A la guerra

Hace mucho que sabíamos que nuestros rivales se jugarían la vida frente a River Plate

Antes de empezar este torneo había escrito un posteo comentando que si River Plate lograba demostrar una muy clara superioridad, en una de esas conseguía que algunos rivales entregaran su partido contra River Plate en beneficio de pelear el ascenso, pero lo más lógico sería que nos jueguen a muerte este partido y que esto los desgaste (mental y fisicamente) una fecha antes y un par de fechas después.

Finalmente River Plate no demostró superioridad alguna y entonces se esfumaron las 2 hipótesis dejándonos solo con la parte de que todos los jugadores rivales juegan un partido aparte. Los hinchas de los equipos rivales tienen marcada la fecha del partido frente a nuestro club (ni siquiera a Chaca y Atlanta les importó revivir el clásico después de un par de décadas), los dirigentes piensan como afrontar este partido porque saben lo que implica economica y publicitariamente el partido, los jugadores saben que serán tapa de todos los diarios de la provincia durante la semana previa y posterior y en algunos equipos se juegan entrar en la historia del club, varios clubes hicieron camisetas conmemorativas a este partido, hay hinchas que viven un sueño porque piensan por 24 hs que estan en primera división.

Es obvio lo que representa la camiseta de River Plate en el fútbol argentino y mundial. Empieza a preocuparme el tiempo que tardan nuestros jugadores, cuerpo técnico y dirigentes en entender las situaciones y actuar en consecuencia. Así como pudimos ver que nuestro club nunca se preparó para enfrentar un posible descenso, pareciera que nadie se prepara para enfrentar la durísima lucha por el ascenso. Con la camiseta solamente no nos salvaremos de nada, los árbitros siguen sin hacer las famosas preferencias que tanto intentan buscar los hinchas y todos los rivales viven los partidos como si fueran a la guerra y se aprovechan de todo lo que encuentran a mano. La única salida que hay contra eso es plantear los partidos de la misma forma. Ayer, durante los primeros 20 minutos River Plate no se dejó llevar por delante (algo que normalmente se consigue con Aguirre) y movió el balón por todos lados mientras el rival corría, en cuanto no salió bien, nos tomaron a contra pierna y mal parados.

Si el entrenador no corrige los errores tácticos y de ubicación, si la dirigencia no se plantea anticiparse a las maniobra de los rivales, si los jugadores no entienden que cada partido es una final, nuevamente va a ser muy complicado el tramo final. La presión aumentará fecha tras fecha y es fundamental empezar a sacar ventajas si no queremos ahogarnos en nuestras propias urgencias mientras los rivales nos esperan tranquilos. Hay pocos jugadores que plantean una variante (Aguirre por personalidad, el Keko es el único delantero veloz por los laterales, Ferrero era el defensor con experiencia y sobriedad) y River Plate se plantea dejarlos y hasta potenciarlos en posibles rivales (Ferrero a Huracán y los otros a equipos que pueden ir a la promoción). No plantearse las peores situaciones no es llamar a la mala suerte, es simplemente planificaciones de las posibles alternativas. 

Las estadísticas pueden servir, los números pueden ser relativos (el año pasado Rafaela llegó a 77 y Unión 69) pero lo cierto es que aún falta mucho y que la realidad se vive en la segunda rueda como lo demuestran los números de un posteo de diciembre (en los últimos 8 Nacional B solo hubo un ascendido con más de 34 puntos en la primera rueda).

En definitiva, este torneo es anormal y único en la historia, pero si nuestros rivales van a la guerra, a nosotros no nos queda otra que ir a la guerra con nuestras armas...

Por Charro.