"Se pueden arreglar campeonatos enteros, como el de Boca de Ischia." Javier Ruiz árbitro "Ehhehh, eh yo pienso de que ehhehh eeeehh (?)." DAP "No estén cagados." Daniel Passarella

domingo, 17 de diciembre de 2017

Coronados de gloria...

El plantel con otra copa para las vitrinas...

Un poco tarde el posteo pero ir a otra ciudad para ver a River Plate siempre es una buena excusa para tomarse unos días de descanso y tener que votar es un buen motivo para volver...

Como siempre la cancha estuvo llena a pesar de que muchos decían y/o sentían que era un título menor o que éste se debía ganar sin jugarlo, como si todavía no se hubieran enterado que los títulos ya no se consiguen solo por la tradición o el nombre de un club. La mentalidad y el juego han cambiado y cualquier partido se debe jugar en el mayor nivel de concentración y entrega durante todo el partido para no complicarse. Tal vez a algunos le haya parecido un título menor por la categoría de los rivales a lo que se debió enfrentar para llegar a la final (sumado a los resultados ¨mentirosos¨ que se dieron, al haber ganado todos los partidos por 3 goles de diferencia aunque no reflejaban el trámite del partido y lo que costaba llegar al primer gol) pero una final nunca es un trámite (aunque la dirigencia de AFA piense también que es un título menor ya que no hubo nadie para entregar la copa y mostrarse en la final).
Un golazo para definir otra copa...

Hay diferencias y un plus entre un equipo decaído y golpeado como River Plate y otro agrandado, sólido pero de menor categoría individual como fue el caso de Atlético de Tucuman. Se notaba ya en la previa. El sábado a la mañana ya había llegado el grueso de los tucumanos (en muchos casos hinchas de River Plate y Atlético) y se los veía caminando por el centro de la ciudad mientras festejaban su primera final y todos vestían orgullosos sus camisetas, en cambio el hincha de River Plate se lo veía en menor cantidad (entradas agotadas, 25 mil para River Plate y 15 mil para los tucumanos), la mayoría hacía turismo, muchos llegaron en combis o micros sobre la hora del partido (para no pagar alojammiento) y muchísimos más hicieron excusiones fuera de la ciudad o llegaban al mediodía desde las ciudades aledañas. En el centro éramos minoría pero en Cacheuta o los micros de excursiones estaban llenos de hinchas millonarios.

En la previa del partido los tucumanos llenaron antes sus lugares y cantaron emocionados pero una vez empezado el partido se notó quien está acostumbrado a jugar finales. El hincha de River Plate se hizo sentir cuando era necesario y a partir del segundo gol, los hinchas tucumanos se sintieron tocados a pesar que el trámite del partido era incierto. El primer gol millonario ante un trámite parejo golpeó al rival pero el empate al minuto los envalentonó y nos complicó, sin embargo el gol al iniciarse el segundo tiempo los dejó con pocas respuestas porque River Plate empezó a manejar mejor la pelota.
Con la camiseta alusiva a la consagración y Maidana levantando otra copa

El trámite del partido no deparó nada extraño, fue lo que se preveía. Una final jugada con intensidad, nerviosisimo, con varios errores pero donde prevaleció la experiencia millonaria y la suerte necesaria en estas ocasiones. En general no se jugó bien pero dieron todo lo que tenían. River Plate intentó mostrar los atributos que suelen tener los planteles de Gallardo pero apenas pudo ocultar sus debilidades (tanto anímicas como los bajones individuales). La defensa cometió demasiados errores y espera el análisis de Gallardo para ver los cambios para el año próximo. La idea del entrenador de tener 2 caudillos en la zaga central y desde ahí armar una defensa inexpugnable (que difícilmente llegaran hasta un arquero débil) no funcionó durante todo el semestre y este partido no fue la excepción. 

Gallardo optó por su tercer arquero Bologna (como lo hizo en los últimos partidos ante las decepcionantes actuaciones de Batalla y Lux) y fue una grata sorpresa. Se mostró como un arquero correcto, no cometió errores estúpidos ni se la jugó demasiado pero transmitió seguridad (fundamental en una final). La gran decepción volvió a ser Maidana (muy lento y cometiendo algunos errores gravísimos que nunca cometía y que pudieron costar muy caros) y Pinola tampoco sobresalió (muestra algunos dotes de caudillo para empujar al equipo pero también está lento). Los laterales presionaron pasando al ataque pero defensivamente no dieron tampoco seguridad (veremos que pasa con el regreso de jugadores más rápidos como Martinez Quarta, Moreira y Mayada). La realidad es que es muy difícil jugar en el más alto nivel si se ataca siempre pensando en la debilidad defensiva y si se sabe que cualquier pelota puede terminar en gol, la inseguridad atrae al error ofensivo y defensivo.
Scocco festejando su gol, el que abrió el resultado

En el medio volvió a verse también más de lo mismo. Ponzio jugando una final con una mentalidad excepcional, mejorando mucho en el segundo tiempo (cuando debieron salir Perez y Scocco dejándonos con poco poder creativo y fuerza ofensiva, lo cual implicaba un doble esfuerzo defensivo) y mostrando el camino. Rojas otra vez se quedó en deuda jugando un pobre partido mientras que el Pity y Nacho Fernandez (parece que es una competencia ideal para él porque fue la competencia en la que más goles hizo y el sábado se despachó con un golazo) hicieron un partido más acorde a lo que se necesitaba de ellos. Ahí estuvo la gran diferencia junto a Enzo Perez (que al tener la pelota en los pies demuestra que tiene una categoría diferente al resto; inteligencia, capacidad, entrega y velocidad diferente) que salvó los horrores defensivos. A ellos se sumó el poderío ofensivo de Scocco (una hermosa avivada su gol). Otro punto interesante fue el ingreso de De la Cruz (a veces complica la defensa rival y otras se embarulla demasiado complicándonos a nosotros, deberá estabilizarse, aprender como aprovechar su habilidad y tranquilizarse para darle más beneficios al equipo) y como siempre no aportaron mucho Auzqui y Borré (aunque tampoco desentonaron tanto como otras veces).

El festejo de vernos otra vez campeones muestra la necesidad que tenía el plantel y los hinchas de festejar y dejar atrás la dura tristeza del semestre. Ahora será el momento de la dirigencia para traer los jugadores que se necesitan, de Gallardo para potenciar a este equipo y de los jugadores para ¨aprovechar¨ las enseñanzas de las derrotas del semestre, para crecer como plantel, para cicatrizar el dolor con una coronación importante y trabajada y convertirse en un plantel que sea recordado. Esperemos que el 2018 nos depare más gloria y alegría.

Por Charro.

lunes, 4 de diciembre de 2017

Sin respuestas

Golazo de tiro libre que no alcanzó...

El equipo está en un pozo y no sabe como salir. No hay respuestas físicas, anímicas, mentales, futbolísticas, individuales, colectivas... aún están con la cabeza en otra parte. El equipo de Gallardo siempre tuvo un plus que lo hacía imbatible en los momentos decisivos, una presión extra, llegar a la pelota una milésima antes, la suerte del campeón, el acierto del técnico, la aparición individual en el momento más oportuno... todo eso desapareció porque nadie tiene esa respuesta; la presión es similar al del resto de los equipos porque se fue la convicción, la concentración y las piernas no responden, no se llega antes porque el físico, la calidad individual y lo mental no hacen ninguna diferencia, la suerte nos juega en contra (la suerte muchas veces tiene que ver con la fe). Nadie sabe qué pasa y desconfían de sus capacidades. Sabía como ganar (se movía la pelota y se esperaba la mejor oportunidad para convertir porque había seguridad defensiva o convencimiento) pero un golpe sorpresivo (la derrota en Lanús) lo dejó atontado y no logra reaccionar, le quedó la mandíbula débil y ahora sale a cada nuevo round sin saber defenderse, sin saber como atacar y esperando que el rival no lo voltee.

Ya no importa el rival, hasta el rival más débil y con pocas respuestas técnicas individuales es capaz de dejarnos en el piso. Se están perdiendo puntos absurdos y lo peor es que no hay mucho para discutir. Hay demasiados errores y se pagan caros. Ayer nos salvamos de recibir una goleada gracias a 2 salvadas de Bologna en 2 mano a mano y por la inoperancia de los delanteros rivales. Es irónico que el déficit de este equipo (la única respuesta a estas penurias) está en la falta de arquero y delanteros pero ayer los que realmente respondieron fueron Bologna y Scocco.
Esperemos que se acostumbre a la banda, que mejore lo físico y que tenga una buena pretemporada porque lo necesita

Habrá que ver como responde en un partido decisivo pero la realidad es que Bologna está mostrando capacidad para quedarse (algo que no pensé que tenía). La experiencia la está haciendo valer y más allá de las deficiencias que tiene (otro arquero que se clava entre los 3 palos en cada centro), hay que reconocer que mentalmente está mucho mejor que Batalla y Lux. Se está ganando el futuro puesto de arquero suplente. La defensa hace agua pero no por descordinación o descompensación, lo hacen por desconcentrados, lentos y falta de nivel. No hay explicación para el bajo nivel de Pinola (¿tanto pesa la banda roja?) ni para el de Maidana (¿probléma físico? ¿le está huyendo a alguna operación?), salvo que ambos necesiten jugar con un jugador rápido que cubra sus espaldas y que tenga a su cargo mayores espacios defensivos. Es una pena que no haya funcionado la idea de Gallardo de tener una dupla de fuerte carácter capaz de detener a cualquier delantera rival. Claro que el nivel de los centrales también tiene que ver con la poca capacidad defensiva de los laterales. Ayer Gallardo debió dar la orden de que Casco y Saracchi no subieran tanto (tal vez previendo que es una cancha chica) y que se mantuviera el orden defensivo (tal vez pensando en encontrar una respuesta rápida de cara a la final de la semana que viene) pero eso los convirtió en un equipo insulso y en jugadores que mostraron sus incapacidades y pocas veces mostraron sus virtudes. Casco estaba jugando mejor pero arruinó todo en el primer gol. Gallardo optó por la seguridad defensiva y lamentablemente esta no existió. Jugó con doble 5 (teniendo en cuenta que Enzo Perez está lesionado, que Rojas no está en un buen momento técnico ni físico y que el Pity había tenido una mala semana por un golpe) pensando en dar alguna ¨seguridad¨ al equipo (viendo que estamos con la mandíbula floja) pero la jugada salió mal. Ni Ponzio (que siempre da muestras de temperamento pero esta vez no tuvo un buen partido) ni Rossi mostraron buen nivel. No aportaron ofensivamente ni impidieron que el rival lastimara, fueron lentos en el retroceso y perdieron muchas veces la marca.
Entró el Pity y le cambió el ritmo al partido pero tampoco alcanzó

Nos queda la ofensiva... inexistente. Con 2 jugadores muy irregulares (Fernandez y De la Cruz), endebles físicamente (increíble que el uruguayo siempre salga con molestias, especialmente habiendo jugado tan poco) y con poca conexiones para armar juego, es muy difícil que algo pueda salir bien. Si a este poco juego le sumamos el poco peso ofensivo (pobre Scocco, intenta jugar por afuera o buscar la pelota pero sabe que la función en este equipo sin delanteros es estar en el área), nada puede salir bien salvo algún milagro. Las chances de gol que se crearon en el partido fueron pocas y no es de extrañar que el empate transitorio se haya logrado mediante un excelente tiro libre pateado por Scocco. River Plate ya no lastima armando jugadas ofensivas ni con centros por pelota parada (otro ítem que tendrá que revisar Gallardo porque el equipo multicampeón cuando no tuvo respuestas desde el juego las tuvo desde los centros). Para colmo ni siquiera hay respuestas en el banco (entraron Auzqui, Andrade y el Pity). El Pity demostró porque es titular en este equipo (casi el jugador más importante) y los otros demostraron porque el DT les tiene tan poca confianza. No se si tienen ceguera, falta de rebeldía, incapacidad para entender lo que necesita el equipo, falta de categoría... la cuestión es que muchos dan la sensación de no estar a la altura de las circunstancias.

Gallardo dijo que si es necesario no se tomará vacaciones pensando en armar el nuevo equipo y que habrá que trabajar mucho desde lo mental para levantar a este equipo para el próximo sábado. Está claro que hoy no somos favoritos en una final (algo increíble para la era Gallardo) y que este plantel está a años luz del que recibió esta gestión (léase D´onofrio y Gallardo). Hoy hay una necesidad y en algunos meses conoceremos la respuesta, ¿está dispuesta esta dirigencia hacer el enorme gasto que este plantel exige? ¿se dejará de traer jugadores nivel medio para abajo para traer figuras? ¿responderán esas figuras? Si se quiere seguir en esta senda ganadora, no hay más remedio que gastar y no equivocarse (lamentablemente los antecedentes no ayudan).

Por Charro.

lunes, 27 de noviembre de 2017

Desconcentración y caída libre

Gran gol de River Plate (jugada con excelentes toques de Scocco, Borre y Pity)

Cómo se explica que en este momento River Plate debería estar jugando 2 finales (una continental y otra nacional) pero estamos hablando de lo mal que juega, de la falta de jerarquía, de la impreisonante cantidad de errores que se cometieron, del bajo nivel de varios jugadores, de la falta de respuestas anímicas y deportivas, de los inexplicables resultados, de la preocupante campaña, de la imperiosa necesida de la llegada de refuerzos óptimos. La situación y expectativa de hace unas semanas era milagrosa y se sostenía en un trabajo anímico pero hoy la realidad nos pega un golpe en el estómago para entender cuantas cosas se hicieron mal y a la larga se pagan. Sabíamos que le faltaba solidez y que era un milagro llegar a instancias decisivas con un delantero y sin arquero pero ahora nos encontramos que carecía de rebeldía, de identidad, de capacidad para sobreponerse y de profundidad.

El resultado del miércoles (aún jugando mal) nos había ilusionado con una levantada pero la realidad nos lleva a preocuparnos por el lugar que tenemos en la tabla (más aún pensando que le solemos dar prioridad a la copa). Del plantel campeón 2014 creo que solo queda Maidana (Ponzio apenas peleaba con Kranevitter por ser suplente) y dejamos ir hasta a las buenas apariciones posteriores (estamos hablando de 3 años). En 3 años eliminamos a un equipo de carácter y calidad de campeón para tener un plantel que carece de carácter, la calidad de muchos es discutible y el nivel de las pocas incorporaciones acertadas deja mucho que desear (en el mejor de los casos por irregulares). No estuvimos preparados para la ida del arquero (siempre se trajo arqueros de segundo o tercer nivel y se apostó por un pibe sin experiencia); los centrales se fueron vendiendo para traer un jugador roto, un ecuatoriano que no rindió, recién ahora se trae a Pinola que lamentablemente no responde como se esperaba y la mejor apuesta sigue siendo los pibes; se apostó por marcadores de punto rápidos y ofensivos descuidando el aspecto defensivo (básicamente se necesitan jugadores rápidos y con mucho amor propio para volver siempre y no dar nunca la pelota perdida), vaya uno a saber que pasa con Moreira y Saracchi parece un acierto pero la realidad es que en este tiempo tuvimos a Casco y Mayada siendo el comodín; Ponzio hace milagros pero muy pronto se irá (ojalá aguante un año más) y allí nos dejará el último gramo de cáracter que le queda al equipo porque no hay reemplazo a pesar del tiempo que hubo y de los errores en la elección; en los volantes Enzo Perez es el ejemplo de los jugadores que se necesitan pero también es una realidad que por edad o físico no está listo para el desgaste que exige el juego pretendido por Gallardo (algo similar a lo que pasa con Maidana, Pinola, Ponzio y Scocco); en la creación de fútbol, Nacho Fernandez y Pity Martinez demostraron mucha irregularidad y endeblez anímica (ni hablar de la cantidad de desaciertos en las contrataciones (algunos casos por incapacidad de los jugadors y otras por falta de puntería de los encargados de contratar) y finalmente el colmo de los delanteros (un déficit casi permanente que solo tuvo un período milagroso con el acierto de Alario que llegó supuestamente con un problema en su rodilla, la levantada sorpresiva de Mora y la aparición más sorpresiva de Driussi). Leyendo este diario se puede entender más este momento que el supuesto finalista de 2 competencias. El plantel se fue degradando y se sostuvo en la fortaleza que le daba Gallardo (al juego desde la presión y a lo mental desde la acumulación de resultados) hasta que terminó de pinchar ante Lanús.

Nunca hubo autocrítica de esta falla en las contrataciones, nunca se pretendió mantener al plantel campeón y se menospreció el trabajo a largo plazo que implica armar un plantel campeón. El equipo campeón de Ramón se armó desde el dolor del descenso, el sufrimiento del ascenso, unos torneos de reacomodamiento y terminó de formarse en el triunfo en la bosta y la atajada del penal ante Racing en el Monumental. Fueron pasos permanentes de crecimiento (mejoramiento de plantel incluido). Este plantel tuvo un decaímiento permanente y los resultados nos nublaron la visión.
La buena tarde de Bologna terminó con una derrota

Ayer River Plate jugó un partido con atrevimiento, decisión y paciencia durante gran parte del partido pero tuvo 2 momentos graves de desconcentración o abatimiento (al final del primer tiempo donde los de NOB llegaron 3 veces y los últimos 20 minutos). Todo lo bueno que se hizo durante el resto del partido (al igual que pasó con Lanús) quedó en la nada ante los horrores (tanto individuales como colectivos) que sucedieron en ese lapso de 20 minutos. A River Plate le costó muchísimo llegar al gol (algo habitual ante los esquemas ultra defensivos de Llop) pero cuando al fin lo consiguió y parecía que se encaminaba hacia una victoria (como solía pasar con el equipo campeón 2014/5), aparecieron las desatenciones. Un lateral fue aprovechado por una payasada de Sarmiento para que todo el equipo se desconcentrara y allí llegó el empate, luego apareció la presión y un nuevo error (esta vez una pérdida de balón de Ponzio en el medio) provocó que un jugador se aprovechara de otros 2 errores (Maidana y Montiel barrieron pero erraron a la pelota y ésta siguió su curso hasta que Montiel cometiera penal). Finalmente (otra vez, como pasara ante Talleres e Independiente), el arquero de NOB bajó el centro de un córner y logró que un jugador enfrentara a la carrera a un jugador de River Plate (en este caso Ponzio), le ganara en velocidad su carrera por el lateral y terminara esa carrera con el gol.
Otra lesión y veremos que dice la clínica Rossi...

Bologna tuvo buenas atajadas y poco que hacer en los goles (hasta se tiró bien en el penal), Montiel y Saracchi (es muy bueno a la hora de tirar centros, habrá que ver si le va mejor cuando tengamos un delantero de área) fueron mucho al ataque y dejaron grandes surcos a sus espaldas. El juego de Montiel siempre es al límite y zafa mucho por velocidad y personalidad pero cuando se equivoca provoca mucho daño. Maidana y Barboza están muy lentos pero se arreglaban bien por más que NOB tiene jugadores rápidos hasta que aparecieron las desatenciones (en el primer gol Maidana discute y Barboza pierde la marca, en el segundo Maidana pifia y en el tercero creo que ninguno de los 2 intentó llegar al área porque intentaron cabecear en el otro área). Ponzio se adueñó del medio tanto en defensa como en ataque, fue la salida del juego cuando salió Perez por lesión y siempre fue la rueda de auxilio pero los 2 errores (el último se confió un poco y perdió en velocidad) fueron muy decisivos y notorios. Perez está sufriendo el trajín (selección y River Plate habiendo llegado con pésimo estado físico) y Nacho Fernandez no ayuda (tuvo unos minutos que jugó bien con movilidad pero se diluyó enseguida y fue obvio su reemplazo). Cuando salió Perez se terminó el eje defensivo (los ingresos de las 2 únicas alternativas de alguna jerarquía que tiene River Plate en el banco en este momento, Palacios y De la Cruz, carecen de capacidad defensiva) y se veía venir el problema. Tan poca marca tiene ese mediocampo que en una jugada Pity (tampoco está pasando por su mejor momento) debió correr casi hasta el córner para salvarnos de un avance rival. Adelante más de lo mismo. Borré es voluntad pero sin peso y Scocco está muy solo en un puesto que no siente.

Así va terminando el año. Con Gallardo preocupadísimo y esperando que la copa Argentina apañe el dolor que tenemos los hinchas y jugadores. Veremos como llevamos los últimos 15 días del año futbolístico.

Por Charro.

jueves, 23 de noviembre de 2017

Rearmarse desde el dolor

Borré festeja su gol y todos agradecemos a D´s

River Plate volvió a meterse mentalmente en el campeonato nacional después de 3 empates y 3 derrotas y en el medio de una eliminación en la copa muy dolorosa. El mismo día que se jugaba la primera final de la copa Libertadores (en la cual no volvían a usar el VAR para no cobrarle un penal en contra de Lanús), River Plate debía enfrentar su dolor en el campo de juego (y en las tribunas o frente al televisor). Un partido adelantado porque el 9 de diciembre habrá una reunión de mandatarios y la policía no podrá ocuparse de otra cosa, un horario incómodo y un River Plate muy desmotivado no eran el mejor cóctel ni el más motivador espectáculo.
Montiel vuelve a cumplir, esta vez en su puesto natural

Al ver los últimos partidos de River Plate, se puede ver a un plantel golpeado que intenta mostrar entereza, nuevas motivaciones y fundamentalmente una posibilidad de revancha. Lo mejor que puede pasar es que lleguen las vacaciones pero antes se debe sumar lo máximo posible para no quedarse lejos de cualquier objetivo próximo. Reencontrarse con las virtudes de este grupo y jugar como quiere el entrenador será la próxima, mientras tanto se debe sumar y conseguir el único título que aún queda por jugar.

En estos días Gallardo intenta encontrar las piezas que puedan mantener un rompecabezas armado e intentará aprender de los muchos errores del semestre. Desde un inicio de su ciclo siempre se la jugó a todo o nada y esta vez nos quedamos sin nada cuando pensábamos que tendríamos todo. El precio de los errores fue muy grande a pesar de que esta vez volvimos a estar muy cerca. La moneda cayó del lado incorrecto (así como en el 2015 cayó del correcto), los aciertos y errores fueron similares pero el resultado fue el opuesto y ahora no queda más remedio que buscar las soluciones. Será fundamental rearmarse desde el dolor y buscar revancha, no desarmar este grupo dolorido pero si buscar potenciarlo y quitarle los muchos defectos que tiene. Habrá que buscar explicaciones y soluciones.
Bologna mantuvo el arco en 0... no es poco...

Ayer River Plate volvió a jugar mal, sin alma, sin reacción, sin motivación pero entregando lo poco que le queda. Hay jugadores que están superados por las circunstancias y otros que no logran llegar al nivel que exige esta camiseta, otros que no logran regularidad y otros que están peligrosamentes empantanados en un nivel decepcionante. Estamos tan mal (o sufrimos las consecuencias de haber hecho tan mal las elecciones) que nuestros salvavidas son Bologna (un pobre tercer arquero que hizo las cosas mejor que los 2 arqueros supuestamente superiores a él) y Borré (un delantero muy fresco y joven que debe entrar porque Scocco no tiene un delantero que lo acompañe y el trabajo de Auzqui es decepcionante).

Bologna hizo un buen trabajo (aunque nunca transmite seguridad y pareciera que le rebotan las pelotas porque van hacia donde él está o no entran cuando él está vencido) y logró mantener el arco en 0 (cuando el rival tuvo varias chances). La defensa volvió a sufrir los centros áereos y no estuvo segura a pesar de la innovación que buscó Gallardo. De 4 jugó Casco y de 3 Saracchi. Casco viene levantando su nivel (lo hizo bien ante Independiente y ayer no desentonó) pero sigue estando muy lejos de lo necesario. El uruguayo estuvo muy impreciso pero demuestra que tiene cualidades (lo mismo que le pasa a De la Cruz) y desequilibra en algunas ocasiones. Como centrales jugaron Montiel (un jugador que da todo lo que tiene, se equivoca pero se levanta y vuelve a intentar, hace algo mal y vuelve a presionar para recuperar la pelota, juega demasiado al límite pero tuvo un semestre que lo coloca como una opción válida para Gallardo) y Pinola (nivel decepcionante; no logra comandar la defensa ni transmitir seguridad). Ponzio volvió a mostrar que es el alma del equipo, el que levanta al equipo, el que muestra donde y como presionar, aún sin jugar en su mejor nivel es una pieza clave (como extrañamos a los jugadores similares a él). Enzo Perez acompañó (dubitativo al principio y más seguro en el segundo tiempo) y logró juntarse con el movedizo De la Cruz (el uruguayo muestra cosas interesantes pero tiene el maldito casco en sus ojos; corre pero no piensa, piensa pero ejecuta mal, intenta pero choca, lucha pero es débil físicamente, pone voluntad pero termina mal las jugadas...). El Pity Martinez es otra pieza fundamental en el armado del fútbol del equipo (está muy irregular, con muchos altibajos) y Auzqui tuvo un partido para el olvido. Pobre Scocco que sigue intentando solo entre los centrales rivales (urgente necesitamos delanteros).
Pity sigue siendo irregular pero fundamental

En el segundo tiempo Borré ayudó (e hizo el primer gol) y Maidana ingresó sobre el final (otro jugador que necesitamos que levante el nivel) por una molestia de Casco. El resultado final de 2 a 0 (con un penal inexistente) no refleja lo que pasó en la cancha pero puede servir si el plantel logra reencontrarse con sus seguridades y profundizar las virtudes que mostró en este semestre.

Veremos que pasa en la próxima fecha y como se termina el año, teniendo en cuenta lo difícil que se presentará el 2018.

Por Charro.

lunes, 13 de noviembre de 2017

Una nueva final...

La atajada que valió como un gol. Por fin Lux lo hizo...

Las derrotas de la semana pasada pegaron fuerte y sin embargo River Plate acaba de clasificar para una nueva final, River Plate clasificó para la final de Copa Argentina ante Atlético Tucuman. Levantar el ánimo a un plantel que se sabía tan cercano a un objetivo e inexplicablemente quedó afuera también debe ser duro, sin embargo el equipo salió a buscar el nuevo objetivo (después de que Gallardo saliera en la semana a desviar la atención y levantara el ánimo de todo el mundo River al anunciar su continuidad).

Como pasó varias veces en esta copa, Gallardo se tomó muy en serio este partido a pesar de la diferencia de nivel que hay a priori. River Plate le ganó a Morón (recién ascendido a la categoría inmediatamente inferior). Como en los partidos anteriores, estos equipos son muy aguerridos y compiten de igual a igual hasta que los derrumba un gol, luego River Plate aprovecha la desconcentración y convierte el segundo gol (pasó en varios partidos este año y también pasó que esos goles son sobre el final del primer tiempo). En el segundo tiempo el rival intenta pero choca con sus limitaciones y River Plate hace valer esa diferencia de nivel individual (y finalmente se termina ganando por 3 goles).

La primera pelota de riesgo fue para Morón y creo que fue una de las primeras salvadas providenciales de Lux (algo que se le reclama al arquero, esa atajada que sorprende, que está fuera de libreto, esa atajada que vale tanto como un gol propio y que cambia el rumbo del parotido). River Plate tuvo la paciencia de buscar el gol moviendo la pelota hacia los laterales e ir golpeando al rival hasta encontrar el hueco, presionó y así fianlmente llegó al gol.

Se destacó Lux con su atajada pero el resto de la defensa tampoco desentonó. No se cometieron errores importantes y controlaron la ofensiva de Morón (no le dieron chances para llegar al gol). Ayer incluso Maidana hizo el segundo gol y Casco con un excelente movimiento abrió la defensa rival en uno de los goles. Ponzio, al no estar ni Perez ni Rojas, se lo vio más solitario pero volvió a ser un león. Ofensivamente se volvió a destacar Fernandez (después de algunos partidos muy bajos, volvió a convertir y fue dueño del balón), Auzqui fue voluntarioso pero chocó demasiado y decide muy mal (juega con el balde puesto), De la Cruz también se muestra movedizo y arranca bien pero suele decidir muy mal, también choca o ejecuta mal lo que piensa bien, Martinez no estuvo claro pero intentó como siempre (más adelantado de lo habitual) y Scocco peleó mucho y estuvo demasiado fastidioso. En el segundo tiempo ingresó Rojas (15 minutos) y volvió a mostrar ese juego inteligente tan habitual en él pero que estaba ausente en el último tiempo. Finalmente, casi en el descuento, Andrade ingresó y le dio un pase que dejó solo a Borré para marcar el tercer gol (así logró que todos los partidos de esta copa terminaran con 3 goles de diferencia, que Gallardo llegara a su décima final por copas y que River Plate llegara a su décima victoria consecutiva en copa Argentina).

No fue un gran partido, no fue una gran actuación (como en toda esta copa, se hizo lo necesario para ganar con tranquilidad pero sin brillo) pero se llegó a la victoria, no se sufrió demasiado y se llegó a una nueva final.

Por Charro.

lunes, 6 de noviembre de 2017

El dolor de pagar por los pecados

Siempre presentes los hinchas

El golpe del martes había sido demasiado duro para todos, había sembrado dudas en los hinchas y los jugadores tendrían que salir a ganar el superclásico sin hacer el duelo por haber perdido el gran objetivo del año en forma absurda y estando tan cerca. Todos dudábamos sobre la respuesta que tendría el equipo y hasta los hinchas estábamos golpeados. La gente respondió desde temprano, no había alegría exultante pero el estadio estuvo colmado y lleno de aliento (si bien hubo momentos de desconcentración, tanto en los hinchas como en los jugadores). Extrañamente (?) el operativo policial volvió a ser un desastre (abrieron muy tarde las puertas, luego los controles fueron pésimamente armados en Figueroa Alcorta y finalmente optaron por no revisar y volvieron a hacer un desastre en Quinteros).
Otro caudillo para el plantel

El equipo respondió en la cancha pero se pagaron muy caros los errores del mercado de pases, la soberbia y la creencia en la varita mágica. Es cierto que pronto volverán a estar Mayada, Martinez Quarta, Moreira y Saracchi, lo cual dará algunas alternativas. Lo real es que este semestre se había empezado con más alternativas en el mediocampo pero las salidas de Driussi y Alario quitaron todas las chances de darle valor a ese potencial que se había construido en el medio. La falta de arquero es fundamental para explicar estos resultados, estos 3 partidos de esta semana nos dejaron en evidencia. Los 3 arqueros no logran hacer 1, Montiel apareció como un bombero (es un central y no lateral) para apagar el fuego de la falta de laterales, nos quedamos con 3 centrales de personalidad pero muy lentos ante laterales que suben mucho y Casco se convirtió en un colador cada vez más permeable, nos quedamos sin delanteros (Larrondo y Mora lesionados y los otros 3 vendidos) y el gran semestre de Scocco nos hizo creer que se puede jugar sin centrodelanteros (ni Auzqui, Borré o Sccocco son jugadores de área). Se trajo a Borré como negocio a largo plazo cuando se necesitaba un 9 que haga goles ahora.
Caudillo absoluto...

Ver a Ponzio, Perez y Scocco daba pena porque su nivel y compromiso se merecían otro presente. Tomaron la lanza acompañados por un Maidana (que ya no es el impenetrable) y Pinola (que que es un buen referente pero es lento para cubrir la espalda de Casco) pero ellos no pudieron suplir las graves falencias del armado del plantel. La dirigencia pensó que Gallardo haría magia como hizo en el 2015 (donde encontró un plantel que se comprometió y cada jugador se convirtió en figura en su puesto) pero esta vez hubo jugadores que no estuvieron al nivel que se necesitaba.
 Gol mal anulado episodio mil...

Ayer se jugó un partido trabado, en el que los bosteros se tomaron su tiempo (5 puntos de ventaja y un partido menos) y esperaron que River Plate se desesperara o cometiera errores. El equipo de Gallardo no se desesperó, hizo su partido pero cometió errores importantes. No jugó bien en ofensiva (cuando no funciona Nacho Fernandez y Pity empieza a enloquecer porque no tiene con quien jugar y entonces se pone el balde que le impide ver a sus compañeros, el ataque se queda sin ideas) y en defensa sufrió demasiado. Tan decepcionados estábamos que pocos se quejaron del gol mal anulado. Cuando no se liga o se salen mal las cosas, no es de extrañar que sucedan las cosas a las que no estamos acostumbrados. Nos golpean en los momentos justos (cuando mejor atacábamos se hace expulsar Fernandez, de la falta nos hacen el gol faltando 5 minutos para terminar el primer tiempo, al empatar a los pocos minutos nos hacen el segundo) y hasta las palabras de Gallardo caen en saco roto (el entrenador odia quedarse con un jugador menos, es lo último que le recuerda a los jugadores antes de salir a la cancha ¨entran a la cancha 11, vuelven 11¨).

Lux no fue culpable directo de los goles pero no salva una. Como siempre digo, es un arquero correcto que puede tener una buena atajada o un error (más determinante como la del martes o menos como pasó en algún otro partido) pero que dificilmente te salve un partido (todo lo contrario a Batalla, quien te puede salvar un partido pero comete 1 error en casi todos los partidos y estos pueden ser muy determinantes o pasar inadvertidos). Así es como las 2 pelotas que fueron al arco terminaron en gol. Montiel es un jugador de pura voluntad y muy arriesgado. Es muy rápido y confiado, todas las jugadas son a matar o morir y ayer ganó siempre. Muy meritorio teniendo en cuenta lo que se juega, la edad y la poca experiencia. Maidana y Pinola tuvieron sus desajustes, sus errores pero no afectaron tanto el trámite del partido. Ambos necesitan de compañero de zaga a un jugador rápido (especialmente si deben cubrir constantemente las espaldas del lateral). A Pinola se lo ve demasiado pendiente de la espalda de Casco y eso lo vuelve dubitativo y crea espacios grandes. De Casco ya no se puede decir mucho más salvo que cada vez está jugando peor, siente el murmullo.
La tontería de Fernandez...

El gran trabajo estuvo en la dupla de Ponzio y Perez. Ponzio se siente muy cómodo en estos partidos y volvió a ser el alma del equipo, el que va al piso y no deja que nadie pase cómodo a su lado, Perez fue otro que puso en la cancha todo lo que tenía, tal vez no fue tan claro a la hora de armar el juego pero fue enorme su compromiso. Ambos salvaron increíblemente contraataques que no podían terminar en otro lado que no sea la red. Fernandez se hizo expulsar tontamente, Rojas no recupera su nivel, Martinez chocó durante todo el partido (pero sigue siendo un jugador que no se esconde) y Scocco hizo lo que pudo en este River Plate que lo deja solo. En el segundo tiempo ingresó De la Cruz que volvió a poner vértigo pero fue poco efectivo. El golazo de Ponzio nos hizo creer en el milagro (ya estábamos jugando 10 contra 10) pero esa ilusión duró poco. Gallardo se la había jugado para lograr ese empate desarmando el equipo (Auzqui por Maidana, otro cambio casi tan inexplicable como el del martes cuando ingresó Auzqui por Perez. Sobre el final quemó las naves poniendo a Borré por Perez). 
Todo el equipo unido junto al capitán... así es como habrá que levantarse

Pasaron cosas muy raras esta semana. Solo el cuerpo técnico entenderá los cambios de estos partidos, solo los dirigentes sabrán porqué no traen jugadores de jerarquía para tener un plantel equilibrado y acorde a lo que se juega y solo el plantel sabrá que pasó en estos partidos definitorios (cuando hasta ahora no fallaba). Lo que queda claro es que Gallardo tiene unas semanas para barajar de nuevo y replantear este final de semestre (terminar lo mejor posible en el torneo y ganar la copa Argentina) mientras decide si se queda una temporada más.

Por Charro.

miércoles, 1 de noviembre de 2017

Una noche dolorosa y llena de bronca

En la foto se ve la mano separada pero encima movió el brazo para interferir con la trayectoria

Una noche que parecía de fiesta terminó en desastre, un partido que se empezó dominando, nos lo robaron y finalmente pagamos caros los errores. Una noche en que se pagaron todos los pecados y soberbias de los últimos tiempos. Imposible no recordar el doping, los 2 últimos partidos de la fase de grupos jugando con suplentes, el arquero de categoría que nunca llegó, la ida de Alario y el reemplazo que nunca arrivó, compras inexplicables, Vangioni... y las advertencias que se venían haciendo sobre este partido (y la dirigencia durmió)

River Plate ganaba con autoridad el primer tiempo. 2 a 0 gracias a un penal y un cabezazo de Montiel y a partir de allí extrañamente algo pasó para que no nos cobraran una clara mano en el área (ni siquiera quisieron pedir el VAR, esto hubiera significado la amarilla para el defensor), un fuera de juego cuando Scocco quedaba solo frente al arco y estaba varios metros habilitado, un trompazo a Rojas que no quisieron ver... y un fatídico error en el minuto 46 para que un primer tiempo tranquilo terminara 2 a 1. En el segundo tiempo tardaron 3 minutos en empatar (por otra desconcentración) y en 15 minutos terminaron por destrozar todo lo bueno del primer tiempo y de esta copa. Tal vez pensaron que el partido estaba terminado y repentinamente se vieron frente a un resultado adverso. Es inexplicable que el árbitro haya pedido el VAR para cobrar un penal a favor de Lanús y no lo haya pedido para cobrar el claro penal a favor de River Plate.
Un nuevo sistema que se convierte en la forma de asegurar un robo

Una pena haber arruinado todo con un pésimo segundo tiempo y haber permitido que nos dañaran con tanta alevosía (Fantino durante varios días vino diciendo que nos iban a perjudicar en este partido). A veces no se puede ni debe creer en las conspiraciones pero otras terminan demostrándose la lógica de la realidad. Lo dijo Gallardo, lo del VAR fue un bochorno y hay 7 tipos que se ¨equivocaron¨ pero eso no quita que River Plate se equivocó demasiado en defensa y que algunos jugadores no estuvieron a la altura (especialmente Fernandez y Martinez). Así como la lesión de Saracchi cambió el curso de la serie, la lesión de Enzo Perez terminó de determinar el curso del partido. Casco volvió a demostrar que le pesa la camiseta, Pinola (que había sido figura en el anterior partido) cometió demasiados errores groseros, Maidana no transmitió seguridad, Montiel cometió pecados de juventud, Luz no atajó una pelota, Rojas está intrascendente, Ponzio se movió pero estuvo impreciso, Perez al igual que Fernandez y Martinez estuvieron diluídos y solo Scocco escapó a esta chatura que nos dejó afuera.

Como dijo Ponzio, este grupo tendrá que salir fortalecido porque en las derrotas es donde más se aprende. Será fundamental que el grupo se levante y la dirigencia haga su trabajo para que el plantel tenga jerarquía en todas sus líneas. Son varios los jugadores que ya están muy cerca del retiro y es necesario buscar la continuidad del ciclo y obtener resultados importantes antes de que se vayan. Ahora viene el partido ante los bosteros y habrá que ver como se levanta el ánimo de este plantel.

Por Charro.

domingo, 29 de octubre de 2017

Con los pibes; sin peso y con errores donde no se debe

Un partido duro que se definió por el trabajo en las áreas

Gallardo esta vez no tuvo muchas opciones, decidió no arriesgar más de cara a un partido determinante como el que se jugará el próximo martes. Las lesiones y los errores en el mercado de pases dejaron algunas zonas con problemas que no tienen solución. Las lesiones de Saracchi, Moreira y Lollo (también faltaba el lateral derecho de la reserva) en defensa más las suspensiones de Martinez Quarta y Mayada y venta de Mina para tener cupo extranjero, dejaron solo 5 jugadores profesionales en la defensa. La ida repentina de Alario (sumada a la de Driussi), la libertad de acción de Alonso (para tener cupo de extranjero), las lesiones de Mora y Larrondo (hasta el pibe Picazzo estaba lesionado), la falta de experiencia de Borré y la irregularidad de Auzqui, hacen que Scocco no pueda ser arriesgado nunca. Es así que River Plate ayer presentó un equipo con defensores que no jugaron nunca juntos (incluso Aguirre debió sacrificarse en un puesto al que no está acostumbrado), un mediocampo con un jugador que volvió oficialmente después de 9 meses y una delantera sin peso. Un equipo con demasiados juveniles que aguantó bastante bien el primer tiempo pero sufrió mucho los golpes que recibió.
Excelente gol y definición

Estos partidos se definen por los momentos en que se convierten los goles o por lo determinante de los errores. River Plate sufrió ambos males. Gol al último minuto del primer tiempo, desconcentración en los 2 últlimos goles, incapacidad para definir en el arco contrario y hubo momentos en los que dosificaron el esfuerzo porque no están preparados para el esfuerzo que les demanda Gallardo y eso el rival no lo perdonó.

El partido pudo ser para cualquiera de los 2 en el primer tiempo. River Plate contuvo al rival (que tampoco tuvo muchas luces) pero llegaban al área lastimando más. Hay veces que en las actitudes de los pibes se puede intuir la orden del banco. En mi opinión Gallardo les pidió mucha presión, que cuidaran la pelota y que no los dejaran venir cómodos. La sucesión de amarillas complicó esa tarea (es otra orden de Gallardo, no acepta que el equipo pierda un jugador) y los defensores tuvieron mucho miedo al poner la pierna y en el segundo tiempo más de uno quedó muy cansado (se notaba en los errores en los pases y que varias veces ya no corrían a sus marcas (especialmente el mediocampo).
 El debut del hijo de Gallardo...

Más allá de los pibes que debutaron (fallido por el rendimiento general al que no pudieron escapar), lo más preocupante es el bajo nivel de algunos suplentes (esos que suelen estar en el banco de suplentes). A Ponzio no le queda tanta cuerda e Iván Rossi quedaría como su reemplazo natural (?) y lamentablemente no se está ganando el puesto (y tampoco está jugando Morán Correa. Ayer no tuvo un mal primer tiempo pero sus baches son muy peligrosos). La falta de delanteros está obligando a Gallardo a poner seguido a Auzqui y Borré pero ninguno de los 2 son soluciones en este momento (Auzqui es buena intención pero puro barullo y el colombiano es muy liviano), Barboza está decepcionando (cumplió bien la función de líder defensivo al lado de tantos pibes pero en el segundo tiempo se diluyó) y Denis Rodriguez sintió la falta de fútbol.

Otra vez Batalla quedó expuesto (fue su culpa el gol al último minuto del primer tiempo) y su grave error se vuelve a pagar muy caro (es uno de los grandes problemas que está teniendo Batalla, sus errores tienen un precio muy caro, son en partidos o momentos determinantes). En la defensa debutaron los laterales Aguirre y Nahuel Gallardo (Aguirre fue improvisado a la derecha porque el lateral de la reserva también estaba lesionado). Gallardo tenía todas las cámaras encima y respondió bien (especialmente por actitud) en el primer tiempo (terminó siendo lo mejor de la defensa). De centrales estuvieron Barboza y Sibile (no suelen juegar juntos estos defensores) y se les notó el desacople y el nerviosismo del debutante. Rossi se mareó ante tanto toque cordobes y no fue bien custodiado por Rodriguez ni Palacios (siempre tomaban a los cordobeses desde atrás y por eso llegaron tan cómodos en los goles). En ofensiva estos jugadores intentaron juntarse con De La Cruz pero no lo lograron y el uruguayo poco pudo hacer porque ni siquiera tuvo oportunidad de juntarse con Auzqui y Borré.
Muchos debuts para un partido

Es cierto que no se podía poner a los titulares porque el plentel está descompensado. El equipo que se presentó ayer no es ni siquiera el suplente. Esta falta de jerarquía se notó demasiado porque una cosa es poner a un debutante y otra es que la estructura base esté colmada por debutantes o jugadores de poca jerarquía. Más allá de lo excepcional de la circunstancia y de lo exagerado del resultado (no se merecían esta goleada de 4 a 0), sería bueno que el manager y cuerpo técnico revean las compras del mercado de pases. Las lesiones de los laterales (de primera y reserva) entra en la categoría mala suerte (aunque se dejaron ir a algunos jugadores de ese puesto), lo de la suspensiones nadie quiere escuchar ni decir de quien es la responsabilidad pero lo Lollo, Larrondo y Alario y el desbalanceo del plantel no puede ser pasado por alto (recién en este mercado de pases Gallardo logró tener diferentes variantes en el mediocampo). Los primeros 2 nombres son inversiones caras (especialmente porque se pagó más de lo que la cláusula indicaba) que pudieron haber implicado la llegada de otros jugadores y lo de Alario no puede pasar tan sorpresivamente en un momento tan determinante.

Así estamos y se está pagando muy caro porque ya estamos a 9 puntos del líder cuando recién van 7 fechas (y siempre hay que pensar en la clasificación para la copa).

Por Charro. 

miércoles, 25 de octubre de 2017

En el Monumental otra vez respondió el equipo

Un gol que nos llena de felicidad, una definición de goleador...

Semifinales de la Copa Libertadores, todos sabemos que llegar hasta aquí implica jugar un partido de ida y vuelta complicado y que tendrá una fuerte carga estratégica. El equipo de Gallardo entró sabiendo lo que significa cometer un error en esta clase de definiciones y así fue como se jugó un partido sin fisuras. Una de las ventajas que tiene esta etapa de River Plate es que Gallardo nos llevó a tantas definiciones importantes que tanto los jugadores como los hinchas sabemos lo que debemos hacer y la confianza es casi ciega (es ¨casi¨ porque la gran mayoría cree que se ganarán todas las definiciones y hasta ahora casi que no se ha fallado).
Nuevo capítulo en la recepción del equipo...

Así como el equipo jugó un gran partido, los hinchas también jugamos nuestro partido. Desde temprano la gente llegó confiada al Monumental (algo que para muchos significa disminuir tensiones) y se llegó el estadio sabiendo que habría que armar otra fiesta. La recepción del equipo nuevamente fue extraordinaria (como ya estamos ¨acostumbrados¨ para estas fechas especiales y sabemos como influye en el rival) y se logró que la presión empezara en las tribunas y continuara en la cancha (o viceversa). La ¨tranquilidad¨ fue tan clara que hasta la policía es amable (?); con controles policiales rápidos, con algunas sonrisas y frases simpáticas (nunca visto en partidos decisivos).
Maidana tuvo que aclararle algunos puntos al mala leche de Sand...

El plantel entró a la cancha con las ideas muy claras, sabiendo que el partido dura 180 minutos y que en el Monumental se necesitaba terminar con el arco en 0. Atacó con esta premisa sellada en la mente de cada jugador y todos conscientes de lo que implica un error.  La tarea colectiva fue soberbia y varios jugadores tuvieron un gran nivel. La tranquilidad para mover la pelota para crear espacios y la presión para recuperar la pelota en campo rival fueron los mayores méritos de la noche.
El dueño del mediocampo, la serenidad y empuje para estos partidos complicados

Extrañamente Lux no participó del partido, tuvo uno de sus partidos más tranquilos, su participación se limitó practicamente a jugar con los pies, a ser un jugador más a la hora de hacer circular la pelota. En defensa Maidana y Pinola jugaron su mejor partido como pareja central, hicieron lo que todos esperábamos de ellos, serenidad y concentración para no permitir que Sand (un desagradecido y porquería de persona salida de nuestras inferiores como pocas recordemos) o cualquier otro jugador llegara al área. Hasta en el juego aereo mostraron seguridad y fueron una constante preocupación en el área rival (sorpresivamente Pinola pateó desde afuera del área y su tiro pegó en el palo), fueron la constante salida del equipo y siempre llevaron la pelota con tranquilidad y seguridad. La gran sorpresa llegó por los laterales, Montiel y Saracchi fueron punzantes en ataque, participaron muchísimo en el juego ofensivo pero además lograron neutralizar la ofensiva rival (tanto Montiel con Acosta como Saracchi con Silva), nunca se dejaron ganar en velocidad y hasta se recuperaron cuando Lanús les complicaba con el juego ofensivo de sus laterales (Acosta se mueve con mucha inteligencia en ofensiva y muchas veces arma un hueco para el ingreso de su lateral). El trabajo defensivo no se limitó a los defensores, también tuvieron mucho que ver en esta neutralización del rival, los rendimientos de Ponzio y Enzo Perez. Ponzio empezó dubitativo pero terminó siendo el dueño del mediocampo, no dejó que pasara nadie y distribuyó el balón mientras Perez se movía por todo el frente para llevar la pelota de izquierda a derecha y viceversa (ahí estuvo la gran virtud del equipo, la tranquilidad para mover la pelota). El equipo jugó con muchísima madurez y seguridad. Ponzio sabe que ahora puede apoyarse en Perez para lo anímico, puede cederle la creación ofensiva y al mismo tiempo sabe que tendrá ayuda defensiva y también podrá apoyarse para ello en Perez y Rojas. La seguridad y experiencia de estos jugadores (más la de Pinola y Maidana en defensa y Scocco en ataque) hizo que todos armaran un gran trabajo colectivo.
El grito de gol desde el alma

El trabajo ofensivo necesitó de mucha serenidad, movimientos de sus mediocampistas para crear espacios y entrar por algunos huecos (esto no se logró) y en esto se falló durante gran parte del partido porque Nacho Fernandez, Rojas y el Pity Martinez no lograron imponer su juego. Fernandez porque no se encontró con la pelota y estuvo errático, Rojas estuvo estático y participó muy poco y Pity fue el que más intentó pero chocó mucho (aunque luego se rebelaba y muchas veces recuperó el balón perdido o provocó errores rivales, aún no jugando bien fue muy importante en la ofensiva. El ingreso de De La Cruz le dio al partido algo de desorden y complicó un poco a Lanús, todos salieron de su zona de confort y aunque muchas veces chocó (al mejor estilo Pity), también logró abrir la defensa rival (incluso en el gol millonario). Scocco (jugó algo solitario) fue el que tuvo las oportunidades poco claras pero aprovechó el rebote que dio el arquero ante el disparo a quemarropa de Martinez (Scocco fue rápido y definió a la perfección).
 La lesión de Saracchi...

Todos sabemos que ganar 1 a 0 es una diferencia leve en este nivel pero al mismo tiempo es enorme si se vuelve a jugar en este nivel en cancha de Lanús (el famoso gol de visitante implicaría obligar a Lanús a hacer 3 goles). Así como festejamos el gol a los 81 minutos, lamentamos muchísimo la lesión de Saracchi casi al finalizar este partido (iremos a Lanús sin Moreira y sin el uruguayo). Habrá que ir al sur con la misma mentalidad, saber que nada será sencillo pero la confianza en este equipo es absoluta.

Por Charro.

jueves, 19 de octubre de 2017

Deslucido pero oportuno

Un gol para terminar el partido

Costó mucho aunque el marcador final marque lo contrario. Un primer tiempo donde no se pudo sacar ninguna ventaja en el juego y sorpresivamente en los 2 minutos finales se lograron 2 goles y un segundo tiempo en el que se intento dominar el juego para mantener controlado el resultado pero apenas se pudo imponer la jerarquía individual que los diferencia. La gran diferencia se impuso en el momento que se logró golpear; la visita había conseguido realizar un primer tiempo parejo y controlado pero se fue al vestuario con 2 goles abajo, 2 goles en los 2 minutos finales destruye a cualquiera y más a un equipo de tercera categoría que ve que hizo todo bien pero sin saber como se encontró con una derrota que los obligó a salir dejando muchos espacios en defensa. En ese primer tiempo River Plate estuvo incómodo, no encontró espacios, no encontró situaciones de gol, no logró asociarse y el juego no tuvo movilidad. Todo esto hasta los 44 minutos, una jugada de jerarquía de Scocco alcanzó para dejar solo a Saracchi y con una definición perfecta logró la ventaja; cuando Atlanta sacó del medio desconcentrado y lamentando ese gol, Nacho Fernandez provocó el error del rival y sorpresivamente se encontró solo frente al arquero y definió magistralmente para dejar el partido con 2 goles de diferencia.

El segundo tiempo no se jugó mucho mejor pero hubo muchos más espacios y con ello hubo algunas situaciones de gol y además se pudo mostrar la diferencia individual, esa diferencia se vio claramente en varias jugadas individuales (Enzo Perez casi se despacha con otro gol eludiendo gente y corriendo de área a área) hasta que llegó el tercer gol. Una desconcentración faltando menos de 10 minutos le permitió llegar al gol a Atlanta pero al minuto siguiente Auzqui sentenció el partido para terminar en el 4 a 1 final y la clasificación a semifinal.
Saracchi y Scocco, el festejo del primer gol...

Gallardo probó al supuesto equipo titular ante Lanús (salvo Moreira que tuvo descanso porque venía con demasiados partidos seguidos). Lux volvió al arco y tuvo una noche bastante tranquila (más allá de alguna jugada de riesgo, un gol en el que nada tuvo para hacer y una salida alocada que pudo haber terminado en un grave error pero terminó siendo salvada casi de casualidad), en la defensa Maidana y Pinola impusieron su categoría y jugaron con cierta comodidad; Montiel volvió a jugar un buen partido, subió bastante, estuvo firme en la marca y sigue sorprendiendo que siendo un central se mueva con tanta soltura en el lateral (su rapidez y personalidad lo ayudan a ser de gran ayuda) y por izquierda Saracchi volvió a tener un muy buen partido en ofensiva y ciertas dudas defensivas. Le gusta imponer su velocidad e ir hasta el fondo, tiró varios centros y participó bien en el juego ofensivo del equipo. Ponzio volvió a jugar como solo él puede jugar los partidos definitorios, tranquilo y concentrado viendo la necesidad del equipo; a su lado Enzo Perez fue otro de los que mostró la diferencia de categoría entre ambos equipos, inteligente y seguro a la hora de marcar y ser la salida del equipo. 

En ofensiva se destacó Nacho Fernandez (el único movedizo) y Pity Martinez, si bien no tuvo su mejor partido, marcó un buen gol que terminó por liquidar el partido (definición de primera, sin darle tiempo al defensor y al arquero para impedir el gol). De la Cruz volvió a ser movedizo, mostró habilidad, complicó al rival pero su juego se diluye, tiene momentos en los que desaparece del juego y otros electrizantes (un cambio de ritmo interesante que puede ser fundamental si logra imponerlo cuando le convenga al equipo). Por último Scocco no tuvo situaciones de gol pero fue fundamental en el primer gol, su habilidad desequilibró el partido.
Los líderes...

Cuando ya todo estaba sentenciado ingresaron Auzqui y Rojas (apenas entraron hicieron una jugada de pizarrón para dejar el 4 a 1 final) y luego Borré. Un resultado muy cómodo en un partido que no fue cómodo y hará que Gallardo siga pensando y buscando soluciones. Llegar a semifinales de ambas copas no es poco pero aún falta mucho por crecer...

Por Charro.

lunes, 16 de octubre de 2017

Una peligrosa repetición

Una buena jugada colectiva para llegar al gol

River Plate volvió a empatar, volvió a empatar en el Monumental y volvió a hacerlo después de haber conseguido marcar la complicada diferencia inicial. Cuando un problema se repite tantas veces y de formas tan diferentes, el técnico debe revisar mucho como solucionarlo (confío que Gallardo estará pensando mucho acerca de todo esto). 

Van 3 años y en estos años se han cometido varios errores. Se desarmó un equipo campeón y el rearmado lleva mucho tiempo, se han hecho pruebas y hay varios jugadores tuvieron su tiempo para acostumbrarse y adaptarse al peso de la camiseta y de la exigencia pero cuando todo empezaba a encaminarse (por lo que puede verse, un proceso de rearmado implica más de 2 años de compra y venta de jugadores, salvo cuando la billetera es tan grande que permite comprar mucho y las pruebas son más rápidas). La manta es corta, siempre se elige algo para priorizar porque la diferencia entre titulares y suplentes es muy grande o porque aún no están preparados para asumir la responsabilidad o porque aún hay que armar el equipo o porque el equipo aún no madura lo suficiente.
De La Cruz es irregular pero determinante

Este equipo encontró su juego pero aún no maduró. Gallardo quiere que aprendan a manejar el partido, aprender a ser duros y seguros en defensa después haber conseguido lo más complicado, abrir el marcador. Abrir el marcador sin goleadores es un arduo trabajo que implica un gran trabajo en conjunto y los suplentes aún no están al nivel para armar ese juego ni para dar seguridad defensiva (algo que también le cuesta consiguir a los titulares). El gran problema es que Gallardo suplanta estas falencias con un gran discurso motivacional en los partidos definitorios pero que no les llega de la misma forma (o no ejerce la misma presión) en los partidos del campeonato (donde se pueden hacer pruebas para llegar al nivel que pretende el DT). Ayer se consiguió el juego ofensivo, se abrieron bien los laterales, se hizo ancho el campo pero costó llegar al área, faltó el delantero, el que no le tiene miedo al arco.

De esta forma fuimos perdiendo puntos en los distintos campeonatos, siempre se la ¨jugó¨ por los partidos definitorios y arriesgó en el campeonato poniendo a jugadores que no le dieron lo que él necesitaba para ganar esos partidos. Así llegamos a este nuevo campeonato (donde el sorpresivo pero previsible alejamiento de Alario cambió los planes muy sobre la marcha) donde nuevamente aparecen las pruebas. Gallardo decidió poner a los suplentes que deben demostrarle si están a la altura de partidos definitorios y jugar con titulares ante Atlanta. Muchos piensan que la prueba debía ser mechando suplentes en ambos cotejos pero la realidad es que nadie se bancaría una posible derrota ante un equipo de tercera división y Gallardo aún no confía en sus suplentes.
Ni haciendo el gol se salva...

Ayer Batalla tuvo una de sus buenas tardes. Nos salvó varias veces y 2 veces no salvó de lo que hubiera sido una derrota (lo cual marca lo mal que estuvimos defensivamente). La defensa volvió a mostrar que aún hay mucho trabajo por hacer. Moreira volvió a ser un gran acompañante ofensivo y hasta diría que es fundamental su trabajo pero defensivamente dejó mucho que desear, del otro lado lo de Casco cada vez preocupa más. Su trabajo defensivo es paupérrimo y complica a los centrales que se abren mucho para cubrir su sector y obligan a Rossi a bajar demasiado. Los equipos atacan siempre por su sector y hasta a Rojas se lo ve complicado (constantemente intenta dar una mano). Barboza se muestra muy lento (a veces torpe), lo cual es una complicación a la hora de cubrir las espaldas de Casco o para cortar el juego de los jugadores veloces o habilidosos rivales (se mueve mejor ante delanteros estacionados que le intentan ganar con el cuerpo). Su trabajo fue más aceptable en el primer tiempo pero se desmadró cuando se abrió el partido y todo fue un desorden. Montiel sufrió ese desbarajuste por izquierda e intentó cubrir agujeros lo mejor que pudo.

El termómetro del partido fue Rossi. En el primer tiempo llegó bien y hasta los 15 o 20 minutos del segundo tiempo pudo ayudar bien a la defensa. Cuando el rival se acomodó en el medio y empezó a llevar riesgo, Rossi perdió la brújula, se desordenó, se puso nervioso y el rival lo aprovechó. Rojas no pudo ayudar y Palacios también sufre en defensa. Palacios es otra gran ayuda ofensiva pero le falta mucho trabajo defensivo. Se juntó muy bien con De la Cruz (tiene muchísima movilidad y habilidad, lo cual abre a las defensas rivales). Borré y Auzqui pusieron mucha voluntad y se nota la falta de potencia ofensiva y la torpeza al llegar al área. El partido se abrió con un buen gol de Casco y a los pocos minutos otra buena jugada colectiva hizo creer que sería un trámite el resto del partido. El problema es que Atlético de Tucuman se la jugó y llevó mucho peligro y aprovechó el desorden, el desconcierto y la falta de madurez de varios jugadores. No alcanzó poner a un tridente ofensivo (Pity, Fernandez y Scocco) para recuperar la victoria que tanto había costado.

Como dijo Gallardo, hay varios jugadores que tendrán que demostrar que están a la altura. No hay tiempo para pruebas y River Plate necesitará de todos para poder seguir ganando en los 3 frentes.

Por Charro.