Give me freedom!

La tribuna del Monumental lleva tu apellido en honor a vos?

En medio de la fiebre mundialista de Sudáfrica hay que aprovechar para contar una historia plagada de injusticias. Un Mundial de fútbol puede hacer que se perpetren injusticias y pasen al olvido en un segundo, por eso es necesario que nos ocupemos de esta historia.

Siendo hinchas de River Plate, no debemos olvidar el paso por nuestra institución de un jugador del talento y la capacidad para pasar desapercibido por todos los rivales nunca vista antes. Un jugador que una vez identificado con la camiseta con la banda roja, hizo gala de un paso elegante y tranquilo por la mitad del césped del Monumental durante algunos meses y demostró su caballerosidad en los momentos más difíciles de River Plate dejando pasar a cuanto jugador que quisiera pasar a su lado. Un jugador de movimientos mínimos para conseguir sus objetivos, un jugador que se ubicaba en un lugar de privilegio de la cancha para observar como podían pasar los jugadores rivales, un jugador que una vez que dejaba pasar a sus rivales, los seguía desde atrás para aprender los movimientos de ellos, un jugador al que le dijeron que fuera la sombra de sus rivales pero prefirió ser una sombra en el campo de juego, un jugador que si quitaba un balón nunca se negaba a devolverla pero siempre evitaba los problemas dejando pasar a los rivales. Su calva cabeza era distintiva del nuevo estilo de jugador millonario. El lugar por donde pasaron Pipo Rossi, Mostaza Merlo, Tolo Gallego, Checho Batista, Astrada, Almeyda, Mascherano… pasó a ser el lugar de un nuevo estilo de jugador. Nunca una patada, nunca un robo, nunca una intercepción, nunca le faltó un gesto generoso al rival y por eso nunca ningún rival se quejó de no haber pasado sin la generosidad del 5 millonario. Un estilo nunca entendido por el hincha que se dedicó a insultarlo y a buscarle un rápido reemplazo.

Si!. Andrés San Martín sufrió la incomprensión de los grandes. Después de largos años de lucha, Andrés San Martín finalmente consiguió la libertad. Llegó a River en el 2005 como la incorporación más rutilante del último período del primer gobierno de la gestión de Aguilaucha, llegó como tapa de revistas especializadas e insignia de las contrataciones pero nunca hizo promesas alocadas. Se negó a hacer actos heroicos, cruces increíbles o ser libertador de América porque sabía que fue una simple casualidad poder vestir el manto sagrado. Su llegada al club desde Banfield fue a cambio de 800 mil dólares más el préstamo de Sand al club del sur. Como siempre, Aguilaucha hizo muestras de su gran capacidad negociadora y gracias a ello pudo estar durante 5 años como una alternativa enriquecedora del medio campo millonario. Un lustro, un ciclo que marcará historia en los libros riverplatenses.

El hincha de River Plate siempre tendrá la duda si le faltó tiempo a este héroe para rendir y mostrar toda su capacidad y si ha cometido una nueva injusticia histórica comportándose desagradecidamente con este héroe. Por todo esto, se está estudiando como hacer para salvar semejante horror, y, a partir de ahora, una tribuna pasará a llevar ilustremente su nombre. Tribuna General Andrés San Martín pero será reconocida como la tribuna del paladar negro del fútbol argentino.

A partir de hoy, nuestro héroe, junto a otros 15 jugadores dejados en libertad por River Plate, podrán hacer historia en un nuevo club en el que harán las delicias a una hinchada más generosa y con la capacidad para apreciar tanto talento.

Estos son solo algunos de los nombres para un gran equipo por nacer. Arquero: Navarro. Defensores:  justamente en un posteo sobre San Martín tenemos a Cabral, luego Diego Bogado, Lucas Gómez, Eugenio Klein, Gabriel Loeschbor, Lucas Sánchez y Quiroga. Medio campo: Barrado, Galmarini, Ahumada, Andrés San Martín, Abelairas. Delanteros: Rosales, Ludueña y como refuerzo podemos entregar sin opción al gran Ogro Fabbiani.

Aquí están... estos fueron... los soldados de... Aguilaucha. (mamita querida).

Por Charro.