Diez mil veces más grande

Se les escapó la tortuga? micros en miniatura? Muchas alternativas, poca imaginación y preparación

El Pelado Ramón Diaz la tiene clara y por eso es parte del corazón millonario. No se calla nada y habla como cualquier hincha de River Plate, sin dudas conoce al hincha. La frase ¨River Plate es diez mil veces más grande (que la bosta)¨ le pega directamente al corazón de los bosteros y es un placer para el hincha millonario. Con esto se gana a los hinchas pero no se queda en eso, su intención es quedar en la historia y ganarse el amor incondicional, disfruta con la exposición y el reconocimiento. El Pelado está en cada detalle, con los dirigentes presiona para conseguir refuerzos o para que le den un micro ¨a la europea¨ y con los jugadores no se queda atrás. 

Hace unos días había dicho que el se dedicaría a hacer su trabajo (dando a entender que necesitaba concentrarse en la dirección técnica del equipo y que para el resto de las cosas deberían estar los dirigentes), sin embargo no pudo con su genio y ya es noticia nuevamente por otros motivos. No le alcanza con buscar por todos los medios conseguir el refuerzo que pretende (los mal pensados dirán que lo hace porque se llevaría su tajada), también necesita ver cada detalle de la práctica (mira la comida del día, le dice al preparador físico lo que pretende para ese día, hace el seguimiento en la notebook del rendimiento físico y hasta es capaz de llevar todo un gimnasio a Tandil para acostumbrar a los jugadores al uso de determinados aparatos o de cambiar el entrenamiento al predio de AFA por disconformidad con el piso de nuestro predio de Ezeiza). No soy quien para decirlo (aunque él mismo se autodefinió como más maduro y cauto) pero parecería que este Ramón es mucho más maduro y completo que en las anteriores experiencias. 

Todo esto entraría en sus funciones como DT, tan cierto como que esto debería estar delegado y coordinado con alguien del club (algo así como un secretario a disposición del DT) y no desgastar al DT (aunque parecería que le gusta) en nimiedades mientras él debería estar ocupado en la forma de jugar. El colmo de estas preocupaciones ¨menores¨ es que el DT se deba ocupar de conseguir las comodidades que pretende para el micro que traslada al plantel. Con cualquier otro DT estaríamos hablando de las ¨boludeces¨ en las que se debe ocupar, en este caso terminamos admirados.

Lo que más sorprende del caso, no son los detalles que quiere agregar al micro (que hubiera sido el punto de enfoque con cualquier otro DT) sino la sencilla forma de negociar para conseguir su objetivo. Tan fácil como siempre decimos que es, solo hace falta un poco de habilidad, imaginación y conocimiento; solo es cuestión de no dejar el departamento de mercadotecnia en manos de ¨amigos¨ para dárselo a profesionales. En lugar de intentar conseguir plata del socio ¨robándoles¨ para que paguen un abono, sería mucho más interesante ¨invitarlos¨ a gastar plata en productos del club o cenas, charlas, prácticas, fotos... cuando comentan en el artículo que el gerente de Chevallier atacó con el costo que implicaría darle una unidad a River Plate, a cualquiera que sintiera el club, conociera la pasión del hincha y supiera negociar un poquito, hubiera contestado como Ramón (esto es un costo muy barato de publicidad permanente, una marca de excelencia de servicio, probablemente implicará que tengan que agregar esta categoría de micros a sus servicios regulares, podrían utilizar el micro entre hinchas de River Plate durante la época de vacaciones, los hinchas querrían sacarse la foto y hasta se podría hacer una visita incluida en el adicional del museo). A la hora de buscar soluciones, se hace muy fácil ante millones de apasionados hinchas.

El hincha millonario está dispuesto a ayudar de cualquier forma cuando ve el esfuerzo del otro lado y que encima hay retribuciones. El gran inconveniente que tuvo esta gestión a la hora de pedir una ayuda (nunca consiguió plata para hacer funcionar al club), es que luego deben responder con cierta transparencia porque el que pone un peso no quiere ver que se despilfarra o se usa para afanar. Que diferente hubiera sido nuestro presente si en lugar de pensar en un fondo fiduciario o en negocios con algún intermediario, hubieran recaudado la plata que los hinchas hubieran estado dispuestos a dar a cambio de salir del pozo. Es obvio que esta gestión no se animó al desafío de tener que responder por el dinero ¨prestado¨, ni mucho menos estuvo a la altura del difícil momento que vive la institución. En unos meses y no haciendo tanto, Ramón lo dejó muy en evidencia.

Por Charro.