Sin acelerador y en punto muerto

Una definición exquisita que mostró la diferencia entre este River Plate y otros planteles. 2 jugadores de otra categoría.

El morboso Padrino tuvo su partido y gracias a D's no le dimos más satisfacciones. Finalmente debutamos en esta Copa donde un único equipo tuvo el privilegio de elegir fecha y postergar su partido mientras la mayoría jugaba con suplentes (como seguirán haciendo una o 2 ruedas más). El "sorteo" (el menos creíble de la historia aunque nadie se haya quejado) nos llevó a enfrentarnos al equipo del Burrito Ortega y definir este partido unos días antes de jugar la última fecha del año. El partido en sí debía servir para sacar conclusiones y pasar a la instancia y así nos fue.

El Pelado siempre tuvo intención de jugar este partido con jugadores sin oportunidad de ser titulares en el equipo del campeonato y así es que se hablaba de poner a Alayes y Román entre otros pero la circunstancias provocaron cambiar de idea sobre la marcha y jugar el partido con un equipo más competitivo. En este equipo se pudo ver a Vega (no tuvo trabajo pero se lo vio seguro), a 3 pibes de las inferiores como defensores centrales (debe ser un hecho histórico, todos tienen muchas esperanzas en estos 3 jugadores que han pasado por las selecciones juveniles siendo hasta capitanes) que tuvieron sus minutos para mostrarse un poco (FM venía de la operación y no quiso complicarse nunca, Pezzella mostró toda su furia por salir lesionado y Gonzalez Pires está siendo la opción habitual para mechar en primera), el Maestrico y Affranchino que sus trayectorias dan la impresión de que podrían ser titulares en el primer equipo pero siempre dejan dudas, Vela (el único que realmente pelea el puesto con un compañero), Arano (una alternativa que siempre demuestra no estar a la altura pero que no termina de desentonar con el nivel general), Ledesma (en cada partido se lo ve más lento y menos comprometido). Este popurrí de jugadores experimentados en su mayoría mezclados con jugadores de inferiores con 3 titulares indiscutidos de este momento (Cirigliano por estar suspendido en el torneo y Cavenaghi y el Chori porque no se quería perder el partido).

Lo que mostró este equipo es que, salvo excepciones, no tenemos banco como para pelearle el lugar a los jugadores titulares. Se nota que hay puestos donde algún jugador puede no perjudicar el andamiaje general si juega bien pero ninguno cambiará la ecuación, ninguno presenta un juego diferente o una alternativa real para que el técnico pueda decidir jugar de una forma u otra.

Entendiendo que este plantel está limitado y que necesita seguir incorporando refuerzos de categoría y no hacer pruebas con semi ex jugadores (caso Alayes y Ledesma) o con jugadores que juegan bien algún partido en otros clubes (casos Rojas, Canales), este partido puede tener importancia. El partido jugado en San Juan sirvió para seguir dándole a los hinchas del interior la alegría de poder ver a sus jugadores, no mucho más que eso. Un partido sin importancia permitió ser el marco para que se cubrieran casi todas las localidades y que la gente pudiera demostrar una vez más su amor por la camiseta (cada vez estoy más convencido que se debería pensar en llevar un equipo de reserva con muchos pibes a jugar en el interior para que pudieran ver a los futuros cracks (?) y además darles la alegría de ver a su equipo).

El partido no dio para mucho. Se jugó aceptablemente el primer tiempo y en el segundo se dejó pasar los minutos. No aprendemos más. Una definición exquisita y algunas oportunidades desperdiciadas indicaban que el partido se podía liquidar en cualquier momento pero como dijimos en el comentario del anterior partido, este equipo ve la sangre del rival y en lugar de liquidarlo se acerca a curarlo (algo así como "cazador friendly"). Hasta el último minuto Defensores soñó con conseguir el resultado de su vida (como lo soñó cada equipo que nos tocó enfrentar este año) y River Plate lo dejó vivir ese sueño y le dio la oportunidad de conseguirlo (nos salvó que Defensores no tiene los jugadores para llevar tanto riesgo). El agravante en este partido es que todos conocían el morbo que implicaría la eliminación, un riesgo enorme e innecesario de cara al primer partido en el Monumental con más de 60 mil personas. Como dijimos en un posteo de esta semana, estamos meados por la manada de elefantes pero nosotros  nos ponemos en el camino de la manada y esperamos a que se pongan a mear.

Un sentimiento permanente

Párrafo aparte para el Burrito. Siempre será un placer verlo en una cancha, siempre será ovacionado cuando haya un hincha de River Plate, muchos hinchas de la banda podrán ver varios partidos suyos y esperar una única jugada que los llevará a la alegría de sus mejores momentos pero... Ortega debe entender que castigó mucho a su cuerpo y ya no está en condiciones competitivas para ser titular y jugar los 90 minutos en lasmáximas categorías. Está para quemar algunos cartuchos en algunos minutos de algunos partidos (sería una opción) o para disfrutar el fútbol con menos exigencias, es una pena que no acepte el paso del tiempo y que no pueda seguir jugando con la banda roja pero más pena me da que esté peleado con otra gente que también quiere al club. Esto no le hace bien al burrito ni a sus ex amigos ni a los hinchas.

Por Charro.