La actualidad sigue modificando nuestras intenciones. Teníamos pensado hacer un poco más livianos y activos nuestros fines de semanas en el blog. Era un día ideal, domingo de lluvia, extrañando al fútbol con un fin de semana largo en que no pude irme a ningún lado y debo dedicárselo a los estudios, qué mejor que buscar en los mejores recuerdos de la memoria. Bueno, la actualidad nos va superando y aquí estamos con otro post.
Empezamos el día encontrándonos con la noticia sobre la gresca en un partido de inferiores. Durante la semana venía oyendo distintas historias sobre el superclásico en las distintas categorías aprovechando que ya llevamos mucho tiempo sin fútbol. A la presión de los padres que buscan salvar su vida económica de la mano de un niño, de los dirigentes que organizan torneos internacionales rentados, televisados y con mucha presión para estos niños, de los técnicos que ven su trabajo medido por resultados presentes y manejos económicos y no por resultados formativos, de los hinchas insultándose y agrediéndose sin miramientos en medio del partido, ahora se suman los periodistas intentando encontrar a la figura del mañana y tener los notas de color de estos niños para mostrar cuando sean estrellas.
En estas condiciones vemos como hoy todos se rasgan las vestiduras por algo que se puede ver constantemente en nuestra sociedad. Enfrentamientos entre 2 grupos ante la mirada juzgadora y sin culpas de los mayores. Creo que a nadie se le puede escapar en las imágenes vistas del final del partido de 9* división entre River y Boca, como Pompei (técnico de Boca) entra alocadamente hasta la mitad del campo de juego pretendiendo modificar un fallo en contra de su equipo (un penal de un jugador de Boca en respuesta a un supuesto codazo de uno de River a los 94 minutos de juego). Si partimos de semejante ejemplo, si el guía de esos chicos es el más sacado de todos los presentes, ¿qué pretendemos de los jóvenes jugadores? El peor agravante de esta situación fue que esta actitud provocó que todos los mayores presentes en la cancha (ayudantes del técnico, cuerpo técnico de River, la poca seguridad del lugar y la terna arbitral) fueran en su búsqueda dejando a los chicos solos y listos para empezar la gran batahola.
Dentro de toda esta situación, que se volvió caótica en cuanto un chico de boca dio un cross en medio de la cara de un chico de River y de ahí en más empezaron las trompadas, patadas voladoras, codazos, agarrones y todo la agresión que pudieron desparramarse entre todos los jugadores participantes, al menos se pudo ver al cuerpo técnico de River intentando tranquilizar y separar a sus jugadores.
Creo que este hecho puede ser motivo para replantear a toda la dirigencia sobre lo que está pasando. No es algo suelto a lo que pasa en la sociedad ni al fútbol en general pero si puede ser un buen motivo para que los dirigentes se replanteen cual es el objetivo del fútbol de inferiores o formativo. Cómo se puede formar a deportistas que vayan tras la pasión por una camiseta y un deporte, tras el fuego sagrado de ser el mejor, de ganar una competencia y no tras los billetes, la fama y los negocios turbios. Está todo tan trastocado entre los mayores, ¿pretendemos que los chicos lo tengan claro?
También hay que reconocer que salvo las declaraciones del más cercano dirigente macrista (el impresentable y lleno de negocios sucios Beraldi), todos los demás supieron dimensionar el hecho y en cada club se programó una reunión para ver las imágenes y actuar en consecuencia (así se los escuchó a Ameal, Quintás y Singerman). Supongo que de ser ciertas estas declaraciones, el miércoles escucharemos alguna sanción para el técnico de Boca (terrible caradura con las declaraciones posteriores al partido expresadas en Cancha Llena donde decía que nada justifica lo que hicieron los chicos sin hacer la autocrítica del mas vergonzoso comportamiento que fue justamente el suyo).
En contrapartida con todo esto, hoy pudimos ver un interesante y deseado partido de veteranos de River y Boca. Grandes jugadores que nos siguen provocando añoranzas sobre el fútbol de la década pasada y que debería provocar varias preguntas a quienes dirigen los destinos del fútbol. Una alegría poder ver a nuestros ídolos y más aún si es ganándole a la bosta por penales y obteniendo el tercer puesto del super 8 senior.
Por: Charro
Empezamos el día encontrándonos con la noticia sobre la gresca en un partido de inferiores. Durante la semana venía oyendo distintas historias sobre el superclásico en las distintas categorías aprovechando que ya llevamos mucho tiempo sin fútbol. A la presión de los padres que buscan salvar su vida económica de la mano de un niño, de los dirigentes que organizan torneos internacionales rentados, televisados y con mucha presión para estos niños, de los técnicos que ven su trabajo medido por resultados presentes y manejos económicos y no por resultados formativos, de los hinchas insultándose y agrediéndose sin miramientos en medio del partido, ahora se suman los periodistas intentando encontrar a la figura del mañana y tener los notas de color de estos niños para mostrar cuando sean estrellas.
En estas condiciones vemos como hoy todos se rasgan las vestiduras por algo que se puede ver constantemente en nuestra sociedad. Enfrentamientos entre 2 grupos ante la mirada juzgadora y sin culpas de los mayores. Creo que a nadie se le puede escapar en las imágenes vistas del final del partido de 9* división entre River y Boca, como Pompei (técnico de Boca) entra alocadamente hasta la mitad del campo de juego pretendiendo modificar un fallo en contra de su equipo (un penal de un jugador de Boca en respuesta a un supuesto codazo de uno de River a los 94 minutos de juego). Si partimos de semejante ejemplo, si el guía de esos chicos es el más sacado de todos los presentes, ¿qué pretendemos de los jóvenes jugadores? El peor agravante de esta situación fue que esta actitud provocó que todos los mayores presentes en la cancha (ayudantes del técnico, cuerpo técnico de River, la poca seguridad del lugar y la terna arbitral) fueran en su búsqueda dejando a los chicos solos y listos para empezar la gran batahola.
Dentro de toda esta situación, que se volvió caótica en cuanto un chico de boca dio un cross en medio de la cara de un chico de River y de ahí en más empezaron las trompadas, patadas voladoras, codazos, agarrones y todo la agresión que pudieron desparramarse entre todos los jugadores participantes, al menos se pudo ver al cuerpo técnico de River intentando tranquilizar y separar a sus jugadores.
Creo que este hecho puede ser motivo para replantear a toda la dirigencia sobre lo que está pasando. No es algo suelto a lo que pasa en la sociedad ni al fútbol en general pero si puede ser un buen motivo para que los dirigentes se replanteen cual es el objetivo del fútbol de inferiores o formativo. Cómo se puede formar a deportistas que vayan tras la pasión por una camiseta y un deporte, tras el fuego sagrado de ser el mejor, de ganar una competencia y no tras los billetes, la fama y los negocios turbios. Está todo tan trastocado entre los mayores, ¿pretendemos que los chicos lo tengan claro?
También hay que reconocer que salvo las declaraciones del más cercano dirigente macrista (el impresentable y lleno de negocios sucios Beraldi), todos los demás supieron dimensionar el hecho y en cada club se programó una reunión para ver las imágenes y actuar en consecuencia (así se los escuchó a Ameal, Quintás y Singerman). Supongo que de ser ciertas estas declaraciones, el miércoles escucharemos alguna sanción para el técnico de Boca (terrible caradura con las declaraciones posteriores al partido expresadas en Cancha Llena donde decía que nada justifica lo que hicieron los chicos sin hacer la autocrítica del mas vergonzoso comportamiento que fue justamente el suyo).
En contrapartida con todo esto, hoy pudimos ver un interesante y deseado partido de veteranos de River y Boca. Grandes jugadores que nos siguen provocando añoranzas sobre el fútbol de la década pasada y que debería provocar varias preguntas a quienes dirigen los destinos del fútbol. Una alegría poder ver a nuestros ídolos y más aún si es ganándole a la bosta por penales y obteniendo el tercer puesto del super 8 senior.
Por: Charro
7 comentarios:
Triste el papel de Pompei, un jugador exitoso, con experiencia, hasta pateó el penal definitivo de una libertadores en Brasil, no se puede sacar de esta manera. Los jugadores estaban a las piñas y el boludo seguía protestando.
El problema como siempre son los mayores, como algunos padres que le queman la cabeza a los hijos. Lo de los juveniles realmente no me parece algo tan grave, varias veces me agarré a piñas jugando al fútbol (ni me quiero imaginar si hubiese tenido la de River puesta), con el tiempo uno madura y se da cuenta que es una terrible boludez.
Escucho las respuestas de Pompei y cada vez veo más vergonzoso lo sucedido. Está claro que los clubes estan improvisando con algunos jugadores que no están preparados para esos puestos.
Sin dudas que el problema son los mayores, creo que en River se debería replantear el tema de hablar como un envión político la perfomance de los chicos. A todos nos alegran los buenos resultados pero la finalidad, como siempre, debiera ser la formación de grandes jugadores. Estos chicos saben que deben sacar resultados y no aprender. Tienen a los padres presionando directa o indirectamente, los dirigentes pidiendo resultados, los representantes explicándoles a los chicos la forma de obtener buenos contratos a los 14 años (no entiendo como se puede permitir algo así. Lo digo a nivel mundial).
Ayer leí en un foro de River que exigían 3 meses de castigo a los chicos de las categorías que habían perdido el superclásico. Estan todos locos.
Caminando una vez por Quinteros escuché a unos chicos de las inferiores hablando sobre lo que le decía su representante y que iba a exigir recibir la misma plata que otro jugador de la división y otro decía que iba a exigir más plata porque lo habían puesto de 8 y ahora tenía que correr por todo el andarivel.
Cuando las cosas no están bien encaminadas entre los chicos, son los grandes quienes tienen que cumplir las funciones de educar (en todo sentido).
Hola.
En algun lugar equivocamos el camino. No se cuando, no se donde y no se porque.
Pero lo que pasó el fin de semana, esta siempre a punto de suceder en cualquier cancha del país, ya sea en un partido de inferiores o de primera, o de cualquier liga rasca del interior.
El problema es cultural, educativo, formativo, de mensaje, de docencia.
De quien es la culpa?. De todos un poco, supongo. Nosotros somos los que pensamos que lo unico que importa es ganar ("al rival hay que pisarlo"). Nosotros somos los que avalamos la trampa (soñamos ganar una final con un gol con la mano y en off side). Nosotros somos los que votamos a los delincuentes que nos gobiernan. Nosotros puteamos a los pibes de las inferiores y les ponemos presión para que nos salven de nuestra mediocridad. Nosotros les hacemos creer que un partido de ¡novena división! es una final del mundo. Nosotros ponemos en cargos de docencia a tipos irracionales como Tito Pompei.
Claro, luego uno escucha a todos hablar por los medios y pareciera que lo que ocurrió el sábado por la mañana fuese algo indigno de un país como el nuestro.
El tercer mundo no solo se manifiesta con el hambre y la desocupación.
Por favor, todos dan asco. Todos damos asco.
saludos
Coincido con Dalmassito, Charro y Negro Enrique.
Todos somos culpables, aunque el impresentable de Pompei sea el mayor responsable de lo del otro día.
Como contrapartida, en el superclásico senior vimos como los bosteros aplaudían al Enzo.
Es un problema cultural, se juega como se vive y asi estamos.
Todos tenemos dentro a Mr Hide, el tema es que el Dr Jekill esta cada vez más permisivo.
Es muy cierto todo lo que dicen, estoy de acuerdo. Respecto a los aplausos recibidos por Enzo, creo que se los ganó él por lo respetuoso que fue a traves de todos los años que lo conoce la gente del fútbol, es un tipo muy querido aún por los contrarios.
Espero que Quintás y la gente que tiene relación con las divisiones inferiores tenga en cuenta lo sucedido y haga la autocrítica necesaria para mejorar en lo que sea posible y necesario (tampoco se está pidiendo renuncias o locuras por un hecho en que los encargados de los juveniles de River no reaccionaron mal pero si se debe ver que se les está pidiendo a estos chicos).
Ya de por si, la actualidad de River es muy "La Naranja Mecánica".
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