Interpretaciones

El domingo habrá que ganar, pero sobretodo, habrá que brindarle el doble de apoyo al equipo para que consiga el objetivo.

Cuando surgen las situaciones de crisis profunda es cuando se ve el carácter de las personas. En el posteo anterior escribí sobre la gente que se escondió de la realidad y quiso “inventarse” un colchón que no lo enfrentara con la realidad (léase “nos van a ayudar porque somos River Plate”) o cayeron como corderitos en el matadero ante el verso de los medios o de los intereses de quienes se benefician con el mal momento de River Plate. En estos años fueron muchos los que no quisieron ver para seguir en la comodidad de decir esto es River Plate.

Ahora, cuando faltan 3 fechas y sobran las evidencias de no haber recibido más que unas cuantas manos para empujarnos un poco más de lo que nosotros ya nos habíamos tirado, empieza a surgir otra frase que presta para distintas interpretaciones. La frase “somos River”, es genial. Nos identifica, debería ser clarísima. Después de unos años en que tuvimos a un presidente que nos sacó nuestra identidad, es muy bueno reafirmar que somos River. La frase es excelente si nos sirve para entender que no podemos vivir esta situación y que debemos cambiar las cosas, sirve si logramos entender la crisis y la necesidad de cambio. El problema me surge cuando me da la impresión que muchos nos quieren dar a entender que por llamarnos River Plate y vestir una camiseta blanca con una banda roja, se sobreentiende que ganamos los partidos antes de entrar a la cancha, cuando se convierte en una obviedad que debemos ganar todos los partidos y que nadie puede frenarnos. Para semejante apreciación nos basamos en nuestro pasado, en una historia que hace unos cuantos años no estamos viviendo pero que repentinamente se hará carne en los últimos 3 partidos.

Ser superiores al resto no es una cuestión discursiva ni un grito desde la tribuna, es la demostración de 11 o más jugadores dentro de la cancha (que pueden aprovechar el aliento infernal fuera de la cancha). River Plate fue superior al resto antes de entrar a la cancha cuando tenía en la reserva a mejores jugadores que la mitad de los equipos de primera división. Cuando esos grandes jugadores lograban amoldarse en un equipo demostraban jugar a otra cosa que el resto y ahí se le exigía demostrar esa superioridad.

En el presente, esa superioridad dentro de la cancha no existe. Nuestras figuras son un jugador que se había retirado y un arquero que se pasó de revoluciones, nuestro salvador es un futuro crack que está en una etapa de aprendizaje pero se le exige que nos saque de la mierda donde nos metieron otros. Los cracks del pasado solían esperar 2 años entre el debut y la etapa en que eran titulares indiscutidos del equipo, ahora le pedimos a un pibe no solo que sea titular sino que sea el “salvador”. La peor parte, sin embargo, es que pretendemos ganar los partidos de antemano pero sin tener goleadores. Pavone, FM, Caruso, Brodagaray y el Enano no los hacen, son delanteros sin el olfato de gol (o en el mejor de los casos, tienen la pólvora mojada).

La realidad de hoy de River Plate, nos demuestra que los partidos deben ser muy trabajados para llegar al gol y no sufrirlos en nuestro arco. Para obtener esto hay que jugar concentrado los 90 minutos y jugarse la vida en cada pelota, cuando un jugador regala 1 metro al rival le está dando la posibilidad de que piense y que actue con más tranquilidad y posibilidades de hacer algo correcto. La superioridad del River de hoy solo puede llegar a traves del sacrificio y esfuerzo. Ese plus que tiene que tener cada jugador se lo puede multiplicar el hincha desde la tribuna, por eso pienso que será fundamental que los hinchas vayamos con la única intención de alentar y empujar al equipo. El trámite podrá ser variable pero lo importante es que River no baje la intensidad ni los brazos, en ningún momento se podrá decaer y los hinchas debemos entender que el partido dura 90 minutos y que los goles habrá que buscarlos durante todo el partido. Ninguna situación adversa nos deberá callar, este partido, River debe terminar ganándolo como sea pero sin olvidar que el torneo sigue hasta el final (ojalá que lo entienda la barra que en Bahía casi logran que se suspenda el partido).

Son muy fáciles las declamaciones que no tienen fundamentos pero mucho más difícil es laburar para conseguir un objetivo. Ojalá que entre todos lo consigamos.

Por Charro.