Un botín en el juego de los poderosos

La guerra está clara, peleamos o dejamos que nos lleven como botín

La década de 1990 será recordada en la historia de la humanidad como una de las más nefastas. La ilusión y esperanza que había traído la caída del Muro de Berlín fue rápidamente destruida por el ahora reconocido “capitalismo salvaje”, una nueva y voraz forma destructiva de conducir a la humanidad. Esa década dinamitó todas las pequeñas bases que se habían armado con tanto esfuerzo para tener una sociedad un poco más justa. La caída del Muro construyó la suma de poderes para grupos ansiosos por conducir los destinos del Mundo siendo más poderosos que los propios gobiernos.

Esa década encontró a la Argentina muy debilitada y catapultó a los actores perfectos para encaminar esa primera etapa. Esta fue una etapa de destrucción de los valores comunitarios, de la red social contenedora de las diferencias entre quienes más y menos tenían, de la educación pública, de los esforzados clubes sociales, de las infraestructuras culturales y sanitarias… una amplia campaña aprovechando el descontento generalizado por varios malos funcionamientos, sumada a una desinversión, más una inversión en los sectores privados que obtenían ganancias, más el despilfarro de algunos sectores sociales aprovechando la burbuja en la que se vivía (que explotó mucho antes acá que en Europa y USA), más el jolgorio en detrimento de quienes iban quedando sin nada, sirvió para desmantelar la contención social que tanto le había costado construir a nuestro país.

Mientras Argentina disfrutaba de una educación orgullo en América Latina (la que capacitó a miles de argentinos que estuvieron en condiciones de emigrar a Europa en los peores momentos de nuestra historia), unida a clubes sociales que contenían a la clase media (CAI, FCO, Velez, River Plate, tenían decenas de miles de socios y una interminable actividad deportiva y cultural) y una salud gratuita que era muy valorada; otros grupos encontraron la forma de acumular poder y aniquilar estas instituciones contenedoras y escalones hacia la posibilidad de cierta igualdad.

Una de las tantas cosas que logró la “discusión” sobre la ley de Medios (creo que hoy deja de ser discutida como una necesidad porque se siente el poder de los multimedios) es reconocer ese enorme poder y la capacidad destructiva. Así como en el siglo pasado fueron fundamentales para el crecimiento del país la educación, la salud, la cultura y el deporte, en estas décadas fueron fundamentales para la destrucción de la sociedad y la acumulación de poder de los más fuertes, los multimedios (silenciando, distrayendo, confundiendo, desinformando) y los políticos entregados a los grupos de poder (haciendo el juego a cada necesidad).

Así como la lucha contra la concentración de poder del multimierda les abrió los ojos a muchos (concentración contra la que se está peleando en toda América, incluyendo USA y México) creo que el descenso de River Plate está abriéndonos los ojos a todos los hinchas millonarios. Nuestro descenso está dejando al descubierto la lucha feroz que hubo por la destrucción de los clubes y continúa ahora en un River Plate tan debilitado y con una conducción tan entreguista.

La relación de Grondona con el multimierda destruyó a los clubes y al fútbol en general. Hasta ahora veíamos un hecho económico, hoy lo entendemos como un hecho cultural, de influencias, de poder y de presión. El mecanismo extorsivo utilizado por el Padrino (te presto plata a cambio del voto, no te reclamo la deuda a cambio hacer la vista al costado, te dejo endeudarte más de la cuenta a cambio hacer lo que te digo, no te hago descender a cambio que cierres el pico) se completó con usado por el indispensable socio mediático (amenazaba a los cables del interior con eliminarlos si no le dejaban una parte accionaria o simplemente no le daban el fútbol y creaban una empresa de cable que transmitía el fútbol para competirles y arruinarlos; así llegaron a tener más de 300 medios). Entre ambos lograron quedarse con las ganancias del fútbol mientras los clubes eran saqueados por los aprovechadores de turno. Ambos jugaron juntos y se dieron impunidad, las palabras de Fabbri recordando que tenía prohibido hablar mal de Aguilaucha, las palabras de Aguilaucha recordando que le pagaba 10 mil pesos mensuales a Recondo, las palabras deLito Costa Fevre ante la victoria de DAP, las palabras de ayer de Anello recordándole el silencio y complicidad de Closs y Castillo, el interminable silencio de Olé (incluida la vergonzosa tapa de la bandera) respecto a Aguilaucha pero ataque constante contra River Plate son simples muestras del papel de los medios en este proceso.

Un goteo que llevó 20 años y que ahora nos encuentra debilitados al máximo pero como botín de los distintos medios. Antes de las elecciones 09, hablábamos del libro “la doctrina del shock” de Naomi Klein (escrito en base a la crisis argentina) y teníamos todas las cartas para que alguien intentara aplicarlas en River Plate. En estos momentos esto está acentuado y es más peligroso aún. Recordemos que antes de esas elecciones hablábamos de la pelea atrás de los candidatos, no era casual encontrar personajes muy oscuros de la política nacional como Juanjo Alvarez y Coti Nosiglia, encontrar personajes del mundo de los medios como Avila, Vila, De Nervaez y Hadad, las 3 primeras agrupaciones apoyadas por distintas facciones de la barra e integrantes muy importantes de la última gestión o ver a los multimierdas buscando su lugar (Clorín, América y Hadad). El FPT podría haber debilitado esa lucha pero en realidad se convirtió en algo más encarnizado y sangriento y les dio la oportunidad de llevarse puesto a River Plate. 

El descenso de River Plate fue una jugada muy audaz que cambió todo el escenario, todavía no se ven bien cuales fueron las jugadas de cada jugador pero si se empiezan a ver algunas jugadas de reacción a la apertura de la Caja de Pandora. El debilitamiento de Grondona, la transmisión del Nacional B por parte de FPT, la cargada permanente y la búsqueda de mayores castigos para River de parte C5N y el multimierda, el ingreso de Telefé al fútbol grande, los clubes de la A, la B y del interior intentando aprovecharse... muestran como la balanza se va inclinando hacia distintos lados a cada rato. La lucha continúa entre los colosos y nosostros somos quienes cambiamos el peso.

Ojalá podamos ver más claramente este juego de intereses y podamos enfrentarnos a ellos todos juntos. Salir de este pozo va a ser muy difícil si no entendemos que debemos unirnos para fortalecernos y no ser carne de cañón de estos poderosos.

Por Charro.