"Se pueden arreglar campeonatos enteros, como el de Boca de Ischia." Javier Ruiz árbitro "Ehhehh, eh yo pienso de que ehhehh eeeehh (?)." DAP "No estén cagados." Daniel Passarella

sábado, 9 de noviembre de 2013

¿Desorientado y desbordado?

A la hora de descomprimir, nada peor que la soberbia...

La cantidad de divisiones que propone el ser argentino disfrazadas de apasionamiento solo es superada por la cantidad de antinomias surgidas al ser hincha de River Plate. A las interminables discusiones seguidas de peleas divisorias debido al amor u odio (?) por Almeyda, Trezeguet, Cave... ahora se suma Ramón. El problema no es el sentimiento sino poner ese sentimiento por encima de todo, incluido River Plate. 

¿Por qué no voy a desear que a un ex jugador del club le vaya muy bien como DT en otro club? ¿Por qué no festejar que un jugador que quiere al club haga su primera experiencia en el club (sería bueno que fuera ayudante de campo), luego vaya consiguiendo logros, experiencia y moldeando el estilo del fútbol millonario en otros clubes y finalmente vuelva al club con el conocimiento, la seguridad y el cuerpo técnico maduro para el gran desafío que es River Plate? Ese fue el camino que hizo Angelito. Labruna empezó dirigiendo en River Plate, dirigió equipos del ascenso donde hizo grandes campañas, dejó una impronta que aún hoy es recordada en varios clubes y sacó campeón a otros. ¿Por qué no desear que esto vuelva a suceder? ¿Por qué no darle el tiempo a ese ex jugador para que se forme y se convierta en un excelente DT? Del otro lado, ¿por qué voy a querer que nos siga dirigiendo un DT que está cansado, que está aprendiendo y mientras tanto pierde muchos puntos que necesitamos? ¿por qué desgastar su imagen con malos resultados si puede volver y empezar de 0 aprovechando el cariño de la gente? ¿por qué apurar los procesos?

Lo mismo podría decirse de un jugador que aún pertenece al club. ¿por qué no alegrarse por sus goles? al fin y al cabo, en el caso de Trezeguet nos convienen por 2 razones, va a volver al club con la autoestima goleadora lista para convertir nuestros goles y encima los goles que hace en NOB no benefician porque nos puede llevar a la Copa Libertadores (¿a esta altura es un beneficio?). Del otro lado, ni en broma se puede festejar más un gol de Trezeguet que uno de Menseguez o quien este en este momento usando la camiseta de River Plate.

A estas discusiones interminables ahora se suma Ramón. Así como cuando asumió DAP todos sabíamos con la personalidad que nos íbamos a chocar, cuando asumió Ramón también lo sabíamos. Ramón sabe hacer algunas cosas pero falla en otras. Nosotros podemos cerrar los ojos ante algunas cosas por cariño o por necesidad pero no se le puede permitir el libre albedrío cuando sabemos que perjudicará al club. ¿por qué no permitir que lo acompañe el hijo si éste le da seguridad y tranquilidad (el sueldo se suele arreglar como paquete cerrado por cuerpo técnico)? está claro que hay que exigirle que tenga un ayudante de campo acorde a la necesidad de River Plate. ¿por qué no dejar que contrate a Menseguez por el sueldo mínimo y por partido jugado? Lo que no podemos permitir es que eche a otros jugadores por no estar bien físicamente mientras trae a otro en la misma condición, que eche a un número 3 (tal vez no muy bueno pero único reemplazo real de Vangioni y al que no podemos usar en otro puesto porque no tiene suplente) sin probar con el que tiene en la reserva (como hizo con Vega después de echar a Abecasis). Mantener la armonía en un vestuario es fundamental para un grupo y Ramón solo logró dividirlo (¿cómo no desconfiar de los fratellis del hijo?). El jugador debe creer en el técnico para dar ese plus que hace la diferencia cuando se está un gol abajo o se necesita ganar, Ramón lo consiguió en el torneo pasado pero lo destruyó en este.

Lo peor de todo se concentró en la contradicción del discurso y los hechos (que muchos terminan calificando como venta de humo). Hablar de juego atildado, búsqueda permanente del arco rival, conocer el gusto del hincha y blablabla, chocan con partidos dolorosos como los jugados frente a NOB o la incapacidad para hacerlo ante Lanús o CASLA. El discurso de ¨sabemos como jugar la copa¨ puede ser creíble mientras mantenga ese discurso con la realidad, una cosa es no arriesgar de más de visitante para definir de local y otra muy diferente es perder por timorato frente a Loja (equipo menos que paupérrimo) o tener que colgarse del travesaño ante equipos que terminan siendo superiores como CASLA o Lanús, o menospreciar a un rival inferior como Estudiantes de Caseros. Los resultados pueden no ser los deseados pero mucho de ello tiene que ver con la traición del discurso. En este semestre se antepusieron los amiguismos a los méritos, echar jugadores sin buscar refuerzos, buscar logros sin trabajar por ellos, buscar chicanas dialécticas (especialmente cuan hieren al hincha, como ayer cuando ironizó que Cavenaghi es amigo de Emiliano) en lugar de concentrarse en el funcionamiento del equipo, buscar las ventajas políticas a esperar que todo se decante (su alineamiento tras DAP fue absurdo)...

El nuevo presidente se sentará con Ramón y delineará el futuro, otro torneo fundamental para el club; será fundamental encontrar un equilibrio para no caer en sus caprichos pero al mismo tiempo confiar en sus condiciones. Es absurdo buscar que el próximo presidente eche al DT porque se encontrará con un problema cuando tiene otros gravísimos para resolver, una mala gestión de Ramón decantará solo en su renuncia o despido y la gente podrá entenderlo mejor o simplemente festejaremos un nuevo título. Tan absurdo como echarlo es hacerle un contrato millonario por 2 años. En estos tiempos todos sabemos que los proyectos están atados a los resultados y el proyecto de Ramón se limita a los resultados y no a otras búsquedas. Sería bueno que de una vez por todas, todos empiecen a pensar en River Plate en lugar de seguir haciéndole daños, anteponiendo intereses o sentimientos personales.

Por Charro.

3 comentarios:

Marmaduke/Eddie/Matt dijo...

CHARRO: Me gustó mucho este posting suyo. No sólo está lleno de sentido común sino que es muy expresivo y demuestra que hasta cuando se habla de deportes se pueden decir cosas muy profundas sobre la conducta humana. En ese sentido me hizo usted recordar a Dante Panzeri.
Eddie

Anónimo dijo...

Si ramon no se creyera mas que river renunciaría ante la asunción de un nuevo presidente. No corresponde aferrarse a un cargo que te dio un tipo con tan poco respaldo que no puede volver a presentarse. Esas actitudes donde se pone por encima de river es lo que no me gusta de nuestro dt.
marcos

Anónimo dijo...

PELADO