Leones por corderos

Es la hora, es la hora...

Terminado el partido frente a Newell’s iba caminando hacia mi casa sin muchos ánimos y de pronto me paré frente a la vidriera de un local de alquiler de pelis. Allí estaba la película Leones por corderos. Es una muy interesante película con muy buenos actores y con una buena trama que plantea temas para pensar largo; la había visto en el cine pero no le había prestado atención al nombre.

Al pasar por la vidriera, pensando en River, entendí perfectamente a que se refiere la frase. River Plate siempre fue un león, siempre fue el cazador que salía cada domingo en busca de la víctima. Era habitual que saliera y encontrara a su víctima en el momento que quería y por eso sus rivales sabían que eran los corderos de turno, cuya única función era intentar impedir ser la comida del cazador. Los rivales llegaban al Monumental con la idea de esconderse, de correr y proteger de cualquier forma al arco. La vida del cordero puede ser muy buena pero siempre será la presa, la vida del león puede ser aburrida pero siempre será el cazador. Esa es nuestra historia, eso es lo que somos a pesar de que Aguilar intentara convertirnos en corderos para poder robarse todo lo que estaba en nuestros dominios.

River por historia y por memoria genética sigue siendo el cazador pero lo irónico es que hoy apenas somos corderos de buena carne y muy apreciada por otros animales que ni siquiera son cazadores. Ya no contamos con jugadores con esa genética exceptuando a Almeyda, Gallardo y Ortega que vivieron la génesis del león y tienen incorporado la vida leonina, pero están viejos, cansados y doloridos como para correr a los corderos. Hay jóvenes que tienen también esa genética pero no tuvieron a las leonas que les enseñaran las técnicas de caza y hoy pretendemos que esos cachorros salgan a hacer el trabajo de los leones cazadores. Obviamente que lo único que logramos es exponerlos, son cachorros con algunas actitudes de león pero que no intimidan a los corderos.

Que en la manada tengamos a un Cabral, Galmarini, Sanchez y tantos otros que no tienen capacidad de leones y que los cachorros vean a esos ejemplares como si fueran lo mismo, es peligroso. Más allá de los resultados que se necesitan con urgencia, también es urgente que vuelva la mística millonaria a la cancha. No tiene sentido poner a Pezzela junto a Cabral o a Pereyra junto a Galmarini, ni al keko con Rosales. Esto es River, es otra cosa y urgente debemos recobrar la memoria. Los hinchas debemos volver a tener el paladar que nos hizo grandes pero con la paciencia de entender el momento que se vive, debemos exigir pero a quienes corresponde. Si no hay plata hay que conseguirla sin regalarnos, si no hay jugadores hay que traerlos, si no hay resultados hay que hacer más diferencia desde la tribuna… los dirigentes deben entender lo dramático del momento y actuar sin hacer pruebas sino actuando con seriedad y justeza de cirujano, el técnico debe entender la situación y comprometerse desde el alma con el momento en que nos encontramos. Yo no hablo solo de un desafío para un técnico, hablo de un drama sentimental. No hablo solo de una oportunidad de pasar a la historia, hablo de poder abrazarse con el hijo o ir a la tumba del padre para llorar porque le devolvió a River Plate su identidad futbolística. Hablo de una identificación desde el alma, desde los genes. Esto no es privilegio de un solo hombre (llámese Ramón) como algunos creen, somos varios millones los que nos identificamos con el sentimiento a la banda roja y algunos además tienen la capacidad para timonear en semejante temporal. No me jodan con pruebas como Cappa o Lavolpe. No es el momento para probar a técnicos, es momento para ir a algo mucho más seguro (imaginénse las excusas de esta gente cuando no se de un resultado, ya me crispa de solo pensarlo).

Finalmente necesitamos jugadores con la experiencia de haber cazado, de dar el zarpazo letal en el momento justo, leones que sepan donde es el golpe mortal y que se comprometan también con la situación. Jugadores que entiendan que si hacen una buena campaña serán una de las formaciones más importantes de la historia del club más importante de la Argentina, jugadores que piensen que si salen campeones serán unos de los campeones más importantes de nuestra historia. Jugadores que vengan por la gloria deportiva que pocos hechos podrán darles en su vida, la gloria de tener 15 millones de personas detrás felices gracias a lo que ellos hagan. Necesitamos leones ágiles capaces de correr a la presa y que no se escape, leones que piensen siempre en sus presas, que no teman ser leones y que en ningún momento piensen que pueden ser corderos. Sería bueno que fueran leones probados con la camiseta más pesada pero en el caso de los jugadores, fundamentalmente, es necesario que sean leones.

Este es el momento de leones y no de corderos. Es el momento de los movimientos seguros y no de pruebas. Recordemos que se termina la temporada de caza y si no conseguimos buenas presas podríamos quedar muy hambrientos para el próximo invierno.

Urgente, volvamos a ser los leones y dejemos de ser corderos.

Por Charro.