El que haya concurrido a la charla de más de uno de los candidatos (supuestamente líderes en las preferencias) observará que todos dicen más o menos lo mismo. Los discursos son homogéneos, las consignas se repiten, las ideas parecen calcadas y las propuestas son un compendio de frases echas sin contenido ni sustento.
Generalmente se concurre a estas reuniones luego de recibir la insistente invitación de algún “amigo” del club con el que apenas cruzamos un par de palabras en los últimos 2 años y que seguramente nos evitará nuevamente al terminar la elección. Estas reuniones son extremadamente aburridas porque perdieron su esencia. Lo interesante era la llegada directa con el hombre que podría conducir el club pero eso ahora lo transformaron en una conferencia pautada y regida por reglas que hacen inaccesible la llegada real al candidato.
El momento más interesante debería ser durante las rondas de preguntas que se llevan a cabo entre el candidato con los participantes, pero ni en ese momento se consigue obtener alguna definición que clarifique las intenciones del postulante. Los que pueden tomar el micrófono son aduladores y generalmente las preguntas son del tipo, ¿qué perfil de DT le gusta?, ¿cómo ve las inferiores?, ¿no cree que el equipo necesita otro central? y nada más.
Todas estas preguntas tienen una respuesta rápida y concisa que le dará el pie al candidato para lanzar una catarata de consignas vacías del tipo: “porque debemos retornar a la senda de la grandeza”, “nosotros podemos y estamos dispuestos” y otras frases similares.
Sí alguno consigue formular una pregunta “fuera de agenda” se obtiene como respuesta “tenemos armado un grupo de trabajo para solucionar ese tema”. Ese tipo de respuesta en realidad significa “no rompan más las pelotas y pregúntenme alguna boludes de fútbol”. Ni hablemos sí algún kamikaze lograr introducir una pregunta sobre relaciones “escabrosas” del candidato y sus compañeros de formula con el gobierno saliente, hechos de corrupción o relaciones con la barra brava; inmediatamente será marcado y obtendrá una respuesta evasiva carente de sentido. Jamás una aclaración que disipe la duda, todo lo contrario, la confirmación que estamos frente a un embaucador.
En el pasado las reuniones tenían como objetivo escuchar las necesidades e intercambiar ideas con los socios, los métodos actuales demuestran que a la mayoría de los candidatos no les interesa escuchar al socio y mucho menos abrir el debate sobre los problemas de River. Estos ya fueron determinados hace unos meses luego de una serie de encuestas (telefónicas y dentro del club) que decretaron cuales son “los problemas”. Se diseñaron las respuestas a partir de algún estudio de marketing y hasta allí es donde llega la actuación, las ideas reales e innovadoras no tiene lugar con estos candidatos.
Por: Negro Enrique
Generalmente se concurre a estas reuniones luego de recibir la insistente invitación de algún “amigo” del club con el que apenas cruzamos un par de palabras en los últimos 2 años y que seguramente nos evitará nuevamente al terminar la elección. Estas reuniones son extremadamente aburridas porque perdieron su esencia. Lo interesante era la llegada directa con el hombre que podría conducir el club pero eso ahora lo transformaron en una conferencia pautada y regida por reglas que hacen inaccesible la llegada real al candidato.
El momento más interesante debería ser durante las rondas de preguntas que se llevan a cabo entre el candidato con los participantes, pero ni en ese momento se consigue obtener alguna definición que clarifique las intenciones del postulante. Los que pueden tomar el micrófono son aduladores y generalmente las preguntas son del tipo, ¿qué perfil de DT le gusta?, ¿cómo ve las inferiores?, ¿no cree que el equipo necesita otro central? y nada más.
Todas estas preguntas tienen una respuesta rápida y concisa que le dará el pie al candidato para lanzar una catarata de consignas vacías del tipo: “porque debemos retornar a la senda de la grandeza”, “nosotros podemos y estamos dispuestos” y otras frases similares.
Sí alguno consigue formular una pregunta “fuera de agenda” se obtiene como respuesta “tenemos armado un grupo de trabajo para solucionar ese tema”. Ese tipo de respuesta en realidad significa “no rompan más las pelotas y pregúntenme alguna boludes de fútbol”. Ni hablemos sí algún kamikaze lograr introducir una pregunta sobre relaciones “escabrosas” del candidato y sus compañeros de formula con el gobierno saliente, hechos de corrupción o relaciones con la barra brava; inmediatamente será marcado y obtendrá una respuesta evasiva carente de sentido. Jamás una aclaración que disipe la duda, todo lo contrario, la confirmación que estamos frente a un embaucador.
En el pasado las reuniones tenían como objetivo escuchar las necesidades e intercambiar ideas con los socios, los métodos actuales demuestran que a la mayoría de los candidatos no les interesa escuchar al socio y mucho menos abrir el debate sobre los problemas de River. Estos ya fueron determinados hace unos meses luego de una serie de encuestas (telefónicas y dentro del club) que decretaron cuales son “los problemas”. Se diseñaron las respuestas a partir de algún estudio de marketing y hasta allí es donde llega la actuación, las ideas reales e innovadoras no tiene lugar con estos candidatos.
Por: Negro Enrique
4 comentarios:
Totalmente de acuerdo, los discursos son totalmente vacios. Francamente cualquiera de nosotros puede pensar en ser candidato, no por capacidad, de ser asi yo no me presentaria, pero si uno habla de plata y discurso es muy fácil. No es muy difícil decir "hay que devolverle la grandeza al club", "quiero salir campeón de la copa liebrtadores", "soy totalemnte opositor, Aguilar hizo bosta el club". Asi hay millones de frases. Dios quiera que el que nos presida sea inteligente y una persona honesta, por el bien de los chicos del club, de las familias, del fútbol y de River. Abrazo riverplatense a los colegas.
La participación como ideólogos de la campaña de personajes con experiencia y contactos del más alto nivel nacional como son Nosiglia y JJ Alvarez (estoy seguro que Caselli tiene a alguien peor todavía), los gastos de campaña, las encuestas hechas por las más importantes encuestadoras del país; muestran como se profesionalizó, nacionalizó y fundamentalmente, se le quitó contenido a la elección del club.
Para esta gente River ya no es un club, es una fuente generadora de mucha plata.
Al quitarle contenido a la contienda electoral, cualquier paracaidista puede ingresar a la política y aprovecharse de los billetes que sobrevuelan en River. Lo único que se necesita hoy para ser candidato en River es tener un muy fuerte sponsoreo.
Gracias Ariel por la participación.
Nos gustaron los comentarios de Ariel y del Charro que reproduciremos en nuestro blog y que trataremos que sean la base de una nota en la web.
Saludos
clarooo charro!! se perdió el aspirar a la presidencia de river, por la grandeza de la institucion en sí misma!! Laburar PARA River, SERVIR a River y no servirse de river. Tanto se ha desvirtuado hoy los candidatos ya no son personas, sino multinacionales!! q barbaro!! y lo peor es que los socios quedaremos de rehenes en este sistema. Ojala alguien nos ilumine y finalmente votemos "lo menos perjudicial" para river
mi humilde opinion.
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