Domingo de resurrección

La hora de la verdad, habrá que sacar fuerzas de donde sea, no bajar nunca los brazos y estar concentrados los 90 minutos

Que sábado de porquería, golpe de K.O. y de desaliento porque todo salió mal. Desmoralizante porque en el primer tiempo se atacó y hubo 5 mano a mano mientras que el rival solo tuvo una jugada y se terminó perdiendo, bajón porque hubo un penal sobre el final que no se convirtió (todavía no lo vi por TV pero en la cancha se vio a un defensor levantando el brazo totalmente extendido y hasta la altura del hombro para impedir el paso del delantero, si el defensor es tan salame de hacer lo posible para que le cobren un penal...). Todo parecía mal y sin remedio. El ánimo de todos andaba por los subsuelos y hoy, sin haberlo creído ni intentado, hemos logrado inflar el ánimo y dejarlo en planta baja.

Los resultados de Central y de los bosteros (?) (alguno sumará a CASLA), nos levantaron el ánimo pero no lograron quitarnos la preocupación. Que Central haya perdido por primera vez de local en todo el torneo ante un equipo que debe ganar en la última fecha para salvarse del descenso directo e irse a promoción por no descender no estaba en los cálculos de nadie. Yo le tenía mucha fe a Pasini pero entre la forma en que Central se fue salvando hasta ahora y lo abandonados que nos tiene el de arriba, parecía un milagro que perdieran puntos los rosarinos. En las últimas 3 fechas hablaban de la obligación de ganar los 3 partidos y para mi era obvio que todos perderíamos puntos, la presión es inmensa y se nota en el juego. En este minitorneo de 4 equipos, la resurrección la dan los rivales que sienten una presión similar (aunque a menor escala) y no saben como hacer para ganar. 

La preocupación que tenemos todos es que nadie se siente seguro. Ya no se sabe si es ventaja jugar de local y, lo más ridículo, hasta dudamos si es ventaja tener más puntos (?), QAC viene de atrás con la tranquilidad de saber que si gana habrán hecho todo lo posible y mentalmente serán los mejor preparados para enfrentar los partidos de promoción, es el equipo más equilibrado y con mejor defensa. Con  toda la preocupación que se siente, a donde llegamos a estar anoche como para que esta preocupación insoportable se sienta como una resurrección aliviadora.

Al equipo supongo que no le influirá demasiado pero hasta la derrota de los bosteros sirvió para desahogarnos y descongestionar nuestro dolor, tan mal estamos que hasta el mínimo aire es aliviador. Es todo tan loco y esquizofrénico que la mayoría se siente mejor con el mal ajeno en lugar que con el bien propio, un equipo puede tener 3 copas hasta el fracaso de la nada, otro puede ser campeón o descender, otros pueden descender o salvarse con una infernal combinación de resultados (dignas de explicar por un profesor de matemáticas) y otros que necesitan ascender y que ven como fracaso tener una posibilidad en la promoción. Todo muy loco... pero así estamos, nerviosos y esperando que un milagro ilumine a los jugadores o que un cuerpo de psicólogos ayude a los jugadores o que otros 2 equipos hagan menos que nosotros. Hoy ya no importa mucho el como sino hacerlo.

Será una semana de infierno, otra vez dependemos de nosotros mismos y eso da miedito, otro calvario para recordar como hemos sufrido, donde nos han dejado y para no olvidar nunca. Todo a su tiempo...

Por Charro.