Se prendió la luz de alarma

Otra maravillosa definición, esta vez el palo le impidió salir festejando.

Van 6 fechas del torneo y más de uno va cayendo en el quilombo que nos metimos. Estamos en una categoría muy pareja con equipos muy distintos pero que en su mayoría conocen sus limitaciones y saben a lo que juegan. Inmersos en esta realidad, nuestro equipo se armó con algunas individualidades muy interesantes que le dan al equipo lo que necesita pero al mismo tiempo hay puestos en los que las individualidades no estan rindiendo y esto provoca que el equipo todavía no pueda pretender ser un equipo. Es difícil preparar algo ofensivo cuando defensivamente quedamos regalados al rival en varias ocasiones, es difícil pensar en alimentar la ofensiva con algún jugador más y desequilibrar un poco más el mediocampo hacia el ataque si todavía no se puede defender con un mínimo de seguridad.

Llevamos 6 partidos y el DT ya tendría que estar solucionando los primeros problemas que se presentan. El DT debe comprender su nuevo rol y hacer los ajustes que corresponden y no hacer movimientos absurdos para mantener lo que está mal. Hasta ahora, una de las mejores piezas del equipo había sido Sanchez, dándole sorpresa, habilidad, inteligencia y la dinámica y profundidad por la derecha. El jugador que eligió el Pelado para ocupar el lateral derecho fue un acierto pero, lamentablemente Abecasis se lesionó y tuvo que buscar una alternativa (muchas veces tendremos que buscar reemplazos en diferentes puestos porque es un torneo largo y demasiado áspero) y en este partido eligió la peor opción. Sacar a un jugador del puesto donde funciona de maravillas y llevarlo a otro más retrasado, demostró que no funciona y termina confundiendo a los jugadores y quitándole confianza del grupo con su DT.

Tuvo que hacer un cambio obligado y se la está rebuscando (erroneamente a mi entender, aunque él es el DT y es obvio que tendrá sus razones para hacer lo que hizo), sin embargo, lo peor no es equivocarse por hacer sino no hacer nada y no querer reconocer el error. Alayes es un jugador extremadamente lento y eso se siente en los contraataques a los que no vemos sometidos en varias pelotas paradas. Alayes está perdiendo en la velocidad con jugadores de muy inferior categoría y queda en ridículo sin necesidad, va en busca del cabezazo en el area rival en cada pelota parada pero deja un hueco insalvable para el contraataque. Volver y no dejar al equipo en inferioridad numérica es imposible (ayer hasta el Chori se tuvo que sacrificar para alcanzar a un delantero). Salir jugando es una sana intención pero si no se tiene la posibilidad no se puede estar arriesgando, tener como recurso constante el pase al arquero es un peligro, hay que saber cuando no conviene arriesgar, especialmente cuando los rivales tienen como táctica la presión permanente sobre los pies de nuestros jugadores y la necesidad de que River Plate no entre en juego con la pelota. El cambio de Alayes es más que evidente, más cuando todos sabemos que hay buenos reemplazos, Ferrero está en el banco esperando y sabemos que cubre bien los casilleros de experiencia y voz de mando. Pronto esperemos que también los pibes Pezzela y Gonzalez Pires esten listos para dar también aire fresco al fondo.

Otro puesto en el que todos esperamos cambios es en la recuperación de balón del mediocampo. Domingo no está jugando bien, le pesa la situación y le cuesta ganar la posición pero donde más se sufre es en la entrega de la pelota. La pérdida absurda del balón en ese sector de la cancha y tomando a todo el equipo a contramano de la jugada, es de los más peligroso que tenemos. Muchas jugadas de peligro para el rival se iniciaron en la pifia o falta de criterio.

Por ahora los cambios no son muchos pero si son profundos y urgentes. A partir de ahora se verá la "pasta"  del Pelado para ser DT. Deberá ser cabeza dura y mantenerse en su elección de jugadores o buscar el mejor funcionamiento y ceder ante la presión del público. No es fácil pero tampoco se puede esperar a llegar a la crisis. Recién empieza, hay mucho por recorrer pero quedamos tan preocupados que no dan muchas ganas de escribir acerca de la vuelta del público, de la fiesta de un estadio con tanto público, de la actitud del público local (vivieron la fiesta de sus vidas), de la felicidad que sienten los rivales por jugar frente a River Plate, de la actitud de los árbitros (se pega constantemente a los tobillos), la presión de los medios...

A diferencia de lo que piensa la mayoría, yo creo que perdimos puntos con rivales directos que pelaran el  ascenso o estarán muy cerca, la alarma no está principalmente en los resultados sino en el juego. La preocupación está en que no deben aparecer los fantasmas y en que los rivales no deben faltarnos el respeto. Esperemos que el Pelado se anime y que los dirigentes hagan los deberes.

Por Charro.