Ganas de ganar o miedo a perder

Nunca tuvo límites para ganar, pero el fracaso...

 

El sábado escuché a Herbella hablando sobre ¨las ganas de ganar o el miedo a perder¨ y quise leer un poco del tema porque me vino a la mente el recuerdo de una frase similar que dijo alguna vez Chilavert ¨el exitoso se diferencia del que no lo es porque el exitoso no le tiene miedo al éxito cuando está de cara al éxito, yo nunca tuve ese miedo¨ (similar a lo que expresa Perfumo en esta nota). El jugador de River Plate históricamente careció de este miedo al éxito porque estaba en la naturaleza del jugador competir siempre por salir campeón, desde las inferiores se le enseña y naturaliza la competencia y la posibilidad de ese logro, ante la derrota aprende a tener bronca y eso le da el hambre para que al año siguiente lo vuelva a intentar con más seguridad. El River Plate campeón de América 96 nació del penal malogrado de Almeyda en la semifinal del 95, las lágrimas de esa noche cimentaron la determinación y el temple del campeón.

Mucho tiene que ver con esta idea el posteo de la coraza mental de los alemanes (que había escrito sobre una idea de JP Varsky). Así como en ese caso se hablaba de un hecho desafortunado, en el caso de River Plate, Aguilaucha cambió el paradigma mental a partir de la derrota ante CASLA en la Copa Libertadores, el último puesto en el apertura 08, no sacar jugadores de las inferiores, comprar jugadores de mediocre calidad y sin esa mentalidad… se detruyó la coraza y ahora estamos en el paradigma contrario. Ahora River Plate se está enfrentando a situaciones para las que no estaba preparado ni se debe acostumbrar, ahora jugamos a no perder.

La idea que transmitió Herbella es que antes River Plate jugaba a ganar un campeonato (se gana o no; gloria o volver a intentar) y el año pasado se jugó a no perder la categoría (no había nada para ganar; fracaso o alivio) y ahora jugamos a no perder el ascenso obligatorio (no hay nada para ganar porque es una obligación; se fracasa o nada). Nosotros mismos nos pusimos ante esta pared, no hay escapatoria. Perdemos y fracasamos o zafamos, no hay victoria para festejar. La presión para River Plate no es por el éxito, es por el fracaso. Para ganar hay que arriesgar, para armar juego hay que eludir rivales que intentan destruir el juego, el error en un pase o no eludir al contrario es fracaso. Así surge el temor al riesgo. Con semejante presión es obvio que los planteos destructivos superen a los que deben ¨armar¨ y que sea difícil encontrar al jugador que pida la pelota o que se anime a eludir (esta es la razón por la que pienso que se necesitan mucho a los Choris, los Ponzios y los Cirigliano por más que se equivoquen mucho). Las victorias se construyen (o se encuentran cuando falla el rival) y para construir hay que arriesgar, cuando se arriesga se puede perder y River Plate no tuvo esa posibilidad en todo el año porque jugaba contra ¨nadie¨. Esa es la presión que le pusimos a nuestro equipo (y que es diferente a la que siempre tuvo).

Tal vez parezca algo sin importancia, pero también me resultó interesante la respuesta que encontré en este psoteo en un blog de psicología del deporte en el cual dicen que ¨la clave no está en lo que se dice, sino en cómo se lo dice, y a quien se le dice que cosa. Cada uno necesita una palabra diferente, y cada grupo tiene su propio estilo de comunicación, lo que no quiere decir que siempre responda al mismo patrón comunicacional, por lo que aquello que la ultima vez lo motivó y lo puso en foco, tal vez hoy no le llegue o termine cargándolo de mayor presión de la deseada¨.

Espero que Almeyda haya contratado a un buen equipo de psicólogos y que se haya asesorado muy bien sobre este tema. Sacarle presión al equipo es fundamental (algo que está intentando hacer Giunta, busca que todos los insultos le caigan a él y que sus jugadores no sientan la presión) y poder jugar con la tranquilidad suficiente para pensar es primordial (hasta Alonso pretende que se diviertan y dejen las presiones de lado). 

El sábado habrá que ser inteligente (las declaraciones de esta semana parecen más encaminadas a hablar de ganar el ascenso y con más concentración y conciencia) y no prestarse al juego mediático de los rivales (quienes se irían, quienes vendrían, si un bostero nos ganará... por eso decidió volver a una isla del delta). Parece que Almeyda entendió el error de inventar jugadores en distintos puestos y volverá al esquema más ¨seguro¨ (para tranquilizar al equipo) con los jugadores más experimentados (parece que entrarían Vella y el Maestrico).

Por Charro.