¿Vale tanto esta como la Copa Leoz?
Este posteo no trata sobre el paso triunfal (?) de River en tierras canadienses, es sobre reflexiones del gran logro de Estudiantes de la Plata que me quedó colgado desde hace tiempo. Como siempre digo, observando al mejor e intentando superarlo es como se llega a ser el mejor.
Hacer las cosas bien no asegura llegar al mayor logro deportivo como lo consiguió Estudiantes pero seguir el camino lógico y correcto te da la mayor cantidad de posibilidades de llegar donde todos pretendemos. El pincha tuvo un largo camino que empezó hace más de 5 años cuando estaban a punto de descender y en medio de un caos institucional. Estaban desesperados y llamaron a Bilardo para que, como ídolo de la institución lograra unirlos, darles tiempo para diagramar el futuro y encaminarlos finalmente hacia otros rumbos. Duró poco este proceso, cuando Bilardo vio que había conseguido un promedio rescatable decidió alejarse y ayudar desde afuera aconsejando a la nueva dirigencia.
Probablemente la dirigencia había obtenido la parte más complicada, salir de la desesperación y conseguir una conducta en los jugadores y la dirigencia. En el paso siguiente buscaron técnicos que pudieran seguir el camino de seriedad, trabajo y que no pidieron lujos a los que no podrían llegar. A pesar de los tropiezos siempre mantuvieron el rumbo, la línea futbolística no se alteraba mucho (Mostaza Merlo, Burruchaga, Simeone, Astrada, Sensini…), se iban haciendo incorporaciones para subir el nivel y luego se mantuvo el nivel pero ampliando la cantidad de jugadores como para tener una competencia interna entre 20 jugadores de igual nivel. Las compras no fueron al voleo y “falopa”, se eligió exhaustivamente a las incorporaciones y se buscó mantener la columna vertebral del equipo. Se buscó un referente como Verón, se lo convenció de volver y de no ir a un club más grande, se hizo el esfuerzo pero sin hacer locuras. Se lo convenció desde el corazón, lo económico y desde el orgullo deportivo. Le explicaron que el sueño era verlo campeón con la camiseta de Estudiantes y ante eso fue difícil decir que no y más difícil se le hizo cada vez que tenía mejores alternativas deportivas y económicas pero los dirigentes mantenían esa posibilidad deportiva en alto y hacían otro esfuerzo real. Hay piezas que son fundamentales más allá de lo que se ve en el campo de juego. Conseguir que un símbolo resigne plata y deje Europa para seguir los dictados del corazón es muy difícil pero al traer a Verón dieron el salto de calidad que pocos pueden dar. No solo dentro de la cancha. Verón une a la gente porque es un referente de la identidad del club (hasta hoy era la única persona que puede decirse con total seguridad porque los hechos lo demostraron, que siente la camiseta de Estudiantes como los hinchas), les da esperanzas (más allá de que podrían ser infundadas, es lo mismo que nos pasa a nosotros con el Burrito Ortega), es respetado por el resto del equipo por su conducta (saben que cuando habla busca lo mejor para todo el grupo porque ama la camiseta) y los dirigentes saben que solo tienen que lograr que no se descarrile en ningún aspecto la institución, para eso debe surgir el ejemplo desde arriba.
Para conseguir cualquier logro es fundamental las decisiones que se van tomando, se aprende del error pero hay que acertar el camino y las decisiones son permanentes. ¿Cuánto tiempo se puede mantener el camino erróneo, tomar decisiones incorrectas o mentir? Las palabras son válidas solo si son acompañadas por la acción, de no ser así el castillo de naipes cae pieza por pieza y si la impudicia continúa no hay forma de que algo salga bien, las cartas se dobla, se resquebrajan y el castillo no se levanta.
El camino es muy claro más allá que se tarde 1, 5 o 10 años o más para llegar al mayor logro según el objetivo y la institución. Lanús desde la C tardó 20 años en ser el club indiscutido de zona sur, ser campeón y aspirar a más (si continua así no dudo que también lo veremos campeón sudamericano). Estudiantes ya tenía una historia diferente y no le alcanzó un título nacional, fue por más, aprovechó su historia y fue en búsqueda de sus sueños. Aprovechó la famosa frase “mística copera” y le dio prioridad a mantener esa historia. En estos años tuvo un par de partidos que ayudaron a mantener viva esa imagen (más allá que haya servido para avanzar solo algún peldaño más de esa copa, sirvió para demostrarse los jugadores como debían hacer las cosas y para que los hinchas creyeran en que podían llegar donde llegaron). Estos dirigentes pensaron inteligentemente como ir armando el equipo (conocedores y aceptando las limitaciones), apoyaron a los jugadores desde estar en el vestuario acompañando los buenos y malos momentos (esto es dar la cara y solo se puede hacer teniendo buena y justa relación con los jugadores, sin meterle la mano en el bolsillo) o brindándoles las cosas necesarias para que el jugador piense solo en el desafío que viene; lograron finalmente que cada parte diera las respuestas necesarias y en sus respectivos lugares. Los hinchas alentando y copando las canchas, los jugadores dando todo dentro de la cancha, el cuerpo técnico diagramando los partidos y buscando lo mejor de cada jugador y la dirigencia uniendo a todos los sectores en busca del logro. River solo aprueba el primer punto.
Es difícil comparar a River con estos ejemplos porque River tiene otras exigencias, otros problemas y sin embargo siempre debe ganar pero esto no quita que camino es el correcto. Como dije, es una cuestión de probabilidades.
Claro, dentro de todos estos horrores demostrados y que viendo los logros de otros quedan a la luz, hay un punto que ningún medio menciona, que se intenta menospreciar y hasta destruir y que para mi es fundamental. El éxito y la grandeza normalmente surgen desde la unión y fortaleza que te da la derrota. Cuando escucho a Niembro decir que nadie recuerda al segundo y que todos están tristes por no ser primeros, se olvidan que esa derrota, vergüenza deportiva o como lo quieran llamar, emergen los grandes campeones. Hoy nos muestran a la derrota como una aberración cuando en realidad es una circunstancia a superar y superarla nos quita los límites del techo. Cualquier techo que aparezca lo intentaremos superar con tal de no volver a sentir lo que sentimos en la derrota.
River perdió en semifinales del 95 por penales, en nuestra cancha y de ahí emergió el gran campeón 96/97. El actual multi campeón Barcelona hace un año estaba en su cancha comiéndose la bronca y las lágrimas mientras le hacían un pasillo con aplausos a los jugadores del Real Madrid campeón (algo sinceramente insoportable) y los ejemplos son innumerables. Escuché a los jugadores de Estudiantes diciendo que este año se habían puesto como meta la copa porque se habían puesto muy mal por la copa Sudamericana copa perdida en última instancia del año pasado.
La gestión Aguilar tuvo dolorosísimas derrotas. La derrota en semis de la Libertadores frente a boca en nuestra cancha sin público visitante y por penales es un ejemplo y desarmar a ese equipo, que tal vez logre canalizar positivamente ese dolor fue un error gravísimo. Algo similar pasó con la desastrosa derrota frente a San Lorenzo, aunque en esa oportunidad salió a flote el verdadero espíritu deportivo de un jugador como el Burrito que más allá de sus falencias demostró ser de los pocos jugadores que van detrás de la gloria deportiva, la superación y eso nos llevó a un título. Esas derrotas debieron canalizarse en una final de copa Libertadores al año siguiente y tenerla en las manos 1 o 2 veces dentro de los 3 años siguientes si se hubiera mantenido la columna vertebral del equipo y si hubiera habido solidez en cada parte.
Ya no se necesitan los grandes equipos, teniendo instituciones y planteles compactos se pueden conseguir grandes logros, esperemos que los próximos dirigentes dejen de lado la mezquindad imperante y por una vez en la historia entiendan que River está por encima de todo.
Por: Charro
4 comentarios:
Hola.
Marcás el ejemplo de la derrota ante Boca por la Copa. Ese equipo ganó el clausura de ese año y despues volvió a fallar en la libertadores del año siguiente ante San Pablo. De todas formas no creo que estuviera en un momento para cerrar un ciclo.
Yo creo que ese equipo de Astrada fue el último buen River que hemos visto. Habia jugadores de calidad (Rolfi, Gallardo, Salas, Cavenaghi, Farías, Lucho, Mascherano).
Ese equipo se desarmó de un día para otro y en su reemplazo llegaron jugadores como Loeschbor, Galván, Cristian Álvarez, Oberman, San Martín, Coti Fernández. Se entiende la diferencia?.
Hoy no podemos parecernos a Lanús, Vélez, o Estudiantes, sencillamente porque en nuestra dirigencia faltan dos cosas que no se compran en el supermercado de la esquina: Honestidad y capacidad.
Llevará años volver a encontrar el camino.
Saludos
Estimado Sobrio: Encontre este blog de casualidad, yo escribo sobre política pero River es mi otra gran pasión.
Comparto todo lo que decis, soy de La Plata, mi esposa es socia pincha y vivi desde cerca todo el periplo de Estudiantes. Quiero decirte que para nada fue una situación ideal, hubo y hay internas entre los dirigentes pero tienen esa virtud de tirar todos para el mismo lado cuando hace falta.
He ido a festejar con mi mujer sus logros y no sabes la envidia que da.
Yo agregaria a lo que decis en el post que tambien los dirigentes deben dejar de vivir del club, por eso lo jugadores no quieren volver. Les piden a ello sacrificios por la camiseta y ellos se llevan todas las cometas.
En fin, nos seguiremos leyendo.
Vamos el Enzo en el Super 8, carajo!!!
Muy bueno el blog.
Un abrazo, Marcelo
Para que River sea serio tenemos que esperar. Con esta dirigencia es imposible. Aunque me temo que de la próxima tampoco podremos esperar demasiado...
Muy buen post, es verdad lo de Estudiantes. Ahora, qué veneno que me da que ellos (que no me van ni me vienen, aclaro) puedan hacer tan simplemente algo que nosotros no. Y eso que a nosotros debería costarnos menos... Somos River!
De nuevo: no somos un equipo cualquiera... Somos River!
Lástima que Papada & Cia sólo lo recuerdan cuando sacan cuentas de cuanto llevarse...
Bienvenido Marcelo. Gracias por participar y que bueno es ver el super 8. Es un fútbol más lento, de veteranos... pero que fácil que hacen todo y como regalo vemos a algunos jugadores a quienes les debemos un montón.
Volviendo a Estudiantes, lanús o Velez, es lógico que no sean situaciones ideales. Debe haber discuciones y corrientes diferentes pero lo importante es el club y no el bolsillo. El negocio es para potenciar al club (y probablemente algun vuelto quede en el camino) pero no es un robo para la corona que perjudica al club. Son "sutilezas" que cambian totalmente la ecuación.
Opino como dalmassito que el último aceptable River fue el de Astrada. Ese equipo perdió contra San Pablo que para mi fue el último gran equipo de América. Fuimos superados por un equipo mejor y eso no debería significar desarmar a un equipo sino potenciarlo un poco más. A ese equipo le faltaba la gran dupla central en la defensa, desde el problema de Ameli/Tuzzio que no se puede recuperar un lugar fundamental para ese tipo de torneos.
En fin, a Estudiantes le llevó 4 años salvarse increíblemente del descenso de la mano de la única persona que podía provocar la unanimidad para que la gente apoyara (hinchas, jugadores y dirigentes). Despúes de eso, mejoraron el promedio, salieron campeones argentinos (en el top 5 de los torneos más increíblemente ganados de la historia) y ahora le suman campeones de américa.
No estoy seguro que nos lleve tanto tiempo recuperarnos. En River la plata llega muy rápido cuando las cosas se hacen bien y eso ayuda a conseguir logros. El tema es: el que vendrá será un buen presidente o hará más de lo mismo?
Gracias, nos seguimos comunicando.
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