El momento del triste adiós a la credibilidad

Ya reconocimos a 2 pinochos, nos faltan los gepetos para no sufrir a un nuevo muñeco mentiroso

Esta gestión hace rato que perdió la credibilidad. Tal cual le pasó a la anterior gestión, hay un momento en que pierden la credibilidad ante los organismos, los otros clubes, bancos, proveedores, jugadores (son los que tienen el trato cotidiano de las promesas incumplidas y que palpan inmediatamente el resultado de la mala gestión) y finalmente ante el socio (muchas veces no conocen la ¨cocina¨ de la gestión y le dibujan los resultados) y hay un momento irreversible en que pareciera que ellos mismos entienden que perdieron la credibilidad y caen en una espiral de barbaridades donde ya no se les cree nada. 

La anterior gestión perdió credibilidad con todos, menos con el socio, durante la primera gestión. Al mes de iniciar el segundo período aplicaron un fortísimo incremento en la cuota social que empezó a marcar el distanciamiento del socio y los dirigentes, luego fueron las extrañas asociaciones económicas y los pésimos resultados deportivos los que terminaron por minar la credibilidad hasta llegar al punto en que cualquier cosa que hagan o digan, uno piensa que es mentira. Tal vez cada uno recuerde ese momento con un hecho particular (para algunos será la venta ¨en paquete¨ de los jugadores a Zahavi o para otros será el último puesto del 2008 o la policía y el periodismo que ejecutaban los deseos de Aguilaucha durante sus últimos años de mandato...).

Esta gestión fue más torpe y más evidente (tal vez porque partió desde un punto más evidente o porque en sus primeros meses de gestión mintió descaradamente para tapar los primeros fracasos) a la hora de notarse sus mentiras. El fracaso se amparó en el desastre heredado pero lentamente fueron apareciendo sus propios fracasos. El pedido de tiempo (necesario en cualquier gestión para acomodarse, armar una base desde donde gestionar y para mostrar sus primeros resultados) rápidamente fueron reemplazados por incumplimiento de promesas desesperadas. Solo hace falta leer los distintos posteos sobre las promesas de campaña de DAP (marketing, modificar la gestión, no vender jugadores a través de intermediarios, no hacer contratos que afecten a la gestión posterior, modernizar el estadio y sus alrededores, pelear contra los barras, dejar de dibujar balances, solucionar el problema de las entradas...) para notar que no cumplió con nada y luego hay que recordar sus intentos más importantes para salir de la crisis (fideicomiso, auditoría, inyección de capitales...) y se podrá ver que no logró ejecutar ninguno de ellos (varios por falta de credibilidad ante los organismos oficiales y bancos).

Todos estos puntos fueron minando la credibilidad de la gestión (la auditoría y el fideicomiso fueron los primeros puntos importantes de descrédito, el ¨no tengan miedo¨ fue otro hito y el ¨campeonato económico¨ fue el punto exasperante) pero creo que el talón de Aquiles que marca el fin de la credibilidad y el inicio del ¨que me importa¨ de la dirigencia es la reventa. Debe ser tan suculenta la ganancia y deben ser tantos los participantes, que no han podido superar esa avaricia. Así como Aguilaucha no pudo frenarse a la hora de dibujar balances (su talón de Aquiles fueron los paquetes vergonzosos de jugadores), DAP no puede tampoco.

Aparentemente el club recuperó la página oficial de internet (tardó pero mejoró mucho y hoy es una buena página en crecimiento aunque me sigue molestando que se pierda la información pasada), se recuperó la cuenta de twitter (que estaba siendo manejada por un particular que tenía su propio criterio a la hora de escribir y no era la voz oficial del club) y en estos días estamos viendo la organización del maratón. Todo esto podrían ser buenas acciones de gestión pero lamentablemente todo se tiñe de incredulidad y duda porque quien se quemó... ojalá que estas buenas acciones no tengan detrás el mal olor que tienen otras acciones del gobierno. Ojalá que la página de internet siga mejorando y no se presente como un problema para la futura gestión y que el ¨maratón¨ (el cual iba a ser limitado a 6 mil personas pero ya se acercan a los 10 mil inscriptos) sea una fiesta que no descubra negociados sino que sea el inicio de un tradicional festejo de cumpleaños.

Por Charro.