un momento que no estaba capacitado para hacerlo. Está claro que DAP lo utilizó para apagar un fuego y funcionó, hoy le está soltando la mano con un silencio vergonzoso para el encargado de dirigir la institución, todos los dardos caen sobre el entrenador y el presidente desaparece. Está claro que el Pelado se desgastó mucho por no haber encontrado el equipo y el funcionamiento que los hinchas deseamos (además del affaire Cavenaghi-Chori, del Burrito, el estresante año en el Nacional...). Todo está tan claro como que el Consejo de Fútbol del club Atlético River Plate es el peor del fútbol argentino porque mandó al descenso a un gigante como River Plate y porque no logra salir de esta mediocridad. Lo peor de todo no es que se quede Almeyda, lo peor de todo es a quienes podrían llegar a traer DAP y sus cómplices. Lo peor no es la irregularidad presente, lo peor es que podrían acentuar la desorientación existente y la presión que existe sobre nuestro equipo. Lo peor es que nadie dirige a River Plate...

Por Charro.

martes, 30 de noviembre de 2010

Poner el hombro

¿Cuántos son los que realmente pusieron el hombro?

Durante el mes de octubre del año pasado Astrada selló su regreso a la dirección técnica de River Plate.  En ese momento se dijo que venía a poner el hombro, básicamente a ayudar y colaborar en una de las peores situaciones de la historia. Él mismo abonó esa idea cuando declaró "Este es un momento complicado de River. Es una parada bastante complicada tenemos riesgo que correr y nos hacemos cargo."

Faltando 3 meses para el final de su mandato, fue el último técnico que desigó Aguilar y se le firmó de manera atípica un contrato por 15 meses. Es común que ante el cambio de autoridades de un club los técnicos ofrezcan su renuncia para dejarle a la nueva conducción vía libre para elegir el DT que crean más adecuado para la nueva gestión futbolística. El Negro no lo hizo aunque DAP se encargó de aclarar que apoyaba su continuidad. Seis meses después, en Tucumán y luego de un empate en 0, DAP decidió ponerle fin a su segundo ciclo.

La salida de Astrada no fue un capricho. El equipo no tenía rumbo, los resultados deportivos fueron pobrísimos y sacando el paso del Inglés Babington, obtuvo el peor promedio de puntos ganados de los últimos 20 años; aún por debajo de Pipo Gorosito el técnico al que vino a reemplazar.

¿Por qué toda esta perorata que huele a un pasado muy lejano? porque el Negro Astrada aún cobra su contrato y me molesta mucho esta actitud de un tipo que le debe todo a River Plate. Innegablemente dio muchísimo por la camiseta pero durante estos 8 meses le esta quitando algo que en River no abunda, dinero. También sospecho que no es casual que no haya encontrado trabajo en otro lugar, ya que inmediatamente dejaría de cobrar el dinero de River Plate y me molestaría muchísimo que lo encuentre apenas finalice el vínculo.

Me molesta porque el Negro era (sí en pasado) uno de los tipos que más quise desde que sigo a River. Y todo esto lo contrasto con la actitud de Cappa de desistir a seguir cobrando su contrato a pesar que fue echado de mala manera y no tiene ni tendrá un mínimo sitio en nuestra historia.

Negro, eso se llama dignidad.

Por. Enrique

lunes, 12 de abril de 2010

In Ramón we trust


Cada día canta mejor (?)

Ya está, la inexorable partida del Negro Astrada se consumó ayer (u hoy a la madrugada) luego del pálido empate frente a Atlético de Tucumán. No me parece importante detenernos en la salida de Astrada, confirmado el fin de este ciclo heredado desde la pasada gestión, Passarella tendrá la oportunidad de elegir uno de los pilares fundamentales desde donde se debe comenzar a apuntalar la reconstrucción. La elección del técnico.

El titulo del posteo no deja dudas, considero que el técnico indicado es Ramón Díaz. Estamos en una situación donde no existe margen, ni paciencia y menos tiempo para pruebas o apuestas con nombres importantes pero extraños a la vez como La Volpe, Pekerman o Cappa. Ramón Díaz está a la altura de los técnicos antes mencionados y encima corre con una ventaja, ya dio sobradas muestras que no le pesa el cargo.

No soy un “Ramonista” acérrimo ni mucho menos, me molesta mucho su soberbia y sus caprichos (el manejo que tiene con sus 2 hijos es impresentable). También considero que a pesar de sus logros internacionales en su momento perdimos la oportunidad histórica de un River Plate hegemónico en Sudamérica. Pero hoy no estamos para discutir esto tampoco, en la actualidad un River Plate hegemónico en Sudamérica suena a ciencia ficción, hoy estamos para objetivos mucho más modestos como lo es el de permanecer en Primera División y a Ramón le sobra el paño para esto.

Es importante considerar su gestión en San Lorenzo. Allí se pueden encontrar muchos paralelismos a los que vive River Plate hoy en día. En San Lorenzo tomo un plantel desmoronado futbolística y mentalmente que se había devorado con cuanto técnico le pusieran por delante. Ramón no tardó mucho en devolverlo a los primeros planos y conseguir un campeonato. Nosotros necesitamos solamente que nos devuelva a los primeros planos, con eso alcanza y sobra.

Pero fundamentalmente considero a Ramón Díaz la persona idónea para encarar este crucial momento porque confío plenamente en su “ojo” para el armado del próximo plantel, en esto lo veo mucho más capacitado que al propio Daniel Passarella por ejemplo. Es el técnico ideal para encarar la limpieza de jugadores y decidir sobre las nuevas incorporaciones. Es el momento justo, se acerca un receso más prolongado que lo normal y no hay límite de incorporaciones. No es un técnico funcional a la dirigencia, es funcional a lo que considera mejor para su equipo y es por eso que genera resquemores entre los directivos. Ramón exigirá tanto a los directivos para lograr un plantel competitivo como ellos le exigirán a él resultados. Por eso que le resultaba tan molesto a la gestión pasada donde la prioridad era el vaciamiento y el negociado.

No hay vuelta atrás, ni excusa que sea válida, es el momento de Ramón.

Por: Enrique

jueves, 8 de abril de 2010

La decepción

Homero es de River

Qué difícil es este momento para todos. Es un tiempo de sentimientos intensos y confusión absoluta, ir a la cancha es diferente. Antes íbamos con la alegría pintada en la cara y hoy vamos tensos y llenos de preocupación; alentábamos felices y en respuesta y agradecimiento a lo que nos daban los jugadores pero hoy solo podemos cantar por amor a la camiseta. El dolor se siente y se ve. La decepción está pintada en cada cara.

Ir a la cancha significa ver el nerviosismo y las distintas reacciones que tenemos los miles de hinchas que vamos al Monumental. Salir hacia la cancha ya no es un ritual lleno de felicidad sino un acto reflejo con un deseo místico de ver algo de lo que está en nuestras retinas y memoria. Da a poco todos van tomando conciencia de la gravedad del presente, ya no se escuchan palabras justificatorias hacia Aguilar, cada vez son menos los que piensan que no hay forma de descender y que no significará un esfuerzo salir del pozo. Día a día nos preguntamos donde está el fondo, pensábamos que con el cambio de presidente podrían cambiar las cosas pero el peso que llevamos encima es demasiado grande como para empezar a salir a flote, la pregunta hoy es cuanto tiempo nos llevará.

La pasión por River Plate sigue intacta, puede verse todos los domingos y al día siguiente cuando se ven nuestras caras sufrientes pero este momento es tan delicado que nos sentimos asfixiados, la presión en el pecho duele mucho al término de cada partido. Duele ver la agonía en la que se encuentra River Plate y que nadie haya hecho nada y que ahora tampoco haya cambios. Tal vez, algunos aún puedan soñar con que algún árbitro algún día nos dará una mano, otros soñarán con hacer algún gol, otros con ver una reacción pero la realidad nos acerca al fondo de la tabla de los promedios y eso nos debe volver realistas.

La gente está nerviosa. Ante Lanús se vieron pequeñas grescas por el nerviosismo y la agresividad latente en la gente. Frente a Newell’s se escuchaban insoportables discusiones sobre alentar o putear, culpar a los jugadores y/o a técnico y/o a presidente, si debían jugar pibes o los burros, si debemos atacar o defender, si los refuerzos sirvieron o no… pero las discusiones no eran por decidir que era mejor sino por ver que nos hacía menos daño y para sacar un poco la agresividad latente. Tan latente estaba en la gente que cuando la barra empezó a cantar una nueva canción sobre el aliento si estuviéramos en la B, la reacción generalizada fue de saltarles a la yugular sin importar que fueran matones a sueldo. Las puteadas se generalizaron y la “gran idea” de algún estúpido hincha de la hinchada y no de River Plate se llamó a silencio.

Así no hay forma de zafar, urgente se necesita virar el timón y no es tiempo de terquedades. Es cierto que Astrada está intentando todo pero también es cierto que a veces ciertas capacidades de algunos son superiores a las de otros. No se hasta que punto Bianchi, Gallego, Ramón o Veira en su momento fueron superiores al resto pero claramente tenían un don de transmisión de conceptos que hacían rendir más a sus jugadores. Estos jugadores que hoy forman parte del plantel de River no pueden ser titulares en un club como River Plate pero también es cierto que estos jugadores no son menos que muchos otros planteles de este torneo. Ver que Newell’s o Lanús nos ganan con nada o que Central y Arsenal se llevan puntos sin jugar a nada, o que Huracán y Gimnasia no tienen plantel para nada y sin embargo siguen sumando puntos, debería llamar la atención de todos.

Hoy está claro que este River decepciona y duele, está claro que hay que pegar un golpe de timón muy brusco. El tema es hasta cuando esperar, desde donde empezar con el cambio y entender que ya no habrá una segunda oportunidad. Estamos gastando las últimas balas y tomemos conciencia que nadie quiere ayudarnos, depende de nosotros y probablemente tengamos que luchar frente a la voluntad de varios dirigentes, hinchas y equipos que gocen con mandarnos a otra categoría.

Por: Charro

miércoles, 7 de abril de 2010

Cambios necesitamos

Estamos con las bolas infladas...

Tengo en claro que el Negro Astrada no es ni por asomo el principal responsable de la debacle actual. Como bien sabemos, Astrada llegó a River Plate en uno de los peores, sino el peor, momento de la historia de nuestro club a ponerle el pecho a esta situación.

Pero la actualidad es insostenible, cuatro derrotas consecutivas de un equipo a la deriva y con el aditamento de no haber podido conseguir ni un gol en estos partidos. En esta nefasta serie de partidos sin verle la cara a dios se incluye una derrota en el superclásico con un rendimiento atroz y la reciente derrota con Newell´s de local, un equipo que venía de cinco fechas sin poder ganar.

En estos cuatro partidos Astrada cambió siempre la formación inicial, cambio innumerables veces de esquema, borró jugadores e indultó jugadores borrados. Por todo esto, y a pesar del resultado del próximo domingo, considero que Astrada debe dar un paso al costado, es el único cambio que le queda por ensayar.

Por: Enrique

sábado, 3 de abril de 2010

Desconsideración

Allá lejos y hace tiempo

“Yo dije que esto pasa por una cuestión futbolística. Si los medios hacen conjeturas, es otro problema". El segundo: "Si me baso en lo que se habla afuera, entraría en una confusión total. Si en algún momento lo utilizaré será para el bien de River y no para el bien personal mío". Y el tercero: "Las decisiones en cuanto a quién juega o no, las tomo yo. Si no están de acuerdo, por ahí no será el momento para que yo siga estando acá"

Todo esto declaró Astrada para intentar justificar la no convocatoria de Ortega para el partido del domingo contra Lanús. En medio de la crisis, Astrada se gana otro problema por el maltrato al que sometió al último ídolo de River Plate, que encima de todo sufre una delicada situación particular. Astrada no midió la repercusión que generaría la simple inclusión del ídolo en una práctica, ese es su error, porque suponer que lo hizo para desviar el foco de atención en medio de la semana más difícil desde su retorno, sería gravísimo y a la postre otra muestra de torpeza.

Este problema surge a partir de otra situación problemática, la indefinición. Si Astrada no va a contar más con Ortega, por la cuestión que sea, que tenga la valentía de aclarárselo frente a frente. Si es Passarella el que envió la orden, que se haga cargo él y no le renueve el contrato a mitad de año. Y lo mismo sí es una decisión consensuada entre DT y Presidente. Deben hacerse cargo de su decisión, que hasta podría ser correcta, pero lo que seguramente es incorrecto es este final gris y desconsiderado al que están sometiendo al Burrito Ortega.

Por: Enrique

miércoles, 17 de marzo de 2010

No es un Burrito cualquiera

El último ídolo

No es fácil manejarse con un ídolo que está en sus últimos años. Viendo la experiencia histórica del club, son muy pocos los casos no conflictivos. Sacando alguno de los jugadores de la década del ‘90 y fines de los ‘80 que volvieron para terminar su carrera en el club y casos aislados como Bernabé Ferreyra que dejó el fútbol antes que alguien se lo pida, la mayoría de los jugadores no pudieron terminar su carrera en River Plate. Los tiempos eran distintos, la competencia era tan grande que cuando un jugador declinaba un poco su ingerencia en el equipo, era reemplazado por una nueva figura.

La realidad hoy es que ninguna figura reemplaza a Ortega pero también es real que últimamente su influencia en el juego dista mucho de ser la de hace unos años. Ortega está convencido en seguir jugando y pareciera que tanto Astrada como Passarella están convencidos que ya no está en condiciones de jugar en River Plate, seguramente el problema personal del Burrito es uno de los mayores detonantes de esta decisión. Hasta acá sería una lamentable situación en la que deberían poder acercarse las partes, pero en River nada es sencillo y se le van sumando ingredientes indeseables que arman un cóctel muy amargo.

Luego de su última recaída se molestó muchísimo ante la solicitud de ayuda por parte de gente de River a su familia para internarlo. Cada ser humano tiene su forma de ver las cosas y para el Burrito esto fue muy injusto, fue meter a su familia en los medios y meter a seres queridos en un problema que es de él. Este malestar se agravó con el correr de las semanas en las cuales se lo marginó siempre de la lista de concentrados.

El Burrito piensa que le están haciendo una cama, que no se condice la realidad con los dichos, ya no confía en un ex compañero y un ex técnico que siempre demostraron quererlo, se siente dolido y traicionado pensando que lo quieren retirar antes de tiempo.
En este sentido algo de razón no le falta a Ortega, en junio vence su contrato y si no es dentro de la cancha, ¿donde podría demostrar que aún tiene el nivel suficiente para ser jugador de la primera de River Plate?

Hacia el fin de semana pasado, se comentaba que el Burrito estaría convocado para el partido en la Bombonera pero con sus últimas actitudes parece haber firmado su despedida de River Plate. Todos soñamos con una última jugada mágica y de ser posible en la cancha de Boca. Todos lo queremos ver bien pero si no pone toda su energía en los entrenamientos, si no tiene un doble cuidado sobre su cuerpo veterano, se hace muy difícil.

Más allá del fútbol lo único que deseamos es verlo bien a él, es una persona joven con toda la vida por delante; los hinchas de River Plate le estaremos agradecidos por siempre.

Por: Charro / Enrique

viernes, 16 de octubre de 2009

Un lanzamiento bomba

¿y si se postulaba él?

Así como el tener dinero no garantiza que una persona no robe, la locuacidad no implica cumplir con las promesas de campaña ni vanagloriarse por presentarse con seriedad significa que no vaya a ser un chanta. Escuchar a D’Onofrio no convence pero se le deben reconocer algunos puntos inteligentes a su favor.

Su personalidad lo tenía congelado en las preferencias cuando arrancó la carrera por la presidencia y supo apoyarse en varios pilares para elevarse lentamente en las preferencias. Primero tuvo un muy fuerte apoyo económico externo, luego inició el contacto con las filiales y grupos que pudieran serle útiles. Cuando parecía que se le desarmaba la estructura por su personalidad poco comprometida, actuó con rapidez y se vieron los primeros gastos reales de campaña, surgió el empapelado de la ciudad para hacer conocer su rostro y finalmente materializó la mejor jugada política de esta elección presidencial. Así como Santilli en 1983 prometió la vuelta de Alonso y Labruna, Dávicce prometió liberar al club de las barras en 1989 y Aguilar prometió seriedad y transparencia; D’Onofrio nos promete recuperar el brillo futbolístico con Francéscoli de manager.

Ayer Rodolfo D’Onofrio hizo efectiva su candidatura a presidente, llenó Obras, juntó micros desde distintos puntos, fuerte operativo policial y sanitario. La presentación del estadio me recordó a esos mítines políticos yanquis de los demócratas y republicanos que vemos por TV y en el cine. Cámaras por todos lados, mucho C5N (del amigo Hadad), grandes pantallas, banderas adornando las paredes, grúas con cámaras que se dirigían por encima de las cabezas de los presentes, mucho personal de seguridad privada, el toque final de la explosión silenciosa de papeles blancos y rojos sobre D’Onofrio y el Enzo, todo muy yanqui…

Tan yanqui que mientras el personal de seguridad miraba el suelo para que no se les pase ni una hormiguita, por detrás se le coló un elefante. Un par de imbéciles hicieron explotar 2 bombas de estruendo apenas el Enzo subió al escenario con la intención de empañar el acto. Un poco de pánico, algunos hasta abandonaron el lugar, corridas por Av. Libertador, la gente de seguridad y seguidores del candidato (identificados con camperas) muy nerviosos, hasta que lograron atrapar a uno de estos idiotas y lo mostraron como a un trofeo durante un buen rato sobre un costado del estadio. Por un lado averiguar quien estuvo detrás de esas bombas es primordial y por el otro esperemos no sea el puntapié inicial para una campaña sucia que hasta ahora se había logrado eludir.

Volviendo al Enzo, fue la emoción de ver salir al ser amado después de 10 años. Todos esperábamos ese momento y esperábamos un recibimiento lleno de cariño pero espontáneamente el ambiente se pobló de emoción y verlo salir despertó los sentimientos de sus apariciones por el túnel del Monumental, era el repentino contraste entre sus salidas con las salidas en las décadas del ‘80 y ‘90 con las que tenemos ahora cada domingo.

Enzo quiso ser simple y sincero y lo logró hasta cuando dio una respuesta sobre Ramón Díaz, donde expresó claramente que es un técnico que no está entre sus preferidos. Dijo que nunca tuvo problemas con él, que jamás le formó un equipo, que era injusto decirlo pero que no está de acuerdo con su forma de manejar los grupos. Repitió que no hay salvadores y ni él, ni Ramón, ni nadie lo fue (se apoyaron en la por entonces poderosa estructura de River). Habló muy bien de Astrada y se mostró complacido por su actitud de agarrar a River en este momento

Otra frase llamativa que repitió en 2 momentos muy diferentes fue la de “credibilidad en el vestuario”. La frase se refería a lo que necesitan los jugadores pero no hablaba del cuerpo técnico, hablaba de los dirigentes y la primera vez lo señaló como una de las ausencias de estos 8 años. Los 2 conceptos en los que más hicieron hincapié fue en los grupos de trabajo y en la seriedad de un trabajo de mediano plazo sin promesas incumplibles ni salvadores inexistentes. Sin dudas, Enzo le da credibilidad, una inmensa cantidad de votos y un seguro toque de seriedad a un plan integral de preparación de juveniles tanto en lo físico como en lo técnico, gracias al conocimiento y sentimiento que tiene de sus años como jugador en América y Europa.

Habrá que ver si estas cosas le alcanzan a un candidato que a muchos nos recuerda al fallido Fernando de la Rúa, que mucho no dice y lo que dice parece pautado, que no enfrentó a la actual conducción habiendo sido la oposición dentro de la comisión. Hoy sigue mostrando la connivencia con el oficialismo cuando su frase principal es “hay que mirar hacia delante y dejar el pasado de lado”.

Por: Charro

lunes, 12 de octubre de 2009

Astrada conducción

Revista Barcelona del 25/09

Hoy se inicia una nueva era de Astrada como DT de River. Esperamos que con la experiencia adquirida haya afinado un poco el ojo para elegir refuerzos y especialmente que haya aprendido que ser tan permeable a los intereses de los directivos lo perjudicó a él como profesional y le provocó un gran daño a River.

Si a partir de ahora no aparecen más noticias similares a la de Barcelona (parece en joda, no lo es) habrá un indicio que Astrada está haciendo bien parte de su trabajo, el resto se verá en la cancha.

Por: Negro Enrique

miércoles, 7 de octubre de 2009

Presente Negro

¿¡Loeschbor, Talamonti!? nahh dejate de joder...

Volvió Leonardo Astrada y por primera vez(*) llega un técnico donde el principal desafío no es el de sacar campeón a River sino tal como él mismo lo manifiesta, el objetivo será el de sacarnos del pozo. Para ello deberá conseguir inmediatamente muchos puntos, principalmente para alejar al equipo de la novedosa preocupación de mirar la tabla de promedios y también por una cuestión personal, ya que las nuevas autoridades seguramente evaluarán su desempeño apenas asuman en diciembre.

Deberá lidiar con un oficialismo apático y en retirada, con su gente terciando en la contienda electoral, intentando acomodarse en la gran cantidad de listas disponibles y preocupados por tapar las huellas que pudiesen comprometerlos judicialmente en el futuro. Por eso les cayó como un balde de agua fría la renuncia de Pipo Gorosito, los obligó a salir del letargo y desviarse un poco de sus intereses por algo “tan intrascendente” como el presente de River. Gorosito pegó el portazo consciente que la dirigencia solo pretendía de él que se quede hasta fin de año. Seguramente Pipo haya usado su renuncia como una venganza por el nulo apoyo que obtuvo de ellos.

Se dice que hubo consenso entre los candidatos para la llegada del Negro, no creo en nada esto, habrá habido cierto consenso entre los candidatos relacionados con el oficialismo, pero seguramente si Astrada no obtiene resultados en estos meses ninguno se hará cargo de esta designación y el Negro será nada más que parte de la herencia recibida.

Con esta nominación veremos como queda el panorama de los candidatos y sus promesas de técnicos. Habrá que seguir las reacciones de los que declararon, Santilli y Caselli, que ya tenían un compromiso de Ramón Díaz, una carta muy fuerte de cara a las elecciones. No van a perder tan fácilmente esta carta, promediando estas 12 fechas si los resultados no acompañan plantearán la irrupción apenas asuman del ciclo Astrada para reemplazarlo por Ramón.

Si Astrada y todo River tienen la suerte de enderezar el rumbo, esto beneficiará claramente a aquellos que mencionaban a Bielsa como su técnico ideal. Ya tendrán allanado el camino de nombrar a un técnico de menor valía luego de haber ilusionado a mucha gente con un técnico de imposible llegada. Se evitarán así los primeros reproches de la gente que mirará cada acción del nuevo gobierno con una lupa y en parte neutralizarán a los promotores de Ramón

El Negro Astrada asume en un momento delicadísimo, con un presente deportivo paupérrimo, en medio de una contienda electoral y con nula paciencia del hincha. Astrada no tendrá margen de error, mucho menos podrá repetir errores de su anterior paso. Tiene que haber aprendido que no puede aceptar las imposiciones dirigenciales (para colmo imposiciones de parte de una banda de alelados que solo velan por sus intereses particulares), tal vez su intempestiva salida de Rosario Central sea una muestra que esto ya lo aprendió.

Aunque todos sabemos que los problemas de River son muy profundos y van mucho más allá del cambio de un técnico, esperamos que el Negro se ilumine y acierte en el diagnóstico de este plantel enfermo, que enderece el rumbo y con ello colaborará en parte para que River retorne al camino de la grandeza.

Por: Negro Enrique

(*) Alguna vez lo escuché al Bambino Veira decir que cuando firmó para River en 1985, Hugo Santilli le mencionó la necesidad de alejar a River del riesgo del descenso, no hace falta aclarar como terminó esa historia.