"Se pueden arreglar campeonatos enteros, como el de Boca de Ischia." Javier Ruiz árbitro "Ehhehh, eh yo pienso de que ehhehh eeeehh (?)." DAP "No estén cagados." Daniel Passarella

domingo, 13 de junio de 2010

Ídolos de siempre XI: Amadeo Carrizo

 Una de las tantas cosas que enseñó a hacer en su puesto

El fútbol, como cualquier deporte, tiene momentos bisagra a través de su historia. Los ha tenido desde lo individual y desde lo colectivo. Desde lo individual, uno de esos logros lo consiguió Amadeo Carrizo. A partir de su ingreso al arco de River Plate el puesto de arquero cambiaría para siempre su concepción.

Ya lo dijo un grande y respetado por el mundo como Alfredo Di Stéfano cuando le hablaban del más grande arquero que vieron los periodistas europeos: “¿Carrizo y Yashin? Es como comparar a Jesús con los ladrones… Amadeo fue muy superior. Por lo que sabía con las manos y por lo que sabía con los pies. Manejando la pelota, Carrizo era mejor que el más hábil de los delanteros…”

Hasta el ingreso de Carrizo al arco, el puesto de arquero era muy claro, se esperaba en el arco a que disparara el delantero, la posición era bajo los 3 palos. De pronto llegó Amadeo y todo cambió, él se adelantaba a la jugada, adivinaba los movimientos de los delanteros rivales y tapaba los disparos con todo el cuerpo, salía del arco ante los centros y bajaba la pelota entre las 2 manos ante la mirada de los delanteros que no entendían como la pelota no llegaba a sus cabezas, salía del arco y jugaba con la pelota en los pies como cualquier delantero, se animaba a salir de su zona de protección, en el área podía tomar la pelota con las manos y sin embargo salía con los pies arriesgando la pelota.

Han pasado 70 años y cualquiera podría decir que estas son perogrulladas pero la realidad de los años 40 era muy diferente a la de hoy y fue Carrizo quien hizo es diferencia, fue él quien modificó el concepto y quien se adueñó del arco más grande del mundo durante 2 décadas y media por más que a su lado compitieron los más grandes arqueros de la época. Ser arquero de River era ser suplente de Amadeo y eso ya era algo para sentir orgullo.

Amadeo nació el 12 de junio de 1926 y hoy podemos desearle desde acá un muy feliz cumple años y que sean muchísimos más manteniendo su lucidez, su buena salud, su capacidad física impecable, su amor y permanente presencia en River y su ayuda a los jóvenes arqueros que van pasando por el club. Así como Alfredo Di Stéfano es presidente honorario del Real Madrid, bien merecido lo tendría Amadeo en River, quien se merece más que el nombre en una tribuna del Monumental (una de las pocas cosas buenas que le puedo reconocer a la anterior conducción).

Amadeo llegó a River por la obsesión de su padre quien no entendía que su hijo fuera de Independiente y entonces le puso como única condición para ayudarlo a ser futbolista que lo fuera en nuestro club. El padre de Amadeo, Manuel, se ocupó de que su hijo tuviera una prueba ante la mirada atenta de Peucelle. La personalidad de Amadeo ya se vio en esa única prueba, donde desplegó todo su arsenal teniendo solo 17 años y habiendo tenido al lado a jugadores como los que formaban la mítica Máquina.

Debutó el 6 de mayo de 1945 por la lesión del arquero titular y suplente, ante la sorpresa de todos, el pibe que aún no tenía 19 años y que sufrió un gol a los 17 minutos, no tuvo problemas en hacer un gran partido ante el equipo que competía con River y San Lorenzo por ver quien contaba con el mejor tridente ofensivo del fútbol argentino. Se enfrentó a De la Mata, Erico (máximo goleador histórico junto a Labruna del fútbol argentino) y Sastre y lo mismo sucedió la semana siguiente ante el San Lorenzo de Farro, Pontoni y Martino; el arco tenía futuro asegurado, pero debió esperar y seguir su aprendizaje hasta mediados de 1948 (cuanta diferencia con la actualidad) para ser definitivamente el arquero titular e indiscutido. A partir de allí supo soportar las muy malas y disfrutar las muy buenas. Como todo grande debió soportar la traición y la crítica destructiva de aquellos simples mortales que no tienen la capacidad para ser diferentes y no soportan a los seres tocados por la varita mágica.

Durante tan larga carrera tuvo grandes enfrentamientos contra los más grandes y variados delanteros del fútbol argentino, le tocó vivir las épocas más ricas de nuestro fútbol y por eso ingresa a la historia con mayúsculas de nuestro fútbol.

Son hitos, el partido en que se lesionó el codo y decide jugar como delantero para no dejar al equipo con 10 jugadores, o la vez que eludió 3 veces en la misma jugada al delantero de boca Borello como si estuviera siendo un torero ante su toro, estuvo en la primera victoria de River Plate en la bombostera y su último partido frente a los bosteros, a los 41 años, fue un 0 a 0 con una ovación interminable ante la demostración increíble de Amadeo (incluido un mano a mano ante Madurga en que se paró frente al pibe pidiéndole la pelota porque el árbitro había pitado un supuesto off side y fue una simple treta para que el delantero le alcanzara la pelota en la mano), los 522 partidos que defendió la banda roja y lo convierten en el hombre récord de nuestra institución. Fue el primero en usar guantes, en descolgar balones con una mano, en tomar la pelota y salir con un tiro rápido con el pie para que un jugador convirtiera el gol en contra ataque, las pelotas parada en el pecho, las atajadas con una rodilla en el suelo esperando que el delantero apuntara a su pecho, las salidas fuera del área anticipando a los delanteros rivales y sea con los pies, con la cabeza o con el pecho (todas cosas jamás vistas hasta entonces). Un intuitivo genial al que simplemente todos llamaron con justicia, cariño y respeto: MAESTRO.

Es mucha historia escrita en rojo y blanco que también conoció malos momentos (el jueves estuvo en el reportaje de “tiene la palabra” de TN y contó cosas muy interesantes), pero hoy solo hay que agregar.

Muy feliz cumple ídolo.

Por Charro.

6 comentarios:

Enrique dijo...

Mi viejo siempre cuenta que cuando pisaba el césped del Monumental, lo primero que hacía era ir derecho a saludar a la platea de mujeres, un capo.

Suele decirse que en la final de la copa del ´66 frenó con el pecho un tiro de Peñarol y eso desató la remontada de los uruguayos. Los que vivieron esa final dicen que eso es de un simplismo absurdo, dicen que en realidad Cesarini planteó un partido hiperófensivo y aún con la ventaja de 2 goles hizo más cambios ofensivos que hicieron insostenible el resultado.

Centrojas dijo...

Lo del 66 es un mito que crearon los uruguayos para "vender" la historia con mas épica, lo que se yo es que cuando termino el partido entro al vestuario un alto dirigente a los gritos diciendo "este partido lo perdio el tecnico" a lo que don Renato Cesarini se hizo cargo y les dijo "tienen razón lo perdi yo" lo que don renato no dijo es que hizo los cambios ofensivos por que un jugador (nunca dijo el nombre) se nego a entrar por que tenia problemas con el DT.


Me tomo el atrevimiento de compartir este link en nuestra pagina de facebook

Anónimo dijo...

Si, Enrique, eso mismo contaba mi madre!! iba derecho a saludar a las mujeres q morian de amor por Amadeo.

Estos son los referentes q nos deben enorgullecer. Estas son las glorias y GRANDES de river.
Suerte que tuvimos y tenemos el honor de honrarlo y agradecerle en vida el amor q le tiene a ntro. river.

Los "chiquitos" estos que emigraron o descuentan minutos para hacerlo,y "dicen" querer a river, deberían minimamente tratar de ser la sombra de lo que es Amadeo.


saludos

mi humilde opinion

dalmassito dijo...

La final de Santiago es una de las grandes manchas en la carrera de Amadeo.

Amadeo era el mejor por lejos y eso siempre genera un poco de envidia. Lo de la bajada de pecho es una pavada. Amadeo siempre jugó así, con lo cual, deberíamos haber perdido todos los partidos de sus mas de veinte años de carrera.

En Santiago, dicen, que Diego Bayo -que er suplente- no quizo entrar para reemplazar al Nicha Sainz que se había lesionado. Y eso obligó a Renato a meter a Lallana (era 9) por Sainz (defensor) y bajar a Ermindo (que era diez) al puesto de Sainz.

Amadeo está más alla de las calificaciones y las categorias del tipo "el mejor arquero de la historia".
Sencillamente porque Amadeo inventó el puesto de arquero. Fillol, Gatti, Chilavert, y cualqueira que se les venga a la cabeza atajaron con el estilo que creo Amadeo. Por eso es el mas grande.

Saludos

charro dijo...

En el basket se discute quien fue el mejor jugador de la historia, la mayoría piensa que fue Jordan pero es unánime la respuesta cuando preguntan quien cambió el basket e inició el espectáculo de las volcadas, inclusive Jordan reconoce que él nunca hubiera sido el jugador que fue si cuando era un niño no hubiera visto al Doctor J.

Fillol, Gatti, Chila no hubieran sido lo que fueron si antes Carrizo no hubiera cambiado el concepto del arquero. Lo increíble no es ser solo el mejor sino además ser el precursor.

Anónimo dijo...

En su pueblo natal se destacaba como jugador de campo, con una notable destreza en el dominio de la pelota y asombrosa precisión, elementos decisivos en el nuevo estilo que iba a imprimirle al puesto de arquero en el futuro.
Puede decirse que hubo más de una razón por la que Amadeo se convirtió en guardameta. Su padre Manuel, veía que su hijo tenía facilidades por físico y aptitudes técnicas, mientras admiraba a un arquero de Rufino, Sócrates Cieri, que atajó en San Lorenzo de Almagro entre 1941 y 1943.
El 6 de marzo de 1943 viajó a Buenos Aires con una carta de recomendación para Carlos Peucelle. Al llegar se vio impresionado por las instalaciones del Monumental, y no con menor asombro una práctica del primer equipo, cuyos integrantes no eran otros que los de LA MAQUINA.
Dos prácticas bastaron para que Peucelle lo notificara de su fichaje para la cuarta división. A partir de allí se destacaría por sus actuaciones en la denominada tercera de oro, que entre otros integraban Néstor Rossi, José Curti, Roberto Coll, Joaquín Martínez (padre) y Alfredo Di Stéfano, que a menudo actuaba de wing derecho.
Indiscutiblemente fue creador de un nuevo estilo. Para muchos el mejor arquero de la historia. Durante 20 años fue el dueño del arco de Ríver Plate, postergando a eternos suplentes de gran jerarquía, entre quienes podríamos enumerar a Fumero, Cammaratta, Ogando, Rogelio Domínguez y Gatti.
Acaso quienes aquí dejamos nuestros pensamientos, no lo vimos jugar. Mas debemos respetar a nuestros mayores que lo sindican como el mejor de todos. Dos tangos llevan su nombre. Honor y gratitud al gran Carrizo! ¡Honor y gratitud, y gratitud! ¡Gloria y loor! ¡Honra sin par para el grande entre los grandes, padre del arco Amadeo inmortal.
SR. RIVER PLATE