¿Quién defiende al hincha de River Plate?

Nos pega cualquiera, hacen cualquier cosa y nosotros pedimos un poco más...

La situación que estamos viviendo esta semana está exponiendo crudamente la fragilidad en la que vive el hincha de River Plate. La situación que vivimos vuelve a ser extrema y lleva a la desesperación de mucha gente. Esta semana recibí llamadas de amigos del interior intentando ver si tenía alguna forma de conseguir entradas o de informarles cuando se pondrían a la venta; inclusive recibimos un mail de gente de Río Gallegos que salieron el fin de semana con la intención de llegar para sacar las entradas y nos consultaban cuando y donde se pondrían a la venta.

El hincha de River Plate está sensible por la situación que vive su club, sin embargo eso no le importa a nadie. Como escribí en un posteo anterior, estamos desprotegidos, en las manos de las malas voluntades que dirigen el fútbol argentino. Hoy ya nadie puede dudar que los castigos son para la gente inocente y que el grito de los medios no es para terminar con el flagelo de la violencia sino para que haya castigos. Nada es suficiente, siempre se necesita algo más brutal para satisfacer el deseo vengativo, partidario o mercantil de quienes manejan los medios o el micrófono. En la debilidad extrema que muestra nuestro club, aparecen las rapiñas que buscan la sangre que vende o la posibilidad aumentar la audiencia gracias al sufrimiento del hincha de River Plate y al morbo o diversión de otros hinchas. Nuestra debilidad nos ha dejado expuestos a la venganza de los hinchas de clubes más chicos que siempre se sintieron perjudicados o mediocres ante la capacidad de River Plate.

En este panorama es sorprendente la cantidad de gente que acepta mansamente los castigos y que se siente merecedor de mayor castigo. No solo son víctimas de la desinformación sino que además alimenta el deseo de justificar a quienes nos dañan. Es parte de la nueva generación de hinchas. Nadie propone castigar al dirigente que tiene asociaciones ilícitas con sicarios ni a nadie se le ocurriría pedir que clausuren una exposición si alguien entra allí con un cuchillo y mata a otra persona. En River Plate los dirigentes no van presos por tener en el club a los barras y dejarlos entrar a la cancha pero los socios que debemos convivir con estos hombres que en cualquier momento se tirotean por alguna disputa de dinero (negocio que obtienen gracias a la anuencia y la coparticipación de los dirigentes y de quienes implantan las penas) también somos castigados con canjes de entrada (horas frente a la computadora, horas haciendo cola bajo lluvia o con frío, horas perdidas innecesariamente por el capricho de una persona que jamás pisó una cancha) y se nos coloca junto a los sicarios luego de haberlos repudiado. Esto no es una invitación a no ir más a la cancha? Qué más quieren hacer para echar a la gente común de la cancha? 

Lo peor de todo es que debemos sufrir algo similar al síndrome de Estocolmo. Tenemos a una ¨justicia¨ que se dedica a castigar al hincha común para beneficiar a los barras y a los dirigentes y no alcanza, hay gente de River Plate que pide más castigos. Es tan fuerte la campaña en los medios machacando sobre la ¨injusticia¨ de que River Plate no haya sido castigado (?) y que no se haya clausurado el Monumental por la muerte de un hincha que varios hinchas estan pensando que la muerte la provocó la barra y que merecemos más castigos. Es gente que maldice por el canje, que maldice tener que compartir una tribuna con los sicarios del tablón pero que piensa que no fue castigado suficientemente. 

Realmente estamos adormecidos y shockeados. Es imposible no haber reaccionado contra tanto maltrato y no haber hecho estallar cada medio en el cual nos toman como hijos de la pavota. Sigo esperando tener un gobierno que cumpla con su misión de defendernos contra el maltrato y que no esté preocupados por los negociados.

Por Charro.