Señores del FMI, ¿ahora que hago?

Nos vamos a la B por la joda de los dirigentes... aumentan la cuota; se necesita la ayuda de la gente... peguémosles con ganas.

River Plate vive un tiempo muy triste, la realidad que nos toca vivir es muy ajena a la realidad que siempre supimos vivir y esto provoca una tristeza permanente matizada por alguna alegría. En esta realidad, la actual gestión no hace nada por modificarla sino que nos hunde cada vez más en un estado depresivo. Una a una van cayendo las esperanzas y van cayendo los machetes sobre la cabeza del socio y del hincha. Habernos llevado a la B no parece ser suficiente para demostrar ineptitud, no darnos respuestas satisfactorias parece no demostrarle ineficiencia en la gestión, no conseguir gente que se le acerque para gestionar y lograr que lo acompañe parece que no es signo de nada para DAP. con este presente aciago, como se hace para tener esperanzas (más allá de lo deportivo) y para creer en el presidente. Estamos sumidos en la depresión y el gobierno no sabe dar el shock que nos saque de este estado sino que encima nos hunde, con cada medida, un poco más.

Cada vez se hace más evidente la semejanza Aguilaucha/Mememe y DAP/De La Rua. Los primeros, inescrupulosos con capacidad para gestionar y darle el poder a gente sin escrúpulos que no se detenía ante nada para conseguir su beneficio personal y arruinar a sus gobernados, mientras los segundos no saben como gobernar ni por donde empezar la gestión; gobiernos arrastrados a la deriva.

Con el bote hundiéndose, DAP no tiene idea como reaccionar y no se le ocurre nada mejor idea que recurrir a las viejas (y nuevas) recetas del FMI. Este es un momento de reacción rápida y permanente, tiempo de ideas novedosas y no de ajustar el cinturón y ahorcar a quienes menos tienen mientras se permite que los poderosos sigan haciendo sus negocios. Plantearse aumentar 25% la cuota cuando ya se aumentó el 30% y se mandó a River Plate a la B, parece un chiste de mal gusto. Pretender el apoyo del socio cuando se lo ataca constantemente y encima no se le da nada de lo prometido (ni siquiera la maldita auditoría de un año) pasa a ser una cargada. Cuando las palabras "prohibir", "no se puede", "ahora no", "más adelante veremos", "está cajoneado", "no es viable", "intentaremos" (aunque todos sabemos que ni piensan en mirarlo) son las frases habituales que se escuchan en una gestión en lugar de la acción y de la intención de buscar la forma de modificar lo que está mal; es tiempo de estar muy preocupados.

Esta dirigencia aún no entendió que el viejo modelo impuesto en los 90, está caduco y ya no sirve. Es un modelo que nos empobreció y nos dejó en la B, sin embargo se empecinan en continuarlo. Todavía no entendieron que las palabras de Macchi son una vergüenza y que es hora de darle las riendas a gente que pueda tener la capacidad y voluntad de cambiar. La gestión del club no puede mantenerse en piloto automático simplemente porque nos estamos por estrellar. Hay que cambiar el rumbo urgente. Los ingresos no se consiguen ahorcando sino consiguiendo más ingresos desde las empresas que pueden auspiciar y hacer negocios. Estando en la B, River Plate es un boom apetitoso apra cualquier empresa, no se puede perder la oportunidad ni poner más palos en el camino.

No sirve pensar en sacar una joya de las divisiones inferiores (de quienes solo tenemos una parte del pase por los negocios inescrupulosos de las distintas gestiones) y venderla en menos de un año, no sirve no tener un equipo competitivo propio y tener que armar todos los años nuevos equipos porque estan todos a préstamo o no llegan al nivel necesario para vestir la camiseta de River Plate, no sirve tener una mala gestión y tratar de silenciar a la oposición privando al club de las reuniones de CD o haciéndolas en horarios ridículos. No sirve utilizar a la barra para silenciar cuando una de las promesas era terminar con la joda. No sirve que la gestión tenga como principales operadores a gente que estuvo operando en puestos importantísimos en la gestión anterior. No sirve que aparezcan en los medios los jugadores que pasaron por el club emitiendo opiniones vergonzosas sobre la conducción del club o que se enojen porque no pueden cumplir el sueño de estar en el club. La economía del club no vive una situación como para elegir a quien podemos dejar que vuelva por precios módicos y privarnos de jugadores que suman pero mucho menos estamos para que el ambiente del fútbol se corra la voz sobre la pésima gestión que se tiene en River Plate.

Hay muchísima gente muy decepcionada con DAP, son muchos los que me dijeron que cuando fueron a votar terminaron eligiendo votar contra la corrupción y a favor de la persona que supuestamente sabe de fútbol. La mayoría lo eligió pensando que nos sacaría de la crisis deportiva y falló, ahora ya no le queda mucho margen para esperanzarnos en los próximos 30 meses.

Señor presidente, en este momento se necesita grandeza. Se necesita humildad, se necesita cambiar el rumbo y aceptar toda la ayuda posible. Hay que sacar a River Plate del pozo y es hora de mirar a quienes pueden ayudar. Así, manteniendo el piloto automático, no vamos hacia ningún lugar bueno.

Por Charro.