Delincuentes S.A.

Ya es hora de terminar con la violencia por el botín.

Qué más está faltando para que dejemos de utilizar el términno "barra brava" para denominarlos "los delincuentes identificados con el club". El término barra brava surgió hace varias décadas cuando gente que tenía pasión por un club se enfrentaba a gente de otro club. En sus inicios conseguían un reconocimiento de los otros hinchas, luego empezaron a recibirlo de los dirigentes que les regalaban las entradas, más adelante lo recibieron de los policías que permitieron que se adueñaran de la tribuna (porque la gente confiaba mucho más en los barras que en los policías) y desde allí se desmadró totalmente hasta llegar a los días de hoy. Recuerdo en los 80 cuando las tribunas empezaron a ser dominadas por reales delincuentes que se enfrentaban con la policía con cuchillazos y cuerpo a cuerpo, recuerdo grandes enfrentamientos en los cuales se ponían en primera fila a los chicos de 10 a 16 años y luego llegaba el grueso para contragolpear, una locura increíble. Los pungas eran dueños de la tribuna si la barra lo permitía, eran uno de los "negocios" de financiamiento (aunque era más normal ver a 3 o 4 que pasaban con una gorra "pidiendo generosamente" plata para la bandera), todo era turbio y esos delincuentes se amparaban en la misma identificación por la camiseta que tenían los otros hinchas. Las peleas entre barras se hizo habitual y nadie mejor para salir en defensa del hincha que la propia barra. Ir al exterior era una proeza y la barra era la única capaz de aguantar a los policías e hinchas del otro país. Eran tiempos de los violentos.

Los barras habían tomado tanto poder que, con su violencia, complicaban a los dirigentes. Nuestro club fue conejito de indias al implementar un "nuevo sistema" que corrigiera los errores del anteriior, decidieron darle el apoyo a gente del club para que dominara la tribuna pero bajo las condiciones de los dirigentes. El club los incluyó en sus negocios a cambio de dejar contentos a los hinchas, la tribuna debía ser el ámbito más seguro y tranquilo, las peleas con barras rivales debían ser las menos posible y fuera de la cancha, debían intentar no provocar situaciones y cuando ya no había más remedio, la dirigencia decidía darle más poder o más negocios a los barras. Los 90 fueron tiempos de barras hiper conectados con los dirigentes (recuerdo una vez en que los de Velez llegaban por Figueroa Alcorta a su tribuna y al pasar por la puerta del club empezaron a insultarse reja de por medio con los socios de River de la San Martin, los de Velez empezaron a caminar para entrar al club hasta que uno con un handy les gritó a todos "pelotudos, a donde van? hoy no hay quilombo, todos a la popu"), los barras recibían las órdenes mientras incrementaban sus negocios, tenían libertad absoluta mientras mantenían la tribuna tranquila.

Este nuevo sistema se desmadró también cuando los barras pretendieron entrar a la política y empezaron a amenazar con la "libretita", mientras que otros delincuentes que no participaban en el creciente negocio, buscaban la forma de participar. Vaya uno a saber cuanto tiempo habrá de pasar hasta que sepamos la verdadera historia de la muerte de Acro y sus involucrados pero sería bueno saber si la interna entre Russeau y Schlenker solo fue por plata y poder o si también hubo un componente político. Hoy las tribunas siguen medianamente tranquilas pero la tensión es permanente a la espera de otra batalla entre delincuentes de un mismo club, hoy el temor ya no es con delincuentes de otro club porque todos responden a los negocios con los dirigentes, el botín no está en conseguir la bandera de otro club y el reconocimiento de los propios delincuentes o hinchas, hoy el botín está en los negocios cedidos por los dirigentes (muy interesantes las declaraciones de Ferreyra sobre su diálogo con Turnes).

Después de los sucesos de esta semana, ya no hay forma de eludir hechos que siempre estuvieron claros pero de los que nadie quiere hacerse cargo. En la tribuna hay delincuentes, los dirigentes estan más interesados en los negocios que en terminar con los delincuentes, los delincuentes están totalmente conectados con el poder político. Lo que le está pasando a Nueva Chicago (y en cierta medida a Almirante Brown) debería hacerle tomar conciencia a los hinchas, nadie puede creerlo pero lo que dice Vega es cierto "Chicago va a desaparecer", no solo por las peleas de los delincuentes sino por la elección de dirigentes que minimizan a estos delincuentes.

La dirigencia argentina en general está jugando con fuego y en lugar de solucionar el problema le tiran un poco de agua y a veces hasta le tiran nafta. Ahora vienen los castigos para los hinchas mientras los culpables se lavan las manos, porque nadie se hace cargo que esta gente trabaja en organismos públicos y que otros tienen prontuarios bien largos. Las cosas por su nombre, delincuentes que quieren apoderarse del botín y son apañados por delincuentes de guante blanco que entregan los recursos del club.

Por Charro.