Herencia y gestión

A veces está bueno detenerse a pensar... no me veo tan mal, no?

En el posteo anterior surgió una pregunta que me extrañó muchísimo, tanto como me suele extrañar e insultar la política actual a todo nivel. El tema del posteo era sobre algo que molestaba a mucha gente del club y a raíz de dicho posteo nos enteramos de más cosas todavía; sin embargo, en un punto del posteo mencioné la palabra herencia (relativo a algún posible contrato irregular y alguna deuda difícil de pagar) y en ese punto surgió la pregunta: “¿hasta cuando se justificará a esta gestión con la palabra herencia?”

Para ubicarme aclararía que para mi una gestión y su “herencia” están íntimamente ligados pero esto no implica una justificación. La herencia marca un punto de partida y sitúa el accionar presente pero de ninguna manera amaniata toda una gestión. Se puede decir que una herencia impide tomar una medida deseada pero siempre hay alternativas, tal vez impide la solución ideal pero de ningún modo puede impedir la constante toma de decisiones y de acción. Un pasado pesado puede hace que se empiece por donde uno no creería prioritario y se debe dejar para después una prioridad pero de ninguna manera puede impedir que se actúe.

Es bueno aclarar que el pasado es parte del presente pero no impide modificarlo. La herencia NO JUSTIFICA, simplemente EXPLICA el presente.

Lo segundo que aclararía es que el pasado (la herencia) NO TIENE VENCIMIENTO. El pasado NO SE OLVIDA. Se actúa en el presente pensando en el futuro con el conocimiento del pasado. El único presidente que nos dio un título mundial y que mantiene su verborragia encantadora no logra volver a dirigir al club gracias a que la memoria de los socios no se nubla en las elecciones, el presidente que más títulos nos dio en la modernidad, tampoco logra juntar adeptos como para llegar nuevamente al gobierno. Esta es una muestra de que no nos conformamos con títulos acompañados de saqueos, aunque siempre hubo aprovechadores de esto y mintiendo llegaron al poder (Aguilaucha es un claro ejemplo y en estas últimas elecciones tuvimos unos cuantos candidatos para ejemplificar).

Veo que el recuerdo y la toma de conciencia de nuestro pasado reciente es un dolor de cabeza para muchos grupos que tenían el aparato armado para gozar las mieles de la cercanía al poder. Para muchos este presente es un desastre (como si no fuera consecuencia del pasado reciente) y pretenden olvidar el pasado para justificar el regreso de muchos lobos disfrazados de caperucita. Más allá de los gustos personales, la victoria de DAP dejó un enorme aparato de saqueo sediento de dinero fácil y están con la sangre en el ojo como feroz animal herido agazapados a la espera de su oportunidad. No tienen empacho ni vergüenza, es parte de su forma de actuar. Algunos de ellos salieron ayer a la luz en busca de hincar sus dientes en el dolor de los hinchas de River Plate. Son así, son salvajes que no pueden con su instinto (buen tema para un próximo posteo).

En el club hay mucha "caperucita" que en realidad sostiene la cadena y es parte de la jauría feroz

En tercer lugar diría que la herencia no justifica una gestión pero el olvido justifica una gestión y el regreso de muchos sinvergüenzas que quieren la libertad de empezar con el libre deuda y el blanqueo de memoria. Pretender el olvido de lo sucedido en los últimos años fortalece a quienes cometieron ilícitos y a quienes pueden cometerlos pero no fortalece a la gestión actual. La gestión actual podrá intentar justificarse en el pasado terrorífico pero de nada le servirá esto si no se apoya en buenos hechos del presente.

El pedido general del hincha de River Plate es que no haya ni olvido, ni perdón, ni indulto a los saqueadores y es justamente ese recuerdo de la herencia lo que fortalecerá el pedido y al mismo tiempo podría hundir a esta gestión en las próximas elecciones cuando no haya resultados de la auditoría.

Para mi modo de ver las cosas, la herencia o la historia o el conocimiento del pasado o el vaciamiento o el modelo de saqueo, no tienen olvido y nunca estará de más hacer mención a ellos. Hay mucha diferencia en el significado de los verbos justificar y recordar.

Por Charro.