Buscábamos ilusión y encontramos realidad

¿Se podrían jugar todos los partidos en el Monumental y dejar esta farsa de canchas de metegol?

Fuimos a Quilmes (es una forma de decir porque solo unas 3 mil personas pudimos entrar y otras mil quedaron en las adyacencias) haciendo algo más que magia. La gente se desespera por ver los colores de nuestro corazón a pesar de que la respuesta de todos lados sigue siendo la misma. Nos aferramos a cualquier ilusión y buscamos que algo cambie tanto fuera como dentro de la cancha y cuando vemos una mínima diferencia damos el manotazo de ahogados pensando que ya estamos salvados sin darnos cuenta que simplemente nos aferramos a una madera pero seguimos en medio de la noche y muy lejos de tierra firme.

Los alrededores de la cancha estaban plagados de gente que no encontraba la forma de tener una entrada en mano. La reventa es terrorífica (implicará un nuevo posteo) y el negocio tiene dimensiones inimaginadas, cada vez es más notorio el negocio que buscan por detrás del negocio, cuantos y quienes son los beneficiados y, obviamente, a costa de quién se hace; todo se logra cagándose en la pasión de los verdaderos hinchas.

Después de ver decenas de cosas fuera de la cancha (entre barras, policía y organizadores), entrar a la cancha te llena el corazón. ¿Por qué? Simplemente es River Plate la respuesta. La tribuna es una locura de gente apretujada con una hinchada que llena la tribuna de banderas impidiendo la visión del partido, el equipo no responde, a la policía se le cae la baba buscando que alguno los provoque para empezar a pegar, la gente está nerviosa y cualquier discusión puede terminar a los golpes, se reciben insultos y recordatorios de nuestra frágil realidad a cada segundo por parte de nuestros rivales de turno, pero ahí estamos felices detrás de otra ilusión.

De antemano sabíamos que nos enfrentábamos al subcampeón del mundo, al mejor plantel de la Argentina por lejos y no hizo más que dejar al desnudo todas nuestras flaquezas. Fuimos pensando que el fútbol está lleno de sorpresas y es el deporte que más iguala al mejor con el peor pero a veces la realidad es cruel, nuevamente fuimos un equipo sin respuestas ante un equipo agotado. Empezamos ordenados e intentando jugar de igual a igual, un espejismo de 20 minutos que una jugada desafortunada (otra más y van…) se encargó de devolvernos a la realidad (¿Quiroga no tiene el récord de goles en contra?).

Desde la semana pasada, muchos pensaron que Cappa podría mostrarnos al histórico y verdadero River Plate con los mismos jugadores que venimos penando hace 2 años, hoy podemos ver que fue sólo una ilusión, se puede volver a repetir, se puede hacer durante algunos momentos de un partido pero hay una verdad de perogrullo que no se puede refutar; el técnico tiene mucha importancia e influencia pero a la cancha entran 11 jugadores y nuestros jugadores (por distintas razones) no tienen categoría para estar en los primeros puestos.

Ayer Cappa se equivocó desde un principio, puso en el banco a Cabral, Ahumada, Barrado y Abelairas (banco para el recuerdo). Esto es una táctica de guerra, se queman todos los barcos para que los soldados no puedan abandonar la pelea y ayer Cappa les dijo a sus jugadores que no iban a ser reemplazados porque en el banco no había jugadores. Colocó en el ataque a un Ortega que estuvo toda la semana bajo algodones y agotado junto a un keko Villalba que cada vez más muestra que le falta un añito o 2 de inferiores y de musculatura (trabajo similar al que se hizo con el enano) pero como recambio de estos únicos 2 atacantes puso solo a Buonnanotte que todos sabemos que no debería jugar más de 35 minutos porque aún no está preparado para jugar ni 20. Así como no hubo respuesta en el banco tampoco la hubo en la cancha, la salida de Ferrero fue letal, es asesinar a Almeyda que tuvo que convertirse en 5 y 2 al mismo tiempo, solo le faltaba cumplir las funciones del arquero en cada centro porque Ojeda está atornillado al arco. River Plate no se repuso del golpe y no hubo respuestas desde ningún lado.

La mirada optimista que reclaman mis amigos, podría ser que esta vez jugamos contra un equipo serio al que no se puede llevar por delante con toqueteo o patadas (lo mismo sirve para tener en cuenta frente a Velez el viernes), tal vez la semana que viene nos podamos subir otra vez al espejismo, sin embargo, creo que lo único verdaderamente positivo de esta jornada es que todos volvimos a la realidad y ahora espero que los dirigentes tengan muy en claro qué necesita River Plate. Ayer se vieron 2 claras realidades y el camino que debemos seguir, Estudiantes de La Plata era un equipo en una situación peor que la nuestra, llamaron desesperadamente a un referente histórico como Bilardo (nosotros no lo hicimos, dejamos pasar a Ramón) y una vez que vieron cierto orden deportivo decidieron seguir un proyecto claro y correcto con coherencia institucional, siguieron apoyándose en un referente histórico, ahora dentro de la cancha (espero que también sigamos este ejemplo y no busquemos solo el apoyo de referentes que estan más cerca del retiro que de su plenitud). Algunos años después se ve la diferencia entre tener una dirigencia seria y preocupada por su club contra un Aguilar, Israel y su séquito; podemos ver como dieron pequeños pasos para dejar la tabla del descenso y convertirse en épicos campeones de Argentina, de América y casi del mundo, tienen el mejor plantel de nuestro país y un muy fuerte apoyo de su gente. ¿Alguien puede ver que si River Plate hiciera esto mismo, los resultados podrían ser muy superiores aún? Estudiantes tiene piernas cortas y por eso debió dar pequeños pasos para llegar a este presente, nosotros tenemos piernas enormes pero las tenemos atadas por centenares de sogas.

Es hora de desatarnos y hacernos cargo de la realidad para volver a ser River Plate en todo sentido. Vivamos el presente y actuemos en todos los frentes.

Por Charro.