¿Víctimas de la realidad?

En San Luis nos coronamos super campeones, ojalá sigan las alegrías...

Esta noche habrá una nueva instancia por la Copa Argentina y habrá que enfrentar a Colón. Podría ser un partido más pero la realidad que supimos construir (?) provoca que todos nos preguntemos que equipo presentará el Muñeco. Es una realidad que no estamos para tirar manteca al techo y que cualquier título es bienvenido pero también es cierto que tenemos un plantel corto y que el entrenador deberá elegir entre empezar a rotar los jugadores que jueguen o mantener una alineación titular hasta que empiecen las lesiones o que los jugadores empiecen a sentir el trajín complicado de este cuatrimestre. El estilo de juego elegido por Gallardo (presión constante en todos los sectores de la cancha y movimientos rápidos) marcará un desgaste físico si no empieza con los ¨descansos programados¨ (?).

El entrenador eligió 26 jugadores para ir a San Luis a disputar este partido porque además decidió que el plantel no vuelva a Buenos Aires hasta después del partido del domingo ante Godoy Cruz. Esta decisión de llevar tantos jugadores pareciera marcar la inteción de rotar aunque también podría ser una actitud muy previsora.

CASLA tomó la decisión de armar un plantel sin grandes figuras pero construir un plantel muy largo y parejo, eligió algunos jugadores de inferiores capaces de estar a la altura de la primera división para mechar algunos minutos (que en muchos casos terminaron siendo decisivos) pero la base la buscó afuera y le dio un tiempo para acomodarse (empezó con Caruso Lombardi salvándose del descenso y terminó en la Libertadores). River Plate ya abusó del recurso de las inferiores (hoy en todos los puestos los titulares y/o suplentes son de inferiores) y lamentablemente empieza con una nueva tanda de pruebas de jugadores más jóvenes en lugar de dotarlos de una estructura más sólida.

Gallardo podría elegir jugar con el mismo equipo del domingo (suenan frases como ¨equipo que gana no se toca¨, ¨encontrar el equipo es lo más difícil, cuando por fin se halla, hay que darle confianza¨) pero también es cierto que se podría aprovechar para hacer retoques mínimos mientras la exigencia es menor (cuando lleguen las instancias finales podría complicarse y sería mejor usar a los mejores jugadores en un nivel óptimo). ¿cuál será la decisión del entrenador? ¿cuál será su deseo? ¿cuál será el deseo de la dirigencia después de haber quedado afuera tan rápido en la edición pasada?

Pareciera que el arco es lo más claro. Chiarini volvería a atajar porque Barovero podría volver recién el domingo. La defensa se siente sólida y con la posibilidad de algunos retoques porque hay jugadores capaces de no hacer resentir tanto este nivel (Solari ocupó bien el lateral derecho, Pezzella ya tiene experiencia, Balanta podría jugar hoy o el domingo si ya se recuperó de su problema muscular). El medio es el sector fundamental para el esquema y funcionamiento de este equipo y donde más se resentirá el juego en caso de haber retoques. Sanchez, Kranevitter y Rojas mostraron un nivel muy alto el último domingo y los suplentes lógicos (o al menos lo que están hasta ahora en la cabeza del entrenador) no tienen un nivel cercano (diría que ni siquiera lejano) a los titulares (para Gallardo, Driussi es la alternativa en la derecha, Ponzio en el centro y Ferreyra en izquierda). Driussi estaría jugando fuera de su puesto habitual además de jugar sus primeros partidos (casi diría que minutos) y Ponzio y Ferreyra estarían gastando sus últimas chances para ser tenidos en cuenta. Difícilmente Gallardo eligiría mover sus peones para mantener la estructura (algo así como subir a Vangioni y Solari poniendo en defensa a Mercado, Balanta y FM6 o cambiar el esquema poniendo un cuarto mediocampista o volver a armar un doble 5). Así como en el medio está complicado mantener un nivel, arriba está muy difícil conseguir que los titulares tengan muchos minutos porque no están físicamente como desearía Gallardo. Se hace difícil saber cuales serían los reemplazos y cuanto se resentiría el nivel de juego (los pibes aún no están para comprometer por sí solos a defensores experimentados). Habría que elegir entre un pibe como Boyé o alguien con algunos minutos más como Simeone, habría que ver si elige darle la responsabilidad a Tomás Martinez para ser el conductor del equipo... habría que ver si decide que este partido frente a Colón sea un banco de pruebas o si prefiere arriesgar sin hacer tantos retoques.

Soy de los que piensan que el juego del domingo fue superior a lo que se vio en los últimos tiempos (diría que en la última década exceptuando el último partido ante QAC y minutos de algunos partidos, pocas veces vimos un equipo tan ¨atildado¨). El planteo fue más arriesgado que el acostumbrado por Ramón (lo cual implica muchas más posibilidades de cometer errores que se pueden pagar caro y la posibilidad de perder puntos importantes o perder inesperadamente partidos definitorios en copas) pero al mismo tiempo todo lo hecho por este equipo el domingo hubiera sido imposible sin el trabajo previo de RAD. En estos días aparecieron muchos hinchas echándose en cara su amor u odio hacia Ramón como si Gallardo, en un partido, hubiera demostrado ser superior o como si solo hubiera sido un buen partido más a los que ya estábamos acostumbrados. Ambas posturas me parecen absurdas y además me parece que son complementarios. Lograr el juego del domingo hubiera sido imposible si este plantel no se conociera y hubiera estado acostumbrado a brindarse como equipo, tiene una mentalidad ganadora y una confianza adquirida previamente, hay relevos defensivos muy aceitados y un conocimientos de los defectos que lo convierten en un rival muy duro. A todo esto, Gallardo le sumó audacia, adelantó al equipo unos pasos y logró que siempre hubiera gente abierta para recibir el balón.

Es cierto que Ramón demostró todo lo que podía hacer y Gallardo apenas mostró 2 partidos, es cierto que Gallardo tuvo muy poco tiempo de trabajo y aprovechó muy bien las virtudes de un equipo armado previamente y es cierto que arriesgar más implica la posibilidad de superarse (lo cual para un equipo campeón es difícil) o de perder puntos que después se pueden sufrir pero también habrá que recordar con la felicidad que salimos el domingo por ver un equipo con pretensiones tan altas. Ahora habrá que mostrar otra prueba, la de mantener este nivel y demostrarlo de visitante. Por el bien de River Plate y de nuestra felicidad, ojalá que sigamos por la buena senda.

Por Charro.