Buenos Muchachos

Algún día todo esto será tuyo, hijo mío...

Ayer, 7 de abril, se cumplieron 30 años de la asunción, en plena dictadura militar, de Don Julio Humberto Grondona a la presidencia de la asociación de fútbol argentino (AFA). Si 7 de abril de 1979 es la fecha en que se congració con la junta militar y mucha agua ha pasado bajo estos años de presidencia. Aprovechó los logros deportivos para tapar sus ingeniosos y oscuros negocios uniéndose a una interminable telaraña de corruptos y hasta criminales que se fueron acercando al poder que fue increscendo a pasos agigantados desde aquella época. De esta forma, y sin oposición a su poder en los últimos 15 años gracias a sus contactos con el poder, ha logrado mantenerse a través de 8 reelecciones.

Muy lejos quedaron sus muy humildes orígenes. Vivió sus primeros años en un cuarto de pensión en Sarandi, en el mismo cuarto que sus padres y sus cinco hermanos y heredó junto a ellos el negocio de una ferretería en aquella localidad del gran Buenos Aires. Pasó por Independiente y creó el club Arsenal siempre junto a la familia. Todo esto fue el trampolín para llegar a la AFA.

En los 27 años de mandato no ha cobrado ni un sueldo (el puesto no es remunerado) y ha sobrevivido, 4 presidentes de facto y 9 presidentes democráticos. Supo “gambetear” las cientos de muertes en las canchas que carga en su conciencia, más de 40 casos de doping, 8 huelgas de jugadores y 3 huelgas de referís. También ha sabido salir airoso de las innumerables causas judiciales en su contra: más de 50 allanamientos a sus oficinas y las de la AFA por presuntas irregularidades. Administración fraudulenta y evasión impositiva, son parte de las acusaciones que tiene en su contra. Siempre ha encontrado la forma de salir ileso. Aguantó la embestida de Alfonsín en 1983, en 1985 fueron los diputados quienes quisieron echarlo, al iniciarse el siglo fue el hoy gobernador Das Neves quien lo acusó y mantuvo una larga lucha por malversación de fondos. Este juicio nunca tuvo repercusión periodística pero si tuvo ingredientes mafiosos contra el entonces diputado nacional.

Su manejo de la entidad, tal vez una de las industrias más rentable del país a través de tanta exportación de jugadores y demás, de forma tan personalista y tras bambalinas le ha valido el apodo de “padrino”.

No es gratuito el apodo. La FIFA es una entidad que aprendió muy bien el manejo mafioso moderno. Apoyándose en la pasión mundial por el fútbol decidieron que no podían ser sometidos por la justicia ordinaria de los países y ellos regirían los destinos de todo el circo. Estas medidas recuerdan a Charlie “Lucky” Luciano y su grupo quienes por los años 30 logró que la mafia norteamericana dejara de ser una asociación ilícita manejada por la violencia para ser una asociación ilícita manejada por la ganancia multimillonaria. Este hombre logró que la mafia dejara sus antiguos métodos para pasar a hacer negocios legales o mejor dicho, negocios inmorales permitidos por el sistema. Así se dividieron pacíficamente los sitios donde administrar los negocios turbios sin interponerse entre los mafiosos. De la misma forma la FIFA le dio un país al personaje que le servía y dividió los negocios sin interponerse con ellos. En este régimen Grondona se movió a sus anchas y logró encumbrarse como un verdadero cappi. En silencio hizo sus negocios y hoy se sabe que posee a pesar de trabajar ad honorem edificios en las mejores zonas del país, oficinas, varias compañías (Crucecita, Batco, Baprisud, Conenar, Genarvesa son algunas) y un campo en Loma Verde (25 km de Brandsen), el casco de esa estancia esta provisto hasta con un mini cine donde ve los partidos, ya que desde 1980 no ha pisado una cancha del fútbol local. También se lo acusa de ser dueño junto a testaferros de Puntogol, empresa internacional y exclusivo agente comercial del fútbol argentino.

Otro cargo que ostenta Don Julio es Vicepresidente de la FIFA y encargado del comité de finanzas, gracias a ello, en Diciembre del 2004, le fueron otorgados medio millón de dólares que la FIFA le donó para que construyera complejos deportivos, solo se construyo uno y el lugar elegido de la extensa y empobrecida Argentina fue Sarandi.

Don Julio ha sabido posicionar a sus íntimos amigos dentro de la política, Eduardo de Luca es el secretario general de la Confederación Sudamericana de Fútbol, Pedro Pompilio era inspector de estadios para la organización de Zurich, Rogelio Riganti es el encargado local de ISL, empresa que maneja la imagen de la selección Argentina (entre otros directivos de ISL se encuentran Martín Redrado y muchos familiares de Don Julio). Tampoco podía dejar atrás a los presidentes de River Pintado y Aguilar que cuentan con puestos en la FIFA y sus respectivos sueldos en Euros. Por ultimo, como olvidar que el presidente de Arsenal es el hijo de Don Julio, Julito; en su currículum que le permitió ser elegido presidente del club, tiene haber sido encargado del quiosco en la estación de servicio del mismo Grondona. Tiempo después fue presidente de la comitiva mundial de Alemania. Así se maneja a los posibles rivales convirtiéndolos en incondicionales socios con el “culo sucio”.

Firmo entre otros (Coca-Cola, Mastercard, Reebok, ISL etc) el contrato televisivo más prolongado de la historia del país, por supuesto sin licitación previa, fue firmado con TyC y dura desde 1986 hasta el 2014, hoy en día TyC pertenece a una empresa Suiza radicada en las Islas Vírgenes. La falta de licitación no es el único punto oscuro de este contrato, en los ’90 el salario de un periodista de primera línea en TyC era más de un millón de dólares, lo mismo que TyC pagaba por transmitir un partido. Esto empobreció inexorablemente a los clubes y mantuvo a los periodistas del lado de Don Julio. En el 2005 los clubes le debían a la muy prolífica AFA la suma de u$s 43.000.000. TyC hoy le pertenece también al mayor conglomerado periodístico del país, el grupo Clarín y probablemente dejó de ser el cuarto poder para convertirse en el número uno.
A quien extraña que sus aliados hayan sido gente como López de NOB, Aguilar de River, Pompilio de boca, Blanquiceleste de Racing, Savino (obligado por Tinelli, socio de Clorín) en San Lorenzo y varios impresentables más.

Claro que su habilidad no se limita a los negocios ocultos, en pisotear a sus enemigos, arreglar a cualquier costo con los poderosos… también supo manejar a las barras bravas dándoles un poco de sus ganancias. Los violentos bajo su gobierno siguieron a la selección nacional por los distintos mundiales. Con ellos también tejió negocios como la entrega de entradas en Alemania para ser revendidas o se unió a Bilardo y otros jugadores para elegir a los barras como si fueran jugadores de la lista de buena fe.

En definitiva, buenos muchachos.

Por: Charro