Si no hubiera tanta hipocresía y todos cumplieran con sus funciones... que diferentes serían las cosas
Ayer, en cancha de Quilmes, se dio uno de esos hechos lógicos que debieran ser lo normal pero que lamentablemente resultan ser hechos aislados e inesperados.
Llevo casi 30 años yendo a la cancha y no tengo muchos buenos recuerdos respecto a la policía. Se supone que cuando hablamos de la violencia en el fútbol, hay tres grupos claramente distinguibles. Por un lado están los violentos, personas que están fuera de la ley y que no respetan las normas sociales; por otro lado están las personas que van a ver un espectáculo deportivo, y finalmente, “la ley” que preserva al segundo grupo de la violencia del primer grupo. Todos podemos leer en los patrulleros de los policías el dicho “al servicio de la comunidad”, esto nos muestra la claridad de los “bandos”.
En 30 años de cancha se puede asegurar que es muy difícil hacer esta separación. Ni siquiera el uniforme consigue distinguir a los "buenos" de los "malos". Son decenas (por no decir centenares) de veces en que la línea entre los malos, los buenos y los que deben ser protegidos está muy corrida. Las veces que los policías actuaron mal es interminable, las veces que la barra actuó a favor de la gente son demasiadas (ya dejó de ocurrir porque ahora ya no hay tantos enfrentamientos entre hinchadas contrarias porque el interés principal es el dinero) y ni hablar de las ocasiones en que los “protegidos” pasaron a ser los violentos. No es casual la alineación público/ barra frente a los uniformados, no es que la "gente" sea tonta, es una simple consecuencia de hacer mal las cosas.
En este mundo al revés, creo que apenas puedo distinguir 3 gratos momentos en que la policía me sorprendió con su buen accionar. Lo irónico de esos 3 momentos es que debieran ser el accionar habitual de la fuerza de seguridad, 3 momentos de profesionalismo que debieran ser el ejemplo de cómo debe actuar la policía en los espectáculos deportivos.
El primero fue en cancha de Velez. Se repitío un par de años y no se porque ya no pasa. Entrábamos desde JB Justo hacia Reservistas y al llegar al último vallado había un policía gordo y con bigote (muy confundible con Titi Fernandez) que tenía un megáfono y daba instrucciones con mucho humor, hacía bromas con la gente que estaba en la cola, se reía con la gente amenizando los minutos previos a ingresar a la cancha. Ese momento es de mucho nerviosismo y aglomeración, todos quieren estar adentro y la policía demora el cacheo, cuando uno siente que llegará tarde empiezan los empujones de atrás, los palazos de adelante, el desconcierto, los insultos, la violencia, el odio a los “agentes de la seguridad”. Este oficial cambiaba toda esta ecuación. Alguna vez le hicieron una nota y nos enteramos que había hecho un curso en Europa, este oficial demostraba que se podía ser profesional y tomaba su trabajo en serio, haciendo un real servicio a la comunidad.
Otro caso que me sorprendió fue en San Juan. Estábamos en pleno auge de la interna de los Borrachos, había derecho de admisión y el gobierno provincial no quería ninguna mancha ante su primera organización de un espectáculo nacional tan importante. La llegada fue tranquila e hicieron un rápido y cómodo acceso a la cancha, en la última cuadra se entraba de a 1 mientras la policía nos iba saludando “Buenas tardes, a su izquierda por favor”, pasábamos delante de 8 personas que tenían en sus manos las fotos, hacían un cacheo y terminaban diciendo “disculpe las molestias, que disfrute de un buen espectáculo”. La cara de incredulidad que teníamos nosotros era increíble.
La última se dio este domingo. No recuerdo haber entrado tan rápido como ayer a una cancha (que estuviera repleta y con hipótesis de conflicto como tiene River desde el conflicto interno de la barra). Un cacheo para cada persona pero con la rapidez suficiente para que no se juntara gente. Normalmente la policía demora los cacheos cuando falta mucho para el partido para que se vaya juntando gente y la última hora es un desastre de colas imposibles que tardan más de 30 minutos para poder ingresar, las colas pasan a ser de 20 o 30 personas de ancho hasta que un simpático policía grita, “fila de a 1 o no entra nadie”.
En Quilmes, la gente de River no protagonizó ningún acto violento a pesar de que había más gente de la que podía entrar, ni hablar del partido de San Juan o de esos ingresos a Velez. Es obvio que no es la policía quien siempre provoca los incidentes y que deben lidiar con gente que no quiere entrar mansamente a un espectáculo ni gente amable que rehuye a la violencia, sin embargo, ellos son los profesionales que deberían saber como actuar en estos casos. Son 3 simples ejemplos de cosas que siempre se podrían hacer bien.
Llevo casi 30 años yendo a la cancha y no tengo muchos buenos recuerdos respecto a la policía. Se supone que cuando hablamos de la violencia en el fútbol, hay tres grupos claramente distinguibles. Por un lado están los violentos, personas que están fuera de la ley y que no respetan las normas sociales; por otro lado están las personas que van a ver un espectáculo deportivo, y finalmente, “la ley” que preserva al segundo grupo de la violencia del primer grupo. Todos podemos leer en los patrulleros de los policías el dicho “al servicio de la comunidad”, esto nos muestra la claridad de los “bandos”.
En 30 años de cancha se puede asegurar que es muy difícil hacer esta separación. Ni siquiera el uniforme consigue distinguir a los "buenos" de los "malos". Son decenas (por no decir centenares) de veces en que la línea entre los malos, los buenos y los que deben ser protegidos está muy corrida. Las veces que los policías actuaron mal es interminable, las veces que la barra actuó a favor de la gente son demasiadas (ya dejó de ocurrir porque ahora ya no hay tantos enfrentamientos entre hinchadas contrarias porque el interés principal es el dinero) y ni hablar de las ocasiones en que los “protegidos” pasaron a ser los violentos. No es casual la alineación público/ barra frente a los uniformados, no es que la "gente" sea tonta, es una simple consecuencia de hacer mal las cosas.
En este mundo al revés, creo que apenas puedo distinguir 3 gratos momentos en que la policía me sorprendió con su buen accionar. Lo irónico de esos 3 momentos es que debieran ser el accionar habitual de la fuerza de seguridad, 3 momentos de profesionalismo que debieran ser el ejemplo de cómo debe actuar la policía en los espectáculos deportivos.
El primero fue en cancha de Velez. Se repitío un par de años y no se porque ya no pasa. Entrábamos desde JB Justo hacia Reservistas y al llegar al último vallado había un policía gordo y con bigote (muy confundible con Titi Fernandez) que tenía un megáfono y daba instrucciones con mucho humor, hacía bromas con la gente que estaba en la cola, se reía con la gente amenizando los minutos previos a ingresar a la cancha. Ese momento es de mucho nerviosismo y aglomeración, todos quieren estar adentro y la policía demora el cacheo, cuando uno siente que llegará tarde empiezan los empujones de atrás, los palazos de adelante, el desconcierto, los insultos, la violencia, el odio a los “agentes de la seguridad”. Este oficial cambiaba toda esta ecuación. Alguna vez le hicieron una nota y nos enteramos que había hecho un curso en Europa, este oficial demostraba que se podía ser profesional y tomaba su trabajo en serio, haciendo un real servicio a la comunidad.
Otro caso que me sorprendió fue en San Juan. Estábamos en pleno auge de la interna de los Borrachos, había derecho de admisión y el gobierno provincial no quería ninguna mancha ante su primera organización de un espectáculo nacional tan importante. La llegada fue tranquila e hicieron un rápido y cómodo acceso a la cancha, en la última cuadra se entraba de a 1 mientras la policía nos iba saludando “Buenas tardes, a su izquierda por favor”, pasábamos delante de 8 personas que tenían en sus manos las fotos, hacían un cacheo y terminaban diciendo “disculpe las molestias, que disfrute de un buen espectáculo”. La cara de incredulidad que teníamos nosotros era increíble.
La última se dio este domingo. No recuerdo haber entrado tan rápido como ayer a una cancha (que estuviera repleta y con hipótesis de conflicto como tiene River desde el conflicto interno de la barra). Un cacheo para cada persona pero con la rapidez suficiente para que no se juntara gente. Normalmente la policía demora los cacheos cuando falta mucho para el partido para que se vaya juntando gente y la última hora es un desastre de colas imposibles que tardan más de 30 minutos para poder ingresar, las colas pasan a ser de 20 o 30 personas de ancho hasta que un simpático policía grita, “fila de a 1 o no entra nadie”.
En Quilmes, la gente de River no protagonizó ningún acto violento a pesar de que había más gente de la que podía entrar, ni hablar del partido de San Juan o de esos ingresos a Velez. Es obvio que no es la policía quien siempre provoca los incidentes y que deben lidiar con gente que no quiere entrar mansamente a un espectáculo ni gente amable que rehuye a la violencia, sin embargo, ellos son los profesionales que deberían saber como actuar en estos casos. Son 3 simples ejemplos de cosas que siempre se podrían hacer bien.
Por Charro.
7 comentarios:
http://idolosriverplatenses.blogspot.com/2011/04/grandes-formaciones-la-maquina-1-parte.html
El hermano de titi (?) tambien estuvo muchas veces en el monumental en aquellas epoca sque sacabamos las entradas sobre udaondo y que las pobladas filas pasaban todo el paredon del club hasta mas alla, siempre me pregunte por que no siguieron el ejemplo de este oficial que realmente generaba buena onda entre la gente y el
Lo bueno que me pierdo por no ser canchero (?)
hubiera sido lindo(?) sacarme una foto con una mutación policial
hablando en "joda" , no es mucho 3 ( tres ) experiencias gratas en 30 años ?
coincido con que habría que haber multiplicado aunque sea in vitro al Tití azul
pero la institución es omnívora y no muy adepta a ese tipo de artística callejera , le falta "acción"
saludos , Jorge
Yo lo ví un par de veces al “hermano de Tití”, y me consta que era tal como Charro lo describió en el posteo.
También recuerdo haber visto a otro policía de similar humor en la cancha de Huracán alguna vez.
El resto…
Un día un amigo le dijo a uno “Además de pedir pizzas y facturas, qué otra cosa hacen ustedes ´al servicio de la comunidad´”. Obvio, ese día no pudo ver el partido…
Quiero imaginar que debo tener algun buen accionar policial guardado en el arcón de los recuerdos de mi memoria y tal vez vuelva a aparecer pero como dice Jorge, es lamentable que aparezcan solo 3 recuerdos en 30 años. Hacer un posteo igual sobre el mal accionar sería imposible, tengo para hacer un libro entero de anécdotas.
Me alegra que todos recordemos al "falso Tití" (me refiero al que no es Tití y no al "periodista"), sería bueno saber que fue de ese buen policía (al menos profesional). Coincido que hubiera estado bueno multiplicar al Tití azul (no sería tan difícil, un par de seminarios, algún policía inteligente que tenga buen humor y... santa receta. Será tan complicado?).
Matías, eso de tu amigo me pasó a mi por una radio que no le dejaban entrar a otro y casi me pierdo el partido. Le dije "dejalos, no te das cuenta que no tienen cerebro, usan la cabeza para sostener la gorra y las orejas para que les digan lo que tienen que hacer". El aludido levantó el palo y me preguntó que dije, por suerte apareció otro que le dijo dejalo y yo entré a la popu.
Como podemos ver tienen la mala costumbre de ofuscarse muy rápido.
Buueno, Charro, convvengamos que sutil no estuviste, jajajaja...
Matías, hay gente con la que no se puede ser sutil, no lo hubiera entendido. La verdad que fue una de esas pocas veces que me zarpé y actué sin medir la consecuencia...
De todas formas ese día me fui contento por haberle dicho al cana lo que tenía que escuchar.
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