Hay que crear las condiciones ideales para la vuelta de jugadores experimentados que le aporten al equipo y a los pibes
Ante momentos de crisis, es lógico esperar la mano (o la pierna en estos casos) salvadora de algunos jugadores que demostraron tener un nivel diferente al que se ve hoy día en el fútbol argentino. El Tata Martino, Madelón (?) y Basile dieron una muestra desde el banco de entrenador, mientras que Verón, Cavenaghi y el Chori dieron excelentes muestras del agradecimiento de jugadores que reconocen lo que sus clubes hicieron por ellos. Son jugadores que todavía tenían la posibilidad de seguir jugando por un tiempo en Europa y sin embargo decidieron pegar la vuelta. Lograr semejante sacrificio de un jugador que sigue las reglas del mercado y la avaricia del dinero, es más que remarcable y difícil de conseguir.
Para lograr semejante esfuerzo hay que poner en el otro lado de la balanza cosas muy importantes y crear un marco para conseguirlo. Leyendo las declaraciones de hoy del Cavegol o las del lunes de D'Alessandro, se entiende la cantidad de emociones y billetes que hay a la hora de volver. Cavenaghi y el Chori prescindieron de ganar muchísima plata, JP Carrizo aceptó venir cuando no tenía condiciones óptimas en Europa pero de la misma forma se puede hablar de Aimar, Saviola o D'Alessandro que prefieren exprimir lo máximo posible su carrera fuera del país. Es muy cierta la apreciación de Cavenaghí cuando aclara que cada uno vive una situación contractual diferente y a algunos les resulta más factible que a otros pero nadie debe olvidar que el Cabezón, Aimar y Saviola renovaron sus contratos en medio de posibles vueltas. También es muy cierto lo que cuenta el Cabezón cuando dice que él quiso volver y no lo dejaron, por eso, a veces, es muy injusto crucificar a un jugador. No hay que olvidar que los jugadores se hablan y siempre hay comentarios sobre la actualidad del club y si no hay un ambiente propicio para el regreso, de nada vale pensar en el "sacrificio" de la vuelta. A veces, ni siquiera es necesario que vuelvan para recorrer un largo camino (como podría ser el caso de Cavenaghi), a veces alcanza con un jugador que encamine a los pibes o aporte su experiencia y voz de mando al grupo (los casos de Francescoli, DAP, Ramón Diaz y D's quiera que también pase con Trezeguet).
Hay un caso que me resulta imperdonable y lamentable (el más decepcionado debería ser DAP). Crespo no tenía razón para no volver, en este momento está cerca de aceptar una oferta turca para jugar en aquella liga. Más allá de la distancia, no veo razón para pensar que jugar en un club turco puede ser más aceptable que volver al club que lo vio nacer y que le dio la posibilidad de crecer deportivamente (DAP estaba seguro de que lo iba a convencer de volver). Además de brindar las condiciones positivas para la vuelta de jugadores, de inmediato debería haber un plan de educación de los jugadores de las inferiores. Deberían aprender sobre la hisotria del club, la mística histórica de la institución, los sacrificios, las necesidades del club y algunos valores que alguno olvidó en medio de los billetes. Lo que cuenta D'Alessandro es lastimoso (especialmente si tenemos en cuenta el plantel que teníamos y el valor que hubiera tenido esta vuelta), así como también lo que dijeron la gente de FAL por twitter (algunos estuvieron comiendo con Saviola y éste les contó que nadie se contactó con él para que volviera) o el Cavegol.
Sería bueno saber porqué no estan jugando en nuestro equipo los jugadores que aceptarían volver.
Por Charro.
2 comentarios:
Espero que muchos vuelvan en el segundo semestre. Todos esperamos que se les cumpla el deseo y que podamos volver a pelear el campeonato.
Lo de Crespo no es así.
Yo lo escuché a DAP decir (en plena campaña) que iba a hablar con Crespo, pero que lo veía difícil. El problema de Crespo no es futbolístico sino personal. Su esposa es una tana de “sangre azul” que no acepta venir a la Argentina. Desconozco por qué sí aceptaría ir a Turquía, pero me consta que le han ofrecido una mansión en Nordelta que ella consideró insuficiente.
No quiero defender a una dirigencia indefendible, pero me parece importante puntualizarlo…
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