Gracias pelado querido!!!! En medio de una tristeza casi permanente que nos agobia y oprime, tus palabras son una gota de aire que nos alivia. Hay seres humanos que en las crisis muestran su capacidad y poder. En nuestra historia estamos llenos de ídolos y referentes gracias a la habilidad mostrada en las canchas. El pelado está logrando convertirse en el líder y referente de esta etapa traumática y demuestra un valor incalculable para los hinchas. Como pocos, a base de sacrificio dentro de la cancha y de jugarse en hechos, palabras y compromiso fuera de ella, se convierte en más que un referente. Día a día se mete más en nuestros corazones y desde acá le doy mi pequeño agradecimiento. El loco es la ráfaga de aire que nos permite respirar.
Con un presidente que nunca fue afecto a hablar en público y ahora no da la cara para paliar un poco el sufrimiento en medio de la tormenta, con una oposición que se calló por cagona y cómplice durante la anterior gestión y hoy quiere alzar la voz mesiánica, con un cuerpo técnico que pone voluntad y esfuerzo pero que no encuentra el camino, con jugadores faltos de experiencia y/o categoría, sólo aparece una voz que pone claridad y no desvía la vista de la realidad. Hoy no podemos eludir nuestra cercanía al peligro.
Hace 8 años que nos encaminamos hacia un precipicio y pocos notaban que el camino tomado era el erróneo, a medida que nos fuimos acercando muchos fuimos notando el destino del camino elegido por el presidente. Ahora que ya estamos demasiado cerca y que estamos viendo como caen las piedras y que nos tambaleamos cada tanto, aparecen algunos de los que nos llevaron por este camino para decirnos que se eligió un mal camino. Ayer salió a hablar Hugo Santilli con recetas mágicas (podría traer la plata que quedó en el camino durante su gestión) y sólo espero que no aparezcan Israel y Aguilar para dar más cháchara de la actual situación.
En medio de tanta mediocridad y cara rotas que siguen deambulando por el mundo River, nos encontramos con la persona más cuerda, inteligente, con amor a River y de las pocas que aún nos llenan de orgullo.
El pelado tiene la autoridad de quien vivió el pasado y presente de River, de haber sido pre Aguilar, estar durante la gestión Aguilar y estar en la etapa post Aguilar. Tuvo la hidalguía de volver y dar el portazo a lo que más quería, su vuelta a River fue impedida por sus valores morales. Había arreglado todo para su vuelta, no tenía muchos problemas porque no tenía necesidad de poner muchas trabas, solo quería jugar en River los últimos años de su carrera como había aprendido de sus ídolos pero cuando fue a firmar se enteró que debía dejar un porcentaje grande en algún oscuro bolsillo y eso fue demasiado. Por algo le decían el loco. Sufrió mucho ese hecho y se tuvo que conformar con volver a vestir la remera blanca cruzada por la banda sangre cuando un socio lo invitó a jugar con sus amigos del fútbol. Todos conocían su historia y vieron su presente y terminaron convenciéndolo para que vuelva al fútbol profesional. Sus amigos se jugaron para que vuelva y él no defraudó a nadie, volvió un tipo centrado e inteligente y un jugador sacrificado y curtido por la experiencia. Se me hace difícil imaginar esta etapa traumática sin el “loco” Almeyda.
Hoy, en medio de la peor crisis pone la cara y el hombro ante cada situación errónea del club. Habla con los pibes porque nadie lo hace, se pone al lado de Buonanotte ofreciéndole vivir en su casa para no estar solo en Buenos Aires, probablemente puso algún peso para solucionar lo que el club no pone, da la cara cuando el equipo no responde, apoya a su amigo Ortega cuando nadie lo escucha, se convierte en líder cuando River carece de líderes, cuando todos quieren escupir su bronca, nos recuerda hacia donde hay que dirigir nuestra bronca.
Las palabras de Almeyda tal vez no agreguen nada nuevo, tal vez no modifiquen nada pero al menos hoy todos estamos hablando y pensando en lo que dijo. Por un día, Aguilar lo estará puteando porque hoy todos recordamos lo que hizo ese sátrapa; por estas palabras, todos los defensores y benefactores de la era Aguilar, tendrán que cambiar de discurso.
Almeyda lo deja claro. El club fue desmantelado en todos los ámbitos y especialmente en lo deportivo, River ya no puede seguir el camino que antes hacía por este desmantelamiento. Ya no hay jugadores con experiencia y calidad que potencien a los pibes, ahora se los quema a todos, se les pide a pibes de 17 o 18 años que salven a River del descenso. Ya no hay más jugadores, lo que estuvo en la cancha en estos meses es lo que hay, si no habrá que seguir buscando en el super 8.
Almeyda fue duro pero es el cachetazo que muchos necesitaban para entender la necesidad de cambios serios y nada de miradas mágicas o místicas. Almeyda es un líder y como tal empuja a sus compañeros a pelear hasta el último minuto del torneo y promete seguir aportando hasta que se le caigan los músculos en la cancha.
¿Qué más se puede agregar? Gracias querido pelado.
Con un presidente que nunca fue afecto a hablar en público y ahora no da la cara para paliar un poco el sufrimiento en medio de la tormenta, con una oposición que se calló por cagona y cómplice durante la anterior gestión y hoy quiere alzar la voz mesiánica, con un cuerpo técnico que pone voluntad y esfuerzo pero que no encuentra el camino, con jugadores faltos de experiencia y/o categoría, sólo aparece una voz que pone claridad y no desvía la vista de la realidad. Hoy no podemos eludir nuestra cercanía al peligro.
Hace 8 años que nos encaminamos hacia un precipicio y pocos notaban que el camino tomado era el erróneo, a medida que nos fuimos acercando muchos fuimos notando el destino del camino elegido por el presidente. Ahora que ya estamos demasiado cerca y que estamos viendo como caen las piedras y que nos tambaleamos cada tanto, aparecen algunos de los que nos llevaron por este camino para decirnos que se eligió un mal camino. Ayer salió a hablar Hugo Santilli con recetas mágicas (podría traer la plata que quedó en el camino durante su gestión) y sólo espero que no aparezcan Israel y Aguilar para dar más cháchara de la actual situación.
En medio de tanta mediocridad y cara rotas que siguen deambulando por el mundo River, nos encontramos con la persona más cuerda, inteligente, con amor a River y de las pocas que aún nos llenan de orgullo.
El pelado tiene la autoridad de quien vivió el pasado y presente de River, de haber sido pre Aguilar, estar durante la gestión Aguilar y estar en la etapa post Aguilar. Tuvo la hidalguía de volver y dar el portazo a lo que más quería, su vuelta a River fue impedida por sus valores morales. Había arreglado todo para su vuelta, no tenía muchos problemas porque no tenía necesidad de poner muchas trabas, solo quería jugar en River los últimos años de su carrera como había aprendido de sus ídolos pero cuando fue a firmar se enteró que debía dejar un porcentaje grande en algún oscuro bolsillo y eso fue demasiado. Por algo le decían el loco. Sufrió mucho ese hecho y se tuvo que conformar con volver a vestir la remera blanca cruzada por la banda sangre cuando un socio lo invitó a jugar con sus amigos del fútbol. Todos conocían su historia y vieron su presente y terminaron convenciéndolo para que vuelva al fútbol profesional. Sus amigos se jugaron para que vuelva y él no defraudó a nadie, volvió un tipo centrado e inteligente y un jugador sacrificado y curtido por la experiencia. Se me hace difícil imaginar esta etapa traumática sin el “loco” Almeyda.
Hoy, en medio de la peor crisis pone la cara y el hombro ante cada situación errónea del club. Habla con los pibes porque nadie lo hace, se pone al lado de Buonanotte ofreciéndole vivir en su casa para no estar solo en Buenos Aires, probablemente puso algún peso para solucionar lo que el club no pone, da la cara cuando el equipo no responde, apoya a su amigo Ortega cuando nadie lo escucha, se convierte en líder cuando River carece de líderes, cuando todos quieren escupir su bronca, nos recuerda hacia donde hay que dirigir nuestra bronca.
Las palabras de Almeyda tal vez no agreguen nada nuevo, tal vez no modifiquen nada pero al menos hoy todos estamos hablando y pensando en lo que dijo. Por un día, Aguilar lo estará puteando porque hoy todos recordamos lo que hizo ese sátrapa; por estas palabras, todos los defensores y benefactores de la era Aguilar, tendrán que cambiar de discurso.
Almeyda lo deja claro. El club fue desmantelado en todos los ámbitos y especialmente en lo deportivo, River ya no puede seguir el camino que antes hacía por este desmantelamiento. Ya no hay jugadores con experiencia y calidad que potencien a los pibes, ahora se los quema a todos, se les pide a pibes de 17 o 18 años que salven a River del descenso. Ya no hay más jugadores, lo que estuvo en la cancha en estos meses es lo que hay, si no habrá que seguir buscando en el super 8.
Almeyda fue duro pero es el cachetazo que muchos necesitaban para entender la necesidad de cambios serios y nada de miradas mágicas o místicas. Almeyda es un líder y como tal empuja a sus compañeros a pelear hasta el último minuto del torneo y promete seguir aportando hasta que se le caigan los músculos en la cancha.
¿Qué más se puede agregar? Gracias querido pelado.
Por Charro.