Fortalezas y debilidades

La suerte existe... pero hay que ayudarla

La semana pasada Varsky planteó en su programa de radio 2 interesantes temas que me dejaron pensando, cuando no?, en las cosas que nos están pasando. Por un lado planteó el tema de la suerte en el fútbol y por otro lado planteó un tema menos hablado, se refirió a la mentalidad del deportista o equipo, que, en caso de jugar a favor funciona como un ¨blindaje¨ adicional (que muchas veces es casi imposible penetrar) y en caso de jugar en contra funciona como una mochila de muchísimo peso.

Por el primer caso es imposible no remitirse a la película de Woody Allen, Match Point (donde nos muestra que una pelota que pega en el fleje de la red puede hacer toda la diferencia si cae de un lado o del otro). Me dejó pensando que la diferencia entre salvarte o perder puede ser mínima (hoy en día la brecha es menor y eso provoca que los detalles hagan la diferencia). Es habitual escuchar que un corredor puede bajar con cierto esfuerzo y trabajo de 11 segundos a 10 pero es muy difícil hacerlo de 10 a 9,80, mientras que es para muy pocos bajar ese tiempo. El fútbol profesional está en un nivel de estudio, de preparación física, de exigencia y de negocios sucios tan grande que se hace casi imposible jugar bien o marcar una diferencia muy clara. En base a esto, podes tener la buena suerte de que tu mal momento sea de lo más profundo y darse cuando las circunstancias no te afecten o tener la desgracia de que ese mal momento no sea tan profundo pero que se produzca cuando las circunstancias te destrocen (yo no tengo dudas que CAI pasa por una crisis mucho más importante que la nuestra), un tiro sin ningún riesgo puede desviarse en un defensor tomando al arquero a contra pierna y así entrar al arco o puede salir a centímetros del palo, 10 cm puede ser la diferencia cuando la pelota pega en el palo y luego entra o se va hacia el campo de juego para que la rechace un defensor, un arquero puede volar y la pelota dar en el travesaño y entrar x pegarle en la espalda o quedarse parado sin reacción pero que el rebote le vaya a las manos. Una pelota sin sentido puede ir hacia tu arco y doblegar las manos de tu arquero en un partido fundamental donde se pierden 2 puntos fundamentales o pasarle cuando se está ganando 4 a 0…

El mal momento de River Plate se dio en un único momento en que podía afectarnos y donde se dieron decenas de circunstancias para que unidas terminaran golpeándonos. Eso es mala suerte. Haber descendido con la mayor cantidad de puntos históricos o que 3 ascendidos hayan tenido una gran campaña podían no estar en los cálculos, que a un ladrón le siguiera los pasos un inepto tampoco estaba calculado, que a un presidente que dejara las arcas sin un peso le siguiera uno incapaz de conseguir un peso, tampoco se calculó, y ni hablar de tener un equipo desvalorizado e impropio de lo que se juega una institución como River Plate, fuera modificado con tanta lentitud. No haber reaccionado al haber quedado últimos en un torneo teniendo un plantel paupérrimo fue nuestro pecado y a ese pecado le siguieron muchos más. Se hicieron tantas cosas mal que se terminó en un imposible pero este imposible de jugar en la segunda categoría fue acompañado por muchos detalles mínimos que ayudaron a esta desgracia.

Por el otro tema (la fortaleza o debilidad mental) puso el ejemplo de Alemania. Siempre se dijo que cualquier formación alemana, no importaba como llegaba a una competencia porque de cualquier forma sería candidato al título, sin embargo desde 1999 apenas logaron un título internacional porque perdieron todas las demás finales jugadas por equipos de esa nacionalidad y por la selección desde que fue derrotado el Bayern en una recordada final por el Manchester United. Cual fue el hecho especial? Que ganaba 1 a 0 al último minuto de juego y terminó perdiendo 2 a 1 en el descuento (inclusive el presidente de la FIFA salió de su palco para ir al campo de juego a hacer la entrega de premios a los alemanes y en el camino se enteró que debía dárselo a los ingleses). Según la opinión del periodista, ese día, algo se rompió en la mentalidad alemana.

River Plate contaba con ese blindaje. Durante décadas, todos sabían que llegar al Monumental implicaba ser peloteado y presionado durante 90 minutos, la final de copa Libertadores del 66 y los 18 años sin salir campeón fue coquetear con el diablo para terminar con esa mística, sin embargo nadie se animaba a romper con ese mandamiento porque el equipo se encargaba de destrozar a los rivales. Desde el 2006 aproximadamente, se rompió ese blindaje trayendo DT que no supieron cuidar ese blindaje y prefirieron transformarlo en una mochila muy pesada. Hoy en día son los bosteros quienes cuentan con un blindaje ganado por Bianchi y sus copas en base a fortaleza mental y buena fortuna. Hoy los medios hablan de ¨indestructibles¨ cuando son un equipo mediocre con algunas fortalezas importantes y con la buena fortuna de su lado. Claro está que a la buena suerte hay que llamarla y de nada sirve que el rival erre un penal si luego no convierto en el arco rival, de nada sirve la ayuda arbitral si no ataco y presiono para que puedan ayudarme, de nada sirve hacer tramoyas bajo la mesa si después no le puedo sacar frutos.

Una de las cosas que tendremos que recuperar rápidamente es este blindaje sobre la mentalidad de los rivales y creer en nosotros mismos. Estas cosas no se consiguen de un día para el otro, es parte de un trabajo serio que irá desde las divisiones inferiores hasta el hincha, es parte de las cosas que nos sacaron y que necesitamos recuperar. Esto no se consigue con la frase ¨esto es River¨ sino con hechos semanales. Pensar que se puede hacer un gol hasta en el último minuto o que te conviertan uno en el último minuto puede ser una cuestión de suerte pero también es una cuestión de actitud. Una vez puede ser la suerte, varias veces tiene que ver con la convicción. Esa convicción se consigue a través del trabajo, la seguridad y los resultados (o sea, no cuando estas en la cornisa sino en un lugar más seguro). Es hora de volver…

Por Charro.