Unidos por la fecha y algo más

El cartel electrónico también cantó en la despedida

Pocos recuerdan el día que Enzo le dijo adiós al fútbol. Fue una de las formas más extrañas. Había salido campeón, se fue de vacaciones, volvió a hacer la pretemporada y finalmente el 18-2-98 se reunió con el cuerpo técnico y luego con sus compañeros en medio de la cancha, donde avisó oficialmente que se retiraba de la práctica oficial del fútbol profesional. Fue una forma sorpresiva de retirarse y para quienes lo teníamos como ídolo fue muy doloroso pensar que lo veríamos un campeonato más. Quedó una cuenta pendiente que fue la despedida y ésta se dio el 1* de agosto del 99, cuando tanto Enzo como todos los hinchas nos dimos el gusto de participar de su partido despedida y así cerró un ciclo glorioso que constó de 2 etapas maravillosas (con los últimos 2 ciclos que hicieron brillar a nuestra institución). Enzo dio el adiós en febrero y junto a los dirigentes tuvo la grandeza de despedirse como los grandes lo deben hacer, dando y recibiendo. La fiesta fue completa. Los hinchas vinieron de todos lados, los dirigentes hicieron lo posible para armar la fiesta y Enzo pensó primero en los hinchas y en el último encuentro. Eligió a sus amigos, los hinchas crearon banderas y cánticos y así se armó una verdadera fiesta, con las camisetas que él amó y frases tan sinceras salidas desde la tribuna como "al uruguayo nunca lo vamos a olvidar", "eternamente gracias", "no se va, el Enzo no se va", "veni, veni, canta conmigo que un amigo vas a encontrar...", "Enzo, Enzo"....

Como también sucedió con la caravana Monumental, muchos intentaron imitar la pasión y el agradecimiento que River Plate le dio a uno de sus ídolos, pero nadie lo logró... ahora, el ídolo, intenta dar su apoyo (con una carta escrita en la edición N* 4 de la revista 1986) cuando el club más lo necesita.

El presidente del Valencia llegó con sus millones y complicó a todos...

Ese primer día de agosto no estuvo en el equipo de River Plate que despidió a Enzo, el Burrito Ortega. El 19 de febrero de 1997 se vendió el pase del Burrito al Valencia otro ídolo que había deslumbrado a los hinchas con gambetas mágicas en velocidad, gambetas que mareaban a los defensores y hacían las delicias quienes amamos el fútbol virtuoso de la banda. Dávicce no quiso resistirse a la venta del último ídolo y le dió un trago amargo a los hinchas a pesar de haber visto una buena cantidad de dólares. Gallardo se apuntaba como sucesor pero ese día empezó el deambular del Burrito, algunos equipos en Europa (nunca logró encontrar un DT que entendiera su fútbol) y las idas y vueltas a River Plate. Pasaron 15 años de aquel día y todavía la historia no cerró.

gol de Pablo Aimar en un clásico inolvidable

Quien si estuvo en ese partido de despedida de Enzo fue una de las nuevas joyas que había surgido de las inferiores del club. Pablo Aimar era una de las nuevas figuras que cumplía con los parámetros de los jugadores millonarios. Un habilidoso que jugaba en velocidad y organizaba el juego vistoso de los nuevos jugadores del club. Este pibe convirtió su primer gol el 20-2-98 ante Rosario Central. Su corta experiencia con la banda hizo que fuera muy querido por los hinchas, no le dieron el tiempo suficiente para que lo disfrutáramos y nos privaron de un nuevo ídolo. Un pibe que aún no se atreve a volver...

En 1995 sufrió la decepción de la semi de la Copa Libertadores, en 1996 nos llevó a la final

Quien tampoco estuvo en esa despedida fue el Loco Almeyda. Debutó hace 20 años y nadie preveía que se convirtiera en ídolo. Delante de él estaba el Negro Astrada y le costó afianzarse en primera división, más aún cuando parecía un 5 descontrolado, una dinámica incansable que no encontraba límites. El 21-2-92 fue el debut almeyda frente a Unión de Santa Fe pero nadie olvida su primer partido como titular en la Bombostera donde fue expulsado a los pocos minutos de juego. Así fue siempre el Pelado Almeyda, el que se plantó ante Aguilaucha, ante el fútbol sucio pero que no pudo con la pasión por la camiseta. 

Nunca pensó que llegarían los increíbles días que vivió en estos años, sin embargo se sigue brindando con el mismo corazón que aquellos días.

Son 4 jugadores con momentos contemporáneos que vivieron las últimas etapas de River Plate, 4 jugadores que sintieron el fútbol y la camiseta millonaria pero que no han terminado su historia con el club. 4 jugadores que esperemos puedan unir de la mejor manera posible su amor y nuestro amor. Ellos saben que los necesitamos.

Por Charro.