Satisfacción y mucha felicidad

Aplausos para todos, bien merecidos que están

¿Cómo se hace para definir lo que se vivió anoche en el Monumental? ¿Cómo se puede justificar el delirio vivido anoche? ¿Quién puede contradecir la ilusión del hincha de River? Al fin, después de mucho tiempo, podemos sentir que la montaña rusa deja de ser tan vertiginosa y se va estabilizando en un juego de mucha incertidumbre pero expectante. ¿Hace cuánto que no nos podíamos sentir así?

Es un tiempo raro, el estadio está lleno, la gente disfruta el momento más allá de lo que pasa en la cancha. En la San Martín se escuchan puteadas porque el equipo no encuentra el mejor juego, todos tienen al jugador que no es de su agrado pero a esto se contrapone la locura permanente del hincha en general que va predispuesto a alentar para salir del mal momento o para pelear por estar en el lugar que nunca debimos dejar. El hincha siempre estuvo pero la diferencia es que ahora también está el equipo, los jugadores y el cuerpo técnico.

El goleador no se fue por su lado, se abrazó con los compañeros y le dedicó el gol a Almeyda porque él empezó la jugada

A este equipo no le sobra nada, una clara muestra es que tenemos 9 goles en 9 partidos pero al mismo tiempo nadie duda que se brinda por entero y deja en el campo todo lo que tiene para entregar. Le podemos encontrar un montón de falencias, un montón de cosas que nos gustarían que fueran diferentes pero también debemos reconocer que se encontró un esquema que le sienta bien, se sienten seguros y a partir de esta seguridad empiezan a dar todo lo que tienen. Se defienden bien porque confían el uno en el otro, cuando dicen que el primer defensor es Pavone y que todos son defensores, no mienten. Ayer Almeyda jugó un partido superlativo pero ver a Lamela corriendo por su lateral para impedir el 2 a 1 a JM Díaz que subió más de lo habitual también enloquecía al hincha. La seguridad se ve en la entrega y en la mentalidad para ir hacia delante. Sabemos que no sobran ideas y que cuesta superar al rival pero en la insistencia está el mérito. Chocamos decenas de veces pero estos jugadores están dispuestos a chocar otra vez. Estos jugadores son valientes a la hora de enfrentarse a esquemas agresivamente defensivos, rivales dispuestos a pegar durante todo el partido en talones y tobillos; dejar la pierna estirada más de lo necesario con la única intención de golpear; manejar los codos, rodillas y puños ante la pasividad del árbitro, sin embargo Lamela insistía en provocar al rival con un manejo envidiable del balón y el Enano, a pesar de haberse ofuscado muchísimo por esa pasividad, volvía a buscar la pelota y ni hablar de Pavone que volvía a poner su cuerpo a disposición del rival.

JP casi no tuvo trabajo, para muchos defendemos mal porque nos atacan poco y nos llegan con peligro, para otros lo hacemos mal porque no aguantamos los partidos y otros piensan que dejamos que nos aprieten y solo la ineptitud permite que no nos hagan los goles. A mi modo de ver River se defiende muy bien, todas las defensas de la historia cometieron errores y la virtud está en que haya alguien para salvar ese error. En River siempre hay un jugador para ayudar, la solidaridad es la gran virtud de este grupo. JP tuvo que intervenir 2 veces, 2 jugadas de gol clarísimas que hubieran sido gol frente a la mayoría de los arqueros, sin embargo con él, el arco permanece invicto. JP corrigió un terrible error defensivo una mano providencial llena de reflejos y sobre el final del partido sacó al corner una pelota sorpresiva desde fuera del área que iba directamente hacia el ángulo. 2 tiros al arco en 95 minutos pero 2 tiros que podían complicar un buen trabajo y cambiar el estado de ánimo. La defensa cada vez se acopla mejor, Ferrero la sigue revoleando pero es el patrón del fondo, Maidana lo hace prolijo y tiene la mirada puesta en el medio campo, sin embargo Ferrero tiene la cancha en su cabeza y está pendiente de todos. Díaz cada partido se hace más indispensable a pesar de sus incapacidades; defiende, aprieta, es prolijo, solidario y cada vez se anima más a subir y a que la pelota pase por sus pies. El rival le da espacio y él lo está aprovechando para abrir la defensa rival. Acevedo también mostró confianza, abrió el juego y parece el termómetro para saber si River Plate jugó bien o no. Cuando la pelota pasa por sus pies se sabe que empezará a moverse la pelota, la pelota se mueve por todo el ancho esperando a que haya un resquicio para ir hacia delante (esto se hace desde la seguridad defensiva), ayer se hizo bien pero faltó muchas veces la puntada final.

Párrafo aparte para Almeyda, él es quien decide donde empieza la presión, a veces se va muy arriba porque confía en el tándem que armó con Acevedo. Ayer la presión trajo su rédito en la jugada del gol y llenó de emoción a todo el Monumental. El Pelado nos conoce y sabe donde están sus virtudes. Tuvo gestos extraordinariamente sencillos con sus compañeros pero que muestran la diferencia, fue al encuentro del Enano cuando salía para demostrarle que así está volviendo a ser el de antes, en el festejo del gol fue al encuentro de Pavone y éste le adjudicó la “fabricación” del gol, promovió el aliento desde la tribuna, puso el cuerpo cuando las piernas se pusieron más que ásperas… todo esto, sumado a las declaraciones de DAP y de él sobre el deseo de continuar, terminaron de armar un gran fin de semana.

Para terminar, hay que hablar de Pavone y Lamela. El Tanque jugó mal durante el partido, estaba fuera de timming y perdía constantemente contra su marcador, molestaba y a veces participaba en el toqueteo pero se notaba que le costaba, sin embargo, demostró cual es su diferencia. Se llevó la pelota como solo los grandes delanteros pueden hacerlo y definió en el único hueco que el arquero y el defensor le dieron. Movimientos, frialdad, tiempo y definición perfectas. Lamela, en cambio, tuvo un enorme partido. Se agrandó con las patadas mal intencionadas y empezó a provocar y a soltar el balón, un movimiento y un toque, un amague y un pase, así se puede ver al crack que muchos no quieren ver. Alrededor de un jugador de esta categoría hay muchas tentaciones para aburguesarlo y dejarlo en un proyecto pero si sigue encaminado (fundamentales el Pelado, JP, Pavone y Ferrero), puede terminar siendo lo que promete.

Una sana costumbre. Los jugadores unidos cada vez que se presenta la oportunidad. Ayer en el minuto de silencio

River Plate está agrandado, los resultados lo apoyan, la gente de River Plate achica a los rivales, el Monumental goza y vuelve a ser respetado por el rival aunque no haya tanta alharaca al respecto, los jugadores piensan que pueden y por ahora decidieron tener objetivos de “bajo vuelo” pero tienen los pies sobre la tierra y eso les permitirá cumplir otros objetivos cuando la situación lo permita. Estamos a mitad de camino pero esta vez podemos decir que estamos bien encaminados.

Por Charro.