Así no…

No se si hay un arreglo Grondona/DAP pero espero que no quiera seguir con el ejemplo

Todos los hinchas de River Plate hemos pagado un precio muy caro por las malas decisiones tomadas y el premio por cambiar las cosas (?) no está a la vista (ni el cambio tampoco). Tenemos un presidente (elegido por la mayoría), que está aprendiendo a ser dirigente, en el momento más caliente y peligroso de nuestra historia elegimos a un presidente que no tenía la menor idea del manejo de un club, ni de hacer política, ni del manejo de un presupuesto gigantesco, ni tomar decisiones trascendentales constantemente, ni tener centenares de empleados y mucho menos de relacionarse con el poder o con empleados o con dirigentes. La materia relaciones públicas no la rindió y en relaciones humanas, por lo que demuestra, deja mucho que desear.

Cual es el mérito entonces? Como llegó al puesto más importante de uno de los clubes más importantes del mundo? DAP es un extraordinario jugador. Fue un gran jugador de fútbol (aunque lo rechazaron de varios clubes, logró llegar a primera y consagrarse en el fútbol mundial) y desde allí se la jugó siempre, primero por River Plate (salió campeón después de 18 años y después repitió varias veces), luego por la selección (JJ y Alonso se jugaron por River en la Copa Libertadores 76 y DAP se la jugó por la selección y por eso terminó como capitán), por ser el mejor en Europa (aún se lo recuerda como el defensor más goleador de la historia), por volver a River Plate (en Europa tenía prestigio y más dinero por ganar pero prefirió volver y jugársela por el prestigio y la historia), por ser DT (le salió muy bien la jugada) de River Plate y finalmente como DT de la selección. Su última gran jugada maestra fue postularse para presidente del club y logró los votos necesarios para conseguirlo.

La única diferencia con todos los demás casos es que esta vez no estaba preparado y por eso gobernó por intuición (dejó que su personalidad lo guiara). No entendió que la política es diferente al manejo de un grupo, dirigir a una institución con fútbol es distinto a llevar adelante a un equipo de fútbol, los dirigentes no son iguales a los futbolistas. Se la jugó como toda su vida, a cara o cruz, sin otra alternativa que ganar o perder, sin medias tintas, él solo sabe estirar la soga hasta que se rinde el rival o hasta que se rompe. Sus jugadas muchas veces le salieron bien y otras no tuvo tanta suerte pero siempre estuvo en juego él y algún momento de su vida. El error es que en este aprendizaje se jugó a River Plate, la soga era River Plate y él perdió en todas sus decisiones.

Para la mayoría, hacer mal las cosas implica alejarse y dejarle el lugar a otro que lo haga mejor, sin embargo, en la concepción del Kaiser no existe esa posibilidad porque no hay nadie mejor. Todos tienen menos capacidad que él. Como dirigente, no hay otro camino que el de consensuar, el de dialogar y llegar a acuerdos positivos, dar un rodeo para llegar al resultado prioritario, sumar ideas… él solo aprendió a imponer sus decisiones. Cuando se tiene poder y conocimiento puede servir esa metodología pero cuando no se tiene el conocimiento y se cometen errores constantemente, el poder va desapareciendo.

El Kaiser se jugó desde el primer minuto para imponer su estilo. Eligió a su gente histórica para recuperar el estilo de las divisiones inferiores e impedir la fuga de valores a manos de corruptos intermediarios, traicionó a algunos dirigentes que lo llevaron al máximo puesto del club, puso en todos lados a gente que le fuera condescendiente a sus intereses, gente que respondiera a sus órdenes y que no tuvieran ni personalidad ni capacidad para enfrentarlo o aconsejarlo, eligió a un DT que solo él podía elegir, cuando las papas quemaron eligió a un DT conocedor de los pasillos, del estilo y del sentimiento del club pero fundamentalmente que fuera leal y de su riñón para decidir, eligió por su cuenta los refuerzos y subestimó la situación, confrontó con el periodismo hasta que no pudo frenar el ataque, se manejó con soberbio en todos los estamentos y eso se paga. Hizo una auditoría (como en su momento había hecho Dávicce con Santilli, aunque éste lo hizo particularmente y en secreto) y la utilizó como arma para amenazar. Le apuntó al corazón al mandamás del fútbol, traicionó a los clubes grandes cuando pelearon por la plata de la TV, no se presentó a las reuniones de AFA (donde eligen a los árbitros)… y así podríamos seguir a lo largo de este año y medio.

Personaje que desde las sombras maneja la política. Un Richelieu argento auténtico. Radical de la coordinadora y bostero. Mala compañía.

A esta altura queda muy claro que River Plate pagó muy cara la inexperiencia de su presidente, fuimos presos de la trampa que nos pusieron las circunstancias, un candidato serio y sin carisma con apoyo financiero que se unió a toda la lacra que nos gobernaba, otro candidato sin carisma con plata y muy mal manejo más 2 candidatos sin apoyo político real en la institución y sin apoyo económico, dejaron servido en bandeja la elección a un candidato inexperto pero con un buen apoyo de imagen y marketing político (Nosiglia/Bravo hicieron un gran trabajo). La simple frase para ganar fue “se terminó la joda, se acabaron los kioskitos”.

Hoy podemos decir que fueron promesas vacías. River Plate está en la B gracias a un sinnúmero de decisiones erróneas, un imposible se hizo realidad, para llegar a algo así había que cometer muchísimos horrores gravísimos al mismo tiempo y esto fue lo que se hizo. Cualquier ser razonable entendería que ante semejante cantidad de errores no queda otro camino que el alejamiento, cualquier dirigente entendería que para calmar la bronca no queda otro camino que dar un paso al costado, cualquiera con grandeza aprovecharía para contar toda la basura que hay en el fútbol y luego se iría para no dañar al club (algo así como lo que hizo Gamez en Velez, pelea contra Grondona pero sin ser el presidente), aprovechar para denunciar a los delincuentes que nos vaciaron, a los barras que hacen peligrar la institucionalidad, a Grondona que nos bajó el dedo (?) y para cambiar el estatuto del club y de esta forma hacerlo mejor gobernable. Esta es la única forma para contrarrestar la mancha que ya dejó.

DAP falló y no quiere aceptarlo. Nos enrostró la peor mancha en los 110 riquísimos años, puso en peligro al club al permitir o desconocer lo que hizo la barra, se mantiene un déficit monstruoso y lo peor de todo es que todo sigue como si nada hubiera ocurrido.

Cuando hay una crisis, cualquier gobernante toca sus ministros para dar un cambio de imagen y empezar de nuevo con algún apoyo. DAP está inmutable, a pesar de que estamos en la B, unos delincuentes entraron a una cancha en Córdoba (y por suerte no tenían armas encima), supuestamente otros delincuentes entraron al vestuario del árbitro con el apoyo de dirigentes, policías y funcionarios de seguridad. Ante tanta gravedad, todo sigue igual.

Grondona le enseñó al fútbol argentino que “todo pasa”, lo tiene en un anillo (probablemente para recordarlo a diario y con la ilusión de que todos los dirigentes se arrodillen a besarlo al mejor estilo de la mafia), DAP quiere seguir el ejemplo… no es el mejor ejemplo

Por Charro.