Cuando suenan las alarmas

Sería bueno anticiparnos a hechos "desagradables"

Una nota firmada por Grabbia da garantía de credibilidad aunque esta nota apareciera en el diario del multimierda. La noticia es demasiado grave como para no hacerse eco aunque al mismo tiempo sería muy apresurado hacerlo si uno no estuviera razonablemente seguro de que fuera verdad.

La impunidad de la barra ya no sorprende a nadie, desde la equivocación del anterior presidente hasta la equivocación del actual, la poca diferencia que hay entre uno y otro momento es que a Aguilaucha le explotó el conflicto en la cara y a DAP no se sabe cuando le explotará.

Esta semana nos llegó a través de River Plate News el audio del programa de Closs en que entrevista a un supuesto barra de la facción del Oeste. Uno de los que tienen la prohibición de ingresar a los estadios amparados por el derecho de admisión. Ya haremos otro posteo sobre la nota en sí por varios motivos pero, para los motivos de este posteo es muy interesante escucharlo y así entender que esta facción está dispuesta a elevar el conflicto hasta conseguir la habilitación para ingresar a las canchas. Al mismo tiempo se puede ver en la nota de hoy de Grabbia que, mientras algunos dirigentes de peso siguen buscando amparo en los barras (¿la famosa mano de obra barata para cuando se necesite?), el presidente sigue con molestia los acontecimientos.

Varias veces mencioné que los candidatos a presidente comentaban que era imposible extirpar a la barra de la popular pero que había que manejarla e impedir que hiciera desmanes. Esta política fue la seguida por Aguilaucha y demostró el grave error. DAP había dicho en su reunión proselitista que la “tribuna” (por no decir la barra) debía tener algún “portavoz” (por no decir jefes) que garantizara la “paz” (que no llevara los quilombos a la tribuna) y que apenas pasara algo, debía hacerse responsable. Si es cierto lo escrito por Grabbia, se puede notar la bronca de DAP, quien no está acostumbrado a que no se hagan las cosas como a él le gusta.

Permitir que la barra se junte impunemente en los quinchos del club (que están bajo la concentración de los juveniles de las inferiores y que demuestran conexiones entre dirigentes y barras) con jefes sindicales del más alto poder, muestran fehacientemente la fuerza que adquiere este grupo y la impunidad con que se podrá mover. La anterior pelea interna de los borrachos comenzó con la voracidad por aumentar los negocios y cegados por el poder adquirido. Este hecho muestra un nuevo comienzo en la escalada de poder, negocios e impunidad. En la misma nota se puede leer la desinteligencia entre los hijos de Moyano para contratar al mismo tiempo a la barra oficial y a la banda del Oeste (desinteligencia o la búsqueda de algún conflicto?). En esa nota se puede ver las conexiones políticas de estos grupos y a su vez las relaciones por conveniencia entre estos grupos.

La distancia entre este poder creciente y la necesidad del grupo del Oeste por no ceder espacios frente al grupo oficial, muestra la cercanía de nuevos enfrentamientos para demostrar la capacidad de ambos. Ambos grupos se fortalecen y al momento de la lucha, las repercusiones y la capacidad de daño serán mayores.

Hay muchos que están esperando un nuevo enfrentamiento (empezando por los propios protagonistas) y los únicos perjudicados seremos los hinchas. ¿Será posible que nadie se anticipe e intente desmantelar a estos grupos y estos negocios?

Por Charro.