
Falta poco para que se defina esta partida...
Pareciera que gracias al auspiciante de las mangas de nuestra camiseta, los precandidatos de la próxima elección aprendieron tan bien a jugar póker que nada está definido a pesar que falta muy poco para el final del juego. Hace meses que vienen haciendo sus jugadas, intentan arreglar las cartas, consiguen financiarse y hasta aliarse con otros jugadores. Casi todos ya pusieron 4 cartas sobre la mesa y solo esconden una carta para mentir, blufear y hacer las últimas apuestas.
Rodolfo D’Onofrio: es el primer candidato firme, tiene las mejores cartas y ya no hay forma que no sea candidato en las próximas elecciones. Tiene fuerte apoyo económico externo, es muy bien visto por el oficialismo, consiguió el apoyo de varias agrupaciones y filiales hambrientas de tener poder. La carta que guarda es conocida por todos y muy valiosa, Francéscoli lo acompañará como manager durante su mandato. Pareciera que en este momento la gente reclama “seriedad” como contrapunto de la poca “seriedad” de la gestión Aguilar. En este momento histórico del club aparece D’Onofrio, se juntó con la gente correcta aunque sea un insulso y evite opinar de temas ríspidos (tal vez por eso es apoyado por tantos intereses económicos). Hace “bien” su trabajo de candidato, intenta conciliar a todos dando una amnistía general, no se juega por nada, flota en las tempestuosas aguas millonarias y sin desgastarse se deja llevar por la corriente que es empujada por los billetes de Werthein y algunos impresentables del actual gobierno.
Antonio Caselli: después de meses de gasto obsceno (única razón por la que nadie habla de la plata gastada por D’Onofrio, Santilli y Quintás), no logra posicionarse como él quisiera. Está detrás de otros personajes en la intención de votos y el sistema político de River no lo ayuda. En la CD solo están representados la mayoría y la primera minoría (90% para los primeros y el resto para la minoría aún sí la diferencia entre ambos fuera de 1 voto y los terceros no son representados aunque tengan una mínima diferencia). La carta que guarda es aliarse con otro candidato que también esté deambulando por los primeros puestos pero que tampoco se siente con posibilidades de llegar. Lo más firme es una unión con Santilli (esta suma no dará como resultado la intención de votos actual de ambos porque perderán muchísima intención de voto de la gente que vivió el club en la década del ‘80 y conoce a Hugo). Otra carta puede ser unirse a Passarella. Caselli no es querido por muchos del actual gobierno (aun cuando en sus filas se filtraron varios) y el Káiser tiene en sus filas a muchos popes del actual gobierno. Caselli sigue mostrando sus billetes (podría darle la posibilidad de jugar alguna carta desesperada como traer a un Ramón Díaz o algún fuerte golpe de efecto) pero no puede sacarse de encima la papada que recuerda mucho a otra persona, ni su afinidad política en el ámbito nacional, ni sus torpezas políticas. A su favor juega la seriedad que muestra.
Daniel Passarella: Muchos dicen que gana en la intención de votos por afano. En el club no consigo encontrar a la gente que lo votaría (¿será un caso de voto vergüenza?). Los actuales vicepresidentes (Domingo Díaz y Julio Macchi) y Daniel Bravo (un amigo de la infancia del pelícano y actual director del desprestigiado Instituto), están en sus filas. Tiene la espada de Damocles pendiendo en su cabeza, los tiempos no le dan para ser candidato a presidente y tiene una larga lucha (supongo que con cierta extorsión del actual gobierno) para estar en las elecciones. No sé que entregas le exigirán para permitirle ser candidato y como negociará pero las personas que tiene a su alrededor son muy llamativas, huele a un negociado como el de las anteriores elecciones cuando el pelícano se sabía ganador por robo y decidió dar votos de sus incondicionales a Dávicce para que ingrese D'Onofrio por la minoría y desaparezca la oposición. Le juega a favor que conoce bien el ambiente del fútbol y los pergaminos que consiguió de la misma forma que le juega en contra su pasado como DT y su sociedad con Aguilar. Sus cartas fuertes las jugará a finales de noviembre cuando intente convencer a alguna gran figura para que vuelva de su mano (algunos jugadores y técnicos). No se siente a gusto con las grandes manifestaciones porque no tiene el manejo de grupo y por eso está intentando hacer pequeñas charlas con 20 o 30 personas donde puede manejar algunos conceptos básicos de comunicación.
Carlos Ávila: Son inexplicable sus indefiniciones. Faltan casi 2 meses y recién ahora, después de dar todas las señales que se bajaba definitivamente, parece que encontró la vuelta para llegar. Ahora hasta se dice que tiene detrás a una empresa india con una cifra muy grande dispuesta a entregarla al iniciar su mandato y esto le daría libertad para actuar. Su falta de convicción lo alejó de las agrupaciones que estaban dispuestas a encolumnarse tras él. Hoy intenta recuperar ese apoyo y captar intención de voto. Su falta de inserción y conocimiento del club le va a jugar una mala pasada y por eso su carta secreta es unirse a Diego Quintás. Quintás tiene encolumnados a 2 grupos jóvenes con bastante arrastre que se mueven muy bien en el club y la tribuna, eso puede ser lo que esté necesitando Ávila para llegar a tener ilusiones. De proyectos, imposible hablar porque Ávila jamás apareció por el club y tampoco hace reuniones. Me parece que es muy tarde para querer entrar a una elección.
Hugo Santilli: logró juntar un grupo heterogéneo de jóvenes sedientos de aparecer en los primeros planos. En su mayoría menores de 35 años que no vivieron su presidencia y que se deslumbran por sus campeonatos. Lamentablemente con esto logró eclipsar a su hijo y lo dejó en evidencia para su futuro político. Así como Darío no se animó a soltarse del pantalón de Aguilar, tampoco lo puede hacer del pantalón de papá y habrá que ver como lo sobrelleva en el futuro. Todos suman y cuentan la intención de voto que tiene Hugo, lo que todos olvidan es que junto a Passarella son los que más rechazos reciben del socio. Tiene un gran dominio del ‘chamuyo’ pero ya lo conocen.
Carlos Lancioni: Es la expresión opositora más clara pero no ha sabido moverse entre los socios. Su discurso no llega y faltando tan poco para las elecciones se hace difícil que llegue a encolumnar el voto harto de las últimas dirigencias. Lancioni, Kiper y Roncagliolo se disputan el mismo espacio y se parecen a la izquierda nacional, siempre dividida y sus líderes con egos tan grandes que le impiden construir alternativas conjuntas. Su potencial voto y seguidores se van diluyendo entre aparentes opositores con mayor poder de “marketing”
Diego Quintás: a pesar del apoyo de sus fuertes seguidores y de mostrar los títulos juveniles que estuvo ganando, aparece en el momento incorrecto. Es joven como lo era Aguilar en el 2001, encima son muy amigos y tiene un discurso muy similar (aún cuando no tiene la misma habilidad dialéctica). Él asegura que será candidato a presidente, la intención de voto no le alcanza y es difícil que encuentre candidatos decididos a encolumnarse detrás de él. Por lo pronto corre con la ventaja que el oficialismo no dejaría de ponerle algunas fichas si fuera candidato.
El resto: Mera Figueroa está tirando y blufeando como si tuviera una gran carta. Parecería que se definirá por ir detrás de alguien después del gasto que está haciendo. Ultimamente se lo vio muy activo hablando todos los fines de semana con los socios y entregando merchandising muy creativo. Manolo Lanas podría tener las mismas cartas que D’Onofrio pero no tiene el mismo poderío económico, no puede subir la apuesta. Cavallero se encolumnará detrás del que lo acepte, pareciera que no está muy bien visto entre los candidatos más fuertes. Bravo ya consiguió unirse a Passarella y no hay muchos más personajes que sueñen con algo importante.
Una vez que se definan las listas vendrán las acusaciones, algunos trapitos quedarán expuestos, promesas vacías para que nadie recuerde y que nadie sabrá como piensan hacerlas, aparecerán grandes nombres de jugadores y técnicos, cambios de dirección que nadie efectuará cuando tenga el poder. En fin, nada a lo que no estemos acostumbrados aunque sería un buen momento para que esto cambie.
Por: Charro