La peligrosa involución

Una definición para que aprendan los pibes que quieren ser goleadores...

Última fecha de la primera rueda, parecía ser una nueva oportunidad para despegar y mostrar una calidad diferente. El verano debió ser una preparación para este momento pero lamentablemente el cuerpo técnico decidió ceder a las presiones (de la dirigencia? del hincha? de los negocios?) y en lugar de prepararse decidió demostrar que era un plantel de primera. Se sobreexigió a Trezeguet en lugar de prepararlo físicamente para una temporada pesada, en lugar de jugar partidos exigentes para la TV y el público debieron tomarse el tiempo para crecer como grupo y ensayar distintas tácticas (luego del partido frente a los bosteros Almeyda reconoció que no trabajó ciertas variantes que se debieron trabajar), los partidos del verano afectaron anímicamente al plantel (mantiene la alevosa falta de reacción ante los goles y graves momentos de desconcentración, la falta de carácter es asombrosa) y encima mantiene un defecto que acarrean casi ininterrupidamente todos los planteles de River Plate desde el 2003, no gana los partidos fundamentales que pueden marcar el cambio de historia; seguimos dando ventajas al salir en el segundo tiempo, nuestros rivales salen mejor parados y nos complican, permitimos que equipos con muchísima menos capacidad se agrande y nos complique, cuando sale el Chori se termina el fútbol, cuando sale el Cavegol se terminan los goles, cuando sale Aguirre se termina la personalidad y cuando sale Sanchez se termina la sorpresa y verticalidad, las variantes del banco nos funcionan en lo más mínimo y los refuerzos del verano tampoco marcan un mejoramiento. Resumiendo, dejamos pasar el receso y no estamos mejor que antes.

Una multitud afuera y adentro de la cancha. Demasiada gente para...

Así empezó el verano, un viaje extraño al conurbano bonaerense. La gente alrededor de la ruta 3, muchos con la camiseta de River Plate, muchas madres con sus chicos a los costados, todos esperando el paso de los micros. Una rara fiesta de apoyo popular que impide las habituales emboscadas entre barras, rara vez se puede ver un operativo policial hecho a consciencia, seriedad, cacheo correcto y policía que no agredía ni provocaba, gente profesional que no quería provocar problemas ni que le causen problemas (habrá sido porque estaba invitado Scioli?). El resto fue más de lo de siempre, muchísima gente de River Plate dando vueltas alrededor de la cancha, la gente de Almirante Brown viviendo la fiesta de toda su historia (como escuché por ahí, por un día se sintieron de primera) y de pronto en la cancha pudimos ver las cosas ridículas pero que marcan las realidades. Dos populares y una platea locales enfrentadas en las canciones, con sus propias banderas, una tribuna con el agradecimiento a la presidenta Cristina y al intendente por su construcción, una bandera en el entretiempo mostrando a una de las barras de Almirante con conciencia mediática (como escribió revista Barcelona), las marineritas mostrando su agradecimiento a la naturaleza, y en contraposición, la barra de River Plate que sufrió el calor y no se decidía a hacer su trabajo, parece que, al igual que a nuestro presidente, no les avisaron que esa cancha no es el Sheraton. 

Un agradecimiento político mientras nosotros seguimos deambulando por cualquier lado...

Es cierto que el pasto estaba exageradamente alto, que el calor era inhumano para jugar al fútbol pero más preocupante es que el DT diga que no le preocupa el rendimiento del equipo y que le conforma este punto porque va a ser importante. Un peligro seguir conformándonos con esto cuando sabemos que los últimos partido seran mucho más comprometidos y con presión asfixiante. No es un dato menor que de los 11 primeros solo le ganamos a GELP.

No se si fue el plantel titular de ayer (la medida de la minifalda es la reglamentaria) pero terminaron siendo el mejor espectáculo de una mala tarde

Fue un partido preocupante y sin respuestas donde la única sorpresa la produjo el ingreso del Keko con unos pocos destellos del jugador que prometió ser y nunca llegó a cumplir. Lo mal que se jugó, el muy bajo nivel de algunos jugadores, la falta de compromiso o de respuestas en otros, debería dejar muy preocupado al entrenador. La verdad es que los hinchas estamos demasiado preocupados... y lo peor es que razones no nos faltan

Por Charro.