Presos por nuestra pasión

A la cancha voy igual... aunque reconozcamos que cada vez es más agotador

Una vez más se vuelven a aprovechar de nuestra pasión de hinchas de River Plate (y van...). A partir de hoy, e imagino que podría darse hasta final del torneo (dudo que se animen a poner en un horario  nocturno a CASLA vs CAI y si en la última fecha tenemos posibilidades de ser campeón espero que también nos den un horario ¨normal¨), FPT decidió que River Plate juegue los domingos a las 21,30 hs (hasta ahora es el horario ¨confirmado¨ para hoy y la semana que viene, donde se vivirá uno de los partidos más morbosos del torneo). Jugar en este horario podría no haber molestado tanto si hubiera sido un hecho extraordinario (como hubiera sido jugar la semana pasada cuando debieron jugar 6 partidos el domingo y 4 en días de semana) o si a cada equipo le dijeran una vez cada 2 meses les tocará ese horario (algo más parejo). Lamentablemente, ninguna de estas cosas ha pasado, el fútbol desde hace un par de décadas pasó a ser algo más que un negocio para convertirse en un show televisivo y desde ese lugar es que la TV se convirtió en un socio con mayor poder al recomendable. Desde que nació la relación fútbol-TV, la plata a repartir y la ganancia de la empresa dueña de la transmisión de las imágenes del fútbol ha ido creciendo exponencialmente. El fútbol empezó a dar contratos millonarios, los jugadores se convirtieron en estrellas mediáticas, se incorporaron nuevos personajes llamados intermediarios e inversionistas (los nuevos ricos del fútbol), aparecieron los multimillonarios dispuestos a lavar dinero sucio y la TV dueña de los derechos se convirtieron en multimedios capaces de arrollar a cualquier opositor.

En este contexto nació FPT, con la idea de destruir un monopolio que perjudicaba al hincha. Un par de años de gestión estatal mostraron algunas virtudes (hoy las imágenes llegan a todos los hinchas y se pueden ver varios programas en distintos medios gracias a que pueden tomar las imágenes) y algunos defectos muy graves (los periodistas que manejan las transmisiones dejan mucho que desear, la publicidad es insoportable por lo reiterativa y no hicieron innovaciones a la hora de presentar un programa) para quienes esperábamos un sistema que no solo fuera superador del anterior (de por sí, que se pudieran ver los partidos sin abusos ya es superador) sino que además sacara los vicios de las empresas que solo están pendientes del ¨negocio¨.

Más allá de quienes necesitan descargar sus odios enceguecidos y estan incapacitados (?) para dar una opinión libre (?) y de las opiniones acerca del descenso de nuestro club, hoy nos encontramos ante una situación objetiva y real sobre la que se pueden tener distintas opiniones pero sabemos que no nos estan vendiendo carne podrida. La televisación a las 21,30 es un despropósito por donde se lo mire. Es cierto que los clubes se entregaron (como anteriormente lo habían hecho con el multimierda) sin condicionamientos apenas vieron los billetes y con ello regalaron todos los derechos de los cuales debieron ser dueños o al menos copartícipes de las decisiones (como cualquier socio con poder de decisión), también es cierto que no es ni la primera ni última vez que se juegue al fútbol de noche (siempre me pareció absurdo que se jugaran 3 partidos para TV los lunes con uno muy temprano y otro demasiado tarde pero nadie se quejó porque eso estaba limitado a equipos chicos). Lo que resulta imperdonable (?) de jugar tan tarde es que si lo hubiera hecho una empresa privada, todos hubiéramos pegado el grito en el cielo y esperaríamos que fuera el Estado quien apoyara a los hinchas, hoy, al ser el Estado quien toma la decisión absurda, el hincha está desprotegido.

Para empezar es un despropósito que los hinchas debamos salir después de las 23,20 hs de una cancha (o después de medianoche cuando seamos locales, como seguro sucederá la semana que viene) y más aún con los problemas de seguridad y de transporte que vivimos (en Barrancas de Belgrano varias empresas de transporte prefieren no salir de la cabecera las noches de partido, se hacen los tontos para evitar problemas y salen desde Cabildo). ¿Quién asegura que los hinchas de CAI que saldran 30 minutos antes, puedan salir a tiempo y quién asegura que no haya encuentros/emboscadas de madrugada? La salida de 50 mil personas en medio de la noche se presta a las barbaridades de las banditas que suelen acompañar al fútbol y ni hablar de un partido en el cual CAI puede asomar su cara al descenso o donde River Plate puede perder su posibilidades serias de pelear por el título en medio de interminables rumores sobre entregas de partidos (la última moda de nuestro fútbol, todos se entregan y pierden adrede campeonatos e incentivación). Con este panorama, no me parece mal la postura de nuestra dirigencia (por fin), enfrentarse a la TV (quienes ponen la plata y están en su derecho de hacerlo) era absurdo pero tampoco se pueden quedar con los brazos cruzados, por eso había que elevar una nota para este partido y negociar para hacer entrar en  razones sobre el horario de un partido de muchos riesgo como el de la semana próxima.

Hasta la razón para llegar a este punto es absurdo. Es cierto que la TV pone mucha plata como para no decidir el horario que más le conviene pero, ¿a quién se le ocurrió que jugar tan tarde es conveniente para alguien? Este horario destruye a los programas que analizan la fecha (programas de cable y algunos de canal abierto) y tampoco logra su objetivo de competir con un programa de mayor audiencia en todos los segmentos (si Lanata empieza antes que el fútbol solo necesita una denuncia  muy fuerte para tener enganchado al público y le quita el público inicial al partido, en cambio si el fútbol empieza más temprano, automáticamente tendrá al público cautivo desde antes). Probablemente hoy River Plate haga mejor papel que los bosteros (?) y tal vez le sirva a FPT para ganarle a Lanata pero la verdadera lucha que hay detrás (multimierda vs Gobierno) no habrá victorias sino puras derrotas (los primeros somos los hinchas).

Así como los comentarios estarán guiados por los odios, las decisiones alrededor del fútbol también empiezan a guiarse según las necesidades que hay en la lucha de esos odios y por eso quienes perdemos somos quienes no estamos dentro de esa lucha...

Por Charro.