Fuera de época, fuera del tarro... inexplicablemente afuera

La barra también dio su veredicto. El domingo fueron pocos barras pero todavía no empezó la lucha cruel por el poder

Terminado el partido del domingo, todo era felicidad entre los hinchas millonarios, sin embargo Ramón se las arregló para volver a ser protagonista y poner una mancha a su victoria. Hace mucho que conocemos a Ramón; hábil declarante y dominador de la situación, tanto en tiempo como en encausar el diario del lunes, pareciera que el domingo se ¨equivocó¨.  Ramón como buen delantero elige el momento y lugar para apuntar y suele ser certero, ¿qué pasó el domingo?

La declaración del domingo estaba pensada y eligió el momento para decirla, fue directo a encontrarse con el lugar para ubicar la frase (incluso diría que tenía cierta ansiedad por decirlo). A priori, sin saber las razones por las cuales dijo esta frase, diría que se equivocó muy feo, diría que meó fuera del tarro y que no se avivó que ya no estamos en los noventas cuando todavía podía haber una mirada ¨rómantica¨ hacia la barra, una mirada simplista e ingenua para explicar lo inexplicable. Lo cierto es que el tiro salió por la culata y a Ramón le surgieron más problemas que soluciones (?). Lo primero que no debió pensar es que el hincha se iba a enojar tanto (o al menos no midió correctamente este enojo), un gran porcentaje de hinchas (especialmente en nuestro club) ya entiende que los personajes de la barra (y de los que pertenecen a alguna barrita con aspiraciones de entrar) no son hinchas sino delincuentes con intenciones de manejar un importante negocio que se va modificando según los permisos del poder de turno. Aquella mirada del hincha que iba ¨a todos lados defendiendo los trapos¨ se fue perdiendo con el tiempo para convertirse en violentos, luego en violentos pagos, más adelante en delincuentes seguidores de una camiseta hasta llegar a la actual denominación de delincuentes (en su gran mayoría ya tienen prontuario y se manejan con armas) que solo les importa mantener el negocio (incluso ya no pelean con barras de otros equipos sino con los del mismo equipo). El segundo punto fuera de cálculo debió ser el alto costo en los medios. Sabemos que todo lo malo en River Plate tiene una dimensión superior y es aprovechado al instante (poca repercusión comparada con los dichos de Ramón tuvo la frase de Crespi ¨los barras son como los apóstoles de Jesús¨ o la visita de Palermo al penal para visitar a su amigo Di Zeo. El primero no recibió ninguna denuncia y el segundo no fue investigado para ver la relación que los une). Ramón debió calcular que la repercusión sería muy leve como fue la revelación de los audios de los contactos entre Emiliano y el jefe de Los Borrachos para ¨arreglar¨ los montos a pagar (?). Supongo que este hecho quedó tapado para no descubrir una parte del engranaje del negocio del cual participan todos los sectores mientras que esto puede solo afectar al DT. Como siempre, en Argentina es más grave lo que se dice o insinúa a lo que se hace.

En este contexto casi daría gracia la reacción periodística que se rasga las vestiduras mientras silencia casi todo lo que sabe, ellos son tan parte del engranaje como lo es el DT. La gran pregunta de los dichos de Ramón era ¿por qué dijo semejante frase en una forma tan descolgada? y la respuesta solo la buscó Grabia (por lo menos de los mucho que leí y escuché). De haber sido una ingenuidad o un error real de Ramón, el tema se hubiera tenido que terminar con una disculpa del DT, un fuerte apercibimiento dirigencial puertas adentro y una declaración del presidente pidiendo disculpas públicas por los desafortunados dichos del DT (empleado del club). El problema real es que también hay una lucha de poder entre la dirigencia y la barra (una lucha evidente por varios hechos que van desde los pocos barras que ingresaron el domingo, el pibito ¨barra¨ que entró a la cancha hace unas semanas, los barras detenidos en el garage, la pelea en los quinchos que no llegó a mayores, el enfrentamiento interno luego de un partido que no se repitió...) y Ramón también se posiciona allí (por conveniencia o porque su pasado lo condena).

Está claro que la relación entre dirigencia y DT nunca fue excelente pero siempre fue correcta (por lo menos buscando el objetivo de tener una buena campaña), el problema es que cada tanto espadean para posicionarse un poco mejor de cara al momento de tomar las decisiones (Ramón dijo antes de las elecciones que un candidato no lo quería, al ganar D´onofrio retrocedió en su intención de cobrar un sueldo millonario y aceptó no traer refuerzos, boqueó luego de los resultados del verano pero bajó la cabeza cuando la irregularidad lo dejó un poco atrás en este campeonato y ahora volvió a boquear y bajar la cabeza, de la misma forma, el presidente también aprovechó sus momentos para bajar algunos mensajes). Es obvio que la relación es tensa pero al mismo tiempo saben que es muy importante conseguir un campeonato pero lo que ninguna de las 2 partes encontró hasta el momento son los limites para su lucha de posicionamiento, la mirada del futuro les quitó la vista del presente. Tanto los dichos de Ramón como los de D´onofrio ayer, no ayudan a un plantel que debería estar pensando solamente en ganar de visitante y seguir con su racha de local. Es cierto que habitualmente los espadeos duran 2 días pero esta vez son exactamente los 2 días que separaban al último partido de otro trascendental. Esperemos que las consecuencias de estos espadeos no se vean ahora y que podamos festejar en paz. Por lo pronto espero que esto haya servido de experiencia para entender que todos necesitamos que este campeonato sea el festejo 35 y que se dejen de joder de una vez por todas hasta el momento oportuno de sentarse a tomar las decisiones que cada uno crea necesarias.

Por Charro.