Basta de cronistas en el campo de juego

"Pibe, buscate un trabajo honesto" diría el genial Pappo

Cada vez que voy a la cancha del Bicho recuerdo las palabras de un amigo que me dijo luego de alguna derrota: “nunca vamos a ver a River jugar bien en esta cancha”. Ayer, sin jugar bien y frente a un Argentinos Jrs en un nivel muy bajo, fue el partido más aceptable que vi de River en el Diego A. Maradona, claro los anteriores habían sido pésimos.

Por momentos el partido fue aburrido, de todas formas tuvimos varias jugadas de gol donde se destacan las que desperdició Falcao de manera inentendible. Falcao debe ser el único jugador de este plantel que saca la cara por el equipo en todos los partidos, aporta mucha voluntad y sacrificio, basicamente nunca se escondió en un momento crítico de la historia de River. Pero un 9 de River cuando queda frente al arquero la tiene que mandar adentro o por lo menos no cerrar los ojos y darle con todo como si fuese la primera vez en su carrera que queda frente a un arquero. Muy probablemente sean los últimos partidos de Falcao en River, realmente es un jugador al que le estaremos agradecidos por su sacrificio en este pésimo momento pero tengo la sensación que no será extrañado.

Durante el fin de semana me encontré con un posteo de Abramos la cancha respecto a la acertada medida de la AFA de no permitir el ingreso de los cronistas al campo de juego. Los que concurrimos a la cancha continuamente es probable que no nos hayamos percatado de esta situación y a pesar de no tener que soportar los comentarios de estos personajes siempre los consideré como una pésima influencia hacia los protagonistas del partido. Para ejemplificarlo claramente tomé el partido del 9 de Junio del 2007 contra Nueva Chicago en Mataderos.

River luego de ir perdiendo casi todo el partido por 2 a 0, consigue el descuento faltando poco tiempo para el final y sale con todo en busca del empate. Con 1 punto se conseguía la clasificación para la copa Libertadores del 2008 y Nueva Chicago necesitaba imperiosamente el triunfo para seguir con posibilidades de evitar la promoción.

En el último ataque de River se produce una falta muy clara y el arbitró Furchi cobra penal, los jugadores de Chicago protestan reclamando que la falta se produjo fuera del área, una situación totalmente normal en nuestro fútbol y mucho más ante un penal en el último minuto. Hasta que se produce un hecho lamentable, el cronista del campo de juego Héctor Gallo le avisa en tono de fatalidad al DT de Nueva Chicago, el más que impresentable Carlos Ramacciotti, que le informaban desde el estudio que la falta se había producido fuera del área.

Si el reglamento del fútbol no permite acudir a la tecnología para dirimir un fallo, no puede haber un tipo informandole a los protagonistas del partido sobre un error arbitral. En mi opinión, a sabiendas de lo que puede suceder con su comentario podemos pensar que al cronista solo le interesa generar un conflicto para estar en la primera línea de su cobertura.

A partir del momento donde Héctor Gallo informa sobre el error arbitral, a Ramacciotti le sobreviene un ataque de histeria y los jugadores de Chicago en estado de locura insultan al referí y hacen ademanes hacia su publico, que ante lo que reciben desde el campo de juego estallan en estado de crispación.

La historia termina con una demora de más de 20 minutos para ejecutar el penal, mientras Ramacciotti pedía que Gallito (?) le diga a Furchi que la falta fue afuera y luego vomitándole a Ferrari que si hacía el gol no salía vivo de Mataderos; con el referí repitiendo el penal debido a la invasión del área por parte de un jugador de Chicago (insólito), la conversión del penal y el final del partido.

Los jugadores de River tuvieron que abandonar inmediatamente la cancha debido a la amenaza de que habría gente dispuesta a cumplir con los dichos del delincuente de Ramacciotti (¿está trabajando en algún equipo?, ojalá que no) y nosotros saliendo de la cancha lo más rápido posible mientras la policía nos gritaba que nos fuéramos de allí urgentemente antes de que llegue la barra de Chicago.

No hubo ninguna sanción al equipo de Mataderos, además sus dirigentes e incluso su técnico y algunos jugadores en vez de calmar la situación continuaron calentando el ambiente lo que generó un clima de guerra antes de dirimir la promoción con Tigre. La crispación llegó a su punto máximo cuando luego de la derrota en su propia cancha (ojalá no asciendan nunca más), la barra brava invade el campo de juego (con complicidad de los dirigentes) y se generan disturbios en las inmediaciones del estadio donde muere un hincha de Tigre.

Al final, ¿cuál es la finalidad de los cronistas en el campo de juego?, como pudimos ver puede ser para crispar a los DT y jugadores, para condicionar a los árbitros en el entretiempo marcándole sus errores, para permitir el basureo constante hacia su persona por parte del relator y el comentador de turno (dando un ejemplo lamentable) o tal vez sirvan para preguntarle a los jugadores: ¿importante triunfo?

Por mi que desaparezcan para siempre.

Por: Enrique