El negocio, el sentimiento... el superclásico

El inicio desde el Monumental, algunas motos, coches y unos 15 micros harán una pequeña caravana

Faltan pocas horas para empezar un nuevo superclásico y los sentimientos se van entremezclando en esta espera. Los nervios y las ganas por ver una victoria se mezclan con la tristeza de perderme un nuevo superclásico y entender que cada vez se hará más difícil presenciar este partido porque el negocio se está convirtiendo en algo monstruoso, del cual, quienes tienen la manija, no quieren perderse ni una moneda. Antes competíamos entre nosotros, los hinchas por conseguir una entrada entre una cantidad lógica de ubicaciones, hoy competimos con los corruptos que manejan la entrega de entradas y los delincuentes que las distribuyen para ser uno de los pocos que pueden entrar. Desde que dan una  bandeja las formas para conseguir la entrada se han ido complicando y como siempre, quien lo sufre es el hincha porque para los dirigentes (que igual pueden ir) es más fácil dejar que los bosteros hagan sus negociados en la bostanera porque saben que luego nuestros dirigentes tendrán sus negociados en el Monumental. Para que exigirle a los bosteros 2 bandejas y ofrecerles toda la Centenario (armándose de posibles futuros quilombos por no dejar afuera a los socios que quieran ir al Monumental), ¿para qué buscar soluciones inteligentes si lo importante es la reventa a precios exorbitantes?

Lo peor es que hoy cierto arco opositor intenta demagógicamente atribuirse algún voto diciendo que no van y que la reventa es vergonzosa como si esta vez hubiera sido peor que en otras ocasiones. Hay un arco de la oposición que quiere aprovecharse de que la reventa y el canje están en el ojo de la tormenta. La denuncia de Roncagliolo no hace más que poner sobre los diarios algo que viene ocurriendo hace muchísimos años y que todos sabemos (la entrevista de C5N a la víctima del canje Brito mientras muestran la caravana hacia el chiquero da vergüenza ajena pero por lo menos sirve para que todos sepan a lo que se expone al hincha), la cantidad de entradas que se canjean para los partidos de visitante dudosamente lleguen al 25% (para cualquier partido que dan menos de 5 mil entradas es un milagro conseguir entrada). Siempre hubo reparto a distintas agrupaciones (¿esta vez hubo menos?) sin importar cuanto se quejaban o cuan amigas eran del oficialismo (tal vez variaban la cantidades recibidas pero siempre recibieron) y hoy se que se repartieron muchas menos (por lo menos de la forma tradicional que se hacía) pero todavía no pude enterarme si esto se debió a que aumentaron la cantidad entregada para la reventa (esta vez preferí no ir hasta la bosta a ver como venía la situación y preferí que me lo cuente algún amigo) o porque alguien dio grandes cantidades a algún futuro candidato que les de impunidad o que los cobije (supongo que este manejo lo tendrán principalmente Bravo y Turnes).

2 horas antes del partido y cuando la caravana aún no llegó

Sea como sea, la pasión sigue los caminos de siempre, podremos no estar en la cancha y darnos bronca por alguna cábala (en los últimos casi 25 años no perdí ninguna victoria) pero eso no quita que cada uno se exprese como puede. En muchas ciudades ya nos tienen acostumbrados a realizar un ritual (en Barcelona, Madrid, Colombia, Israel, Bolivia, Brasil, USA... suelen haber reuniones para ver el partido) y esta vez se ha sumado Nueva York a los ¨locos¨ que necesitan expresarse de alguna forma a pesar (o a causa) de la lejanía. Todos serán parte de esta pasión como los que se juntaron en el club para ir nuevamente en caravana hasta el bosterío. Es con la pasión del hincha donde se alberga la esperanza de que todo siga siendo una fiesta (a pesar de los piedrazos que ya tiraron los bosteros a las combis) y que los jugadores puedan demostrar y jugar su mejor partido para darnos una victoria.

Ahora es el turno de ir a casa... al Monumental y sentir el partido (para cuando la pantalla gigante en el Monumental para estos partidos con poco público visitante) entre otros hinchas que viviran los mismos nervios y las mismas alegrías durante el partido... AMEN.

Por Charro.