La estupidez al servicio de un mito absurdo

Esta mitología es mucho más creíble que la inventada por los bosteros.

Desde chico escucho la inexplicable estupidez de la mitad más uno y esta fue la primera confirmación de lo que era boca en realidad, una camiseta alimentada por el marketing. Hace unos 30 años me hicieron socio de River Plate y pensé que todos los clubes eran iguales, familias que vivían en un club y le formaban el corazón que le daba vida a ese club. Con los años me di cuenta que no era así y que los bosteros no tenían más vida ni interés después del fútbol. La asunción de Macri empeoró la cuestión, los hinchas bosteros dejaron de ir a la cancha y viven el club según lo que les cuentan los periodistas pagos para mantener vivo un mito. Cada uno vive como puede.

Cada día que entro a nuestro club reafirmo mi sentimiento y, en el momento más decadente del club, me vuelvo a maravillar por lo que hicieron en el pasado y como los sueños de unos pibes se transformaron y convirtieron en este gigante. Cada vez que veo el corazón del club, me río de la necesidad de los bosteros por alimentar el mito con estupideces marketineras que no tienen validez ni siquiera ante el primer razonamiento.

La marketinera frase ¨mitad más uno del país¨ de JJ Armando (imposible de analizar seriamente y de explicar como se atrevieron a reproducirlo) tuvo una inteligente respuesta de Angel Labruna ¨somos el país menos algunos¨. Esto hubiera sido suficiente para destruir la frase ridícula del presidente bostero si el periodismo no hubiera alimentado la frase por necesidad, mientras los bosteros no le daban títulos ni grandes espectáculos, no quedaba más remedio que hablar y mitificar a la tribuna. En época de vacas flacas en la cancha, no queda más remedio que hablar del entorno. Mientras que River Plate daba que hablar en la cancha con sus equipos, los bosteros solo podían igualar eso hablando desde lo incomprobable (similar a lo que hoy pasa con GELP y ELP, CAI y Racing o CASLA y Huracán). 

Me crié riéndome mientras festejaba títulos y la única respuesta que recibía era ¨pero somos la mitad más uno del país¨ y mi respuesta era ¨si.. si... claro¨. La frase del Pelado ¨ya no son más la mitad más uno¨ lo dijo desde el agradecimiento a la gente de River Plate que lo acompaña en cada partido incondicionalmente y desde la convicción de que llegó la hora de desmitificar y premiar de alguna forma ese apoyo (?). La salida de DAP para ratificar la opinión de Almeyda sólo puede ser explicada desde la necesidad de cambiar el eje de las discusiones, discutir si son o no la mitad cuando hay tantas cosas graves que están pasando (como por ejemplo que se haya cerrado el tema Pezzota, que los barras sigan teniendo curros, la situación económica del club...) es simplemente distractivo. La salida que tuvo para continuar la discusión (?) ¨son la mitad menos uno¨ (?) supera increíblemente a la estupidez de JJ Armando. Hasta Tristelme salió a decir ¨quiere quedar bien con su gente¨ (dejando a la discusión y a la frase en el vacío que se merece).

La necesidad de salir a hablar de este tema demuestra donde estamos futbolísticamente y que nuestras respuestas no estan en la cancha sino en la tribuna (más la radio y TV), no obtenemos resultados dignos entonces mejor hablemos de recaudaciones y ratings. Hasta acá llegó el absurdo, el vacío y lo lamentable, sin embargo hay un punto realmente interesante en todo este absurdo. Los medios no tuvieron mejor idea que presentarse ante el presidente bostero, nosostros tenemos motivos sobrados para quejarnos de nuestra dirigencia, los bosteros no están mucho mejor. La frase de Angelici ¨entonces nosotros somos la mitad más uno del mundo¨ (?) sobrepasa el límite de la estupidez para entrar en lo bizarro y terminar siendo jocosa (aunque luego tuvo un rapto de inteligencia cuando se dio cuenta que si ellos eran la mitad menos uno entonces todos los otros equipos del fútbol argentino eran solamente la otra mitad y se quedó feliz). La competencia por demostrar estupidez es sublime pero mejora nítidamente cuando pide que no se hagan comparaciones peligrosas porque generan violencia (sic) y que extraña los superclásicos pero es optimista  y cree que pronto se volverán a jugar.

De toda la discusión mediática que quieren imponer, esta frase es fundamental porque demuestra algo que se mencionó desde que nuestro equipo descendió, nosotros lo sufrimos desde la humillación pero los bosteros lo sienten en su economía. Desde la época de Liberti y Armando (seguramente antes también), pasando por la época de Noel y Santilli (cuando River Plate le regaló plata a los bosteros por los pases de Ruggeri y Gareca), el presente de ambas instituciones iba inteligentemente entrelazado porque se potenciaban, lamentablemente esa inteligencia desapareció y hoy espero que los bosteros reciban los cimbronazos que se merecen.

El cuentito de la mitad queda en la nada cuando se descubre que los bosteros nos necesitan porque no pueden caminar solos. Sin duda alguna, el fútbol argentino necesita urgentemente que River Plate se vuelva a levantar y los dirija por el camino que haya que tomar mientras otros se apoyan en mitos y estupideces.

Por Charro.