Credibilidad se compra

¡¡¡Ganamos 3 partidos seguidos!!! ¿quién es el presidente de River?

Leyendo las declaraciones de algunos dirigentes del fútbol argentino con los que quiso negociar la actual dirigencia, se me ocurre preguntar: antes de intentar comprar jugadores, ¿no necesitaríamos recuperar la credibilidad? No sería lo primero que debería conseguir el futuro presidente?.

Ya dije que Aguilar tiene una magnífica dialéctica pero cometió el gran error de creerse único y superior. Quiso convencernos a todos, todo el tiempo, que todo andaba bien para ello cuenta con la complicidad de los medios tradicionales y partidarios. Por buena suerte, poco a poco, fuimos dejando de creerle. Primero unos pocos, en algunos hechos y, progresivamente, llegamos al día de hoy en que si abre la boca, todos olemos el pescado podrido que aloja en su papada y que siempre intentará vendernos (a esta altura veo que está en su naturaleza y creo que esto es la definición de estafador).

Así como en estos días reconoció lo que dijimos en un post anterior (su responsabilidad por el último puesto del torneo apertura y el reconocimiento llegó 2 meses tarde); sería bueno que los manejos económicos del club los dejara para gente con credibilidad.

El problema de la falta de credibilidad no es tanto con el socio (no se postulará y ya no tiene que convencernos de nada). Al que va al club seguido es difícil modificarle la visión de las cosas que se ven todos los días. Desidia por todos lados, robos que nunca había en el gimnasio de complementos de pesas, en el playón o en la pileta; cámaras que nunca apuntan al lugar del hecho, profesores que son echados por no ser condescendientes a pesar de su notorio y permanente amor al club, desfalcos tan alevosos que pasan a la categoría de irracional (además de los permanentes casos del fútbol, fue muy elocuente lo sucedido en la liga nacional de básquet), mantenimiento inexistente y empresas de seguridad (según tengo entendido son más de una) que solo miran sin tener posibilidad de actuar cuando la barra está presente (los hechos de los quinchos superaron lo lamentable y criminal y debemos agradecer que no le haya pasado nada más allá del susto a ninguna familia), los espacios del club son usurpados para los “negocios” de los elegidos, las concesiones son sospechadas de estar siempre relacionadas con las mismas personas, los deportes amateurs son abandonados al sacrificio y amor de las familias que participan de cada deporte, no hay vestimenta, las combis están paradas en el playón (salvo cuando hay fútbol y llevan a dirigentes o barras) mientras los chicos son llevados por sus padres y hacen rifas para juntar algo de plata.

El problema de River actual es con el mundo del fútbol, con el de las finanzas honestas. ¿Quién es capaz de involucrarse con esta gente? ¿Alguien cree que entre los jugadores no se hablan? ¿Por qué no estan volviendo los jugadores de la inferiores a nuestro club? Vemos el regreso de Solari, D’Alessandro y otros por distintos clubes; otros jugadores, ante la posibilidad de estar ligados nuevamente con el club prefieren rechazarlo educadamente como los casos de Ayala, Aimar, Saviola, Crespo, Cavenaghi e inclusive Francescoli responde así cuando se le ofrece ser técnico o manager o lo que sea para limpiar la imagen del impresentable presidente. Alguien cree que no se sabe que muchos jugadores no reciben el 15% al irse o que deben dejar parte de su sueldo en manos de sus empleadores. Lo que para nosotros son secretos a voces, para ellos son certezas y no quieren juntarse con esta gente. Dirigentes que tienen que negociar un jugador ya les huyen. Vieron su forma de negociar e intento de robo, dirigentes de Estudiantes, Newell’s y Argentinos dieron su parecer vergonzoso sobre nuestra dirigencia. Pasamos un papelón tras otro. ¿Cómo se hace para tener negocios honestos con esta gente? Fueron tan codiciosos que se empacharon y perdieron el control. Ya nada les alcanza y se terminaron las joyas de la abuela, por eso ahora son presa fácil de los deshonestos.

Este sí que es el punto realmente grave. Así como la miel es un manjar ineludible para las abejas, así es River hoy para los deshonestos del universo (logros de la globalización). Se nos pegan los aprovechadores sin escrúpulos, los mercenarios del fútbol, los mediocres que pueden aprovechar la situación, los buitres y todo animal carroñero que olfatea la carne podrida que circula en las oficinas custodiadas del primer piso del monumental.

El sentimiento de millones de personas es una suculenta posibilidad de hacer negocios y por ello se acerca mucha gente con la visión de cómo convertir ese sentimiento en dinero. No importa que profesión ejerza, sobrevuelan el monumental. Pueden ser políticos, patoteros, periodistas, prestamistas, intermediarios, árbitros, dirigentes del fútbol, policías, vagos… todos encuentran de donde sacar una tajada.

Hoy juntarse o pactar con esta gente es como vender el alma al diablo, se percibe el olor a podrido y solo los ambiciosos sin escrúpulos son capaces de unirse sin importarles el daño. Hoy el peso muerto de esta gente nos lleva a una espiral descendiente que ya no tiene forma de modificarse y solo buscan el colchón que les permita salvarse del peso de la justicia mediante los votos que aun puede brindar la estructura política corrupta.

Por: Charro