Antonio Vespucio Liberti
En 1932 comenzó la guerra entre Bolivia y Paraguay, la cual se prolongaría durante tres años. Como Erico no tenía edad para ser enrolado ingresó en un combinado de la Cruz Roja paraguaya que salió de gira por Sudámerica para recaudar fondos. Con su habilidad, sus goles y una extraordinaria condición atlética, el paraguayo no tardó en deslumbrar a dirigentes de diversos clubes locales que pugnaron un buen tiempo por conseguir sus servicios, siendo River Plate e Independiente los que pelearon hasta el final por ello. Cuando todo hacía pensar que Erico firmaría con River Plate, apareció inesperadamente por Avellaneda. Años después el propio delantero daría su versión: “En River era figura un grande como Bernabé Ferreyra… dígame, ¿qué podía ir a hacer yo allí?”, tales sus palabras ante la consulta de un periodista. Es más, sabedor de que los dirigentes “Millonarios” lo esperaban en el puerto de Buenos Aires, Arsenio bajó del barco en Rosario y siguió por vía terrestre su viaje hasta Avellaneda.
Erico decidió escaparse porque esa era la única forma de negarse a los dirigentes riverplatenses. River Plate no consigue incorporar al que a la postre sería el máximo artillero del fútbol argentino (junto con Labruna luego de la extraña confirmación de un gol) pero aún sin conseguir fichar al jugador, la anécdota pinta de cuerpo entero lo que fueron aquellos dirigentes de River Plate. Eran personas con una dedicación extraordinaria y exclusiva por conseguir lo mejor para el club. En 1934, Erico con 19 años de edad firmó para Independiente. Ese mismo año se compran los terrenos a orillas del Río de la Plata donde 4 años más tarde se levantará el imponente estadio Monumental, el presidente era Liberti.
Fuente: La-Redó
Por: Enrique
2 comentarios:
Un seudo poeta Riverplatense...
Eran tiempos de visionarios. De hombres honestos, con capacidad de negociaciòn para el club. Si tuvo que esquivarlos es porque eran màs peligrosos que Florentino Perez del Real Madrid actual. Te convencian como sea. Apostaban por la grandeza de River Plate y no se quedaban conformes con la Fiera. Siempre querian màs para su River Plate.
Eran visionarios, tenian buen ojo. La verdad que esta historia me gusto. Saber que River Plate quiso a l goleador històrico del futbol argentino y que no lo consiguio, porque el era un tìmido muchachito, que admiraba a Bernabe Ferreyra, me enorgullece.
Eso que no hace la dirigencia de los ùltimos años.
Pero es posible volver a ser. Buscar la excelencia. Tenemos gente, falta encontrar a los que tienen y piensan con grandeza. Dejando de lado sus posturas y ambiciones personales. Anteponen a River Plate por sobre todas las cosas.
Es un momento de grandes decisiones, sino miren a Rosario Central. Se entrego mansamente. Y ojo que a ellos volvieron muchos por amor.
Ariel no te caigas, lucha contra tu enfermedad y salvanos. Sos nuestra gran esperanza. Espero que no tengamos que ver escenas como las que vi ayer en Rosario.
Aguilar y anònimo. Passarella no la va a pasar bien. Hay mucha gente enojada, pero los Aguilaristas van a tener que abandonar Buenos Aires, eso se los aseguro. No es una amenaza, es la triste realidad, donde nos pusieron.
Un abrazo de gol.
Un seudo poeta Riverplatense...
Es un punto en común que tienen todas las historias del pasado millonario. Siempre son dirigentes despiertos y que aman al club. La combinación perfecta.
Una lástima que el ¨pibe¨ no haya aguantado su hora, porque hay que recordar que despuès de la fiera apareció Moreno y despues Labruna y despues Distefano y despues... todos tuvieron su momento para ser enormes jugadores del fútbol mundial.
PD: Enrique, por ahora me comunico por mail. Saludos.
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